La luna repartida

Cap.1: El rey Ancón y el trato con el sol

El sol no ha sido tan brillante desde el día en que nació la princesa del sol, ese día brillo con tanta intensidad que parecía que nadie le podía acaparar su destello, tal vez si hubo alguien que lo acaparo fue una niña recién nacida, muy pequeña blanca como la nieve en el invierno pero tan bella como el mismo cielo azul o como su madre, su nombre era Celestia la pequeña era un rayo de alegría algo había en ella tan cálido tan simple pero difícil de describir era algo que solo ella y nadie más que ella poseía era esperanza, en esos tiempos los ponis necesitaban esperanza porque eran tiempos difíciles, se esparció una pandemia que afecto a muchos ponis, además la guerra que estaban viviendo la cual cumplía ya 100 años.

Celestia desde que nació todos sus súbditos estaban ansiosos querían ver a la nueva princesa algunos faltaron a sus labores solo para ver a la niña, el rey y la reina estaban muy contentos con el nacimiento de su primera hija, parecía que todos los males que les agobiaban se habían ido, pero no del todo….

Dos días después desde que nació la princesa Celestia, llego al castillo un sujeto muy peculiar, era una criatura que poseía, en sus alas plumas de plata para imitar una daga y asesinar a sus enemigos eran tan grandes que casi tocaban el suelo, sus ojos eran carmesí con gran aspiración a ver sangre, siempre se le veía con una expresión entre pasiva, acecina y seria, por último en su cuerpo había una armadura negra, era un alicornio con gran potencia sin duda. Era un Rey su nombre era Ancón, el rey de Lazistan un reino muy poderoso militarmente, cada terreno al que accedía siempre lo tomaba de las maneras más sangrientas posibles, pero no solo uso estrategia militar sino también hizo que 20 científicos crearan la pandemia que devasto con reinos enteros y arrasó con miles de vidas, la enfermedad que se esparció solo beneficio a Lazistan; a Ecuestria solo lo inundo de pobreza extrema, como los ponis se enfermaban la mano de obra se disminuyó drásticamente, los productos subieron de precio al ser escasos a la par que algunas de sus tierras fueron obligadas a ser cedidas y Ecuestria empezaba a vivir lo que podía ser su peor crisis socio-económica.

En el castillo se anunció la visita del rey, sin embargo el rey de Ecuestria Solaris le pidió a su esposa que se fuera a jugar con Celestia, su reina Bella Noche con unos rasgos increíblemente parecidos a la princesita en un momento se negó a dejarlo solo, luego el rey la convenció a ella y él le dijo que él se encargaba de Ancón.

En la sala del trono, en donde generalmente se reunían los políticos y gobernantes de otros países a hablar con el rey, pero también era un lugar de visita había cuadros y pinturas que narraban el inicio de la guerra hasta el último cuadro hecho que era la invasión de uno de los pueblos más carismático de Ecuestria. De repente la puerta se abre y con él, develando la figura que porta la armadura negra y plumas de plata

Rey Solaris es un placer verlo- dijo el rey Ancón con cortesía

Lo mismo digo Rey Ancón ¿Qué lo trae a Ecuestria?- dice Solaris con el mismo gesto pero con un tono serio y melancólico

-¿Que no es obvio? Vine a ver a tu hija- sonríe malévolamente con la intención de poner alterado al rey de Ecuestria

-¿a mi hija?-al rey se puso nervioso al escuchar eso

-Sí, vine a ver a la nueva princesa y a cumplir con lo acordado o, ¿es qué acaso olvidas nuestro trato?

-…emm bueno yo… -en ese momento Solaris se sentía impotente y a la vez muy nervioso

-Solaris me lo prometieron, me ibas a entregas a tu primer hijo o hija con tal de que dejara en paz a Ecuestria

-lo sé, lo sé, pero yo no puedo, es mi hija, acaba de nacer…-súbitamente el rey de lazistan

-Tu esposa se encuentra en el castillo

- Si

-está bien, entonces mejor hablo con ella para que me entregue a la niña- dicho esto con decisión se fue a buscar a Bella Noche

-ella no te la va a dar- dijo con algo de enfado siguiendo a Ancón

- escúchame Solaris –dijo Ancón sacando un cuchillo y colándoselo en el cuello al rey lo detiene y le dice-yo siempre obtengo lo que quiero-acto seguido se fue a buscar a la reina

En el cuarto de los reyes la reina se encontraba jugando con su pequeña princesa, hasta que llega el rey Ancón abriendo la puerta de golpe exaltando a la reina y asustando a la niña haciéndola llorar la reina en un acto apresurado arrulla a la pequeña princesa para calmarla

-Mi querida reina es un gusto verla- Dice Ancón con una gran sonrisa

-Me gustaría decir lo mismo- dice la reina con muchos nervios abrasando a su hija, acto que no pasó desapercibido por Ancón

-entonces usted sabe por qué estoy aquí, muy bien entrégueme a la princesa.

-No

-¿disculpe?- dice algo incrédulo, no se esperaba que después de verla nerviosa le contestara con tal ira

-dije que no se la voy a dar- dijo con determinación

Ancón lo pensó un rato fijándose en los ojos de la reina y finalmente dijo- Sabe que, de acuerdo quédese con ella

-¿Enserio?-dijo el rey acabando de llegar

Ancón: Si quédensela, digo el primer hijo de uno es el tesoro más grande, pero no más esperen como te dije yo obtengo lo que quiero–dijo para luego golpear al rey de Ecuestria en el rostro- y aun conseguiré robarte una parte de tu familia- dijo para luego marcharse.

Los días siguientes la seguridad en el castillo fue incrementándose, por el miedo de que Ancón llegara y se robara a la bebe sin embargo no paso absolutamente en el recorrido de dos meces por lo que el rey y la reina decidieron dejar la paranoia por un momento