¡Hey!
Esta historia es completamente AU, sin magia (a menos que el amor cuente con una) y tendrá un par de escenas +18.
Espero que me dejen saber sus opiniones, no será una historia muy extensa dado que esto está fuera de mi zona de confort y estoy algo nerviosa de cómo resulte.
Gracias por animarse y darse el tiempo de leer
Capítulo1
- ¡Hermione! –Su madre gritó llamando la atención su atención. La castaña observó hacia los costados del parque, estaba repleto de madres llamando a sus hijas pero eso no la hacía sentirse menos apenada- ¡Ven acá! -La castaña echó un suspiro resignado al acercarse a la fila- Cambia de cara que estamos a punto de llegar a Mickey
Hermione hizo una mueca de sufrimiento- ¿Es necesario? Ya tengo 19
- Es el sueño de toda niña estar en el mágico mundo de Disney –Su madre observó a su alrededor con ojos risueños
- Este es tu sueño Viviana, no el mío –corrigió la castaña
- Soy tu madre, no seas irrespetuosa –gruñó la mayor
- preferiría estar en bellas artes –gruñó
Su madre chasqueó la lengua- Tonterías –Se colocó de puntillas mientras trataba de ver sobre la multitud- ¿Dónde está tu padre? Se ha perdido de nuevo
- Y no me llevó –masculló Hermione
- ¡Oh! Seguimos nosotras
Hermione casi tropezó al avanzar, el abrupto empujón que su madre le propinó. Hermione tragó saliva con dificultad al estar a un lado de la botarga, la verdad no le hacia ninguna ilusión estar en ese ambiente. Su padre había logrado escapar varias botargas atrás pero ella no había corrido la misma suerte.
Esbozo una fingida sonrisa mientras su madre aprovechaba para tomar continuas fotos, para su fortuna los tiempos estaban marcados así que rápidamente se retiró del lado de la figura y salió de la final con su madre- ¿Podemos ir a buscar a papá? –preguntó con esperanza
- Luego aparecerá
Hermione se vio arrastrada hacia otra fila
- Ahora –continuó su madre- si seguimos a este ritmo podemos alcanzar a otros 7 personajes. Su madre acelero el paso, sin darse cuenta de la cara de espanto que su hija puso.
Hermione saboreó los últimos restos de su helado de menta, observó que su padre aún seguía enfrascado en su hotdog y su madre resonaba el zapato en el suelo en un gesto de impaciencia. Hermione fingió no notarlo y limpiar sus uñas. Ni ella ni su padre estaban felices con la travesía que habían emprendido por un par de fotos pero también reconocía la inmensurable emoción que su madre tenía, era un brillo que pocas veces le había visto y si tenía que soportar tres días de continuas fotos entonces lo haría, después de todo y como su madre le había dicho "esto se daba una vez en la vida", aunque ambas pensaran en ello por distintas razones.
Su madre observó con tristeza el reloj de mano- Oh, ya es tarde
Hermione imitó el mismo movimiento- A mí me parece que aún es temprano
Su madre gruñó- Si tienes suerte podrás tomarte foto con un personaje más y después iremos a las atracciones
- Si quieren pueden adelantarse –comentó su padre
Hermione lo miró con enojo
- Entonces te vemos más tarde –su madre de inmediato se puso de pie arrastrando a la castaña
Hermione masculló algunos improperios mientras caminaban entre la gente. Su madre se detuvo frente a cenicienta- ¿Podemos...?
- Lo siento señora –respondió el guardia que acompañaba a la princesa- la última es la niña rubia, pero si le es posible mañana cenicienta estará encantada de atenderle
Su madre hizo una mueca triste- Mañana es nuestro último día en disneyland, espero que así sea
El hombre le sonrió ampliamente- Claro, le aseguro que su carruaje aún no se volverá calabaza
El guardia y su madre rieron tendidamente de forma que asusto a la castaña, "ni siquiera es tan buen chiste" pensó.
- Oh, creo Aurora aún está tomándose fotos –comentó el guardia
Después de un apresurado "gracias" de la mayor, ambas castañas se apresuraron, Hermione nuevamente se vio guiada por la multitud hasta llegar a la nueva fila. Pero Aurora ya estaba siendo retirada.
Hermione sonrió airosa al sentirse ganadora, su madre dejó salir un largo suspiro.
- Lo siento pero –comenzó a murmurar el guardia pero fue detenido por la princesa
- Está bien –murmuró la chica
Fue la primera vez que Hermione reparó en ella, se veía alta quizás a causa de los tacones, su pelo rubia brillaba aun con el sol ocultándose, su vestido pomposo ceñía sus curvas y hacía resaltar sus ojos.
"Sus ojos" pensó la castaña. Aquello era lo más hermoso que había visto en toda su vida, sus largas pestañas hacía que pareciera que pasaba un siglo entre pestañeo y pestañeo. Su nariz era pequeña pero refinada con unos labios perfectamente delineados, no estaba segura si era labial o su color natural pero era algo que a la castaña se le antojaba descubrir
- Hermione –su madre le dio un fuerte empujón haciendo que trompicase un poco hacia adelante. La castaña se sonrojó fuertemente, de todas las veces que su madre la había avergonzado esta era por mucho la peor. Sin embargo, la princesa había pensado diferente porque sus labios se curvaron de inmediato en una sonrisa.
Hermione estaba segura que todas las princesas sonreían de forma creíble, casi como si fueran ellas las agradecidas que cientos de niños quisieran estar con ellas, mostraban la misma intensidad con cada uno pero esta vez se sintió diferente, esta vez aquella sonrisa le causó un nerviosismo en el estómago que no supo interpretar.
- ¿Entonces? –el guardia la sacó de su trance- ¿Van a tomarse la foto? No quiero sonar grosero pero Aurora tiene reunión con el resto de princesas y odiaríamos llegar tarde al baile
Hermione observó el intercambio de miradas entre el guardia y la princesa y nuevamente hubo un revoloteo en su estómago pero esta vez fue una sensación molesta. Su madre volvió a propinarle un pequeño empujón
La princesa le sonrió nuevamente- puedes acercarte, no tengo ningún inconveniente
Hermione sólo atinó a asentir y romper la distancia entre ellas- Hola –susurró cuando estuvo lo suficientemente cerca
Aurora le devolvió la sonrisa- Hola
- Muchas gracias por detenerse –La madre de la castaña interrumpió el intercambio de miradas- Es un gesto muy amable de su parte
Aurora asintió y dirigió su mirada a la castaña- Bueno, ¿Quieren una foto con ambas? Ronald amablemente estaría dispuesto a tomarla –el guardia asintió al escuchar su mención
Hermione observó a su madre ruborizarse a niveles insospechados, sabía que era lo que su madre añoraba. Su madre quería tomarse fotos con las princesas pero su carácter de "adulta" le restringía hacerlo, teniendo que mandar a su adolescente hija a ir al frente de la cámara. Hermione notaba que su madre había estado conteniéndose desde el primer día para no lanzarse a las princesas.
- Claro –Hermione se apresuró a responder en nombre de su madre, sabía que ésta no lo haría por orgullo- nos encantaría
Su madre sonrió y se apresuró a darle indicaciones al guardia
Hermione aprovechó ese breve momento para observar a la princesa- Gracias
La chica sonrió- Será todo un placer estar contigo –su sonrisa se amplió y colocó una mano en la cintura de la castaña- en la foto –concluyó pero su oración ya había causado efectos en el rostro de la castaña
No hubo tiempo de una mayor interacción porque pronto, su madre se colocó al otro lado de Aurora. Hermione pudo notar un cambio de sonrisa en la princesa cuando miro hacia la cámara, sus ojos habían perdido cierto brillo aunque su sonrisa no había desfallecido, su rostro permanecía bellamente impasible.
El guardia carraspeó la garganta- mirando al frente
Hermione se ruborizó por su notable interés en la princesa y sonrió fingidamente como en tantas otras fotos. La sesión de fotos acabó demasiado pronto para el gusto de la castaña
- Oh, muchísimas gracias –la madre de la castaña le tomó de la mano, haciendo que se girara y provocando que Aurora tuviera que retirar su mano de la cintura de la castaña
El guardia carraspeó la garganta- Fle…Aurora –se corrigió- me temo que ya debemos de irnos
La princesa asintió- Espero que hayan tenido un buen día, debo retirarme
- Mañana estaremos aquí –Hermione no supo qué la llevó a decir eso, las palabras escaparon de su boca antes de lo pensado
La princesa esbozo una de esas sonrisas que hacía cosquillar el estómago de la castaña- El lago de los patos es un sitio estupendo, si me permiten recomendarles
Nuevamente el guardia carraspeó
- Con su permiso damas –Aurora se inclinó dándole sorpresivamente un beso en la mejilla a Hermione. La princesa y el guardia se alejaron sin que la castaña o su madre pudieran decir nada más
Hermione pudo sentir un leve cosquilleo en la mejilla, no le había dado tiempo de reaccionar o decir algo más pero de algo estaba segura: acamparía en el lago de los patos de ser necesario.
Hermione observó a los alrededores cerciorándose que hubiera perdido a su madre mientras se hacía paso hacia el lago. La noche anterior se la había pasado memorizando el mapa para poder llegar al lago sin ningún problema.
Su madre se había mostrado sorprendida por el renovado ánimo de la castaña al ir al parque pero no había hecho ninguna pregunta al respecto. Hermione, por otro lado, había tenido especial cuidado en su imagen, incluso se había puesto un ligero maquillaje en el rostro y sus ropas, contrarias al del día anterior, se apegaban mejor a su cuerpo, moldeando los lugares adecuados.
Hermione se acomodó el cabello cuando vislumbro el lago y caminó mientras observaba los alrededores en busca de la rubia.
- ¿Qué estás haciendo? –se preguntó a sí misma. Había tomado asiento en una banca y después de varios minutos esperando sentía que perdía la paciencia- Esto es un locura
- Lo sé
Hermione se giró asustada para toparse con un hombre a lado de ella, tenía el cabello rubio y una sonrisa en el rostro
- Es decir, estoy de acuerdo contigo. Se lo he dicho a mis padres cada año que venimos –continuó el chico- Pero aun así insisten en venir
- Oh, Ok –respondió tratando de ser amable con el intruso, había estado deseando encontrarse con una cabellera rubia pero esa no era precisamente la que tenía en mente
- Disculpa mis modales. Me llamo Draco
Hermione asintió ligeramente, ser cortés era una de sus virtudes- Hermione –extendió su mano pero nuevamente el rubio la sorprendió, tomando la palma de sus manos y llevándola hasta sus labios
- Es un placer señorita –el chico al fin dejó ir su mano- Espero pueda perdonar mi interrupción pero me pareció que estaba demasiado pensativa, quizás algo contrariada y decidí venir a ver si se encontraba bien
- Estoy bien
El rubio le sonrió brevemente- ¿Le molesta si tomo asiento a su lado?
La castaña asintió mientras miraba a los al rededores con la esperanza que fuera una rubia de ojos azules la que la abordara pero empezaba a darse cuenta de lo descabellado que había sido su plan. La princesa sólo le había recomendado el lago pero nunca le dijo una hora, Hermione podía quedarse horas esperando y quizás ésta nunca aparecería.
Ahora le parecía ridículo haber pensado que una chica tan bella hubiera tenido la intención de encontrarse con ella, quizás la rubia sólo había sido amable.
Además ¿Cuáles eran sus posibilidades con ella? Aún si se encontraban, Hermione partía mañana a primera hora y por lo que ella sabía, "Aurora" trabajaba ahí.
- A veces uno no debe pensar tanto las cosas, ya sabe, dejarse llevar –interrumpió nuevamente el rubio
Hermione se giró a verle, por primera vez fue consciente de sus ojos color gris- Pienso que todos los aspectos de la vida deben ser analizados, sólo tenemos una y hay que tomar las mejores decisiones en ella –replicó tratando de suavizar su tono, no quería que fuera evidente su molestia
El rubio sonrió- Lo siento, no quería disturbarla
Hermione se mordió el labio inferior, un poco de plática no le vendría mal para distraerla- ¿Por qué? –al ver la confusión en el rostro del chico continuó- ¿Por qué viene cada año si no le apetece?
- Mis padres. Ellos adoran venir aquí –dijo como si hubiera sido obvio- No es que tengan el espíritu infantil –aclaró- Todo lo contrario. Nuestra familia tiene conexiones por lo que gozan venir al menos un fin de semana para hacerse notar entre la multitud
Hermione rio suavemente. Podía notar que la familia del chico era pomposa pero él se mantenía al margen de esa actitud, sintió empatía por el rubio
- ¿Tú por qué has venido? –inquirió Draco- puedo decir que tampoco disfrutas estar aquí
La castaña se encogió de hombros - Mi madre. Ella siempre había querido venir aquí, creo que siempre ha sido su sueño pero su situación económica cuando era pequeña nunca se lo permitió y soy su única hija así que creo que de alguna forma proyecto su sueño en mí –la castaña no sabía de dónde había salido eso. Nunca solía ser tan abierta con extraños pero había algo en el chico que le inspiraba confianza- Soy su única hija y desde que tengo uso de memoria me ha vendido la idea de que ir a Disneyland sería una experiencia maravillosa
- ¡Oh, las desventajas de ser hijo único! –dramatizó el chico mientras reía- Te comprendo, yo también soy hijo único –Se quedaron en silencio unos momentos- ¿Y no hay nada de aquí que te llame la atención?
Hermione lanzó un largo suspiro mirando al horizonte- Quizás –de forma inmediata llegó a su mente la imagen de la rubia- hay alguien a quién me gustaría conocer –se sinceró sin darse cuenta
- ¿En serio? –el rubio pareció interesado- ¿Quién? Yo podría conseguirte mañana una reunión con tu personaje favorito
Hermione soltó una pequeña risa mientras se acomodaba un mechón de cabello detrás de la oreja- Es imposible, me voy mañana
- Oh –la decepción se notó en los ojos grises- Bueno, ¿De dónde eres?
- Bristol
- Bueno, es una lástima que dejes Paris
Nuevamente su mente vagó con la chica de cabellos rubios- Si, es una lástima
- ¿Puedo tener tu número?
Hermione se giró a verle- Lo siento, pero no estoy interesada
El chico soltó una pequeña sonrisa- Es una lástima
La castaña comenzaba sentirse incómoda- Es que yo no… bueno, no estoy precisamente
- Está bien –le interrumpió el rubio- De igual forma creo que no hubiéramos llegado a nada, románticamente hablando. Porque creo que podríamos ser buenos amigos
Hermione no tuvo oportunidad de responder porque su madre apareció repentinamente- ¡Ahí estás! Te he estado buscando
Hermione aclaró la garganta- Mamá, te presento a Draco. Draco, ella es mi madre Viviana
Ambos estrecharon manos con una ligera sonrisa
- Será mejor que me vaya –El chico buscó entre sus bolsillos y sacó un pequeño pedazo de papel- Este es mi número. Sería bueno si pudiera verte hoy en la noche, para los jóvenes hay un lugar increíble donde pasar un buen rato –el chico sonrió- Es bueno para despejar la mente. Fue un placer –se despidió para luego alejarse rápidamente
- Creí que te gustaban las chicas –murmuró su madre
Hermione se giró a verla- ¡Mamá!
- ¿Qué?
- No estoy interesada y él sólo estaba siendo amable –contestó mientras rodaba los ojos
- Bueno ¿Podemos irnos? El espectáculo de luces y sonido va a empezar
Hermione observó a los alrededores
- No está –comentó su madre- Aurora, no está, ya he preguntado
La castaña abrió la boca sorprendida- ¿Eh?
- ¡Vamos! –su madre chasqueó la lengua- ¿Realmente creíste que no me daba cuenta? Dudo mucho que estuvieras tan emocionada por ver a la sirenita
Hermione rio- Yo pensé que –dejó incompleta la sentencia y se encogió de hombros- No importa
- Vamos –dijo su madre, tratando de despejar el ánimo- Tu padre seguramente sigue escondido detrás de los burritos
Hermione apretó su bolso contra su costado, su madre había insistido en que era buena idea salir con el rubio y distraerse un poco, "disfrutar la juventud". Así que ahí estaba frente a una discoteca bastante abarrotada en espera que el chico no pretendiera dejarla plantada.
No pasó mucho tiempo cuando Draco apareció frente a ella sonriente- Pensé que ibas a arrepentirte a último momento pero me alegra mucho que estés aquí
Hermione sonrió- Hola, también me da gusto verte
El rubio rio sonoramente. La castaña podía asegurar que su confianza era mayor por las noches- Pues vamos –apuró él- la noche es joven y no hay que desperdiciarla
No tuvo opción a réplica mientras era arrastrada al interior del lugar. Al ingresar se dio cuenta que estaba bastante concurrido, nunca había sido afín de ir a lugares tumultuosos pero la verdad es que tenía que reconocer que le resultaba agradable, el juego de luces y la música no parecían desagradarle y por el contrario le animaba a entrar
- Te va a encantar
Hermione asintió mientras lo seguía
- Tenemos una mesa con unos amigos y unas primas
Hermione se detuvo en seco al escuchar eso- Yo, no quiero interrumpir
Draco sacudió la cabeza- No digas eso, eres más que bienvenida
La castaña dudó varios minutos- Yo no soy buena relacionándome con las personas
El rubio soltó una carcajada- Hoy lo hiciste bastante bien. Realmente me agradas
Hermione se sonrojó ligeramente- Eso… fue un caso especial
- Suenas tanto a mi prima –Él le rodeó con un brazo- Vamos, es tu última noche. Disfrútala
La castaña estuvo unos momentos en silencio- Está bien
- ¡Yeah!
Hermione rio por el entusiasmo y nuevamente continuaron abriéndose paso por la gente. La mayor parte de su vida se guiaba por eventos planificados, ésta era una de esas extrañas ocasiones en las que se dejaba guiar de manera contraria a su raciocinio, no había tomado nada pero la adrenalina del momento y el ambiente estaban haciendo que se sintiera bastante emocionada.
- Aquí estamos
Se detuvieron en una mesa rodeada de varias personas y con varias bebidas en ella. Pero su atención se desvió cuando una figura se puso de pie al notar su presencia.
Los ojos de Hermione viajaron por aquella figura, desde la curva de su cintura subiendo por su tentador escote y su clavícula hasta llegar a su rostro. La respiración de la castaña se cortó un segundo.
La chica frente a ella esquivó a las otras personas sentadas y avanzó hasta ella. Parecía sorprendida- Hey
Hermione no supo replicar, su atención estaba enfocada en los ojos azules frente a ella
- ¿Se conocen? –inquirió Draco, igual de sorprendido
Ambas negaron con la cabeza, una sonrisa empezó a aparecer en los labios de la castaña
- No –contestó la rubia- No, pero estamos a punto de hacerlo
Hermione sonrió, Aurora estaba frente a ella en una sorpresa inesperada del destino, con un interés en conocerle que parecía casi imposible- Hermione –habló al fin la castaña. Orgullosa que su cerebro se hubiera recuperado del shock inicial
La rubia sonrió, sus ojos estaban fijos en los de ella- Fleur
Y entonces sucedió algo que Hermione nunca hubiera creído posible, los labios de la chica se acercaron peligrosamente a ella, besando tortuosamente cerca de sus labios y dejando sus fosas nasales impregnadas de su aroma.
Y Hermione por primera vez en su vida deseo que la princesa no tuviera un príncipe esperando por ella.
Quiero agradecer a una chica con un yorkshire, un Golden retriever y medio loro por darme, sin saberlo, el ánimo de publicar esto.
