Nota1.- Los personajes le perecen a Furudate-sensei.

Nota2.- Me inspiro baaastante en las canciones que escucho, actualmente tengo un trauma con Radwimps y espero no malograr sus hermosas canciones:(.


Reunión.

El aún pequeño Hinata mira por última vez el colegio donde creo tantas experiencias, donde tuvo sus primeros compañeros en aquel deporte que tanto amaba. ¿Cómo olvidarlo? Desde el Rey de la cancha hasta el amargado de Tsukishima (como le decía él), todos ellos en unas cuantas horas se graduaban y dejaban esas aulas para crecer e ir a un lugar más alto, la universidad. Ya no existirá un nosotros, ya no serán más el gran cuarteto de tercero que hizo ganar dos veces el campeonato nacional.

El tiempo había pasado con tanta rapidez que olvido como comenzó aquella aventura, quizá el destino fue caprichoso para juntarlos a todos en el mismo lugar obligándolos a convivir, ser compañeros y en pocos años, ellos eran amigos aunque no es algo que todos los días se digan, quizá es algo que sólo ellos entienden.

Algo que quizá no olvidaba era lo descuidados que eran, cada uno a su manera rompía reglas o ni siquiera se esforzaba lo suficiente para mejorar. Años después los cuatro se lamentaban de aquella terrible actitud cuando tuvieron que lidiar con los niños de primero y segundo, realmente era un dolor en el trasero. ¿Cómo Asahi-san y Ennoshita-san pudieron con ellos? Y que decir del pobre director y su peluca que pagaron el precio de sus estupideces.

Quedo atrás aquello de 'los cuervos que no pueden volar', nadie en la prefectura se atrevía a usar esas palabras para referirse del gran Karasuno, desde su capitán Tsukishima Kei quien espantaba a todos con su altura y sus filudos comentarios; Kageyama Tobio quien dejo de ser el 'Rey de la Cancha' al 'Genio Armador del Karasuno'; Yamaguchi Tadashi, el especialista en saques; Hinata Shōyō el pequeño as que está dentro del top 3 de mejores jugadores y sin olvidar mencionar a su bella manager de cabellos rubios, Yachi Hitoka. Cada uno de ellos era reconocido en su escuela y en otras, desde Nekoma hasta el Shiratorizawa con quienes siempre reñía el puesto para ser representantes de Miyagi.

Las aventuras acabarían el día de hoy, muchos sueños se cumplieron y el ser los mejores de Japón fue el primero de ellos, pudieron demostrarles a todos que no era sólo un sueño tonto.

- ¡Hinata, estúpido! – Gritó el de cabellos oscuros a la par que le lanzaba su mochila que había olvidado en el salón.

- ¡Wahhh! Kageyama,¿acaso no tienes una mejor manera de dar las cosas?

- Paren par de idiotas, nos están viendo los de primero. –Ordenó el de cabellos rubios.

- ¡Tsukki! Dije que esperes por mí, tenía que despedirme de Yachi-san.

- Cállate, Yamaguchi.

- Lo siento, Tsukki.

- Ustedes son muy lentos, ¿saben cuánto tiempo los estuve esperando? – Refuño el bajito mostrando su molestia pero ninguno de los presentes le dio importancia.

- Es genial que hoy sea la última vez que los vea.

- Ekkk, siempre Tsukishima diciendo ese tipo de comentarios que arruinan el momento.

¿Qué es la amistad? Ninguno lo sabía o mejor dicho, ninguno de ellos sabía con exactitud la definición de esa palabra pero si estos lazos que tenían los cuatro no era esa llamada amistad, ninguno la necesitaba.

El cuarteto de tercero le dio la espalda aquel lugar donde el destino los había juntando, donde sus sueños se hicieron realidad y el lugar que tenía los más valiosos recuerdos que en su juventud crearon. Caminaron hasta la salida, quizá fue la nostalgia o algún sentimiento que los obligo a voltearse y ver por última vez a aquel lugar que todos llaman segundo hogar.


Corto, sin sentido.

Sorry, vevés. ; ;