Nota: Estos personajes no me pertenecen. Eso está clarísimo, pero por si las moscas. La trama es mía y también se encuentra en Wattpad.

Este es mi primer fic de Harry Potter, pero amo el Dramione, así que me decidí escribir esto, espero que les guste porque realmente disfrute escribiéndolo.

Mi inspiración aparte de Tom Felton XD, fue la canción de Rihanna Stay me encanta. Y no sé si me estoy volviendo loca pero es muy Dramione.

Así que si pueden escucharla mientras leen esto sería genial.

*Stay*

"Funny you're the broken one

but I'm the only one who needed saving

'Cause when you never see the light,

it's hard to know which one of us is caving".

El sol de la mañana empezaba a filtrarse lentamente por la ventana, él podía percibirlo tras sus párpados cerrados. Empezó a removerse en la cama por que no quería despertar todavía, deseaba dormir cinco minutos más antes de ir a clases. Al colocarse un poco más hacia la derecha, percibió que no estaba solo, sintió el calor de un cuerpo a su lado.

Draco Malfoy es, por decirlo más delicado, una persona que no soporta que invadan su espacio personal.

Abrió los ojos inmediatamente para ver quién se encontraba en su cama, dispuesto a sacar a quién sea que se hubiera osado a darse el derecho de una noche en su compañía. Y no es que él no hubiera tenido antes a mujeres en su cama, pero definitivamente, satisfacer sus deseos carnales y dormir acompañado son dos cosas que no caben juntas en su estricta norma de comportamiento hacia el sexo opuesto.

Lo primero que notó al abrir los ojos, fue que no estaba en Hogwarts, ni mucho menos en su casa en Malfoy Manor, de hecho, estaba en un lugar que no había visto nunca en su vida.

Nervioso hizo ademán de levantarse de la cama, al hacerlo se dio cuenta, que tenía el brazo derecho debajo de un cuerpo femenino que estaba de espaldas a él. La miró detenidamente.

Su cabello estaba desparramado como un abanico en la almohada, pudo observar la curva suave de su hombro junto con una lluviecilla de tenue pecas que bajaban a su espalda y se perdían en su camisón rojo de seda. Respiraba relajadamente, ella estaba dormida aún.

Draco no sabía bien que estaba pasando, no recordaba bien donde estaba. Que hacia ahí, y quién era esta enigmática mujer que dormía a su lado.

Lo último que recordaba era estar en Hogwarts.

La mujer se removió a su lado sacando a Draco de sus pensamientos, y se volvió a él aún con sus ojos cerrados, pero eso no impidió que él la reconociera, nunca ni en un millón de años podría olvidar su rostro.

-GRANGER! -gritó Draco. Eso hizo que Hermione abriera de un golpe sus ojos por el susto.

-Quiero seguir durmiendo Draco por favor. -Dijo ella, acto seguido se enrosco más en la cama y volvió a cerrar los ojos.

El corazón de Draco palpitaba a una fuerza impresionante, sentía la sangre bullir en su cabeza. ¿Que jodido estaba pasando? ¿Cómo es que estaba Granger en su cama? Y tan campantemente, como si fuera lo más natural del mundo.

La chica al sentir los ojos de Draco puestos en ella, abrió un ojo castaño y le vio. Luego sonrío, de verdad, sonrío como si él fuera la cosa más maravillosa que ella hubiese visto.

Él no podía salir de su asombro. Medio sentado en la cama, con la espalda apoyada en el respaldar la miró intensa e incrédulamente.

La chica salto de la cama al verlo, se poso a horcajadas sobre su regazo, abrazándolo, enredando sus dedos en el fino y suave cabello platino de Draco, besándole la mejilla, la barbilla y el lóbulo de la oreja, que lo hizo estremecerse. Ella rio suavemente contra su oído, como sí sabía que eso causaba tales reacciones en él.

Al tenerla en esa posición, el pudo notar que una delgada tira de su camisón había resbalado por su hombro, revelando la curvatura de uno de sus senos, él trago grueso, ella seguía llenándolo de besos suaves y castos pero ahora en su largo cuello.

Él no hizo ningún movimiento pero sentía que el corazón se le desbocaba, y su cuerpo reaccionaba ante los besos y caricias de Hermione Granger, ¡HERMIONE GRANGER! le gritaba su mente. Pero su cuerpo parecía no importarle, sentía el suave cuerpo de ella, presionado sobre su torso desnudo, hasta ese momento se dio cuenta, que sólo llevaba unos pantalones negros de algodón y sin camisa.

Hermione se detuvo, y volvió su rostro hacia él.

Ahora sus dos grandes ojos castaños como chocolate fundido lo miraban directamente. Y le sonrío.

-Podría seguir, pero tengo cosas que hacer Malfoy. -Le dijo, en un tono juguetón que nunca hubiera creído escuchar en ella. -Pero podemos dejar esto para más tarde. -Dicho esto, saltó de su regazo y se dirigió hacia la puerta del cuarto.

Mientras se alejaba. Draco observó la silueta de Hermione de espaldas, sus hombros con lluvia de pecas a ambos lados, una espalda estrecha, que terminaba en su diminuta cintura, para darle lugar a unas caderas impresionantes, que lo dejaron sin aliento. Su pequeño camisón rojo granate de seda dejaba muy poco a la imaginación.

Sentía la boca seca, el corazón en la cabeza, y una euforia recorrer por su cuerpo.

Antes de llegar al dintel de la puerta, Hermione volvió su rostro a él y una sonrisita divertida cruzó sus labios. Y dijo.

-A menos que quieras acompañarme a tomar una ducha. -Y salió del cuarto.

Draco no podía creer lo que estaba pasando. Sentía una mezcla extraña entre estupor y emoción. Granger nunca lo había visto o sonreído de esa manera, ya ni digamos, todo lo demás.

Tenía que saber que diablos estaba pasando, pero sentía la sangre hervir en sus venas, nunca antes se había sentido tan desencajado como ahora. La manera en que Granger lo había besado y acomodado su frágil cuerpo en él, lo llenaba de algo cálido.

Sentía su cuerpo reaccionar a ella, su mente no recordaba nada, no podía saber que ocurría ni como había llegado a semejante disparate, pero su cuerpo si lo sabía. Reaccionaba a ella, como si fuera algo natural, como si despertarse con ella y que prácticamente le saltara encima fuera lo más normal del mundo. ¿Se estaría volviendo loco? ¿Estará soñando?

Se pellizcó, y le dolió. No era sueño, tenía que ser real entonces.

Salió de la habitación en busca de..., no tenía claro qué cosa, sólo sabía que necesitaba respuestas.

Bajo las escaleras, al escuchar sonidos de vajillas tintinear. Se dirigió por el sonido y llegó hasta una pequeña pero bien acondicionada cocina, con todo los artefactos muggles de último modelo, o eso fue lo que le pareció a Draco.

Ahí estaba ella de espalda, tratando de bajar algo de un cajón de alacena, estirando su mano derecha tan alto como pudiera, haciendo que su pequeño camisón subiera mucho más por sus muslos. Draco vio sus kilométricas piernas desnudas, terminaban en unos estrechos tobillos, con sus piecitos delicados, iba descalza, Draco siempre le gustaron las mujeres de pies delicados y pequeños.

Ella volteo rápidamente para verle, sintiendo su presencia.

-Ayúdame a bajar el tarro del café, siempre lo dejas muy alto. -le dijo ella.

Él no hizo ningún movimiento, razonando sus palabras mejor. ¿Había dicho "siempre".?

-¿Draco? -Ella ya estaba frente a él. Con sus manos en la cintura como jarras.

-¿Sigues enojado por lo de anoche? -Draco la miraba fijamente, no estaba seguro que responder. Así que decidió tratar de averiguar acerca de su situación actual.

-Puede ser. -Dijo él. Hermione frunció un poco el ceño y lo miraba sin parpadear, mordiéndose levemente el labio inferior, haciendo que Draco posara inmediatamente sus ojos grises acero, en ellos, ella sonrío levemente. Draco comprendió que haciendo eso, ella lograba que él olvidara todo, menos las ganas de besar incansablemente esos labios llenos rosa pálido. No sabia como lo sabia, pero todo en él gritaba, bésala, bésala, bésala.

Esta situación estaba fuera de control. Nunca se había sentido así con nadie. Ni con Pansy ni con ninguna chica con las que había estado.

Se sentía torpe, su cuerpo reaccionaba antes que él. Y eso le enfurecía e irritaba, no estaba acostumbrado a perder el control, es un Malfoy, temple de acero. Y no podía permitirse doblegarse ante nadie y menos ante una mujer y mucho MENOS ante Granger

Se resistió, no la besó aunque moría de ganas, ¡Por Merlín! Nunca había deseado besar tanto a nadie, como estaba deseando besarla a ella.

Hermione dejó de juguetear con su labio, cosa que Draco agradeció mentalmente, ya que no sabía cuanto más podría soportar sin mandar todo al diablo y besar esos labios como sí la vida se le fuera en ellos.

-Ya veo - Dijo Ella. -Ahora si estás verdaderamente molesto, no ha funcionado ninguno de mis chantajes para contentarte.

Draco enarcó una ceja, cada vez le sorprendía más esta Granger que se veía como ella pero que al mismo tiempo sentía que no era la misma que estuvo con él en Hogwarts. Hecho un vistazo por su cuerpo, si, definitivamente no era la misma. O era que el trapero que se colocaba encima no dejaba apreciar esas curvas. Sacudió su cabeza, estaba perdiendo el terreno ganado por pensar en cosas que no debía.

-Draco por favor ya lo hemos hablado muchas veces a lo largo de este año. -Dijo ella.

¿A lo largo de este año? Pensó Draco.

Ella le puso los brazos en el cuello y acercó su cuerpo a él. Draco mantuvo los brazos muy quietos a cada lado de su cuerpo. Pero eso no evito sentir su calor emanando de la vaporosa tela de su camisón, ni la suavidad de la piel de sus brazos, ni como abanicaba sus pestañas suavemente, estaba de cara a él, cerca, tan cerca que pudo ver que no sólo sus hombros tenían pecas sino que también en el puente de su nariz, un poco, y la hacía ver total y absolutamente hermosa.

-Sabes que Te Amo Draco, Te Amo mucho! -Esa declaración hizo que le diera un vuelco su corazón. Parece tener un colibrí revoloteando sin cesar en su pecho.

-¿Desde cuanto? -Le preguntó él. Ella lo miró y sonrío.

- Hoy estás muy raro Draco. -Dijo y eso hizo a Draco tensarse.

La última muralla de control que había levantado alrededor de él, se desplomo completamente al verla como se acercaba a él lentamente para besarlo. Pero no tuvo que moverse más, porque Draco la encontró a medio camino, embistiéndose con fuerza en su boca, quería absorber todo su aliento, quería succionar sus labios, morderlos, saborearlos, introducir su lengua para encontrarse con la suya.

El primer contacto de sus labios con los de ella, sentío un chispazo que viajaba desde su boca a todas partes de su cuerpo. La suavidad que tenía su boca, lo dulce que sabían. Ella separó los labios un poco y él entendió el mudo permiso de introducir su lengua, y lo hizo, introdujo su lengua hasta encontrarse con la de ella. Era una sensación mágica. Se sentía flotar, como si le hubiesen lanzado un Wingardium leviosa a ambos. Rodeo a Hermione con sus brazos, hundió sus largos dedos en su cintura, tan fuerte que ella jadeó leve contra su boca, cosa que sólo hizo enloquecerlo más, escuchar ese dulce sonido femenino saliendo de sus labios. No preguntó, no pensó, sólo la tomó, rabioso por saciarse de ella, despegó sus labios, la vio salvaje, con los labios hinchados, de lo mucho que se los succionó, las mejías sonrosadas, respirando superficialmente. La tomó entre sus brazos, agarró sus muslos y se la puso a horcajadas, era delicada y ligera como una flor, ella inmediatamente enrosco sus piernas en su torso, cuál Lazo del diablo.

La llevó a ciegas fuera de la cocina, sin dejar de besar sus hombros delicados, su cuello que despedía un exquisito aroma a flores silvestres.

Llegó hasta la pequeña sala de estar y se acomodó en un sillón de cuero marrón que estaba en medio con un montón de pequeños cojines que amortiguaron su caída.

En ningún momento dejó de besarla, recorrió la lengua en su oreja, su pómulo y luego a su cuello para seguir bajando hasta su escote, en la unión de ambos senos. Besó tiernamente la delicada piel de ahí. Sintiendo como Hermione se tensaba y respiraba de manera más jadeante.

Sin esperar nada, ella tomó los bordes de su camisón y lo elevó por su cuerpo hasta sacárselo por la cabeza, haciendo que el pelo se le alborotara y cayera en cascadas por su espalda, hombros y parte de sus senos.

Estaba desnuda, desnuda ante él. Con solo la fina tela de sus bragas, se veía esplendorosa, bella, parecía la mujer de un cuadro que había visto hacía años Draco en una exhibición a la asistió con sus padres, una mujer que salía de una concha marina.

La observo unos segundos, tratando de retratar para siempre en su memoria esa figura. Ella se acerco a él. Suave y seductoramente. Lo besó con un amor y una pasión incontenible, al chocar sus senos desnudos a su pecho sentío arder de deseo por ella.

Tomó su rostro en sus manos y profundizó el beso. Después bajo las manos por su cuello y hombros, las paso por su espalda, su piel se sentía suave a su tacto, tierna, jugosa y deseable.

Draco no recordaba la última vez que alguna chica le hiciera sentir así, arder de deseos, pasión, urgencia, y que esa persona fuera Hermione Granger era todavía más insólito. Ella le correspondía con la misma necesidad que él. Sus cuerpos se reconocían. El cuerpo de Hermione reconocía el de Draco así como él reconocía el de ella. Estaban en sintonía, sabía que hacer y donde tocar para que ella se retorciera en sus brazos.

-Draco, Draco - Le susurraba ella en su oído. Él sabía lo que significaba, había llegado el momento de sumergirse en ella. De ponerle fin a esa encarecida tortura. Y ambos no podrían estar más deseosos.

-Pronto, pronto -Le decía él. No quería que acabara rápido. Quería disfrutar al máximo, hacerla disfrutar.

Al momento que determinó que no podía aguantar más, la agarró por la cintura, la acostó en el sillón, se acomodó encima de ella, con una mano bajó su pantalón pijama haciendo el resto del trabajo con los pies y se disponía a arrancarle si fuera necesario la escasa ropa de Hermione que se interponía entre ellos.

Ella lo miraba ansiosa.

-¡Draco! ¡DRACO! -Le gritó.

Él la miro un poco ceñudo.

-¡Draco! DESPIERTA! DESPIERTA!

Se sobresalto al sentir que alguien le removía con fuerza su hombro. Abrió los ojos de un golpe y se encontró en la enfermería de la señora Pomfrey en Hogwarts con Blaise Zabinni y Pansy Parkinson alrededor de su camilla, mirándolo inescrutables.

Estaba respirando pesadamente, sudando y se sentía mareado. Tenía puesta su túnica negra y verde esmeralda con el escudo de la serpiente característico de Slytherin.

-¿Te encuentras bien Draco? -Preguntó Pansy.

-¿Que está pasando? -Quiso saber Draco.

-La loca de Trelawney te dio algo que te mando directo hacia acá. ¿No lo recuerdas? -Dijo Zabinni.

Draco le dio vuelta a sus recuerdos, tratando de hallar lógica a todo lo que había pasado. Pero eso hizo que le doliera la cabeza.

-¡Ayyy! -gritó agarrándose la cabeza. Pansy corrió a su auxilio, tomándole de la mano. Él se zafó de su agarre.

-No recuerdo nada -dijo.

-Deberíamos acusar a esa loca por intento de homicidio. -Dijo Pansy.

-Te hizo beber ese brebaje, diciendo que resolvería muchas tormentas, o algo así, de tu interior. -Dijo Blaise.

-¡Por poco lo mata Blaise!, viste que se puso pálido y se desmayó. -Dijo Pansy.

-¿¡Me desmayé!? -Dijo Draco

-¿Sí, no lo recuerdas? Después que salimos de la clases de Pociones, te veías muy alterado. Al llegar a Adivinación, la loca de Trelawney dijo que esperaras a la salida para liberar tu espíritu. -Dijo Blaise.

-Puras patrañas, no sé como no la han corrido del colegio. -Dijo Pansy. -El caso es, Draco, que te quedaste a escuchar el montón de chorradas que te dijo esa mujer. Y hasta bebiste, saber Merlín que cosa. Para disque aclarar tus dudas y tormenta interior.

-¿Que tormenta Draco? -Preguntaron Blaise y Pansy al unísimo.

-¡Y QUE JODIDO VOY A SABER! -gritó Draco a pesar del fuerte dolor que amenazaba con partirle en dos.

-Pues parecías muy ansioso de querer resolver tu "problema", porque no dudaste en beberte ese brebaje del demonio. -Dijo Blaise.

-Cuando te desmayaste, Trelawney sólo nos dijo que te lleváramos a la sala de Slytherin para que pudieras encontrarte en paz contigo mismo. ¿Puedes creerlo? -Dijo Pansy.

Las imágenes de los que había vivido/visto/soñado pasaban a mil por horas enfrente de los ojos de Draco. Él y Granger, juntos, no se estaban odiando, en lo absoluto, se estaban amando, entregándose en cuerpo y alma. Ella le había dicho que lo amaba, estuvieron a punto de hacer el amor. El sólo hecho de pensar en las sensaciones que habían recorrido su cuerpo en ese momento, le hizo tensarse, y que el corazón le latiera con más fuerza. Podía anticipar la excitación que estaba llegando a su cuerpo como olas.

-¡Draco! -Dijo Pansy moviendo frenéticamente una mano frente a sus ojos. Haciendo volver a Draco a la realidad, se obligo a relajarse, estaba sintiendo como una parte de su cuerpo en específico amenazaba con delatar sus pensamientos.

-Vamos a ver a Snape y ponerle al corriente para que tome medidas con esa chiflada. -Dijo Blaise

-¡NO! -Dijo rápidamente Draco. Se hizo un silencio incómodo en el que todos se miraban esperando a quien rompiera primero el hielo.

-No -repitió Draco- Ya me siento mejor, no será necesario.

Pansy y Blaise asintieron.

Draco necesitaba cruzar algunas palabras con Trelawney y que le explicara muchas cosas.

Blaise abrió la boca para decir algo, cuando la señora Pomfrey entro a la sala.

-¡Señor Malfoy! -Dijo la mujer- Me alegra que ya haya despertado de su letargo.

-Ya me siento mejor, ¿Puedo irme? -Dijo este.

-Por supuesto que no, tiene que estar al menos 5 horas en observación. -Dijo la mujer. -Ya he avisado a sus profesores, así que no se preocupe por sus clases. -Le dirigió una mirada suspicaz a Pansy y Blaise- Y ustedes... Ya han estado aquí lo suficiente, retírense, déjenlo descansar.

Pansy iba a protestar pero cerro la boca al ver la mirada que le lanzaba la señora Pomfrey.

-Bueno, nos veremos luego Draco - Dijo Blaise.

Pansy hizo ademán de besarle en la boca, pero él aparto el rostro y su beso fue para una de sus mejías. La chica no le tomó importancia, ya estaba acostumbrada, pero algo en Draco se retorció, sabía por qué había rechazado el beso. Es porque aun sentía los besos de Granger cosquillar en sus labios.

Y así sin más, ambos chicos salieron de la enfermería, dejando a Draco solo con sus pensamientos.

HOLA!

¿Que tal? ¿Qué les pareció?

Acepto criticas, tomatazos, etc.

Esto bullía en mi mente y tenia que escribirlo. Lo siento por el poco diálogo y mucha narración, pero es el primer fic que escribo en 3era persona así que me estoy adecuando.