Queria una excusa para que estos dos se besaran y se sonrojaran cada 20 segundos asi que reemplaze a Jet con Zuko y revolvi la historia como se me antojo
IC o congruencia? eso aqui no existe ¯\_(ツ)_/¯
-¿Qué?- pregunto el monje, bajando el deslizador que sostenía frente a él en señal de advertencia casi por completo
-no quiero pelear contigo, me rindo- contesto el príncipe (¿Ex príncipe?) con los brazos a sus costados como los había dejado desde que había dicho esa misma frase la primera vez
-... ¿Qué?- volvió a preguntar Aang, intentando comprender la frase como si Zuko le estuviera hablando en otro idioma
-¡Ya te dije que...!- gruño el adolescente, molesto por tener que repetirlo por tercera vez pero se detuvo y respiro profundo, recordando lo que su tío le había aconsejado cuando le conto su plan -lo que escuchaste, quisiera, uh...- pensó un poco, tratando de formar una frase que no sonara tan mal como seguramente lo haría cuando la dijera en voz alta -quisiera unirme a tu grupo y ayudarte a derrotar a mi padre
-¿QUE QUEEEEE?!- esta vez fue el equipo Avatar completo quienes formularon la pregunta al mismo tiempo. Zuko no podía culparlos, debía ser ya más que suficiente sorpresa encontrar al príncipe en Ba Sing Se, en verdad era una reacción bastante calmada luego de escuchar las palabras del joven Maestro Fuego.
Hubo silencio por un momento mientras el grupo frente a ellos consideraba sus palabras.
-es una trampa- gruñó la maestra agua -no puede ser otra cosa
-quien sabe- Sokka los miro de arriba a abajo -tal vez se unieron a los Dai Li
-¡Como te atreves, tu, maldi...!
-¡Muy bien, cálmense todos!- exclamo Aang, llamando la atención de todos y consiguiendo con esto que el argumento terminara rápidamente.
-está diciendo la verdad- dijo Toph y la atención de todos se centró en ella no solo por escucharla hablar por primera vez desde que el Maestro Fuego comenzara a hablar, notando su presencia, también por la extraña posición en la que se encontraba: apoyada sobre una rodilla en el suelo, tocando la calle empedrada con su mano derecha -yo puedo sentir cuando las personas mienten y él es sincero
-además- dijo la chica, la sonrisa ensanchándose en su rostro –su tío me dijo lo mal mentiroso que es
-¿Que?
-entre otras cosas- confirmo ella, haciendo que Sokka y Katara soltaran risitas de burla y la cara del príncipe se sonrojara con coraje y vergüenza… tendría que hablar con su tío cuando todo esto terminara.
Aang no había dicho nada durante todo ese tiempo, preguntándose por que el príncipe de la nación del fuego que había intentando por todos los medios posibles capturarlo y presentarlo como trofeo a su padre, ahora proponía unirse a su grupo tan repentinamente... no tenía sentido y esa pregunta era lo único que daba vueltas en la cabeza del Avatar. Así que decidió salir de su duda.
-¿Por qué el cambio tan repentino?- dijo Aang dirigiendo toda su atención a Zuko. Miro fijamente a los ojos dorados del adolescente, confiando en las palabras de la Maestra Tierra y con la certeza de que la mentira se vería claramente reflejada en ellos, si la hubiera -hace unas cuantas semanas, aun intentabas capturarme y llevarme de vuelta... ¿Qué fue lo que cambio?
-hace unas semanas, no sabía lo que esta guerra le ha hecho al mundo como ahora lo se
-eso no puede ser todo- dijo Sokka, mirándolo con sospecha -no es como si hubieras salido de tu casa ayer
-quiero detener a Azula y yo solo no puedo- continuo el joven desviando la mirada y Toph sonrió con malicia
- nos estas ocultando algo... ¿Qué es?- le dijo, ensanchando más la sonrisa
El joven maestro fuego se encogió en su lugar, mirando fijamente al suelo, obviamente sin ganas de confesar
-¡Lo sabía!- exclamo Katara, lista para usar el agua que siempre traía con ella -¡Sabía que era una trampa! ¡Pero ni creas que somos así de tontos, maniaco incendiario...!
-¿Zuko?- pregunto Aang, ignorando al resto de los presentes y preguntándose por que la cara del príncipe se había puesto tan roja
-...-
-¡Suficiente! Habla ya o no podrás hacerlo luego
-¡Porque me gustas!
El agua que Katara pensaba usar para atacar a Zuko cayo sonoramente al suelo, haciendo más marcado el absoluto silencio que había en la calle desierta que ocupaban.
-... ¿Es un tipo de estrategia para confundirnos y atrapar a Aang? porque está funcionando bastante bien- fue Sokka quien finalmente rompió el silencio, bromeando para tratar de hacer que el mundo volviera a la normalidad
-... ¿Qué?- Zuko apenas si reprimió una sonrisa al escuchar al Avatar repetir la misma pregunta por enésima vez, se veía adorable con la expresión de incredulidad dibujada en el rostro.
-...pero... pero ¿Por qué...?- el maestro aire no parecía poder terminar la frase que había intentado comenzar pero Zuko comprendió en su cabeza lo que el menor intentaba preguntar... o eso suponía.
-pues... me di cuenta de lo que sentía por ti cuando, um, planeaba de nuevo como capturarte cuando me entere que estabas en la ciudad…
-¿Que?- exclamaron Katara y Sokka
-...mi tío me pidió que reflexionara y pensara lo que quería en mi vida y por qué- Zuko les dio una mirada asesina y evito responderles para seguir con su explicación –considere todo lo que había hecho, por qué y todo lo que he pasado y… pues…
-¿Que, mágicamente te diste cuenta que te habías enamorado de el?- dijo Katara con sarcasmo. Cuando Zuko la miro molesto pero asintió, ella abrió la boca en un gesto de incredulidad, completamente sorprendida por su respuesta -¿Y en verdad crees que eso será suficiente para que te creamos? ¿Estas completamente demente?
-entiendo por qué no me crees- dijo Zuko, dirigiéndose a Aang e ignorando, con dificultad, al resto de su audiencia -debe ser más que sorprendente lo que te estoy diciendo pero es la verdad y no estoy planeando capturarte- Zuko pensó en agregar 'no de esa manera, al menos' pero tal vez sería demasiado pronto.
-pero...- Aang aún no podía procesar todo completamente -¿Por qué te gusto? ¿Cómo es posible?
-escucha, me encantaría responderte pero, um- se acercó a susurrarle al oído -¿Puede ser donde y cuando no tengamos tanto público?- Aang se estremeció un poco por la acción de Zuko pero luego dirigió su mirada a donde Zuko mantenía la suya, viendo como Toph le decía algo al oído a Sokka y ambos se reían burlonamente.
-entiendo
-entonces... ¿Qué dices?- pregunto el príncipe, esperando por la respuesta a su propuesta
-¡Por supuesto que no!- protesto Katara, a punto de correr a meterse entre ambos adolescentes, completamente indignada -es increíble que aun pienses que te creeremos algo de lo que digas, especialmente Aang- el aludido bajo la mirada al suelo, indeciso entre la lógica de las palabras de Katara y su naturaleza compasiva y amigable que le pedía que intentara confiar
Un largo silencio se extendió entre Zuko, Katara y Aang mientras Sokka y Toph seguían cuchicheando y riendo por lo bajo.
-puedo ayudarte a encontrar a tu bisonte- finalmente dijo Zuko, sorprendiendo incluso al par que se había mantenido fuera de la conversación con el comentario.
-¿Cómo sabes que lo estamos buscando?- preguntó Toph, intrigada
-fue así como me entere que estaban en la ciudad- contesto el aludido, sacando el afiche con la imagen de Appa impresa que había recogido del interior su túnica -era parte de mi plan para poder atraparte... cuando aún planeaba eso, claro
-¿Sabes dónde se encuentra?- Aang salto rápidamente ante la posibilidad de encontrar a su mejor amigo
-¡Aang!- protesto Katara, el chico la ignoro nuevamente y vio con expectativa al maestro fuego
-no sé dónde está- la expresión de Aang se volvió de decepción -pero tengo un plan que estoy seguro que funcionara y nos dirá donde encontrarlo... si confías en mis palabras
-Aang, no estarás pensando seriamente en confiar en el... ¿o sí?- la expresión de culpabilidad del menor la hizo acercarse rápidamente a el -no puedes... sabes que es un engaño, esto es una muy mala idea
-no sabemos nada de Appa, hemos hecho hasta lo imposible para encontrarlo y nada ha dado resultado... quisiera intentar lo que Zuko nos propone
-Aang...
-déjalo ya, Katara- dijo Sokka, sonando resignado- si la fogata con pies aquí nos puede ayudar a encontrar al peludo, digo que deberíamos darle el beneficio de la duda... además, si es una trampa, no solo tendrá que vérselas con Aang, si no con el resto del equipo BoomerAang
-...- Katara no estaba muy convencida, pero al ver a los ojos del Avatar y su desesperación por encontrar a su bisonte, suspiro profundamente y relajo su estancia tensa. Igualmente, ella extrañaba al tierno animal y, aunque no lo mostraban mucho, el resto del equipo estaba tan desesperado como ella por reunirse con el -está bien, pero si se atreve a hacer algo que nos ponga en peligro le arrancare la cabeza con mis propias manos... y deja de llamarnos así, Sokka
-pero- interrumpió Zuko, dirigiéndose nuevamente solo a Aang- la información no será gratis... será en un gran riesgo y quiero algo a cambio
-¿No puedes esperar hasta que tu maléfico plan de dominación mundial haya casi funcionado para arruinarlo?- suspiro Sokka, tomando su boomerang y preparándose para combatir a Zuko
-¿Y qué es lo que quieres?- pregunto Aang, deseando que no tuviera que ver con entregarse voluntariamente para ir a la nación del fuego o algo así pero temiéndolo igualmente
-quiero un beso- dijo el mayor, sonrojándose y con la voz fallándole al final de la frase
-¿U-un qué?
-por favor...- dijo Zuko, sonrojándose aún más pero encontrando el valor para seguir hablando -solo quiero que me regales un beso por que no he podido pensar en otra cosa el día entero y si no lo haces, voy a arruinar todo mi plan por no poder concentrarme más que en eso... ¿trato?
-¿QUE QUEE?- el grito de Katara fue rápidamente silenciado por los demás, ya estaban llamando suficiente la atención como para que ella hiciera más escándalo y atrajera a los Dai Li.
-yo...- Aang se mordió el labio, indeciso entre hacer lo que Zuko le pedía y conseguir, tal vez, información acerca de Appa o hacer caso de las advertencias, bien fundamentadas, de Katara y salir de ahí antes de que Zuko intentara capturarlo de nuevo, sin darse cuenta de lo mucho que su inocente gesto afecto al maestro fuego ante el que solo podía concentrarse en los labios del menor y en lo mucho que desearía que fueran sus dientes los que estuvieran abusando así de esa boca frente a él... o que fueran esos dientes los que maltrataran así los suyos...
Finalmente el monje se decidió, pensando en que un beso no sería nada comparado con tener a su amigo Appa de vuelta.
-Está bien, Zuko, pero solo un bemphf!- el maestro fuego no lo dejo terminar la frase, aprovechando el permiso concedido del Avatar para rodearlo por la cintura y capturar sus labios, tomando por sorpresa al monje quien no pudo ni pensar en protestar o detenerlo.
Zuko lo apretó a su cuerpo tanto como pudo sin dejar sin aliento a Aang, no había mentido cuando le había confesado que no había podido pensar en nada mas desde que había decidido hacer todo esto la noche anterior y no iba a desperdiciar semejante oportunidad cuando la tenía, especialmente cuando había una posibilidad tan grande de que no la tuviera de nuevo. Si encontraba al bisonte, le agradecería por este favor con toda la comida que pudiera comprarle. Zuko se perdió en el contacto, aún más cuando Aang, de modo tímido y torpe, comenzó a corresponderle. No le importo las risas burlonas del tonto de la tribu del agua y la maestra tierra, pero justo cuando empezaba a ganar permiso para entrar a la boca del Avatar, el charco parlante, a quien llamaban Katara, lo tomo por el cuello de su túnica y lo hizo retroceder, soltando al sonrosado Avatar que parecía estar hipnotizado y Zuko estaba indeciso entre volver a tomar al menor en sus brazos y seguir donde se quedó o asesinar al hielo derretido que los interrumpió.
-suficiente besuqueo, principito- dijo Katara con veneno -ya cobraste lo suficiente, ahora dinos como harás para obtener esa información
-pueden venir, si quieren saber lo que hare- contesto el aludido, tratando de no ahorcarla ahí mismo y arruinar el poco progreso que había hecho -pero no deben interferir o podrían ponernos en peligro a todos.
La maestra agua hizo un sonido de desdén mientras el resto del grupo compartió miradas intrigadas y preguntas discretas, curiosos de saber qué era lo que el príncipe tenía planeado.
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-hay que decirlo- susurro Sokka al resto del grupo -esta debe ser la idea más idiota o más genial que haya visto
-¿No son todos los planes que ha intentado así?- pregunto Katara y todos los demás asintieron
-um ¿No deberíamos, uh, buscar otra manera?- comento Aang, a pesar de todo preocupado por el joven maestro fuego mientras este perseguía a un miembro de los Dai Li y comenzaba su plan -no quiero ni pensar en lo que podrían hacerle si lo atrapan
-awww, la linda bailarina está preocupada por su galante novio
-¡Toph, no es gracioso!- protesto Aang, levantando la voz, la aludida le cubrió la boca rápidamente y todos se tensaron en sus lugares, esperando no haber llamado demasiado la atención.
-si de verdad estas tan preocupado por el, podrías al menos no delatarlo... además, ¿No fuiste tú el que nos dijo que no nos quedaba más opción que esta? vaya, si hasta pagaste generosamente por sus servicios y por adelantado- el monje se veía listo para protestar, más aun al escuchar la risita burlona de Sokka, pero con la mano de la chica aun sobre su boca y la persecución en la que Zuko se encontraba en ese mismo momento, dejo pasar el comentario y se centró, como los demás, en seguir al par de hombres lo mas rápido y cerca que se atrevían sin comprometer el plan del maestro fuego.
Todos vieron con asombro como el muñeco que no parecía una buena idea había logrado engañar al Dai Li y como Zuko, cumpliendo con su palabra, lo interrogo hasta sacarle la información que necesitaba.
Una vez que obtuvo lo que quería, dejo fuera de combate al hombre y lo arrastro hasta un lugar oscuro del callejón donde no sería fácilmente detectado y se dirigió hacia su asombrado público.
-eso fue...- comenzó Aang pero no pudo terminar la frase, después de todo ya había tenido la oportunidad de ver al espíritu azul en acción pero aun así era hipnótico verlo de nuevo, más aun cuando podía centrarse en sus movimientos sin el miedo a ser capturado o rostizado y atravesado por una flecha.
-eso fue, um, increíble- completo Katara con sinceridad- el traje es un poco raro pero...
-si, por un momento creí que perderíamos a nuestro nuevo maestro de bobo control demasiado pronto ¡Pero eso fue asombroso! no serás muy mala opción como parte del equipo Avatar- Zuko iba a protestar por el comentario de Katara pero no pudo por la intervención de Sokka y, luego de escuchar lo que tenía que decir, simplemente no vio el punto en intentarlo más. Esos dos iban a poner a prueba su paciencia aún más que Azula y eso era un logro que no creía posible.
-pues gracias- contesto Zuko, quitándose la máscara y jugueteando con ella, realmente no tenía idea de que decir, poco acostumbrado a la admiración, así que volcó toda su atención hacia Aang -se dónde lo tienen
-¿De verdad?- pregunto el monje con el corazón casi saliéndosele del pecho; ¿Sería posible que, gracias a Zuko, estuviera a punto de recuperar a su bisonte?
-si pero debemos darnos prisa, deje inconsciente a ese tipo pero los demás no tardaran mucho en darse cuenta de que uno de ellos no está donde debería
-asi que deberíamos seguirte sin hacer preguntas y sin saber exactamente a donde... claro, eso no suena sospechoso- sorprendentemente fue Toph quien hizo el comentario. El maestro fuego la miro fijamente y se encogió de hombros antes de recordar que ella no podía verlo.
-es la situación si quieren recuperar al bisonte y debes decidirte ya porque cada momento que pasa es un momento menos que tenemos para actuar y lograr sacarlo de ahí- esto último lo dirigió al maestro aire, quien nuevamente se mordió el labio y medio mato al adolescente frente a él sin darse cuenta por segunda vez esa noche.
-Zuko se arriesgó mucho al atrapar e interrogar a ese Dai Li... ustedes quédense aquí, yo iré con él, debo intentarlo y, por lo que hizo, creo que Zuko merece que confíe un poco en el- dijo finalmente Aang, haciéndole un gesto al mayor indicándole que estaba listo para seguirlo
-no vamos a dejar que vayas solo con Zuko, Aang- dijo Sokka, cruzándose de brazos -no creo que eso sea muy buena idea
-además, tienes razón en eso... se arriesgó demasiado como para no arriesgarnos nosotros, más aun si en verdad hay una oportunidad de reunirnos con Appa- continuo la maestra agua, menos reticente a creer en las palabras del príncipe -por tu bien, espero que estés diciendo la verdad
Zuko se sintió un poco decepcionado, que Aang fuera a rescatar al bisonte solo con él le habría garantizado una 'recompensa' mucho mejor que la que podría obtener con todos esos estorbos que llamaba amigos cerca y, viendo lo mucho que su rostro se había iluminado con solo la información, Zuko estaba convencido que el monje habría hecho prácticamente cualquier cosa que le pidiera si de verdad cumplía lo que le prometió. Pero suponía que era mejor asi, de esa manera no podría dejarse llevar y pasarse de lo "correcto"
-lo veras con tus propios ojos- respondió Zuko finalmente, con sinceridad -vámonos, el lugar está lejos y no nos queda mucho tiempo- dio la vuelta y se disponía a dirigirse a su destino cuando una mano atrapo la manga de su traje y lo hizo voltear, los hermosos ojos plateados de Aang lo veían con una calidez que nunca antes le habían dirigido.
-muchas gracias, Zuko- el mayor sintió sonrojarse de nuevo y tuvo que pelear con los músculos de su rostro para no sonreír como un idiota.
-agradéceme cuando estemos todos a salvo.
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Decir que Aang estaba feliz era quedarse corto. El príncipe lo vio saltar sobre la cabeza del enorme animal y llorar, abrazándolo fuertemente y diciéndole lo mucho que lo había extrañado. El maestro fuego sonrió disimuladamente y sintió un poco de celos hacia el animal, preguntándose si sería una buena idea ir y abrazarlo con la excusa de consolarlo. Ese tal Appa no sabía lo afortunado que era.
-¿Siempre es asi con todo lo que hacen?- pregunto Zuko al que llamaban Sokka, intentando quitarse la saliva del animal de encima luego de que el bisonte lo lamiera en agradecimiento por liberarlo de las cadenas que lo mantenían inmóvil y ayudarlos a todos a escapar y fallando miserablemente.
-define 'asi'- dijo el chico, cruzándose de brazos
-se suponía que ellos no sabían que iríamos pero aun asi había una emboscada esperándonos... tuvimos suerte que nos estuvieran esperando en otra habitación y no en la que mantenían a su bisonte- contesto el príncipe, molesto por no poder limpiarse y deseando poder tomar un baño pronto -¿Siempre tienen tan mala suerte?
-hemos tenido unos meses algo peores de lo normal... no siempre nos va *asi* de mal
-estoy dudando si unirme a ustedes fue una buena idea- intento bromear Zuko aunque era mitad verdad. Era posible que hubieran estado siguiendo a Aang por algún tiempo, talvez semanas antes de que Zuko se enterara siquiera que estaban en la ciudad, posiblemente habían planeado la emboscada para poder atraparlos y tomar medidas más drásticas sin que nadie se enterase... lo que aún no encajaba era el hecho de que estuvieran esperándolos en el lugar equivocado, eso no tenía sentido... Zuko no quiso pensar más en eso, la suerte les había sonreído, o algo asi, y eso era todo lo que importaba.
Una vez que se alejaron lo suficiente de Long Feng y sus hombres, todos desmontaron y Zuko agradeció a cada espíritu conocido el poder quitarse la saliva de encima, con la orilla del lago tan cerca. Tan pronto como termino de limpiarse lo más que pudo sin llegar a meterse por completo en el agua, se encontró con los brazos llenos de Avatar.
El príncipe no se lo esperaba y no correspondió el repentino abrazo pero eso al monje no le importo, Aang simplemente levanto su rostro desde donde estaba apoyado sobre el pecho de su Zuko y le sonrió cálidamente, un bonito color rojo iluminaba sus mejillas y no soltó al adolescente del abrazo.
-no sé cómo agradecerte todo lo que hiciste- dijo tímidamente el menor, haciendo que Zuko imitara el color de su rostro, pensando en algunas maneras pero guardándose el comentario -por semanas hemos intentado encontrar a Appa y tú en un día lo recuperaste... en verdad, Zuko, muchas gracias- los ojos plateados de Aang brillaban por las lágrimas y, en ese momento, Zuko correspondió el abrazo con fuerza, apretando el delgado cuerpo contra el suyo y atreviéndose a besar su frente
-bueno, recibí un buen pago y por adelantado, no podía hacer menos que un buen trabajo y creo que mi cliente quedo muy satisfecho- bromeo Zuko con una sonrisa burlona en sus labios y Aang rio con ganas, aun sin soltar al maestro fuego. Aang escondió su cara sobre el pecho de Zuko por un momento y este lo observo detenidamente, curioso de saber que le pasaba al menor y solo un poco nervioso por el contacto tan prolongado.
Sin aviso, Aang regreso a mirarlo, mordiéndose de nuevo el labio, haciendo que Zuko gruñera levemente, el gesto era aún peor para el estando tan cerca del monje. No tuvo mucho tiempo de pensar en eso cuando Aang se paró sobre las puntas de los pies y capturo los labios del príncipe con los suyos. Zuko se tensó, el movimiento completamente inesperado y esto hizo que los movimientos de Aang se volvieran inseguros y se detuvieran por completo. Antes de que el monje pudiera apartarse por completo, Zuko puso su mano sobre la cabeza de Aang y lo atrajo hacia el de nuevo, esta vez correspondiendo y demandando entrada a la boca del menor, entrada que le fue concedida.
Zuko tuvo que relajar un poco su agarre sobre Aang, casi corto por completo su respiración por el movimiento reflejo que la intensa sensación al profundizar el beso tuvo en él, era casi abrumador.
No podía evitarlo, el contacto de sus sorpresivamente suaves labios había sido increíble pero finalmente hacer lo que había deseado desde que la chica los había interrumpido la primera vez, poder sentir por completo su boca, su sabor, el contacto con la lengua del otro... todo esto mando un escalofrió lento por todo su cuerpo. Zuko, vagamente se preguntó dónde estaría el mercado más cercano, en verdad tenía que agradecerle al peludo por desaparecer por tanto tiempo...
-¡Ja, gaaaaaayyy!*- justo cuando el maestro fuego decidía que sería una excelente idea llevarse al Avatar a un lugar más privado donde pudiera seguir agradeciéndole, la voz de la maestra tierra a quien llamaban Toph resonó, la risa que siguió a la burla corto por completo la atmosfera y Aang se apartó rápidamente de él, completamente mortificado y con el rostro casi brillando en color rojo. El príncipe se tuvo que recordar que ahora ellos eran aliados y que, si quería progresar a que lo que ella acababa de interrumpir sucediera con mucha más frecuencia y sin interrupciones, no era una buena idea reducirla a cenizas, especialmente frente al monje.
Esa resolución se vio seriamente amenazada cuando la maestra tierra y el inútil guerrero de la tribu agua chocaron las manos y rieron con ganas. Al parecer todo el grupo del monje sería un problema y Zuko de nuevo dudo si esta era una buena idea.
Katara se aclaró la garganta, llamando la atención de todos. Esto hizo que Sokka tomara una expresión un poco más seria.
-oigan, escapamos de los Dai Li y recuperamos a Appa con ayuda de nuestro nuevo aliado, ya es hora de volver al reino tierra y contarles nuestro plan, estamos con suerte- dijo Sokka con entusiasmo
-¡Una hora buena después de semanas horribles no es tener "suerte"!- replico Katara, molesta por como su hermano le restaba importancia a toda la odisea que habían tenido que pasar.
-pero algo es algo, si queremos invadir a la nación del fuego durante el eclipse ¡Necesitamos el apoyo del rey!- le recordó el guerrero
-¿Invadir a la nación del fuego? ¿Eclipse?- intervino Zuko, ambos hermanos parecieron recordar solo entonces que él estaba ahí y lo que podría implicar que el escuchara su plan maestro
-umm...
-ya no importa, Sokka- suspiro Katara, masajeándose las cienes -es exactamente lo que escuchaste... nos topamos con la sorpresa de que ustedes pierden su poder durante un eclipse solar asi que planeamos atacar durante ese día, estamos intentando reunirnos con el rey tierra pero nos ha sido imposible hasta ahora
-¡Pero ese es un terrible plan! ¿Cómo pueden saber cuándo será el siguiente eclipse? ¡Mi padre habrá conquistado el reino tierra antes de que siquiera se presente la oportunidad!
-¿No crees que estaríamos planeando otra cosa si no supiéramos exactamente cuándo será el próximo eclipse?- gruñó Sokka, indignado de que Zuko pensara que irían con un plan mal hecho cuando el mundo entero dependía de su victoria
- si es asi- dijo el príncipe con seriedad -es probablemente la mejor oportunidad que tendrán de detenerlo... y yo les ayudare- esto hizo que Aang fijara sus ojos en él, Zuko vio esto y se dirigió al monje -yo conozco el palacio mejor que nadie y, como miembro de la familia real, se dónde están las habitaciones de seguridad; no habrá manera de que mi padre escape de ti si los ayudo a planear todo y si consiguen que el reino tierra los apoye, será una victoria casi segura
-¿De verdad nos ayudaras a planearlo?- pregunto Aang, asombrado por la determinación del adolescente
-te lo dije, he visto de primera mano lo que esta guerra le ha hecho al resto de las naciones... si mi padre y Azula logran su objetivo, no quiero ni imaginar cómo será el mundo bajo su poder- Zuko no dijo que temía por el Avatar también, estos sentimientos recién identificados que llevaban mucho más tiempo formándose y creciendo lo llenaban de terror al pensar en perderlo tan pronto, cuando aún no tenía la oportunidad de tenerlo siquiera.
-¿Que les hace pensar que el rey nos apoyara? no sé si lo han notado pero generalmente las cosas no se dan tan fáciles para nosotros
-sí, lo note- murmuro el príncipe
-sí, lo sé, pero ahora tengo un buen presentimiento... será diferente
-Sokka, Long Feng tiene el control de la ciudad y con el apoyo de los Dai Li ¡Es muy poderoso! ¡Deberíamos seguir volando y dejar este horrible lugar para siempre!- comento Katara, harta de tantas sorpresas desagradables y tragos amargos en esa ciudad.
-asi se habla, Katara!- exclamo Toph, de acuerdo con su idea -ya tengo suficiente de Ba Sing Se ¡y ni siquiera la he visto!
-ahora que tenemos a Appa, nada impedirá que le digamos la verdad al rey de la tierra, de la conspiración y la guerra- aseguro Aang, por fin volviendo al optimismo puro que siempre mostraba
-y no habrá manera de que no puedan convencerlo si yo estoy con ustedes y apoyo su historia- dijo Zuko, mirando a Aang directamente mientras decía esto. Los demás los miraron un poco incomodos de ver como no parecían querer romper el contacto visual, asi que Sokka se tomó entre las manos terminar con el silencio incómodo.
-¿Ven? Aang y Zuko me apoyan- y abrazo a ambos chicos, dándoles a las chicas frente a el su sonrisa ganadora, sin importarle si Toph podía verlo o no -¡Es una de las razones por las que vinimos aquí! Hay que probar
Katara lo pensó por unos instantes, su hermano mayor tenía buenos argumentos y, con lo que habían comentado Aang y Zuko, las cosas no parecían estar tan en su contra como originalmente había pensado
-mmmmm... bueno, tal vez si le decimos la verdad al rey las cosas cambiarían- Aang y Sokka sonrieron al ver que estaban a punto de convencer a la maestra agua, Zuko solo se cruzó de brazos y observo al resto del grupo.
-no confío en este lado optimista de Sokka... ¿Long Feng te lavo el cerebro, verdad?- dijo Toph, claramente opuesta a quedarse un minuto más en la ciudad, como lo había estado desde un principio
Zuko se tensó al ver saltar a Aang, quien corrió hacia la orilla del lago donde algunos barcos parecían recorrer la extensión de este.
-son los Dai Li que nos están buscando... ¿qué dices?- Sokka espero a la respuesta de la chica con ansiedad, rogando por que fuera la que esperaba
-a volar- contesto la maestra agua y todos subieron sobre el bisonte rápidamente.
Zuko estaba nervioso, por volar, sí, pero la mayor parte de su tensión provenía del camino que acababa de elegir. Había sido completamente sincero cuando había dicho que quería reparar el daño que su familia le había causado al mundo; en ese daño se veía reflejado lo que su padre le había hecho a él, en todos los sentidos y Zuko ya no permitiría eso. Ni él ni Azula harían más daño que el que ya habían hecho y esto era también en nombre de su madre, quien Zuko estaba seguro había sido otra víctima más de Ozai.
Ahora comenzaba la parte difícil de su decisión: mantenerse firme en ella, pero justo en ese momento, Aang decidió dirigir su mirada hacia él, clavando sus ojos en los suyos y sonriéndole con confianza y algo más que el maestro fuego no pudo identificar antes de que el Avatar tuviera que dirigir su atención a los ataques dirigidos hacia ellos.
Entonces Zuko supo que, sin importar como acabara esta historia, no se arrepentiría ni un momento de su decisión.
*culpo a esto 434585670-guia-y-opinion-de-ship-y-grupos-de-fanfic-zukaang por esta publicacion.
