Capsula

La mayoría de las historias comienzan con algún tipo de explicación o algo, pero esta comienza con una pequeña eriza rosa en el suelo y muy enojada.

-¡¿Se supone porque no puedo acompañarlos? ¡Dime una buena razón!

Lo que ocurriera era que Sonic y Knuckles se avían reunido para ir a buscar unas Esmeraldas que se avían perdido después del último encuentro con el Doctor, a punto estaban de irse cuando la eriza los encontró ablando muy animadamente de donde comenzar a buscar, se encapricho con que quería acompañarlos, y como ninguna fuerza en el mundo podía hacer que desistiera, avía comenzado a provocar una hemorragia interna en los oídos de ambos varones.

-Amy, ya te dije que no es gran cosa, solo es un pequeño viaje de búsqueda, no hay necesidad de que nos acompañes- dijo el erizo azul, mientras intentaba escuchar con su oreja izquierda.

-¡Eso no me interesa! ¡Yo quiero ir con mi precioso Sonic-kun! ¡Se supone que como tu novia tú deberías llevarme a donde sea que vayas! ¡Incluso deberías de ser TU quien me rogara acompañarte a donde fuera!

-Sonic, ya esto se está volviendo muy molesto, tener que caminar con ese griterío que se carga Amy, es lo peor, has algo por favor- ellos caminaba intentando ignorar todo lo que la pequeña asía o gritaba, agitando los brazos con dos lagrimitas en la esquina de los ojos(lagrimas de coco-eriza).

-¡Ya Amy! ¡Por favor! ¡Deja de molestarnos!

-Sonic….-se le quedo viendo como herida por sus palabras, pero luego su carácter salió a flote de nuevo- ¡Eres un inútil! ¡Lo único que deseo es pasar tiempo contigo! ¡Pero tú estás tan sumido en tu supuesta pose "guay" que solo te hace ver como un completo idiota!

- Te estas comenzando a pasar de la línea Rose- entrecerró los ojos y la comenzó a ver de una forma sombría y molesta- No necesitamos NI-enfatizando en esa parte- queremos que nos acompañes, solo regresa a tu casa y tal vez pase por allí al regresar- avían mejorado un poco la forma de tratarse, a veces pasaba a visitarla y veían algo en la tele o comían, pero también avía otros momentos que él se ponía de una forma tan pedante, que nadie podía ni aguantarlo ni tampoco sacarlo de allí.

-¡No me vengas con esa! ¡Siempre haces eso para des hacerte de mí! ¡Piensas que solo porque disfruto tanto de nuestro momentos lograras des hacerte de mi fácilmente, piensas que estoy a tus completa disposición, que cuando tú quieras estaré allí y cuando no solo será necesario decirme unas palabritas para que me vaya obediente a mi casita! ¡¿Pero qué crees? ¡Esta vez no te funcionara!

-¡Amy! ¡Ya déjanos en paz!- estaba enojado, se le notaba en la cara, apretaba los dientes mientras decía todo eso casi escupiéndolo de su garganta- ¿Sabias acaso que hay ocasiones en las que eres más que solo insoportable? ¡Nos vamos! ¡Y más te vale no seguirnos, porque eres sencillamente irritante.

Se dio la vuelta, pues estaba muy cerca de ella al gritarle todo eso, y continuo caminando, siguiéndolo de cerca su compañero preguntándose si acaso no se avía pasado al menos un poco de la línea.

-¿No crees que en esta ocasión exageraste un poco?

-No sabes lo que ni lo que dices, hay veces que ni respirar puedo, créeme, nos ice un favor a los dos, esa es la única manera de tratar con ese tipo de chicas lato…

No pudo terminar de hablar, ¿razón? Una piedrecita se avía impactado de forma limpia contra su grandísima cabeza dura, justo en medio de tan monumental obra de la naturaleza; la pequeña eriza rosa, aun debajo de toda esa fachada de tierna, dulce y adorable, avía que admitirlo, además de que tenía un carácter de muerte, también avía una puntería de francotirador y más en esa ocasión que su blanco era su tan "amado" erizo azul.

-Hay ya ya ya ya yai- estaba en el suelo encogido y sosteniéndose la parte lastimada o, con chipote que tenia, parecía que estuviera chillando.

-¡Ja! ¡Para que aprendas!- se dio la vuelta la hija del demonio y levanto la cabeza, dando muestra de irse de allí muy digna y campante.

Cuando el azul logro incorporarse se le podía distinguir una venita marcada en la sien (sin mencionar las lagrimitas que avían por allí), signo de que estaba muy pero muy molesto, además de que le dolió la piedrita. Miro a su amigo y este solo tenía los ojos cerrados y negaba con la cabeza mientras una mano estaba en su cabeza, prácticamente diciendo con su actitud "No es posible que te dejes tratar así, que vergonzoso" y eso pareció bastar para que se enojara aun más, y como el típico macho orgulloso que desea quedar bien con sus amigos a toda costa, aun si se comporta como idiota, agarro, se levanto muy "tranquilo", se limpio, miro asía donde ella se avía ido y comenzó a caminar con fuerte paso, arrastrando al equidna, agarrándolo desprevenido mientras este solo despotricaba cada incoherencia que pasaba por su cabeza.

-No le voy a perdonar esta, ya sea pasado de la línea, quien se cree acaso que es, no es posible que me trate así, y pero me sigo preguntando ¿Quién se ha creído? Ya no soy la misma niñita que con solo darle una sonrisa y un guiño de ojo esta se quedaría gritando que le ama y eso, no, ya madure y con eso de que me diga que pasara por allí a verme no le bastara, no iré corriendo a casa a preparar todo ni a obedecerle en todo, no soy ninguna esclava para él y bla bla bla- incoherencia tras incoherencia era lo único que podía pronunciar, la niña por desgracia no veía ni por donde caminaba, de ser así hubiera notado esa raíz de árbol que sobresalía del suelo, y prácticamente ocurrió así: se tropezó y como era bajada rodo hasta quedar enzima de algún tipo de capsula o algo parecido.

-¿Eh? ¿Qué es esta cosa?- frente a ella avía una vieja capsula, los cristales estaban empañados, pero se podía distinguir que allí dentro avía alguien, rebusco en el tablero hasta encontrar con que abrir esa cosa, le activo al mecanismo y el cristal se fue abriendo lentamente, dejando escapar un poco de humo a su alrededor, por todo lo que veía ella ya se avía echo asía atrás, algo asombrada, pero pudo distinguir que alguien salía de esa cosa, alguien que tenía problemas para caminar por la debilidad que denotaba su cuerpo; le vio a los ojos, a través de ese montón de humo, unos ojos color carmesí, adormitados y con signo de estar haciendo un gran esfuerzo, se cerraron de golpe mientras ese personaje se desmayaba.