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Disclaimer: Descendientes y sus personajes no me pertenecen.
Aviso: ¿Además del Jaylos? Que dudo que esto tenga lógica.
Inefable
I
Jay se acomoda en el lugar que le marcan como suyo en el entrenamiento, con el palo de Tourney entre las enguantadas manos y el casco bien puesto en su cabeza, ocultando su sonrisa satisfecha. Jugar al Tourney parece interesante.
—¡Hey! —exclama el entrenador, dirigiéndose a Carlos—. ¡Chico perdido, ve para allá! ¡Y usa las dos manos para ponerte el casco!
Y aunque no puede verlo, Jay puede imaginarse claramente la mueca que Carlos hace en esos momentos mientras nota a la distancia cómo Carlos se pone el casco, apenas y con una sola mano. La rebeldía de Carlos está en los pequeños detalles, y eso le saca una sonrisa a Jay siempre.
Entonces el entrenamiento comienza, la pelota corre entre los jugadores y allí está esa adrenalina que Jay ha estado esperando desde su llegada a Auradon. Jay empuja y echa a quién se cruza en su camino, a quien se interpone entre él y el pequeñísimo balón; pasa por la zona de riesgo, evitando con facilidad los discos que le tiran para finalmente apoderarse de la pelota.
Asustar a Carlos es un bonus extra que entre tanta adrenalina se permite disfrutar.
Cuando hace gol y gana, el villano grita, hace piruetas y se regodea en su logro, hasta que el entrenador lo llama con un grito, aparentemente enojado. Sinceramente, Jay disfruta más el ser alagado en frente de todos los delicados príncipes y no puede – ni quiere – evitar reírse en cuanto el entrenador le recomienda a Carlos cambiar de deporte pero entonces Ben pone una de sus manos sobre uno de los hombros de Carlos.
—Yo me haré cargo de él, entrenador —y por un momento hasta intercambian miradas.
Jay está tan feliz como lo está Maléfica de seguir encerrada en la Isla.
Quiero distraerme porque ayer me paso algo malo ¡Y! Ya iba siendo hora de volver al dándome con la OTPa. No sé que saldrá de esto, sinceramente.
Comentarios, críticas y consejos son bienvenidos mientras sean de buena manera. ¡Hasta luego!