Los personajes no me pertenecen!
Este fic es una parte de un super crossover que hemos inventado desde hace tiempo mi hermana, prima y yo. La parte de Rurouni Kenshin es esta... y por favor, no tomen mucho en cuenta las eras o el tiempo, pues los sucesos estan en distintos tiempo y no necesariamente lineales.
Ella estaba en un bar. No era su costumbre pero el cliente la había citado allí y ahí estaba. Mr. Yankee estaba retrasado por media hora y ella estaba segura de que ya no iría.
Suspiro. Llamo al bartender y le pidió un Cosmo. Tampoco solía beber, pero para su sorpresa un rato después fue pasando de tragos "femeninos" a tragos fuertes. Estaba tomando Tequila cuando él entró.
Hayime Saito tampoco era de aquellos hombres que suelen ir a bares. No, a él no le gustaba beber para no peder el control. Le gustaba tener todo controlado. Había entrado allí buscando a un corrupto pero se le escabulló. No muchos lo lograban. Tenía sed. Se acercó a la barra y pidió un agua carbonatada.
La rubia a su lado lo miró. "Musculoso" pensó ella. Estaba ebria y los ebrios no hacen cosas buenas… lo tocó. "Fuete" pensó. El hombre a su lado se volvió a ver quien lo había tocado y se quedó viendo el rostro de la mujer. Era bella, aunque estaba seguro de haber visto más bonitas…
- Hola – dijo en su característica voz
- Hola – dijo ella sensualmente
- Cigarrillo – dijo él amablemente ofreciéndole uno. Ella no fumaba, lo odiaba, pero de cualquier modo lo tomó.
- ¿Bebes? – le dijo ella
- No gracias, yo no bebo
- ¿Un hombre que no bebe? – le censuró
- No bebo por motivos personales… -aseguró él
- Hum… pero hazlo esta noche – le pidió
- ¿Acaso te harías responsable de mi temperamento si bebo?
- Seguro… Camarero dos tequilas
Eso fue el comienzo de una serie de tragos entre risas, ella ebria y el comenzando a sentir los efectos del alcohol, aunque esta vez no se le antojaba matar… no, esta vez quería algo mejor. Llego el punto en que el camarero decidió no darle más alcohol a aquellos dos.
- Vamos a mi casa – ofreció la mujer – tengo más tequila allá
- Está bien, yo te llevó – se ofreció.
Ella lo siguió hasta el auto "damn que auto… igual que el dueño" pensó. Él le abrió la puerta – No toques nada- le dijo – tengo algo que hacer – y salió. Ella no le hizo caso a la advertencia y mejor así porque no vio por el retrovisor cuando Hayime Saito le cortaba el cuello en la esquina al escurridizo corrupto que buscaba. – Mucho mejor – dijo él algo satisfecho cuando regresó al auto.
Hablaron de tonterías mientras él manejaba el lujoso auto a algún lugar. Cuando pararon estaban frente a un edificio.
- Esta no es mi casa – dijo ella
- No. Es la mía y tengo un buen sake – dijo el pícaramente. Ella rió y le siguió.
Estaban en el ascensor cuando de repente un poco de cordura apareció en la mente de ella. "Estoy yendo la casa de un hombre que ni siquiera conozco… estoy ebria…" pensaba. No se había dado cuenta de que ya había llegado al piso de él y que el hombre estaba fumando.
Él la tomo por la cintura y la saco del ascensor ya que parecía estar sumida en sus pensamientos. El apartamento era bastante varonil, con escasos mueble, pero con elegancia. Él le sirvió sake. Ella volvió a perder la sobriedad, y ambos, después de unas copas están muy excitados. Se vieron el uno a otro…
♫♫♫♫♫…
Y?
Espero sus reviews!
