Disclaimer:
Los personajes no me pertenecen son como todos saben de SM, la historia si por lo tanto está prohibida su copia.
Fanfic inspirado en la canción de Adele – Make you feel my love.
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When the rain
is blowing in your face
and the whole world
is on your case
I could offer you
a warm embrace
to make you feel my love
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Capitulo I - De idas y venidas
Bella caminaba de un lado a otro en la habitación como un mini huracán destruyendo todo a su paso, recogiendo y guardando sus cosas en la maleta, separando su mundo y el de Edward por tiempo indefinido. Tenía que irse, estaba embarazada, pero no se lo diría era lo mejor para los dos.
-Aun no entiendo porque te vas…- dijo en un susurro.
-No tienes que entenderlo- dijo ella.
"Es lo mejor para él" pensaba Bella. Ella estorbaba en todo: en su carrera a penas en crecimiento, en su familia con sus padres que no la aceptaban, etc. No es la primera vez que lo dejaba, pero esta si sería la última. Los padres de Edward se alegrarían en cuanto se enteraran de la noticia, nunca la habían querido, según ellos no era suficiente mujer para él, quizá tenían razón.
Bella terminó de empacar, le miró a los ojos que estaban rojos como a punto de llorar, lo beso en los labios por última vez y se dirigió sigilosamente a la salida.
"Seremos solo tu y yo ahora, bebe" pensó con una sonrisa triste en sus labios mientras posaba su mano libre sobre su vientre.
En fin era lo que tenía que pasar, Edward la superaría y en cuanto a sus padres, cuando el viejo señor Cullen falleciera, él tendría toda su fortuna, faltaba poco para eso, el viejo ya estaba moribundo. Pero si se enteraran que ella estaba embarazada, le negarían la herencia y se quedarían en la calle. Ambos muy jóvenes y sin tener como sobrevivir lo mejor era irse. Buscaría a Emmett y le pediría refugio un tiempo, su medio hermano no podía negársele, al menos hasta que naciera el bebe y pudiera conseguir empleo.
-oOo-
Hoy se cumplían cinco años desde que Bella había dejado a Edward, ella había huido de Forks hacia Canadá donde trabajaba Emmett. Había procurado no decirle a nadie su paradero, igual tenía pocas amistades que tampoco la extrañarían mucho. Desde la muerte de sus padres ella había dejado de ser sociable y solo le había quedado Edward, pero como pasaron las cosas, ella tenía que arreglárselas sola y bueno ahora con Emmett, quien no la dejaba un segundo como buen hermano mayor, al menos hasta que tenía que regresar a la oficina.
Los tres vivían juntos en un departamento que alquilaban, procuraban no separarse. La familia debía estar junta, repetía con frecuencia Bella. Como todos los días ella y su pequeñita se encontraban con Emmett para almorzar en el parque que quedaba al frente del edificio donde trabajaba.
-Tío Emmett, ¿por qué mamá esta tan triste hoy?- pregunto Vanessa mientras su madre pedía la comida en el restaurante y ella y su tío buscaban una mesa para cuatro donde sentarse.
-Cosas de grandes Nessie- dijo mientras tomaba a la niña en brazos para sentarla correctamente en la silla. – Un día Isabella te las dirá y tú lo entenderás todo-.
-Entender que tío Emmett?-.
-Nada, nada niña, ya has silencio que tu madre ya viene-.
Emmett nunca estuvo de acuerdo con lo que hizo Bella, ni con lo que le estaba haciendo a esa niña. Negarle a su padre y negarle a el que tenía una hija, eran cosas con las que Emmett McCarty no estaba de acuerdo, pero aun así tenia que respetar las decisiones de su hermana.
-No había tu favorito de siempre, así que pedí otra cosa, espero que este bien- dijo Bella mientras se sentaba lo más cerca que las sillas y la mesa le permitían de su hija-.
-Nessie, ¿por qué no vas a jugar en los columpios hasta que llegue la comida?-
-¿Puedo mama?- inquirió la pequeña viendo a su madre.
Emmet y Bella intercambiaron una mirada lo suficiente como para que Bella entendiera que tenían que hablar.
-Sí, claro linda solo quédate donde tu tío y yo podamos verte-. Vanessa se bajo cuidadosamente de la silla mientras corrió hacías los juegos mientras las coletas de su cabello se movían de un lado a otro.
-¿Que paso Em?- dijo Bella algo consternada.
-Te dije que esto pasaría en algún momento, pero nunca me hiciste caso…-
-Córtala ya…- lo interrumpió ella- ¿Qué paso?
-Alice Cullen apareció en mi oficina hoy-.
Bella se quedo congelada en su asiento. Alice Cullen, la hermana vampiro de Edward, la que miraba el futuro al fin los encontró.
-¿Qué… que quiere?-
-Quiere llevarse a la niña, eso o que le digas a Edward la verdad-.
El mesero apareció con los respectivos pedidos frente a ellos. Bella agradecía la interrupción no sabía que pensar, o que hacer. "¿Qué verdad quiere saber?" se preguntó Bella, de seguro Alice le había dicho que tenía una hija.
-Te da un mes para regresar, sino se la llevara a la fuerza- continuó Emmett.
-No puede hacer eso, ¡no puede quitarme a mi niña!- dijo casi gritando mientras los otros comensales perdían la vista en su mesa.
Su hija era todo lo que Bella tenia, lo único seguro, no iba a dejar que se la quitaran, aun si eso significara volver al lugar que solo le iba a traer malos recuerdos.
Nessie apareció con alguien tomada de la mano, era Alice. Bella escondió perfectamente su sorpresa y le dirigió una mirada tierna a su pequeña.
-¿Quien está contigo Vanessa? ¿Acaso no te he dicho que no tienes que hablar con extraños?- dijo mientras abría los brazos para que Ella se acercara a su regazo.
-Se llama Alice mamá, dice que es mi tía y que quiere hablar contigo- la voz de la niña se quebraba porque pensaba que su mama la iba a retar.
-No pasa nada Nessie solo procura no asustar a mamá-.
-Entonces ella si es mi tía?-
-Si linda, pero ahora ve con Emmett que tengo que hablar con ella-.
Bella se levanto del asiento y se dirigió afuera del restaurante, segura de que Alice la seguía.
-¿Que quieres?-
-Estoy segura que Emmett ya te lo dijo así que no te hagas la desentendida-.
-Si piensas que regresare con tus amenazas, ¡estás muy equivocada!-.
-Bella no hagas esto de modo que alguien salga lastimado. Mi hermano ya te dejo libre por un buen tiempo, es hora de que regreses a casa. Quiere conocer a su hija-.
-Edward debe de odiarme, ¿porque me querría de vuelta?-
-No te confundas Bella, lastimaste a mi hermano más de lo que alguien se pueda imaginar. Y cuando vi que estabas embarazada corrí a decírselo, pero desafortunadamente por el fallecimiento de Carlisle no pudo desembarazarse de las responsabilidades que tal acontecimiento conllevaba y no ha podido buscar a su hija. Sin embargo me ha mandado a mí y pienso cumplir lo que me ha encomendado. Si no regresas en un mes, vendré por la pequeña Nessie y no la volverás a ver más, Edward, yo y el resto de mi familia se encargaran de eso-.
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-Bella ten cuidado, por favor. Sabes que si pudiera te acompañaría…- empezó una vez mas Emmett con el discurso de la disculpa y despedida.
-Entiendo Emmett, tienes que cuidar de Rosalie y estar listo para la llegada de mi sobrino. No te preocupes, estaré bien…- o al menos eso quería pensar Bella.
Regresar a Estados Unidos seria doloroso y más aún regresar con ese hombre, pero tenía que hacerlo para poder estar con su hija.
-Despídete de tu tío- le dijo a Vanessa.
Emmett la alzo en vilo y la hizo girar.
-Extrañaras al fuerte tío Emmett?- le pregunto a Nessie mientras se reía en el aire.
-Siiiiiiii!- decía la niña emocionada.
-Eso es preciosa, te extrañare pequeña...- dijo dándole un fuerte abrazo.
-Adiós Em, nos veremos pronto- dijo mientras abrazaba a su hermano.
Bella veía como su vida daba un giro inesperado una vez más. Las casas se veían tan chiquitas desde la ventana del avión, a su lado Nessie dormía.
-oOo-
Alice le dijo que cuando llegara a Forks fuera a la vieja mansión de los Cullen y allí es donde se encontraba ahora. Con su pequeña Nessie próxima a cumplir los cincos años cogida de la mano y en la otra una única maleta donde guardaban sus pocas pertenencias.
Nessie alzo lo brazos en señal de que quería que Bella la cargara, pues la pequeña estaba cansada. En el pórtico las esperaba Alice con una sonrisa de satisfacción al ver que sus amenazas habían surtido efecto.
-Las cosas han cambiado desde que te fuiste Bella hace ya cinco años- dijo mientras le hacía señas para entrar- Desde que padre murió ha habido muchos cambios, ahora que Edward maneja el negocio familiar. Esme se convirtió en vampira y se fue para superar la muerte de Carlisle. Aquí vivimos por el momento Edward, Jasper y yo, Ed aun es humano por si te lo preguntas y ahora bueno ahora ustedes se nos unen.
Señalo las escaleras en orden de subir.
-La habitación que compartirás con la niña se encuentra al lado de la Edward, sabes cual es verdad?-
Bella recordaba exactamente donde quedaba todo, de las pocas veces que Edward la había llevado para pasar con sus padres. Todas reuniones fallidas.
-A penas te hayas acomodado Ed quiere verte en el antiguo despacho de Carlisle-.
Dicho esto último desapareció sin más. "Estúpidos vampiros" pensó Bella.
El cuarto era espacioso, con una cama de dos plazas, todo al muy estilo Cullen: sofisticado y arrogante. No se quejaba pues era mejor que muchos lugares donde habían vivido desde que se fue.
Acostó a Nessie en la cama cuidando de que no se despierte, dejo la maleta a un lado y se dirigió a cerrar la puerta de la habitación. Aun así no se sentía segura, pero al menos era algo. Fue hacia al baño y se empezó a duchar. El estrés solo había aumentado con las horas, la tensión de su cuerpo, todo amenazaba su autocontrol. Tenía miedo de lo que pudiera pasar a continuación en el despacho, pero no había salida.
Bella estaba atrapada en la mansión Cullen hasta que Edward dijera lo contrario, además nunca se separaría de su hija y haría lo que fuera por qué no se lo quitaran. Lo que fuera…
-oOo-
Edward esperaba impacientemente en su despacho tratando de distraerse con los libros contables que tenía que revisar, pero nada podía sacarle de la cabeza quien estaba en el segundo piso. Con creciente ira se levanto del escritorio y fue hacia la ventana. Ver como llovía siempre lo calmaba. Bella aprendería quien era el único que mandaba en su vida y en su corazón, así tuviera que mantenerla cautiva el resto de su vida.
-Nessie es tan parecida a ti- dijo Alice interrumpiendo sus cavilaciones. Edward la miro con el ceño fruncido.
-Tienes que ser más amable con Bella, Alice- dijo con tono reprobatorio.
-Vamos Eddie solo me estoy divirtiendo un rato. Bella y yo seremos grandes amigas- le guiño el ojo a su hermano.- Y tu serás un gran padre.
-Alice…- dijo haciendo notar que no se comía sus halagos baratos.
-Eh que Bella viene- dijo mientras desaparecía prácticamente en el aire.
Pasos se escucharon bajando las escaleras. Edward cambio mucho desde que Bella se fue, ahora era un hombre con un autocontrol envidiable y aun amaba a Bella pero no se lo demostraría hasta que Bella estuviera a sus pies suplicando por su polla y prometiendo nunca volver a dejarlo.
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