GOTICA LOLITA
Nunca en vida me han dado respuestas verdaderas, siempre me han tratado como una niña a la cual hay que cuidar del estúpido mundo violento de haya afuera, mph que estúpidos son todos, nunca me protegieron si no que me dejaron al borde de la soledad y me transformaron en lo que soy ahora, una maldita antisocial que no puede vivir en conjunto con los humanos ya que he llegado a desarrollar un profundo odio hacia ellos; no pretendo hacerme la víctima, después de todo no lo soy, yo me forje esta personalidad porque así lo quise, pero aun ante esto no descarto la acusación de que todos tuvieron algo que ver en la creación de lo que soy, mi padre principalmente al dejarnos así, abandonados, a mi hermano y a mi desde que prácticamente éramos bebes, sin embargo él es la única persona por la cual he sentido gran respeto y amor, ni siquiera mi cabezón hermano por el cual solo siento algo de estimación ha logrado tener mi atención sin poner algún pretexto o desprecio.
Mi estúpido hermano con su horrible obsesión por lo paranormal también me ha propiciado a ser así, después de todo nunca me cuido lo mejor posible como para darse cuenta de que yo sufría y mucho, mi madre tiene falta justificada, pero aun así me ayudó a ser una chica sombría, pues murió en el parto pero dejo todo su "amor" para que yo creciera en un ambiente lleno de "confianza y felicidad", ¡mph! Que estúpida, me dejó todo lo que era suyo, su maldito diario negro y rosa que cuenta su patética vida, su estúpido romance y su estúpida maternidad hasta el día de su estúpida muerte, estúpido es una buena palabra para definir la vida de aquellos que me hicieron miserable pero también para aquellos que apenas conozco y ya me caen mal, por desgracia mi estúpida madre también dejo escritos un motón de consejos y platicas maternales para hacer que mi crecimiento no fuera tan misterioso para mí. Sí es verdad podría ignorarlo y no leer nada de esa estupidez pero hasta yo soy lo suficientemente lista para saber que mi crecimiento sí iba a ser algo misterioso para mí y que la única forma de no rebajarme al nivel de los demás para lograr preguntar acerca de los misterios de mi crecimiento era consultando ese horroroso libro de una gótica.
-¡Gaz, es hora de irnos a la escuela! ¡Date prisa y baja!- me grito Dib desde fuera de mi puerta a pesar de que esta estaba entre abierta, seguro ha aprendido la lección, ¡nuca en su vida debe entrar a mi habitación por nada del mundo!, esa regla incluye a papá, aunque de él no me preocupo ya que casi nunca está en casa, y también incluye a ese enano verde de Zim ya que le ha dado por espiar a su "némesis" aun en su "fortaleza", yo no se lo impedí pero la única condición era no invadir mi espacio personal si no jure que lo destruiría, increíblemente se mostró dócil y de acuerdo con mi condición pero, ¿triste? A su vez. El recordar a Zim me hizo también recordar que no me llevaba mi juego conmigo, el esclavo del juego 3, lo tome de la cama junto a mi mochila y salí de mi cuarto para bajar las escaleras y llegar a la sala donde mi hermano cabezón me esperaba.
-¿Por qué tardaste tanto Gaz?- pregunto Dib levantándose del sillón y dirigiéndose a la puerta de salida.
-Solo recordaba-
-¿Qué?-
-Que tu voz me llena de una rabia incontrolable así que será mejor que te calles la boca o si no sufrirás un castigo peor que el infierno- dije cortante saliendo de la casa para empezar nuestro recorrido a la escuela.
-Pero que mal genio- dijo él cerrando la puerta para llegar a alcanzarme, seguimos caminado por un rato, así en total silencio, que realmente no me incomodaba, es más me fascinaba hasta que el tonto de mi hermano no quiso preservarlo.
-Sí que ha pasado tiempo ¿no? Míranos ya vamos en primero de preparatoria-
-Corrijo yo debería ir en tercero de secundaria-
-Si pero según los profesores eres muy lista, tanto que tienes que ir un curso más adelante-
-Solo son unos cobardes que no me soportan en el mismo entorno, son muy débiles-
-Si ya se me hacía que tenían que librarse de ti-
-De hecho querían pasarme tres cursos más allá pero mi coeficiente no daba más que para adelantarme un curso-
-¡Por Júpiter! Así que eres muy inteligente Gaz-
-Bueno yo no pierdo mí tiempo tratando de hacer que toda la escuela vea que Zim es un alienígena-
-Pero realmente lo es, además eso no es perder el tiempo estoy salvando a la humanidad-
-Ustedes dos son un par de infantiles, ¿y que si quiere conquistar al mundo? No es lo suficientemente listo como para hacerlo y tú no estás salvando a la humanidad eres demasiado tonto para hacerlo-
-Tal vez digas eso, pero no lo dirás cuando lleguemos a la escuela y te encuentres con un Zim enano para su supuesta edad- dijo esto muy contento haciendo énfasis de su estatura, sí, Dib había crecido y por lo menos media un metro ochenta pero seguía con su estúpido look infantil y un poco gótico y su cabeza seguía igual o más grande que antes, yo también había cambiado demasiado mi estatura había superado el metro sesenta y mi cabello había crecido haciendo que me llegara hasta la cintura prevaleciendo con su forma de mandíbulas, seguía vistiendo con ropa obscura pero ya no tan infantil, seguía con la misma blusa y medias a rayas y utilizaba encima una remera negra de largo hasta la cintura y una minifalda negra, mi colgante de calavera lo había ajustado para que ahora fuera una gargantilla y utilizaba unas botas negras.
Es cierto, no recuerdo la estatura de Zim ya que no me había topado cara a cara con él en años ya que gracias a Dib nos habíamos mudado por un tiempo a una distinta ciudad para que exorcizaran nuestro hogar de 1235 espíritus malignos desatados por Dib, veníamos a la escuela en la misma ciudad pero por los ajustados horarios ambos apenas podíamos ver a Zim y ahora después de 4 largos años lo volveré a verlo frente a frente, me pregunto por qué no puedo quitarme esta ¿emoción? Que me rodea ante el pensamiento de volver a verlo, ahh deje de pensar en ello y seguí caminando hasta llegar a la preparatoria y entrar en el recinto para ir a la dirección y poder decir mi situación.
-No vayas a avergonzarme en mi primer día de clases Dib- dije dirigiéndole una mirada asesina a lo que él contestó muy nervioso.
-No, no podría querida hermanita jajajaja-
Lo deje ahí y me adentre a la dirección donde me dieron mi horario y mi primera clase asignada, descubrí que la primera clase, la de química, la compartía con mi hermano pero no con el enano verde, eso me ¿desilusionó? No, no, no deja de pensar en ello, ahh pues me dirigí a un asiento vacío lejos de mi hermano y tome nota para iniciar la clase.
Después de un largo y aburrido periodo de 150 minutos salí a mi siguiente clase que era arte, mmm bueno al menos no será tan aburrida como química ya que a mí me gusta el arte, entre a la sala y mi vista se dirigió a una vista azul que se centró en mi cuando entre al aula, eran los ojos de Zim, me apresure a sentarme a su lado y aun no sé por qué lo hice, al sentarme lo salude indiferentemente.
-Hola Zim-
-Hola pequeña Gaz- vaya no se ha olvidado de mí, eso me sorprende y ¿alegra? ¿Desde cuándo yo siento alegría eh?
-Veo que ahora compartiremos clase-
-Si pequeña amante de la pizza, tienes el gran honor de estar en presencia del gran Zim sin que te pueda hacer algún daño- dijo acercándoseme peligrosamente al rostro.
-Claro que si lo que tú digas estúpido bicho verde- dije alejándome un poco de su rostro ya que ponía ¿nerviosa?, ¡ahhggg! ¡¿Desde cuándo yo tengo tantos sentimientos que no estén relacionados con el odio?! No le preste más atención y me dispuse a centrar mi rostro ligeramente sonrojado, ¡¿Cómo es eso posible?!, en la clase recién comenzada y vi como mi compañero imito mi acción ya que se alejaba de mi mientras se oía entrar al profesor, después revisaría ese estúpido diario para ver si había respuesta ante mi raro comportamiento.
