Disclaimer: El universo y los personajes incluidos en esta historia son propiedad intelectual de The CW (Porque Jason no se los merece, honestamente) y Kass Morgan. Han sido tomados sin animo de lucro.
Basado en la obra homonima de Jane Austen.
Advertencia: Narrativa en segunda persona (Clarke) y Tercera persona (Linctavia)
...La Comandante.
La última caja fue depositada sobre la cama. Te estiraste mientras dejabas salir un suspiro.
"Creo que son todas," dijo Jake Griffin contando las nueve cajas. "Eres oficialmente una universitaria" celebro.
Dejaste salir otro suspiro, pero esta vez de resignación. "Parece que si"
"Vamos, inténtalo. Sabes que este es el sueño de tu madre" pidió Jake. Le dirigiste a tu padre una sonrisa triste pero sincera, "Sólo un año, si no te gusta, te apoyaré en lo que decidas"
"Lo haré," expresaste con todo el animo posible.
"Esa es mi chica," exclamo Jake acercándose a ti para abrazarte.
Le respondiste el gesto con cariño. Sin él no podrías haber tomado la decisión de invertir los siguientes años de tu vida persiguiendo las metas impuestas por tu madre. Estudiar medicina no te era desagradable, pero tenías una pasión más profunda.
"Este sitio no ha cambiado mucho," señalo Abby cuando entro a tu dormitorio.
"No esperaba que lo hiciera, cariño" la recibió Jake con un beso en la mejilla. "Clarke ya está instalada"
"Te falta algo," Abby te alcanzo una bolsa de regalo, parecía realmente emocionada por el contenido en la misma. La tomaste apreciando el brillo de la ilusión en los ojos de tu madre, dentro había una bata blanca, "Mira el bordado," te apremió.
Dra. Clarke Griffin.
"Mamá, esto es algo…"
"Hermoso," interrumpió Jake. "Un gran detalle" Tu padre te miro severamente para que no arruinaras el momento y después te guiño el ojo en complicidad. Tenían un pacto, debías cumplir tu promesa.
"…un poco prematuro, pero gracias mamá," dijiste dejando la prenda sobre su cama para darle un abrazo a Abby.
"Me alegra que te gustara," sonrió ella.
"Prometiste que no llorarías," le recordaste.
"Mi única hija será médico, me lo tengo permitido" respondió Abby.
"Bien, creo que es el momento de despedirnos," atajo tu padre. "¿A qué hora tenemos la reservación?" Le pregunto a su esposa como quien no quiere la cosa.
"Marcus se encargó de hacerla"
"Esperen, ¿Marcus Kane? ¿El decano Kane?" Preguntaste con cierta angustia.
"No hicimos un viaje de seis horas sólo para ayudarte con la mudanza," río tu padre. "Es hora de irnos. Compórtate o tu madre se encargará de averiguar si no lo haces" advirtió con diversión Jake.
Abby le dio un golpe juguetón en el hombro. "Marcus tiene otras cosas más importantes que vigilar a nuestra hija…"
Ambos se despidieron de ti. Era la primera vez que te quedabas sola en esa habitación, no habías sospechado de tu suerte al conseguir que fuera únicamente para ti hasta que te enteraste de las altas conexiones de sus padres.
Esperabas que fuera la única ventaja y que no existiera alguna repercusión en que Marcus Kane fuera amigo de tus padres.
"Esta es la última maleta," anunció Bellamy satisfecho.
"Bien, ¿Hora de despedirnos?" dijo Octavia extendiéndole ambos brazos a su hermano para darle un abrazo.
"Mi vuelo sale en un par de horas," contesto Bellamy sorprendido. "Podemos ir a comer antes de irme"
"Tengo mucho por acomodar, ¿qué tal si te consigo un taxi ya?" Octavia señalo las cinco maletas y la mitad de su habitación por decorar. "Además, debo buscar a Clarke"
"Vamos O. no vine desde casa para que te deshicieras de mí una vez que te hubiera cargado el equipaje," dijo él con un poco de decepción.
"Si. Lo hiciste. Te dije que podría viajar sola sin problemas, también te dije que podía cargarlas yo, pero insististe en hacerlo tú" gruño Octavia, "Soy una niña grande Bell, puedo hacer las cosas por mí misma"
"Lo sé, pero…"
"Me vas a extrañar." Completo ella. "Vamos hermano, te veré en las vacaciones y prometo llamar una vez a la semana"
"Que sean dos," negoció Bellamy.
Octavia suspiro, "Bien."
Bellamy sonrió satisfecho. No estaba acostumbrado para nada a la idea de que su hermana menor estaría tan lejos de él, al menos no después de que Aurora murió dejándola a su cargo, aunque debía aceptar que cuidar de ella había sido un reto, demasiada energía para una persona tan pequeña.
"Supongo que iré a buscar un taxi," añadió Bell.
"Puedo acompañarte hasta la entrada," sonrió Octavia. Bellamy dejo salir un suspiro de frustración, no haría que cambiara de opinión, estaba impaciente por empezar una vida independiente.
Bell sacó un paquete del equipaje. "El que no esté aquí contigo, no significa que no pueda protegerte," comento, mostrándole un kit de autodefensa. "Este es muy útil" le dijo mostrándole un spray de pimienta.
"Largo de aquí," profirió Octavia sacándolo a empujones del cuarto mientras él se resistía. Había perdido las veces en las que su hermano la sometía a semejantes situaciones tan vergonzosas. No podía creer que después de haberla obligado a tomar clases de autodefensa por los últimos cinco años, aun pensara que correría peligro.
Cerro la puerta tan pronto Bellamy hubiera cruzado el umbral.
"O. es una broma." Confeso él golpeando la puerta.
"Si, me estoy riendo Bell," contesto Octavia, "Sólo que no lo ves porque ya te vas"
Espero unos segundos en los que el silencio permaneció. Sabía que continuaba ahí porque era demasiado obstinado para irse sin despedirse apropiadamente, así que hizo lo que hubiera hecho en casa: Escapar por la ventana.
Estabas por empezar a sacar algunas cosas y acomodarlas en su sitio cuando alguien tocó la puerta. Por la forma tan enérgica supiste quién era incluso antes de que entrara sin permiso. Como siempre.
"¿Ya se fueron?" fue su saludo.
"Pensé que llegabas hasta mañana" expresaste con genuina sorpresa pero suficiente indiferencia para que no lo notara.
"¿Y perderme las pre-fiestas de bienvenida del semestre?" exclamo Octavia. "Además Bell no podía hacerlo otro día y no quería que viajara sola"
Levantaste una ceja. "¿Cómo has conseguido perderlo tan pronto?"
"No lo ha hecho," dijo una voz masculina desde el pasillo. Octavia resopló desde un lado de la cama, dedicándose a acomodar incorrectamente la caja que habías empezado a desempacar. "¿La ventana O? ¿En serio?"
"Siempre funciona," dijo Octavia alzando los hombros.
"No te preocupes Bellamy, me encargaré de mantenerla bajo control" señalaste guiñándole un ojo.
Él dudo por un momento si debía responder o sólo sonreír, fue fácil darse cuenta de ello cuando se llevó la mano a la cabeza y se desacomodo el cabello. Octavia puso los ojos en blanco antes de tomar a su hermano por el brazo y lo sacarlo al pasillo para despedirse. No le gustaba que se pusiera emotivo cerca de otra gente y, sobre todo, no le gustaba cuando lo ponías nervioso.
Miraste divertida como lo arrastraba fuera, Bellamy no tuvo oportunidad alguna de despedirse de ti. Fuiste lo suficientemente rápida para regalarle otra sonrisa comprensiva cuando te miro antes de que Octavia lo hiciera desaparecer.
Empezaste a desempacar como te fue posible. Dejando un precario pero respetable orden entre tus pertenencias. Pronto las paredes estuvieron cubiertas de bocetos y algunos otros dibujos ya terminados. Consciente de que te costaría darle personalidad a ese espacio algunos días decidiste esperar por inspiración.
"¿Estás lista?" pregunto Octavia desde el marco de la puerta.
"No, aun me faltan un par de cajas. ¿Pudiste hacer que se marchara?" preguntaste esperando que Bellamy saliera tras de ella de nuevo.
"Lo he mandado en un taxi al aeropuerto, ¡libertad absoluta!" celebro sentándose en la cama. "Tenemos que hacer algo con este sitio" señalo mirando la limpieza de tu habitación, había demasiado potencial en el espacio libre, "pero no hoy porque tenemos otros planes" sonrío de esa forma en la que sabías que no te esperaba nada bueno.
"Deberíamos estar desempacando Octavia," señalaste.
"Tenemos todo un año para eso," gruño Octavia tomándote de la mano. "Hoy vamos a fraternizar"
Octavia te miro un par de veces para terminar, aprobando tu imagen antes de obligarte a salir del edificio. Tú, como siempre, t dejaste llevar por tu amiga sin rechistar, tantos años de amistad te habían enseñado que llevarle la contraria era mucho peor que sólo hacer lo que quería. Además, así podrías tenerla vigilada, esa sonrisa traviesa te preocupaba.
Te llevo caminando con prisa por los pasillos del dormitorio hasta haberte sacado de ahí. Ninguna conocía realmente el campus salvo por el par de ocasiones que habían ido a reconocer las áreas comunes así que el plan original para ese día libre antes de empezar con la aventura, era explorar lo máximo posible los terrenos de centro universitario. Tus prioridades eran sitios como la biblioteca o donde pudieras proveerte de comida, sin embargo, para Octavia las cosas eran un poco distintas.
"Ahí están," dijo O cuando localizo un grupo de novatos a la mitad de uno de los jardines.
Fue cuando Octavia te permitió reducir la velocidad. Pudiste ver por un momento cierta alegría en su rostro, no notaste antes que toda aquella carrera había estado buscando algo hasta que estuvo frente a ustedes.
"¿Quiénes?" le preguntaste mirándola a ella y después al grupo de gente.
"Te lo explicaré luego," te guiño el otro mientras se acomodaba entre la gente.
"Bienvenidos chicos," manifestó un joven en medio de la multitud. Estaba dando un discurso para hacer que los estudiantes de nuevo ingreso se sintieran como en casa, sus palabras estaban llenas de encanto y energía. Apreciaste la calidad del mismo, por su parte Octavia se detuvo a observar las características del exponente.
"Supongo que tomaremos el tour," susurraste para ti misma poniendo los ojos en blanco al recibir en respuesta un rápido asentimiento con la cabeza de ella.
El chico siguió hablando y haciendo algunas bromas en el transcurso mientras los invitaba a que lo acompañaran a conocer los sitios más importantes del campus. Octavia te apuro para posicionarse tras el guía.
"Para las chicas de humanidades, ¿dónde está nuestro edificio?" pregunto O. distrayendo al chico.
"Lo acabamos de pasar…" hizo una pausa contemplando a Octavia.
"Octavia Blake, primer año de Humanidades." Declaro ella sin pena. Poco tardaste en rodar los ojos.
"Una chica cultural," sonrió él. "Creo que llegaron tarde para las presentaciones. Lincoln Shade, último año, Historia del Arte" extendiéndoles la mano a cada una.
"Ella es Clarke Griffin," añadió Octavia tras una pausa. "Opcionalmente medicina" su tono fue un poco en broma, pero no te importo.
"Estupendo, es el área que sigue de explorar," comento Lincoln mostrándoles su sonrisa más amplia. Debías aceptar que Octavia sabía escoger bien.
El tour había sido más enriquecedor de lo que habías creído, Lincoln se las arregló para hacerlo tan pragmático como le fue posible para las necesidades de los novatos, sin dejar escapar los momentos precisos para contarles alguna anécdota útil o graciosa mientras le dirigía breves miradas a Octavia para observar sus reacciones. El problema vino cuando, casi al finalizar, viste a lo lejos a tus padres con el decano Kane y un grupo de estudiantes charlando, parecía que una joven dirigía toda la conversación por la manera en que todos asentían cuando ella hablaba.
"Tienes suerte, van a conocer al Decano Kane" te aviso Lincoln. "y a la Comandante"
Los susurros no se hicieron esperar en lo absoluto. Parecía que todos habían escuchado hablar de ella, todos menos tú.
"¿Comandante?" preguntaste rápidamente a Octavia.
"Es prácticamente dueña del lugar," se encogió de hombros O, "matrícula de honor, asistente en algunas clases, presidenta de la sociedad de alumnos, jefa de su fraternidad. Dime una característica de la estudiante perfecta y te aseguro que ella la cumple"
"Pero, ¿por qué comandante?" tu pregunta obtuvo pronta respuesta cuando la propia joven se despidió del decano (Aunque no era la verdadera razón del apodo) Iba frente a un grupo nutrido de otros estudiantes hablando pausadamente mientras les dictaba algunas tareas, en ningún momento aparto la mirada de ninguno al que se le dirigía, su porte era recto y sus movimientos casi calculados.
"Buen día Comandante," le saludo Lincoln animadamente con la mano cuando paso a su lado. Ella levantó los ojos justo lo necesario para asentir en su dirección sin detenerse a intercambiar palabras.
Por un corto instante la joven desvió su mirada a tus ojos. La sensación que te transmitió fue indescriptible pero demasiado fugaz para entenderla, ya que bajo la mirada casi de inmediato.
"Primera regla chicos, si quieren sobrevivir al ímpetu de la universidad NO le digan Comandante"
"Pero tú se lo acabas de decir," señalo Octavia.
Lincoln paso saliva antes de sonreír, era evidente que no les explicaría porque el gozaba de ese privilegio. "Recuerden que la casa Kappa, Kappa, Tau ofrece una fiesta de bienvenida esta noche para ustedes y con esto terminamos el tour"
"La señorita Woods me aseguro que no infringirán ninguna norma del estatuto interno," se escuchó la voz del decano algunos metros más adelante.
"Y su palabra se hará respetable señor, como siempre" declaro Lincoln, "Es sólo una reunión para socializar con nuestros nuevos integrantes"
"Me alegra escuchar eso señor Shade," Marcus Kane le guiño el ojo discretamente cuando dijo eso. "Clarke, bienvenida," se dirigió a ti antes de darse la vuelta y reunirse con sus viejos amigos.
Miraste significativamente a tus padres, pero ellos sólo ignoraron que seguías ahí, porque sabían que empeorarían la situación si se despedían de nuevo.
"Espero verlas en la reunión de esta noche," menciono Lincoln antes de irse y lo hizo mirando a Octavia sin pena alguna.
"Ahí estaremos," prometió Octavia, hablando de personas sin descaro.
"No, no lo haremos," gruñiste cuando regresaron a tu habitación.
"Es sólo una fiesta, Clarke. Tendrás todo el año para ocultarte estudiando" respondió Octavia.
"Ve sin mí, no puedo meterme en problemas sabiendo que el decano tiene un particular y bien pagado interés por mí" proferiste.
"A tu madre no le va a importar que te diviertas mientras cumplas con su sueño. Vamos Clarke"
Te dejaste caer sobre la cama, no tenías humor para acudir a una fiesta. Lo único que querías era quedarse en cama hasta el día siguiente cuando tuvieras que dar la cara a tu nueva realidad.
"Primero tendrás que explicarme cómo sabías que él estaría ahí" te referías a Lincoln.
Octavia suspiro con sólo la implícita mención de su nuevo crush. "Lo conocí cuando venimos a ver las instalaciones, fue un encuentro demasiado breve, pero…"
"Suficiente para que supieras dónde y qué estaría haciendo hoy," la interrumpiste riendo.
"Lo dices como si fuera algo malo," Octavia te mostro la lengua. "Y no, no me llevaré el mérito, Lincoln suele dar el recibimiento a los nuevos así que fue sencillo concluir que podría encontrarlo casualmente" sus excusas eran muy malas, no sabías si te alegraba o no que enfocara sus energías en él tan pronto.
"Parece un buen partido" sugeriste.
"Pues te aviso que es mío, no espere todo el verano para deshacerme de Bellamy y reencontrarme con él para no lograr nada" exclamo Octavia.
"Creo que Lincoln debería tener palabra en esto, ¿no?" bromeaste.
"No es necesario... Vendré por ti en una hora, por tu salud mental, espero que te hayas puesto algo lindo" le advirtió Octavia observando su reloj, "Una hora Griffin" y desapareció por la puerta.
Octavia fue muy firme cuando dijo que tenías exactamente sesenta minutos para escoger un atuendo apropiado para acudir a la fiesta. Habiendo pasado exactamente diez segundos tras el límite, O. estaba ahí entrando sin permiso- cosa a lo que aparentemente tendrías que acostumbrarte- Encontrándote escogiendo entre un vestido y unos vaqueros.
"¿Debo recordarte que Lincoln es mío?" indico O alzando una ceja. Aquel comportamiento titubeante siempre tenía nombre.
"Dos cosas Octavia o quizá tres: Él es mayor que tú" era el eufemismo de a Bellamy no le gustaría, "Probablemente no esté soltero y, es la primera fiesta de fraternidad a la que asisto"
"¡Que cerrada eres Griffin!" protesto Octavia, tomando dos prendas al azar del armario y dándotelas en la mano. "Ponte esto. Ya vamos respetablemente tarde"
.
Tardaron al menos treinta minutos más en salir, Octavia había hecho sus deberes al conseguir la ubicación precisa de KKT. Fue un viaje corto incluso caminando, la casa de la fraternidad estaba cómodamente dentro de los terrenos del campus. Aunque quizá llamarla casa era pecar de modestia. Por el área que ocupaba parecía incluso un dormitorio pequeño, pero muchísimo más exclusivo.
"Bienvenidas nuevas," las saludo un chico delgado con unos lentes sobre su cabeza, "Me llamo Jasper y éste de aquí es Monty, las acompañará halagado hasta la puerta"
"Sería mucho más apropiado que les dijeras cualquier cosa, menos nuevas," alego el otro chico cuyos ojos eran tímidos.
"Pensándolo bien, ¿por qué no te quedas aquí? Yo acompañaré a las señoritas a la entrada" dijo Jasper tras observar a Octavia.
"Nos arreglaremos bien para entrar solas, gracias chicos" respondió ella.
"Quizá fue una mala idea haber venido," repetiste cuando entraron en aquella mansión. Nada en el ambiente gritaba fiesta, parecía más una reunión casual entre alumnos de mayor grado, no parecía haber novatos entre ellos.
"Antropología y Medicina, ¿cierto?" se reunió con ustedes Lincoln cuando las vio entrar, se mostró contento pero reservado ante la simple presencia de tu amiga "Pueden pasar a la parte trasera de la casa" les indico el camino buscando a alguno de los chicos que, en teoría, deberían haberlas acompañado.
"¿Lincoln?" aquella joven a la que llamaban la Comandante se acercó a ellos. "¿Algún problema?"
"Las señoritas se perdieron. Les estaba mostrando el camino," respondió de inmediato con una gran sonrisa. No podía evitar alegrarse de ver que O. había asistido, pero parecía igualmente intimidado por su amiga.
"Buenas noches, Comandante" la saludo Octavia creyendo que así rompería el hielo y el incómodo silencio que la chica trajo al ambiente.
"Ehm, Lexa Woods, ellas son Octavia Blake y Clarke Griffin," hizo las introducciones apropiadas un poco tarde Lincoln. "NUNCA le digas comandante" musito mientras veía alerta en los ojos del joven.
"La casa KKT les da la bienvenida, por favor pasen a la terraza." Su tono no dejaba de ser gélido pero educado. "Lincoln, ¿me permites unas palabras?"
No le quitaste la mirada de encima hasta que les dio la espalda. Te sentiste un poco fuera de lugar cuando observaste que tanto Lexa como Lincoln llevaban ropa formal, mientras Octavia y tú atuendos más casuales.
"Creo que tu chico ya tiene novia" te burlaste una vez que rompiste tu inspección sobre Lexa. Buscando la forma de dirigirse a la parte posterior de la casa.
"Oh Clarkie, creo que estás ciega si no lo has notado ya," respondió la mofa Octavia casi sin poder detener una carcajada.
El ambiente fuera de la casa era algo completamente diferente. Había una cantidad considerable de asistentes ahí, la gran mayoría tan perdidos en el código de vestimenta que a olvidaste asunto en ese momento. La música estaba ambientando todo el lugar a pesar de que el sitio era enorme y una piscina se atravesaba entre ellos.
"Dicen que aquí practican algunas chicas del equipo de natación," te informo Octavia mientras se hacía de bebidas con uno de los meseros que iban pasando. "Vaya que la Comandante sabe dar fiestas"
"Esto parece uno de los cocteles de caridad a los que mi madre suele ir," comentaste sorprendida.
"Necesitas ser más paciente Clarke," contesto O ofreciéndole una copa y urgenciándote a que la bebieras. "Vamos a bailar"
"No, prefiero conocer el lugar por ahora" respondiste indicándole con la cabeza que explorarías por ahí.
"Es un buen lugar para vivir, la mejor fraternidad del campus" reafirmo Octavia quizá intentando de convencerte.
"Compórtate," le pediste. Octavia sólo te guiño el ojo mientras se perdía en la pista de baile. Podría haber ido por Lincoln pero tampoco es que necesitara de alguien para bailar.
.
Pasaste la siguiente hora caminando entre los asistentes sin socializar casi con ninguno, habías encontrado un par de chicas con las que compartirías clases y algunos más que vivían en el mismo edificio que tú. Todo mundo parecía estar pasándolo bien, salvo la anfitriona.
Lexa Woods estaba en un rincón charlando únicamente con un grupo pequeño de personas, todos se veían un par de años mayores. Lincoln estaba a su lado, pero no dejaba de lanzar miradas furtivas a cierta joven a la que claramente le rogaste que se comportara, pusiste los ojos en blanco cuando la viste coquetear con él entre la multitud.
"Vamos Lexa, deberías conocer alguna de las chicas nuevas. Hay algunas bonitas entre ellas," comento Lincoln haciendo esfuerzos sobrehumanos para contenerse ante la invitación de Octavia.
Te quedaste congelada en su sitio, casi se te cae la bebida cuando te enteraste de lo que Octavia no te quiso contar antes: La Comandante era gay.
"Las hay, imposible negarlo, pero ninguna tiene el suficiente encanto…" comento eso con cierta sorna, "para tentarme."
"Podrías sorprenderte," le instó Lincoln. "Mira aquella rubia que está sentada ahí. Pre-medicina, parece simpática"
"Pero, ¿lo es?" inquirió otra chica a la que no alcanzaste a verle el rostro, aunque su voz te sonó familiar.
"Probablemente sea tolerable," añadió Lexa indiferente, agradeciste que no pudiera ver tu cara porque seguro te hubiera quitado ese calificativo y lo habría cambiado por algo mucho peor, "Creo que deberías encontrarte con tus invitadas Lincoln, no te preocupes por mí, sobreviviré la velada" dijo Lexa tras unos segundos. "Parece que tienes impacientes a algunas de ellas" aquel tono no le gusto a Clarke. Mucho menos cuando Lincoln se reunió específicamente con Octavia entre la gente que bailaba.
No pudiste evitar pensar en otra de las características de cualquier alumna modelo: Lexa Woods era absurdamente arrogante.
Había que decirlo, Lincoln Shade era el sueño de muchas. Era apuesto, amable y simpático. Su carisma era tanta que hacia demasiado fácil olvidar donde se encontraban o cuánto tiempo había pasado desde que decidió que le ofrecería quedarse toda la noche bailando a su lado. O quizá era cosa de Octavia, pero lo cierto era que el atractivo estudiante de Artes no se había despegado de ella desde que abandonó a su exclusivo grupo de amigos.
"Tengo una pregunta," dijo él tras unos minutos de un silencio lleno de sonrisas y miradas, invitando a Octavia a salir de la pista de baile para poder charlar. "Hoy no fue la primera vez que nos vimos, ¿o sí? Tengo la sensación de que no"
"Probablemente no," evadió la pregunta continuando el juego.
Lincoln elevo la comisura derecha de sus labios únicamente, parecía que era su sello personal. "Bien, porque me defraudaría haber olvidado un rostro tan bonito" añadió.
Octavia se había acostumbrado a verlo sonreír prácticamente todo el tiempo, pero le sorprendió cuando la seriedad domino la cara de Lincoln.
"Espero no haberte ofendido," parecía preocupado de no haber obtenido la reacción que esperaba. En ese momento fue difícil descubrir quien estaba más sonrojado de los dos. Era un espectáculo digno de admirar. Octavia quien poseía un alma inquieta y Lincoln cuya presencia imponía paz, ambos intentando no ridiculizarse en el intento de que la noche no terminara.
"Señor Shade, pareciera que usted no está acostumbrado a charlar con chicas bonitas" quiso bromear Octavia al tiempo que intentaba recordar como apagar su sonrisa. Las mejillas empezaban a dolerle.
"Señorita Blake, está usted en lo correcto." Confeso Lincoln sin un atisbo de vergüenza en su declaración.
"¿Es en serio?" pregunto Octavia asombrada. "¿la Comandante te tiene prohibido acercarte a las mujeres?"
"No exactamente," se limitó a decir Lincoln. "Ven conmigo," dijo tras dudarlo un momento y la tomó de la mano.
El corazón de Octavia empezó a latir demasiado rápido. Quiso buscar a Clarke con la mirada, pero su amiga estaba muy ocupada poniendo mala cara desde su sitio. Se preocuparía por ello más tarde cuando supiera el destino que Lincoln tenía en mente. La acerco a una mesa, únicamente soltó su mano para ayudarle a sentar apartando la silla y acomodándola cuando Octavia lo hizo.
"Me gustaría hacer algo," confeso de nuevo, "puedes negarte si crees que es inapropiado"
Octavia paso saliva, notando su boca seca repentinamente. "¿Puedo decir que si sin temer por mi vida?" Lincoln sonrió de nuevo y asintió, "En ese caso, adelante señor Shade, proponga"
No tardo en sacar una pequeña libreta del bolsillo de su camisa, se llevó un lápiz a los labios mientras buscaba una página en blanco para llevar a cabo su plan.
"Es usted muy clásico señor Shade," susurro Octavia descansando su barbilla sobre ambas manos, observándolo, "Podría sólo anotarte mi número en el dorso de tu mano sin problemas"
Lincoln dejo caer torpemente el lápiz de su boca, "¿Esto? No, me gustaría dibujarte" comento apenado.
"Oh," expreso Octavia con un poco de decepción.
"Cuando lo termine, quizá merezca que un rostro tan bonito como el tuyo me proporcione su número"
Al menos Octavia la estaba pasando bien. Pensaste cuando la viste perderse entre las personas de la mano de del estudiante de Arte, suspiraste esperando que fuera sensata y cumpliera su palabra de portarse bien.
"Vaya, no pensé que vería a Lincoln relacionarse con una novata," hablo la misma chica de antes, aquella familiaridad en su voz empezaba a molestarte, pero no podías solo voltear y averiguar quién era porque sabrían que podías escucharlos. "Aunque voy a darle mérito porque ha elegido bien"
Estar ahí ya no te parecía buena idea. Incluso, permanecer en la fiesta te parecía absurdo ahora que Octavia no parecía recordar que había llegado contigo. Aprovechaste la oportuna presencia de uno de los meseros para dejar tu copa vacía, sólo esperando que pasaran unos minutos prudentes antes de escaparte.
"Señorita Woods, ¿puedo ofrecerle una bebida?"
"Tiene habilidad para buscar la belleza en sitios inhóspitos" afirmó Lexa. "Habla bien de él" hubo una pausa corta en la que negó tajantemente con la cabeza el ofrecimiento.
"Aguarda un momento" le ordeno al mesero "Deberías tomar algo y después bailar conmigo," propuso su acompañante.
"No debería tener que recordarte que cuides la lesión de tu rodilla, Raven" contesto secamente Lexa.
"¿Tienes miedo de que te humille bailando?" jugó la chica.
"He dicho que no," gruño Lexa alejándose algunos pasos de Raven. "Lo único que espero de ti es que te comportes a la altura" le espeto sin contemplaciones.
Aquel comentario te molesto un poco más. Quizá por eso dejaste tu sitio y te diste vuelta demasiado rápido, quizá por eso no calcularte bien la distancia. Pero lo siguiente de lo que fuiste consciente fue de la humedad en la ropa de Lexa Woods tras haber hecho tropezar al camarero aun frente a ella.
Nunca habías sentido nada como aquello. Sus ojos eran fríos aun cuando termino de analizar la situación. Fue extraño, hubieras esperado ver alguna otra emoción en ellos, desprecio quizá, pero todo lo que pudiste observar en la profundidad de sus pupilas verdes era frialdad.
Escuchaste algunas maldiciones por parte de Raven y miles de disculpas por parte del inocente mesero. Pero tu atención estaba concentrada únicamente en sus ojos, parecía que esperaba algo de ti por la forma en la que no doblegaba su voluntad de desviar la mirada.
"Raven, excúsame con Lincoln y el resto." Mascullo aun mirándote con molestia, fuiste capaz de ver como hacia un pequeño gesto de frustración con la mandíbula cuando se dio la vuelta aun sin haber escuchado una merecida disculpa de tu parte. "Espero que la velada haya sido de tu agrado, Clarke"
Aunque te sorprendió que lo recordara, nunca habías escuchado tu nombre pronunciado de esa forma.
Cualquier intención de disculparte se disipo en ese momento.
"Todo contrario, Comandante"
Viste como rectificaba su postura y dejaba escapar un suspiro de frustración, pero no te miro de nuevo.
Nota de autor: Para empezar, gracias por leer este pequeño experimento. Es una historia mucho más ligera que mi fanfic anterior, por supuesto únicamente basada en la obra de Jane Austen pero no es una adaptación al pie de la letra porque sería muy díficil hacerle justicia.
Confieso que el concepto de Lexa como el señor Darcy me fascinó desde que lo vi por algún rincón de Tumblr y decidí desarrollar la idea. El primer capítulo es para ver si en general podría o no gustar. Este es un ff Clexa con toques pequeños de Linctavia.
Siguiente capítulo en una semana, quizá.
