Disclaimer: los personajes son propiedad de Masashi Kishimoto, la historia es completamente mía y prohíbo su plagio total o parcial.

¡Muy buenas y bienvenidos a un nuevo drabble! Me ha gustado mucho la pareja que hacen Gaara y Tenten, ¡se ven tan lindos juntos! Por ello decidí hacer este drabble, espero les guste.


R a i n


Gaara siempre había odiado la lluvia. Hoy llovía. Era día de escuela y para mejor: había examen.

¿Hace falta decir que para él, ya era un día de mierda?

Bufó y saltó otro charco de los tantos que habían por la vereda, su capucha casi se le volaba con el último ventarrón que había pasado, y realmente no le convenía que el cierre se le diera por romperse y perder el único medio que tenía para taparse y llegar completamente mojado a la escuela. Anko lo mataría si pisaba así su salón de clases. Soltó un largo y hondo suspiro, seguro ya no llegaría a la primera hora de clases, ya que la escuela aún estaba a siete minutos caminando y las clases iniciaban en, exactamente, cinco minutos.

Estaba, básicamente, jodido hasta las patas.

Anko no perdonaba ni un minuto de atraso, para qué hablar de otros profesores como Ibiki.

Fue planeando en su mente alguna excusa convincente de verdad, cuando de repente...

¡Cuidado! —giró para ver de donde vino ese grito. Vio a una chica castaña en una bicicleta. Bicicleta que iba a arrollarlo si no se quitaba o ella no frenaba.

No pasó ninguna de esas dos.

Gaara terminó en el suelo, el mojado suelo, con una rodilla raspada. Mientras la chica de la bicicleta seguía sobre su vehículo, mirándolo con preocupación.

—Lo siento —murmuró, se bajó de la bici y fue a ayudar al extraño que había atropellado.

—No hay problema —respondió, mientras se paraba y se ponía nuevamente en marcha. Ya se le secaría el uniforme, o eso esperaba.

— Oye —lo llamó, él giró a verla—, ten. Lo necesitas más que yo —le extendió un paraguas, él lo agarró al segundo. Cuando quiso agradecerle ella ya le llevaba media cuadra de distancia.

Llegó con tres minutos de retraso, tuvo la gran suerte de que Anko ese día llegaría tarde por lo tanto no le pondrían amonestaciones. Se sentó en su lugar acostumbrado, al lado de la ventana que daba a la entrada de la institución.

—Para la próxima debería avisarte que Anko llega tarde, casi te da un paro cardíaco cuando te atropellé —comentó Tenten riendo levemente—. Creo que aún tengo tu uniforme seco en mi casillero del gimnasio, ya vuelvo.

Gaara sonrió, ya tenía por costumbre que los días de lluvia ir tarde, encontrarse de algún modo a su novia por la calle dando por resultado un pelirrojo mojado y ella, el resto del día lo consentía como recompensa de su torpeza. Aún así no le gustaba la lluvia.

Los toleraba porque simplemente Tenten amaba oír el sonido de las gotas de agua caer por la ventana cuando dormían juntos por la noche.