Capítulo 01: .El Demoño.

No entendía como podía habérsele escapado, aunque no estuviera a su nivel. Si la misión, no se realizaba bien esa noche no se lo perdonaría. Se encontraba en la oficina. Observando como su Ama, miraba con los brazos cruzados un retrato donde se dibujaba a su padre. Cruzando, los brazos.

-¿Has entendido, como será la misión? –le, recordó.- El demoño, podía mudarse de cuerpo. Tienes que asegurarte de que este dentro de su cuerpo cuando le mates. –dijo, su Ama.-

Quien habia pasado una noche, terrible. No solamente, por cuanto le habia escuchado decir a Alexander Andersong hace unos días atrás sobre ella. Si no también, por la idea en sí. Debía, volver a encontrarse con ella pero no estaba segura con la idea. Ni sabía si estaría lista, para enfrentar una situación así.

-Por otro lado, ella llegara esta noche. –dijo, ella.-

El, se acomodó el sombrero. Sonriendo alegremente.

-Hooh… ¿La pequeña, Laura Wingates? –Adivino.-

Asintió. Mirando, a su sirviente fijamente.

-Asegúrate, de que llegue a salvo aquí. –Ordeno.- No sé porque vendrá aun, pero ella todavía no lo sabe. –le, recordó.- y ellos, le están buscando. –dijo, finalmente.-

Y su sirviente, se inclinó en una gran reverencia ante su Ama. Tras, desaparecerse. Se apareció, en el bosque. Comenzando, a caminar hacia la capilla donde antes habia encontrado al demoño. Verse obligado a ir a buscar a una niña, durante su misión no era cuanto el comprendía como trabajo. Pero, se quedó con lo primero cuanto dijo su Ama: Asegúrate, de que llegue a salvo aquí mientras, partía primero en búsqueda del demoño. Suponiendo, que cuando le fuera a buscar el aroma en su sangre se parecería mucho al de su hermana mayor y que no tardaría en reconocerle con facilidad.

Entre tanto, una joven caminaba hacia la capilla. Siguiendo, las instrucciones de un mapa que se encontraba mal hecho. Sus padres, le habían dicho mal en donde quedaba la mansión y ella no tenía ni idea de que en Londres las mansiones se encontraban lejos de los cementerios. La verdad, cuando ese lugar debería darle escalofríos caminaba despreocupadamente entre las lapidas y cada tanto se inclinaba gracialmente ante ellas para ver algún nombre en alguna de ellas…

Y estaba en eso, cuando se encontró con un hombre completamente vestido de rojo que se inclinó ante ella y que miro sorprendido cuan idéntica era a su hermana mayor. Sus mismos cabellos, sus mismos ojos, y sus mismos rasgos. Le llegaba, casi hasta los hombros y su hermana probablemente le pasara solamente por una cabeza. Era, muy pálida y parecía cansada.

Claro, la joven habia estado tan emocionada con la idea de viajar desde Londres a Buenos Aires para encontrar ese trabajo en las fuerzas armadas que servían a su majestad del que habia escuchado una bacante como secretaria que no se habia imaginado que esa noche seria, la noche de Walpurguis y menos hubiera imaginados que la unidad Hellsing estaba en acción. Justo, por la zona donde ella caminaba gracialmente. Como si los muertos, fueran divertidos.

-Em… -murmuro, la joven.-

El, estallo en una carcajada ante la idea de que la hermana menor de su Ama le quisiera preguntar cómo llegar. Pero al escucharle reír así, la joven retrocedió. Ella, se acomodó la manga perteneciente a su camisa blanca sobre una pollera hasta los tobillos que llevaba en color violeta oscuro y sus zapatos quebraron una rama cuando para sentirse más tranquila sintió sobre su mano la punta de una cuchilla.

-Es una hermosa noche, ¿Verdad? –murmuro, el.- Una de esas noches en las que me den ganas de beber sangre… -dijo, el.-

La joven, le miro firmemente y le arrojo el cuchillo directamente en el corazón. Pero, cuando se lo arranco aun con una sonrisa en la cara le dejo ver como su tez se regeneraba bajo la herida mientras reía y retrocedía.

-Tú… ¡No eres, humano! –Adivino.-

Y siguió, corriendo…

-No se hiere a los familiares, hermanita. –Se burló, imitando el tono de su Ama.-

Y riendo, se dispuso a seguirla mientras veía a la joven entrar a una catedral aparentemente completamente vacía. Donde, vio una cruz en el altar y retrocedió como si ella fuera un demoño. A la joven, le aterraban las iglesias y no porque no le gustaran. Si no, porque los símbolos religiosos siempre habían despertado sus peores miedos…

-La iglesia, siempre abre sus puertas a la gente con problemas… -dijo, una voz grabe desde el centro del corredor.-

Y un sacerdote, se apareció frente a la joven para satisfacer aún más sus miedos esa noche y casi extraño sus tantos libros sobre vampiros… mientras se encaminaba hacia el altar, en donde tenía abierta la Biblia y eso le resulto mucho más raro aun ya que sabía que los protestantes siempre la cerraban después de sus sermones.

-¿Padre? –murmuro, confundida.-

Mirando, a su alrededor. El lugar, a oscuras…

-Todavía eres una joven mujer. Tan fresca, y llena de vida… -murmuraba, el.-

Y la joven, lamento haber tirado de tal forma su cuchilla. Aunque no estaba segura en realidad de si se hubiera atrevido a sacarlo en una iglesia les temiera tanto como les temiera desde el accidente que habia vivido durante su pasado.

-Pero el demoño del infierno, te ha asustado… -continuo.-

La joven, pestañeo.

-¡Pobre, niña… -tercio, ridículamente.-

Y ella, se ofendió. Odiaba, que la llamaran niña y que le creyeran alquilen quien no podía manejar semejante situación por su cuenta… como siempre habían hecho toda su vida, sus padres adoptivos. Quienes pensaron al principio que era extraño que alguien de apellido Hellsing le enviara por correo unos pasaportes y le esperara con una habitación en la Organización que servía a la Reina Victoria. Pero, allí estaba y solo le quedaba encontrar dicho lugar.

-¿Es usted, el Sacerdote? –pregunto.-

Confundida, porque no usara la túnica blanca como era habitual además.

-Soy solamente una persona que da consejos a los más débiles. –dijo, el.-

Apoyando su mano derecha, sobre su corazón.

-Me dijeron, que habia un sospechoso y que probablemente sería… -dijo, la joven retrocediendo.- pero, usted es normal. –murmuro.-

El sacerdote soltó una carcajada.

-Te refieres a esos ghouls, que encontraste fuera… -dijo, haciendo una pregunta retórica.-

La joven, asintió.

-¿Ghouls? –murmuro.-

Quería, ver que le respondía. Porque sabía mucho, sobre demonología. Además, eso le contestaría a su pregunta de si era el o no el culpable. Dependiendo, de cómo se comportara. Por más que sabía que haciéndolo, se arriesgaría.

-Su sangre, fue alimento de los vampiros. –Comenzó, a explicarle a la joven.- Solo son cadáveres animados que existen únicamente para servir a los vampiros. –dijo, sonriéndose.-

La joven, palideció cuando le miro…

-¿Vampiros? –murmuro.-

Pero su voz, resonó en todo el salón.

-Así, es. Los vampiros no aceptan a todos los humanos. –dijo, el.- por, ejemplo… -murmuro.-

Extendió, su mano hacia ella y la joven sintió como sus fuerzas le abandonaban cuando dejó caer su mapa y fue arrastrada hacia los brazos del extraño hombre que le abrazaron y por más que intento liberarse de ellos no lo consiguió…

Entre tanto, fuera de la catedral Integral Hellsing cubierta por una capa sobre su traje miraba enfadada hacia las fuerzas armadas que le cerraban el paso. Habia visto correr a su hermana hacia allí y sabía que allí se encontraba el demoño. Pero, el jefe de dicha unidad del vaticano se acercó a ella mirándole fríamente.

-Nuestras unidades, se encargaran de sacarle de allí. –Decía, el ridículo hombre.- Ya que esta noche, es nuestro área. –le, recordó.- Sir Integral Wingates Fairboox Hellsing… -tercio, el hombre.- ¿No fue la primera, en recordarnos que no nos metiéramos en áreas que no nos concernía a nosotros!? ¿¡Eh!? –Dijo, riendo malévolamente para su vergüenza.-

Mientras, ella rodeaba su arma con una mano que temblaba de ira hasta que escucho una voz en su cabeza que todos fueron capaces de oír:

-Yo, iré… -dijo, Alucard riendo a carcajadas bajo la luna llena.-

Y dichose esto, todas las armas fueron apuntadas hacia la nada en la catedral. Todo el vaticano, movía nerviosamente sus armas murmurando cosas. Sin tener la más mínima idea, de a donde debían dispararle al enemigo que habia ingresado a su área sin autorización alguna de la reina Victoria.

Integral, sonrió.

-¿No le dijimos, que no se metieran en nuestro área cuando es algo que no les concierne? –Dijo, sacando su revolver preferido y apuntándoselo a la cabeza.-

Dispuesta, a disparar al hombre ante cualquier orden que diera mientras este centraba sus armas en el revólver y cada tanto miraba desde el mismo despreciablemente a la jefa de su organización enemiga hasta que rendido cerro los ojos y levanto su mano derecha.

-¡Bajen las armas! ¡Ahora! ¡No hagan ningún movimiento, hasta que saquen al demoño! –Grito.-

La joven, bajo su arma solo cuando estuvo satisfecha. Pero aun así, se quedó allí cruzando sus brazos. Para vigilar, la situación.

-Así, esta mejor. –dijo, finalmente.-

Y le dedico una mirada, a la sombra que comenzaba a cubrir la catedral con nerviosismo al reconocerle…

-Déjeme, ir… -susurro, débilmente la joven.-

Mientras, sus ojos se le cerraban por el esfuerzo de mantenerse despierta cada vez más...

-Por tu cuerpo corre una sangre tibia, que es increíblemente dulce… -murmuro, a su oído.-

Y la joven, seguía intentando moverse inútilmente…

Y estaba por clavar sus Colmhillos en su cuello cuando perdió la concentración y la joven se sobresaltó al escuchar que alguien rompía la cerrada puerta de la catedral dándole una fuerte patada (que se habia cerrado y trabado segundos antes por el frio viento…)

-¡Es, suficiente! –dijo, una fría voz al hombre.-

Y se encontró, con la silueta de la persona a quien habia arrojado su cuchilla en el bosque mirándole desde el agujero que habia hecho para entrar en la puerta…

-¡Imbécil! –rugió.-

Y la joven, se sobresaltó.

-¿¡Quien, eres tú!? –pregunto, el.-

Enfadado.

-Mi nombre es Alucard. –Se, presento.- Soy solamente una herramienta de la agencia de operaciones especiales, Hellsing. –Murmuro.- Yo dispongo, de la basura. –dijo, dedicándole una mirada furtiva.-

Rio, a carcajadas.

-¿Basura? –Rio.- ¿¡Agencia de operaciones, especiales!? –Tercio, en un tono burlón.- ¿¡Te has vuelto, loco!? –murmuro.-

Entre, risas…

-¡No, tu eres el gusano que está loco! –Le dijo, Alucard.- ¡Mírate! –Murmuro.- Ese atuendo barato, ni siquiera es digno de un carnaval. –tercio.-

Y la joven, no pudo evitar soltar una risita.

-¿Qué crees que estás haciendo? –Dijo, dando un paso hacia delante.- Usando las túnicas de un sacerdote, ni siquiera conoces el significado de vergüenza. –continuo, avanzando hacia el.- ¡Eso, es lo que te hace basura! –añadió.-

Mirándole mal, de pies a cabeza.

-¡Puedes morir ahora! –Grito.-

Chasqueo los dedos y un montón de ghouls comenzaron a dispararle. Cayo, hacia delante y su sangre comenzó a resbalar por el piso hasta los pies del "sacerdote." Que reía a carcajadas mientras el hombre moría.

-¡Solo, son tonterías! –exclamo.-

La joven, cerró los ojos con fuerza y suspiro por un momento…

Pero cuando le escucho reír en la oscuridad vio como sus partes se volvían a unir y la sangre disminuía desde el piso hasta desaparecer en el mientras reía cada vez con más fuerzas y con más ganas a carcajadas que llegaron a escuchar quienes se encontraron fuera de la catedral y ante ellas se estremecieron. Soltando todas, las armas.

-¡No puede ser… -murmuro.-

Cuando, al abrir los ojos la joven le vio nuevamente en pie…

-¡Las armas, son inútiles contra mí! –grito, el.-

Levantándose, correctamente…

-Eres un… ¡malditos, ghouls! ¡Mátenlo, ya! –Grito.-

Pero el, saco su propio arma…

-: ¡Armas, ordinarias… -murmuro.-

Y empezó a dispararles a todos los demás Ghouls hasta que solo quedo él y a quien apunto su arma…

-Ustedes los vampiros instantáneos, son unas cucarachas… -dijo, mientras cargaba su arma.- Multiplicándose por todas partes, antes de que te des cuenta… -murmuró.- No soporto, a su tipo. –Tercio.- ¡Vampiros mediocres, sin el más mínimo respeto a sí mismos… -continuo.- ¡Ni siquiera, saben lo que son! –se, burlo.-

Riendo…

-A propósito, tengo mis razones para servir a los humanos… -le, conto.- Pero obviamente no es una historia, para basura como tú. –dijo, apuntando su arma hacia el.-

Y el miro a la joven que seguía debatiéndose entre sus brazos intentando salir…

-Una cruz de plata de la gran iglesia Lanchester fue fundida en los cartuchos de 13mm de este arma… -dijo, el.- Así que relájate. ¡Y ve al cielo, para siempre… -dijo, apuntando a su cabeza.-

Para no dañar, a la joven.

-¡Ella, es la única sobreviviente humana… -dijo, levantándole hasta ponerla cerca de su corazón.- Sé que no puedes, dispararle. ¡Eres sirviente, de los humanos! –dijo, riendo estúpidamente.-

La joven, le sintió mirarle y entonces le devolvió la mirada… le costaba respirar por cómo, le sostenía pero pese a eso se dejó caer en el único brazo que le sostenía mientras el extraño murmuraba cosas que los dos se dedicaron a ignorar…

-¿No somos los dos, vampiros? Los humanos son criaturas inferiores. Inferiores, en todos los aspectos. –reía, el.- Si… me deberías ayudar a escapar. –Le dijo, el muy cobarde.-

Mientras, nos mirábamos en silencio los dos. Hasta, que él lo rompió…

Mientras, pensaba:

Se me escapo la otra vez, porque estaba muerto. Se mudó de cuerpo, cuando le dispare y cuando la herida sano en su cuerpo inmortal el muy patético volvió a su antiguo cuerpo de nuevo. Si le dejo escapar, utilizara el primer cuerpo vivo que encuentre a su alrededor y si no le disparo de todas formas morirá… -pensaba, mientras le miraba seriamente.-

-Joven… -murmuro.-

Lo suficientemente bajo, como para que solamente ella lo oyera sobre lo que decía…

-¿Si… -murmuro.-

Palideciendo.

-¡Escúchame! –Grito.- ¿¡Me estas, escuchando!? –volvió, a gritar.-

Pero otra vez, le ignoro.

-Te voy a disparar en el pulmón… -murmuro, preocupado.- La bala te traspasara y dará en esa basura de vampiro… -le, explico.-

El vampiro, se sobresaltó.

-Espera… ¡Espera, un minuto… -dijo, el.-

En una voz, temblorosa. Pero, nuevamente sin ningún resultado porque otra vez le ignoro.

-¿No quieres, morir ahora? –Pregunto, ahora.- ¿Quieres, venir conmigo? –murmuro.-

Volvió, a mirarle en busca de ayuda…

-Mira, tú… -dijo, el otro.-

Enfadado…

-No voy a obligarte… -dijo, recordando lo que habia hecho la noche anterior en su mente.- La decisión, es tuya… -le, recordó.- ¡Responde! –pidió.-

Todavía apuntando firmemente con el arma, a donde se disponía a dispararle a la joven…

-Si… -dijo, finalmente.-

Y entonces, disparo…

El sacerdote, se convirtió en cenizas detrás suyo y la joven grito cuando cayó al suelo y la sangre comenzó a resbalar por su cuerpo…

Ahora, se arrodillo junto a la joven, y le tomo delicadamente entre sus brazos sonriendo por un momento…

-Recuerda, que tú has elegido esto… -murmuro, sonriéndole.-

Y la joven, también sonrió sin poder evitarlo. Pese a sentir un horrible frio y a estar manchada completamente en su propia sangre mientras sus fuerzas se debilitaban cada vez más…

La joven, no podía dejar de mirarle encantada mientras le sostenía entre sus brazos y se sintió extraña cuando nuevamente le sonrió.

-Uno normalmente, cierra los ojos… -le, recordó.-

Y la joven, le sonrió nuevamente…

Y después de clavar sus Colmhillos en su cuello y beber completamente su sangre le beso y le dio un beso ensangrentado…

Integral se habia cansado de esperar. Cruzaba sus brazos, dándole la espalda a la catedral mientras fumaba aun oculta bajo su capa negra mientras las unidades del vaticano se retiraban ya que habían recibido una penalidad de la Reina Victoria por encontrarse durante su misión en zonas que no les concernían cuando su organización estaba en plena misión y estaba sonriendo al recordarlo cuando escucho unos pasos muy familiares resonando en la acera hasta acercarse a ella…

Vio entonces que cargaba a su hermana dormida entre sus brazos envuelta en una túnica negra y sonrió por un momento. Pero cuando se detuvo frente a ella cruzo sus brazos y volvió a tornar su expresión seria.

-Misión, completa. –Murmuro, Alucard a su Ama.- Toda actividad de los objetivos, ha cesado… -dijo, ahora sonriendo.- El poder limitado abierto ha sido completado…

Ella, suspiro pesadamente.

-Ocupaste mucho tiempo, en un solo objetivo… -murmuro.-

Lo recordó, de repente.

-¿Y los sobrevivientes? –pregunto.-

Recordando, a las personas que se encontraban desaparecidas desde el accidente en la catedral. (Ignorando, que eran los que se habían convertido eh ghouls) y ahora, mirando preocupada a su hermana menor al recordar que ahora se habia convertido en una de ellos.

-No hubo, sobrevivientes… -dijo, mirando a su hermana sonriendo.-

Y cuando miro con los ojos centrados como Alucard besaba la frente de su hermana menor le miro enfadada y grito un:

-¡TARADO, ¿¡QUE DIABLOS, ESTUVISTE HACIENDO!? –Que hizo, que todas las unidades se voltearon hacia los otros dos.-

Y que volviera a centrar los ojos en su hermana, cuando esta ante semejante grito por su parte se terminó despertando y al verle por un momento se desmayó…

Ella pensó que tendrían tiempo de conversar cuando se encontraran de nuevo. De que podrían hacer todas las cosas que no habían podido hacer, durante todos esos años juntas y de que por fin podria explicarle la verdad de lo ocurrido a alguien pero ahora que les tenía enfrente suyo de toda la lista de cosas que se le habían ocurrido hacer con ella cuando llegara se tacharon la mitad y se redujeron en una sola cosa: Debo enseñarle… ¿A ser vampiro!?

-NOTA DE LA ESCRITORA: ¡Hola a todos! Déjenme, presentarme… Soy la hermanita menor de Anabelle Snape. Mucho gusto! Pero como yo (Aunque también soy fanática de Harry Potter y de Severus Snape :3 soy más del anime y del Gore pero hace tiempo quería escribir algo de Hellsing (Que es nuestro anime favorito por cierto, ya que el gusto ella me lo contagio) heheheh y por eso de que me ayudo a hacerme el usser y todo eso le dedico este relato de mi Fick a ella ya que las dos somos fans de Integral y aparecerá mucho por aquí xd me encanta sentirme, Hirano xd Por eso Wingates y espero que les guste mi primer relato. Perdón por no ser tan experta aun. No es mi primer Fick pero si es el primero que subo (Ya que he sido brutalmente obligada por mi hermana, después de que el primer capítulo le gustara tanto) he y como excusa para que me deje un rato la pc lo deje. Espero que les guste (ya que es una gran viciosa la señorita "Yo-Soy-La-Preferida-de-Mi-Padre-Porque-Siempre-Hago-La-Tarea" (Que gran, mentirosa…) y mientras va a hacerla espero recibir algún review diciéndome sus opiniones ;) o alguna idea. Lo que quieran ;) ¡ah, y se me olvidaba! Voy a agregar los ussers de las ficks que leo antes de dormir en el móvil cuando tenga mas tiempo.

-Arigatoo a todos y gracias por pasar a leer-