Cap. 1

Un nuevo día se hacía presente en Lima, una sonriente rubia entraba al McKinley con su libreta en mano dirigiéndose a su casillero. Era casi imposible para algunos chicos no prestarle atención, y menos si ella pasaba por su lado, como si quisiera provocarlos. La rubia llego a su casillero, abrió y dejando sus cosas para el segundo periodo, hoy no tenía clase a primera hora. Cerró el casillero y se disponía a ir a la cafetería a tomar un poco de agua cuando vio a Mercedes al final del pasillo.

_ ¡Mercedes!-grito haciendo que Jones la escuchara.

Corrió hasta llegar a la altura de la chica.

_Hey, Quinn –la saludo con un abrazo que la rubia le respondió.

_Sé que estas bien, siempre estás bien, por eso me salteare la pregunta…-lo dijo tan rápido haciendo reír a Mercedes-. Entonces… ¿Me ayudaras con lo que te pedí anoche? ¿Por favor? -junto sus manos y le hizo pucheros casi adorable.

Mercedes guardo silencio por unos segundos alargando, a propósito, la paciencia de Fabray.

_Claro que te ayudare rubia.

_Gracias, gracias, gracias…-se abalanzo encima de su amiga haciéndola reír a carcajadas, llamando así la atención de todos los que pasaban por allí.

_Pero…-dijo una vez que la rubia se calmó.

_ ¿Pero? ¿Pero qué?

_Pero no entiendo, Quinn…-cerro el casillero y le hizo señas a Fabray para que la siguiera-. No entiendo por qué lo tengo que hacer yo y no tú. Al fin de cuenta, fue tu idea.

_No quiero que sepa que me gusta… te lo explique anoche, Cedes.

_ ¿Porque no quieres que se entere? Si estás enamorada es mejor decirlo…-la rubia no respondió-. Mira…-entrelazo su brazo con el de Fabray- te voy a ayudar, te lo prometí. Pero debes prometerme que se lo dirás antes de que nos graduemos, ¿De acuerdo?

Se detuvo delante de Quinn y extendió su mano. La rubia la miro por unos minutos y suspiro.

_De acuerdo.-estrecho la mano de Mercedes.

Mercedes sonrío y la abrazo.

_ ¿Debemos preocuparnos por lo que está pasando aquí?-escucharon una voz masculina detrás de ellas.

Las chicas se dieron la vuelta quedando frente a Kurt y Rachel que veía toda la escena con una sonrisa.

_Kurt, Rachel, hola.-saludo Quinn sonriéndole a ambos.

_Hola Quinn.-dijeron al mismo tiempo.

_Hummel no te preocupes –paso su brazo por los hombros del chico_, tu siempre vas a ser mi divo favorito…-la morena se aclaró la garganta-, después de Rachel, por supuesto.

_Mucho mejor…-comento la diva-. ¿A dónde se dirigían?-miro a la rubia.

_Em… yo iba a la cafetería y Mercedes solo me acompañaba.-se encogió de hombros.

_De hecho, Rachel también iba a la cafetería –disimuladamente le dio un codazo a la morena, que no pasó desapercibido para los ojos de Quinn-, ahora Fabray te puede acompañar y yo podré mostrarle a Cedes eso que te mencione hace unos minutos.-se dirigió a Rachel.

Berry lo miro confundida y este la miro subiendo y bajando las cejas, haciendo muecas extrañas que confundían a Quinn.

_Supongo…

_De acuerdo.-tomo la mano de Jones, se despidió de las chicas y salió de allí arrastrando a su amiga.

Fabray miraba extrañaba por donde se había ido el chico, actuaba más raro de lo normal pero no era problema suyo así que le quitó importancia al asunto por el momento y observo a Rachel, quien, extrañamente estaba callada.

_ ¿Vamos?-le pregunto una vez que obtuvo la atención de la morena.

_Si, si claro –Quinn le ofreció su brazo y ella no dudo en entrelazar el suyo.

Las chicas se habían dado una oportunidad para comenzar la amistad que siempre quisieron. Las cosas iban muy bien entre las dos, se estaban conociendo poco a poco y eso las hacía sentir bien.

_Estuve pensando que podríamos ver una película hoy en mi casa, ¿Qué dices? –entraron a la cafetería y fueron a la dispensadora.

_Me gustaría, pero esta vez yo elijo la película… No me gusto la que elegiste la otra vez.-le pellizco el brazo.

_ ¡Auch! Eso duele, Rachel –se sobo el lugar afectado-. Aparte, cuando la sugerí tú no te negaste, ¿recuerdas?

_No recuerdo nada de eso.

_Ahora sufres de memoria de corto plazo, eso es nuevo –fingió emoción lo que la hizo ganarse otro pellizco-. Arg. Basta de eso.

_Deja de meterte conmigo Fabray –se soltó del brazo de Quinn para poder pagar la botella de agua. Lo mismo que hacia la rubia-. Algún día me lo pagaras.

Aún quedaba diez minutos para que comenzaran las clases.

_ ¿Sí? –la miro sin creérselo del todo.

Caminaron por el pasillo hasta llegar al casillero de Rachel.

_Tenlo presente, Quinn.-le dio su botella para que se la tuviera y así poder abrir su casillero.

_Sabes que no me das miedo, enana –se recostó del casillero continuo y observo como Rachel rodaba los ojos-. Es de cariño.

_Tu demostraciones de cariño me confunden.-la miro con una mueca divertida y Quinn rió.

Fabray iba a decir algo pero la presencia de Finn yendo a donde ellas estaban la hizo callar por el momento. Quería irse antes de que el chico llegara pero no se podía ir y dejar a Rachel así. Respiro profundo cuando Hudson se detuvo a su lado.

_Hola chicas.-se disponía a besar a su novia en los labios pero ésta movió el rostro y termino dándoselo en la mejilla. Aquello lo confundió, Rachel nunca se había negado a un beso suyo, tal vez era por tener a Quinn delante de ellos, al fin y al cabo la rubia fue su novia.

_Hola Finn.-saludo la rubia.

_Amor, ¿a qué hora te paso buscando hoy?-la abrazo por los hombros.

_ ¿De qué hablas, Finn?- lo miro confundida.

_Hoy iremos al cine. Te lo dije anoche.-seguía sonriendo.

_No, no lo hiciste. Lo recordaría.

_Bueno… ¿Irías esta noche al cine conmigo? –pregunto fastidiado.

_Lo siento, pero ya tengo planes –cerro su casillero y Quinn le devolvió la botella de agua que aún seguía fría-. Tendrá que ser para después.

_Pero…-no pudo terminar de hablar.

_Yo… me tengo que ir. Santana y Brittany me están esperando. Adiós Rachel –le sonrió-. Finn –y sin más, se fue.

Desde que había visto a Finn acercándose a ellas quiso irse, pero tampoco quería dejar a Rachel con el chico, cosa estúpida, ellos eran novios y no porque ella estuviera allí impediría que Hudson intentara besar a Rachel, su novia. Primer milagro del día fue ver a San y Britt en el pasillo.

Por alguna razón, le molestaba ver a Hudson al lado de Rachel. No soportaba ver a Finn abrazándola y menos besándola. Siempre que pasaba se le instalaba un malestar en el estómago, como si quisiera vomitar cada vez que veía a la feliz pareja pasear tomados de la mano por los pasillos del McKinley.

Ahora que lo pensaba, desde que se había vuelto amiga de la morena, ésta no pasaba tanto tiempo con el chico Hudson como antes. Era muy pocas las veces que los veía juntos después de clases.

_ ¡Quinnie! –Britt se abalanzó sobre ella, dándole un abrazo que, literalmente, estaba dejándola sin respiración.

_Britt… no… respiro –hablo como pudo.

_Oh. Lo siento, Q –se separaron.

_Hola San.

_Hey, Q. ¿Qué hacías con el Hobbit y Cara de Feto?-la miro cruzada de brazos.

Quinn rodó los ojos.

_Estaba hablando con Rachel y después se nos acercó Finn…-se encogió de hombros.

_ ¿Eso quiere decir que va enserio lo de ser amiga del enano de jardín? - no llegaba a comprender porque Quinn quería ser amiga de Berry. Según ella tenía entendido, a la rubia no le agradaba Frodo.

_San no le digas así a Rachel.

_Como sea.-le restó importancia.

La campana del McKinley sonó dando comienzo a las clases.

_Bueno rubia culona… -tomó la mano de su novia-, nos vemos dentro de una hora –comenzaron a cambiar al salón de Calculo- ¡Pórtate mal! –le gritó la latina.

Quinn acomodo su mochila y fue a las gradas a pasar su hora libre en paz. Y dibujar un poco, quizás.