Disclaimer: Los personajes son de J.k, no gano ni podría ganar nada con esto.
Domingo al mediodía, un momento especial para compartirlo con la familia y visitar a los parientes. Un día especial para que los parientes caigan en tu casa, sin avisar, y se coman tu comida.
-¿Y qué ha sido del primo Barny?- Pregunta la Tía Muriel mientras corta la chuleta que tiene en el plato como si el hacerlo fuera un arte muy delicado. La señora Weasley deja caer el recipiente lleno de sopa que en ese momento estaba trayendo de la cocina, las orejas del señor Weasley adquieren un tono escarlta y Ron se atraganta con el pedazo de pavo. Menuda cena que están teniendo. Harry mira alternativamente de los señores Weasley a Tía Muriel, por suerte y a pesar de la insistencia de la anciana, se ha sentado lejos de ella, no soportaría otra charla como la de la boda de Bill y Fleur.
-¿Barny?- Pregunta Percy extrañado mientras se limpia el labio con la servilleta, para luego dejarla sobre la mesa- Tía permítame decirle que aquí no... -No llegó a terminar la frase que George le había tirado un bollo de pan en la cara.
-Lo lamento Percy, hermano del alma- Dice éste mientras le hace una mueca a su hermano mayor.
-¿Hijo no conoces a Barny?- Pregunta molesta la hechicera escrutando al mayor de los hermanos pelirrojos con la mirada- Es inapropiado que no sepas de la existencia de uno de tus primos- Termina con aire solemne la anciana sirviéndose más tarde un vaso de jugo de calabaza.
-¿Barny?- Pregunta el secretario del ministro mientras frunce el ceño y se ajusta la montura de los lentes a la nariz.
-Ya sabes hermano, Barny James, me dijo que quiere estudiar para auror- Pronunció Ginny mientras le guiñaba disimuladamente un ojo e intentaba hacer que su hermano captase la idea.
-Pero yo no...¡Auch!-Exclamó ante el pisotón que le propinó Ron. Mirando a su hermano con el ceño fruncido vió como Ginny gesticulaba tratando de que la tía no la viese. Entonces allí lo entendió todo- Ah..., si, lo recuerdo. Lo lamento tía, pero debe tener en cuenta de que yo solamente lo he visto en una oportunidad, ya que es una pena, pero no asistí a la boda de mi hermano.-
-No te perdiste de gran cosa- Afirmó la anciana engulliendo aquel pedazo de chuleta, cuando terminó de masticar, limpió su boca con la servilleta e hizo un ademán con su mano restándole importancia, dejando relucir los anillos de rubíes, plata y oro que llevaba puestos.- Lo único interesante fue la túnica de Lovegood ¡Deberías haber visto como se vistió! Cualquiera diría que es uno de esos payacos.-
-Payasos- Corrigió amablemente el señor Weasley-
-Como sea Arthur- replicó la anciana- La cuestión es que parecía un ... bueno no diré demente, porque lo es, aunque ya lo sabe todo el mundo, claro está.-
-Yo no pienso que los Lovegood sean dementes- Exclamó Harry molesto, enseguida sintió la mano de Ginny que se encontraba sentada a su lado, alzó su vista y vió la mirada de advertencia que le dirigía su novia.
-Que ciego estás querido- exclamó la anciana mirándole con lástima- Los Lovegood están chiflados cariño, ya deberías darte cuenta.-
Harry ya iba a replicar cuando la señora Weasley, previniendo la tercera guerra mundial, anunció la llegada del postre.
-¿Postre suizo querida? Engorda demasiado y yo no puedo comerlo, creí que te había puesto en la carta que te mandé por lechuza cuales serían las comidas adecuedas para el menú- Dictó la mujer pasada en años meneando la cabeza de un lado a otro.
Molly resopló- Lo lamento Muriel, pero además de a ti, a nadie le gusta el budín de repollo.-
-Si, lástima que este lado de la familia no tenga tan buen gusto- Se lamentó la anciana.
-Pero señora Muriel, debe de tener en cuenta de que no todos deben de compartir sus opiniones- Objeto sabiamente Hermione, quien estaba sentada a su lado. Se produjo un silencio sepulcral en la mesa, semejante al preludio de una gran batalla, pues se avecinaba una. La pequeña Granger había metido el dedo en la llaga y ahora tendría que aguantarse las consecuencias.
-Lo lamento querida- Comentó aquella mujer mientras le dirijía una fulminante mirada- pero deberías de saber que aquel postre contiene muchos carbohidratos, no creo que quieras ser más gorda de lo que ya eres.-
Hermione frunció el ceño, ¿Más gorda de lo que ya era? ¡Esa mujer era ciega! ¿Cómo no hiba a estar gorda si se encontraba embarazada?
-Bien, bien, bien- interrumpió el señor Weasley poniendo un poco de orden- Tía ahora comeremos el postre suizo, luego prepararemos el tuyo-
-Esta bien, Arthur, querido. Háganlo mientras yo retoco mi maquillaje.-
En cuanto la anciana desapareció por la puerta y todos se cersioraron de ello, George se paró de su silla y preguntó -¿Quién diablos la invitó?-
La tembloroza mano de Ron se levantó en el aire. Todos los ojos se clavaron en él.
-¿Y qué?- Se defendió molesto- Es insoportable, no lo niego, pero después de todo es familia. ¿Acaso no decían tú y Fred eso acerca de Percy, George?-
-Si- afirmó, molesto- Pero yo no traía a una vieja gruñona e inaguantable para demostrale si he tenido éxito o no con mi vida.-
-¿Pueden parar?- Rugió la señora Weasley mientras llevaba algunos platos al lavadero con la varita- Ya es suficiente con aguantárnosla a la tía Muriel para soportarlos a ustedes pelear-
-Hay que planear algo para que se ofenda de vuelta y se valla- concluyó Ron.
-Ah no, ustedes no harán nada de vuelta.- Exclamó Molly sirviendo el postre.
-No creo que la quieras aguantar en alguna otra cena o en Navidad- Dijo George, escéptico.
-O en año nuevo- agregó Ron terminando de engullir su porción de postre
-O cumpleaños, casamientos, bautismos, días del niño, día de gracias, etc. Porque si es así yo diría que hasta papá se querría ir de casa con tal de no ver a su tía.- Pronunció la pequeña Wealey mientras se miraba las uñas de las manos.
-Ginny- La reprendió el señor Weasley.
-¿Qué? Estoy diciendo la verdad.-Cuestionó ella poniendo cara de niña que no ha roto un plato en su vida.
-Ya llegué queridos, Molly en mi recorrido hacia el baño no he podido dejar de notar que la decoraciónm de la casa no es para nada armoniosa, tal vez deberías de contratar a algún decorador mágico, si quieres te puedo pasar el número del que utilizaron los Malfoy. Obviamente es muy caro pero si quieren puedo hacerles un préstamo con tal de que esta casa se vea decente. George querido, ¿Por qué tienes la boca tan abierta? Es asqueroso, y se te puede entrar una mosca mientras lo haces, eres un Weasley, no una rana.-
-Claro tía- dijo el susodicho saliendo del shock- Obviamente quiero al decorador de los Malfoy. Ya veo mi apartamento, todo verde y plateado, con calaveritas decorando el lugar.-
-No te olvides de las serpientes- Agregó Ron divertido para luego recibir la mirada de reproche de Hermione.
- Te sentirás como en casa George- Comentó alegremente Harry- Volverás a tu hogar, la sala común de Slytherin, tal vez Pansy Parkinson te valla a visitar amigo.-
-Si- Pronunció George fingiendo estar impaciente.
-¿Has elegido a la joven Parkinson como acompañante? Personalemente opino que tu elección es excelente, es una mujer exquisita. Obviamente quise emparejarla con tu hermano Ron, pero ya ves que él la prefirió a ella- Opinó mientras señalaba con la cabeza a Hermione, quien bufó al ser tratada tan despectivamente.
-¿Muriel que has hecho de tu vida útimamente?- Preguntó nerviosamente el señor Weasley mientras retiraba los platos-
-Oh he releído el libro de Skeeter sobre Dumbledore, el mejor ejemplar que he leído en toda mi vida.-
Harry en aquel momento apretó tanto los puños que se le volvieron blancos.
-Ya está el postre- Interrumpió la señora Weasley trayendo una fuente de vidrio cuyo contenido era una masa color amarillo-verdoso.
-Madre yo la corto- anunció Ginny ceremoniosamente.
- Ginny tú siempre tan refinada- Aprobó la anciana dándole una ligera sonrisa.
-Aquí tiene tía -dijo pasándole el plato, cuando Ron apróximo su mano hacia éste, George se la golpeó, el menor de los Weasley, contrariado y fulminando a su hermano con la mirada, retiró la mano.
Tía Muriel mientras tanto masticaba feliz aquel postre, pero unos minutos después de haber tragado el primer bocado se levantó rápidamente de la silla y corrió con todo lo que le permitía la edad hacia el baño.
-¿Ginny?- Preguntó dudosa la señora Weasley-
-Lo lamento mamá- respondió ella lo más solemne que puedo e intentando conterner su risa- La verdad que esa mujer es insufrible, además George me dijo que si lo hacía me daría el treinta porciento de las ganancias de Sortilegios Weasley durante seis meses y esa es una oferta que no puedo rechazar.-
-¿Y qué le pusiste?-Preguntó Harry.
-Laxante- contestó Hermione por su amiga.
-Exacto- respondió Ginny con una sonrisa.
-¿Qué es eso?- Preguntó curioso el señor Weasley.
-Es una toxina muggle - dijo Hermione mirando a los muchachos con el ceño fruncido.- Provoca diarrea, entre otras cosas.-
-Una obra maestra George, Ginny- Aprobó Ron, sonriendo de oreja a oreja.
-Veremos si siguen pensando eso cuando laven el inodoro a mano- Sentenció la señora Weasley dirjiéndose al baño a auxiliar a la anciana.
Un silencio sepulcral se produjo en la mesa, semejante al que se produce cuando se es conciente de que uno va a su propia sentencia de muerte.
Como estoy con bloqueo mental agarré esto que lo tenía en un borrador y lo arreglé un poco, no es la gran cosa, pero es lo que hay.
Muchas gracias a quienes me dejan review :3 Tardo en contestarlos porque casi nunca abro mi e-mail pero un día tengo que sentarme y abrirlos :D
Ojalá tengan una muy buena semana
Besos, Laura .
Editado 27/09/08
