Mirar dentro.
Rapunzel siempre creyó que cuando Gothel le repetía día tras día lo aterrador del mundo exterior solamente exageraba.
Lo comprobó el primer minuto fuera de la torre, cuando por fin después de dieciocho años sintió el sol acalorando por completo su piel, escuchó el crujir de la tierra bajo sus pies, y el aroma de las flores la inundó. El mundo ahí afuera era hermoso, estuvo segura más tarde cuando sintió la adrenalina recorrer todo su cuerpo, conoció el placer de ver a un amigo sonreír, compartió un secreto y se enamoró.
—Yo lo intenté todo Rapunzel, traté de advertirte que había allá afuera. El mundo es oscuro y egoísta y cruel.
Incluso ahora con lagrimas en los ojos, ella cree que salir de la torre fue lo mejor que pudo haber hecho. Sabe que el dolor que la embarga no es causado por lo que hay afuera de la torre, sino por lo que no hay dentro de ella.
Déjenme un RR y los amaré.
