¡Hola!

Ahora me encuentro en esta sección, de hecho fue la razón por la que me di de alta en esta página ¬¬' así que ya era hora que nuevamente me apareciera aquí…

Bueno pues esta es una historia que me ayudó a crear mi hermana (le encanta el Taiora) y está dedicado a ella y a todos los admiradores de esta pareja.

Como ya se dieron cuenta este fic no será del todo alegre… o bueno está bien admitiré, lo que pretendo es hacer un fanfic triste que al momento de leerlo de verdad tengas ese sentimiento de tristeza; nunca he escrito un fic o una historia de este tipo así que este es mi primer intento y de verdad espero no decepcionarlos y menos a quien me ayudo a inventar esta historia, mi Cuiji ;-)

¿Listos? pues empecemos, espero que sea de su agrado...


*Nota: Ya saben, Digimon no me pertenece pero hago fic´s como pasatiempo…

"No quiero estar sólo"

Quédate a mi lado*

Aquella escena definitivamente se quedaría grabada en su mente por mucho tiempo y no era porque debía ser algo que quisiera recordar o por ser un gran día por haber logrado algo que se había propuesto y había conseguido… definitivamente daría cualquier cosa para no estar en esa situación, hasta su propia vida estaría dispuesto a dar con tal de no estar viviendo esa escena tan desagradable… ¿su propia vida?… sí, definitivamente estaría dispuesto a darla pero en esos momentos parecía como si en realidad la estuviera perdiendo y su vida colgara de un hilo que tarde o temprano se rompería en un abrir y cerrar de ojos. No cabe duda, nadie te puede asegurar que tienes la vida garantizada y que ésta te durara una eternidad, nadie te puede jurar que por ser joven tienes toda una vida por delante y nadie te asegura que por ser anciano el día de mañana no despertaras.

La sala del hospital permanecía en silencio, como era costumbre lo único que se alcanzaba a distinguir eran los pasos de los doctores que llegaban a atender a sus pacientes que estaban más graves para poder atenderlos lo más pronto posible y así no tener que dar una noticia desagradable a la familia del enfermo; esto era lo que menos quería nuestro castaño… simplemente quería despertar de esa pesadilla, no podía creer que estuviera en esa situación, era ilógico que a su corta edad se tuviera que enfrentar una escena tan difícil… perder a un ser querido, una conocida, una compañera, una amiga… no era solo eso ó no lo era para él, simplemente con esa pérdida una fracción del él se esfumaría y nunca más se volvería a llenar, definitivamente su vida no sería la misma.

-Despierta, por favor despierta- susurró el castaño mientras recargaba su frente en ambas manos.

-¿Alguna novedad?- preguntó Hikary sentándose al lado de su hermano observando su rostro de preocupación deduciendo que aún no había noticias.

-No, todavía no, el doctor dice que no ha despertado ni ha reaccionado.

-¿Sus papás?

-Salieron a tomar algo, bueno su papá obligo a la Señora Takenouchi a que fueran a comer, estuvieron toda la noche y deben descansar además no habían comido nada desde ayer en la mañana.

-Entonces tú estás aquí para cualquier cosa.

-Sí, esa es la intención

-Aún no llegan los demás, acabo de marcarle a Yamato, está ensayando pero ya está por terminar y cuando lo haga se vendrá junto con TK, Mimi viene en camino, Joe e Izzy siguen en la escuela y del resto… no los he podido localizar.

-Lo que importa es que ya saben la mayoría y no tardaran en llegar- dijo Tai retirándose las manos del rostro y caminando hacia la pequeña mesa que se encontraba a pocos metros del él y se acercó a tomar su dinero para comprar un café.

-Te acompaño- dijo rápidamente su hermana poniéndose de pie.

-No, lo mejor es que te quedes aquí por si hay alguna novedad.

-De acuerdo- asintió Kary no muy convencida.

-No tardo- dijo su hermano dirigiéndose a la salida.

-¡Tai!- grito la castaña para que su hermano volteara – ya verás que todo saldrá bien… es solo cuestión de tiempo.

-Espero que tengas razón- se limitó a decir el chicho sin muchos ánimos y con la cabeza un poco baja continuo caminando.

Al poco tiempo de que Tai regresara al hospital Mimi entró lo más pronto posible; le pidió al chofer estacionara el carro en un lugar seguro porque probablemente estarían ahí mucho tiempo, llegó corriendo hasta la sala de espera preguntando por la pelirroja y al llegar al piso donde se encontraba Kary y Tai un sentimiento de tristeza la invadió, no pudo evitarlo y una lagrima rodo por su mejilla, se acercó a los dos y con un cálido abrazo se soltó a llorar provocando que Kary sollozara y Tai empezara a derramar lagrimas. Poco a poco Mimi dejó de llorar y se separó de ellos secándose los ojos que tenía completamente rojos, con las manos que apenas le respondían.

Después llegaron los papás de Sora a saludar calurosamente a Mimi y se quedaron hablando con ella para comentarle como habían sucedido las cosas puesto que la ojimiel no estaba en su grupo no se enteró hasta que las clases terminaron y no tenía mucho tiempo de que le habían hablado para darle la terrible noticia. La chica solo se contuvo las ganas de llorar, al igual que sus amigos debía permanecer fuerte para darle valor a los papás de su amiga además de que ya había llorado y por un tiempo las lagrimas dejaron de brotar, pero un golpe muy duro dejó salir lagrimas de sus ojos al enterarse que su mejor amiga Sora… estaba en coma…

******Flash Back

Sora se encontraba cerca de un árbol que le brindaba una agradable sobra, sentada en una banca alejada de la cafetería pensando en un millón de cosas que provocaban que la chica mostrara una sonrisa de vez en cando o simplemente mirara al cielo como si éste le diera la respuestas a todas las incógnitas que le llegaban a la mente, pero todos estos pensamientos se esfumaron al oír la voz de su amiga.

-¿Estás bien?- preguntó la castaña de caireles sentándose al lado de su amiga.

-Si ¿Por qué la pregunta?

-Porque estás aquí sola y todos sabemos que el único que en ocasiones se pone así es Matt.

-Puede que tengas razón- comentó Sora con una sonrisa discreta.

-¿En qué piensas?-pregunto la castaña con curiosidad mirando el rostro de su amiga.

-En muchas cosas, como que ya se acercan las vacaciones, el cumpleaños de Tai, los exámenes, el concierto de Matt, el negocio de mi mamá… en fin.

- Te he visto muy distraída últimamente.

-Es normal, ya ves que tengo muchas cosas en la cabeza.

-¿Segura que es sólo eso?

-Segura, Mimi ¿Alguna ocasión te he mentido?

-No que yo sepa- contestó la castaña recordando las pláticas que había tenido con Sora.

-Y esta no sería la ocasión…

-De acuerdo, como digas- dijo Mimi no muy convencida viendo como su amiga dejaba de mirarla para enfocar su vista en el árbol que estaba a pocos metros de ella.

-Bueno en realidad es que no se cómo hacerle con los gastos, debo comprar un regalo para el castaño de pelo alborotado y las entradas para el boleto del concierto.

-Sora sabes que no debes preocuparte por ello…

-Gracias Mimi pero yo me las debo arreglar… sé que puedo ahorrar lo suficiente para los dos eventos es sólo que tengo que privarme de muchas cosas esta ocasión.

-Como digas – dijo derrotada Mimi – pero recuerda que yo puedo ayudarte en los gasto o si tu intención es ahorrar yo puedo ayudarte en comprar las cosas que necesites par que no tengas que privarte de tus gustos.

-Lo tendré en cuenta y si se presenta la necesidad no dudare en pedir tu ayuda.

-Para eso somos las amigas, para estar siempre que nos necesitamos… dar consejos, un abrazo…

-Y en tu caso prestar dinero- las dos chicas soltaron una pequeña risa.

-Si no necesitas nada más te dejo hay un trabajo que debemos hacer pero me di una escapada porque te vi muy sola.

-No te preocupes, te dije que estoy bien.

-Bueno confiare en ti, cuídate nos vemos a la hora de la salida- se despidió afectuosamente Mimi pero al darse la vuelta una cara de tristeza se apodero de su rostro, sabía que Sora mentía pero no pretendía obligar a su amiga a que dijera la verdad.

Sora se quedo más tiempo sentada contemplando el cielo y de repente miraba a algunos chicos que se hacían bromas cuando salía de sus salones; cuando pudo percatarse de la castaña que está haciendo un cartel para su exposición y no muy a lo lejos logró notar la presencia de un castaño con un peinado muy peculiar que realizaba unos movimientos muy buenos con el balón de futbol, la pelirroja volteo lo ojos y con un gran suspiro se paró de la banca y comenzó a dirigirse a su salón, no faltaba mucho para que sonara la campana. Sora empezó a caminar despacio, eran muchas las preocupaciones que tenía en la mente pero por más que insistieran Mimi o Tai ella no se las diría… no quería que sintieran miedo, impotencia o tristeza; era mejor para todos que no supieran la triste realidad… los día de la pelirroja estaban contados.

******End of Flash Back

-Ahora entiendo porque estos últimos días estaba muy seria en la escuela- dijo Mimi mirando al suelo al oír la explicación de los papás de Sora.

-Es fácil de entender, lo que menos quería es que nos pusiéramos mal al saber que su enfermedad había empeorado- dijo Kari al ver que su hermano se levantaba del sillón.

-Voy a la entrada del hospital Tk y Matt acaban de llegar…

-Te acompaño

-De acuerdo, pero sólo tú para que los señores Takenouchi no se queden solos- dijo Tai al ver que Kari se ponía de pie.

Los chicos llegaron a la entrada del hospital a esperar a los dos rubios y cuando ellos entraron un silencio los invadió y se limitaron con mirarse a los ojos y dirigirse al piso donde estaban los demás, fue hasta cuando estaba en el elevador que Tk preguntó por su amiga y por el tono de voz del castaño se dio cuenta de que las cosas no habían mejorado. Matt por otro lado a pesar de que era fuerte o que simplemente aparentaba serlo no pudo evitar hablar con la voz un poco temblorosa al llegar a la sala de espera donde estaba Mimi y los papás de su amiga, ambos rubios se dirigieron a los señores y les dieron un fuerte abrazo conteniéndose las ganas de llorar a excepción del más chico puesto que no pudo evitarlo y al momento de darse la vuelta para no verle la cara a los papás de Sora dejó que una lagrima rodara por su mejilla pero esta se detuvo por el dedo de Kari que con una sonrisa débil y con los ojos rojos impidió que el ojiazul llorara.

Estuvieron un buen rato en la sala de espera aguardando a que llegaran los demás para mencionarles la situación de su amiga y aunque fuera difícil de creer los chicos ya no pudieron llorar, ya lo habían hecho durante toda la mañana y las lágrimas ya no podían salir; la tristeza que los invadía seguía siendo enorme pero cada uno de ellos tenía fe… fe de que su amiga se aliviaría y que en cualquier rato despertaría y todo volvería a ser como era antes, tenían la esperanza de que en cualquier momento ese capítulo tan desagradable se desvanecería de su mente puesto que la pelirroja nuevamente estaría con ellos viviendo nuevas aventuras, disfrutando la escuela, las fiestas… su juventud, su compañía… su grandiosa vida.

Después de un rato todos los amigos de la pelirroja se dirigieron a casa, desafortunadamente no habían llegado los demás, pero los chicos que se encontraban en el hospital se pusieron de acuerdo para darle la noticia a los demás, aunque la forma de serlo tendría que ser le menos fuerte posible, sobre todo para el más pequeño de ellos a quien por un momento duraron en decirle sobre la situación.

Los chicos se encaminaron a casa debido a que la mayoría de ellos vivían relativamente cerca se acompañaron la mayor parte del tiempo ya que Mimi pudo acercarlos por mucho a su s casa; tratando de no recordar la situación por la que estaban pasando se fueron conversando sobre algunos temas pero desafortunadamente el recuerdo llegó a la mente del chico de tez morena al entrar a su casa y al notar que sus papás aun no llegaban de la casa de sus tíos.

-Necesitas comer algo, no has comido nada desde que llegamos al hospital ni creas que se me ha olvidado- regañó Kari a su hermano mientras él se sentaba en la sala sin prestar demasiada atención al comentario de su hermana.

-¡Yagami Taichi te estoy hablando!

-Yagami Hikari te estoy escuchando.

-Si dices que me escuchas ¿Por qué no haces caso a lo que te digo?

-No tengo hambre y lo sabes- dijo el chico recargándose en el respaldo del sillón –la notica me afecto mucho…

-Tai…

-Tú sabes lo que siento por ella… Kari respóndeme ¿Crees que es fácil aceptar que estás perdiendo a una persona con la que has compartido muchas cosas?

-Tai, sé que no es fácil pero…

-¿Crees que es fácil perder a una chica que conociste desde pequeño y que ha estado contigo desde el momento en que se conocieron?

-Losé Tai pero debes ser fuerte…

-¿Es fácil perder a la chica que te hace sentir especial por el simple hecho de regalarte una sonrisa, por el hecho de que nunca te ha dejado, que te ha dado consejos y que tanto se ha involucrado en tu vida que el simple hecho de saber que cuando llegue el momento en el que ella se vaya todo se te esfumara de las manos?

-Lo siento Tai es solo que pensé que pues ella ya no te…

-¿Gustaba?- suspiró el castaño y agachando la mirada con los ojos rojos terminó por decir –ya te diste cuenta que ella nunca dejó de ser algo especial en mi vida y eso implica que ella nunca ha dejado de gustarme- después el chico se levantó del sillón y se dirigió a su recamara –Cuando lleguen mis papás diles que estoy dormido que estuvimos mucho tiempo en el hospital y necesitaba descansar… ellos entenderán- Tai se encaminó a su cuarto y con los ánimos por los suelos pudo llegar a su recamara y sollozar por un buen rato.

Hikari al notar la gran tristeza que su hermano estaba cargando en esos momentos decidió entrar a su cuarto pero al oír el sollozo de su hermano prefirió quedarse en el pasillo y recargada en la pared hizo lo mismo hasta llegar a su habitación donde después de un gran rato se quedó profundamente dormida… habían sido demasiadas sorpresas ese día.


Mimi estaba sentada en el suelo recargando su espalda en la base de su cama mientras sostenía un lindo tigre de peluche el cual era el favorito de Sora ya que cada vez que llegaba a su casa era el muñeco que abrazaba para poder desahogarse de los problemas de la escuela o de la casa o simplemente lo sostenía para jugar con sus finos bigotes.

La castaña no pudo evitar levantarse y sentarse en el sillón que estaba en la gran ventana (parecida a un balcón) y con el muñeco en las manos deseó que ese horrible sueño se desvaneciera y todo volviera a ser como era antes, cerro lo más fuerte que pudo sus ojos pidió una y otra vez que todo eso fuera sólo una horrible pesadilla luego con una lagrima que resbalaba por su mejilla derecha y mirando hacía la luna mostró una pequeña sonrisa al recordar algunas diabluras que había hecho en compañía de su amiga y volteando hacía la puerta se dio cuenta que sin ella se quedaría sola, puesto que como las dos eran hijas únicas se buscaban mucho y que con esa pérdida no sólo se iría una gran amiga sino también…alguien que bien podría considerar su hermana.

-¿Por qué no dijiste nada?- se preguntó Mimi aún con el muñeco en las manos y con los ojos cristalinos, arrojó el muñeco a la cama sin mirar el lugar donde había caído.

-Mi intención no es recordarte por un muñeco… ¡yo te quiero a ti, a ti y sólo a ti!- dijo la chica el recargarse en sus piernas y al admirar el enorme patio que se apreciaba desde su ventana.

-Sora… no nos dejes- se limitó a decir la chica antes de recostarse en su cama y agarrar nuevamente el muñeco al cual apretó fuertemente antes de quedarse dormida.


-¿En realidad te has vuelto tan fuerte como para no llorar en una situación tan difícil?- preguntó el menor de los rubios al notar que su hermano sólo llegó a su departamento para sentarse sin mostrar tristeza por la chica.

-¿Quién dice eso?

-Es lo que aparentas- dijo Tk al sentarse al lado de Matt.

-Desde que mamá y tú se fueron ha ocasionado que se me haga más difícil mostrar mis sentimientos- dijo Matt mirando con los ojos rojos a Tk y después de un suspiro continuó diciendo –no es lo mismo vivir con una mujer que te protege y que enseña a mostrar tus sentimiento sin importar los que sean a vivir con tu papá que trata de hacerte de un carácter difícil para que nada pueda lastimarte-

-Te has vuelto como una piedra…

-Takeru…- suspiró el chico de ojos azul zafiro –eso es lo que más quisiera en estos momento pero no puedo, no puedo… ¡No puedo!- dijo Matt antes de pararse y acercarse a la larga cortina guinda que cubría la gran ventana que mostraba la calle.

-Desahógate, es lo que te hace falta- dijó Tk al poner la mano en el hombro de su hermano

-¿Por qué maldita sea?... ¡Porque tenía que ser ella!

-Matt llora, en lo que necesitas.

-Suenas igual que mamá.

-Es lo que he aprendido, también que en momentos como este es mejor no guardar esos sentimientos… terminarán por hacerte daño si es que no logras llorar.

-Creo que tienes razón- dijo Matt con una lágrima en la mejilla y mirando a su hermano con los ojos rojos comenzó a llorar débilmente.

-Tranquilo ya se pasara.

Matt comenzó a llorar en silencio y abrazó a su hermano fuertemente, había aguantado demasiado tiempo y necesitaba desahogarse con alguien por un buen rato y para su fortuna ahí estaba el "pequeño" chico de ojos azul cielo que nunca lo dejaría solo ya que a él no le importaría quedarse un buen rato… también estaba muy sentido claro que no podía compararse al dolor que tenía Tai o Mimi pero sabía que ese sentimiento no se iría fácilmente y como desafortunadamente era una pena que compartía con su hermano tenía que estar con él porque era una situación que debían compartir los dos para que no fuera tan difícil de superar.


°°°°°°°°°°° Al día siguiente

En la escuela todo seguía normal los maestros no tuvieron problemas al impartir sus clases a pesar de que ellos sabían las condiciones en las que se encontraba Sora ya que esto no tenía que interrumpir con las clases por más delicado que fuese el tema. La sensación de que algo malo pasaba con la pelirroja podía sentirse en su grupo y sobre todo se sentía con la actitud del castaño que no podía evitar reflejar ese dolor en su rostro, por más que quisiera era inevitable, él sabía que la chica no estaría en su salón tomando clases por un largo tiempo…

Cuando la clase de historia comenzó a hacerse una carga Tai se recargó en el pupitre y con los brazos cruzados suspiró procurando poner la mayor atención que pudo, pero terminó haciendo garabatos en su libreta y recordando lo que haría su compañera, volteo por reflejo pero se había olvidado que ella no estaba.

****** Flash Black

-Despierta- dijo susurrando la pelirroja aventando una bolita de papel a la nuca del chico.

-¿Por qué debes tener un buen tino?- dijo en voz baja el chico sobándose y agarrando la hoja.

-Han sido tantas veces las que te he tenido que despertarte lanzándote hojas de papel que ya hasta he tomado práctica.

-Se nota- dijo el chico poniendo atención a la clase y haciendo un dibujo en la hoja de papel y la devolvió.

-Supongo que eres el muñeco de cabellos parados que se está sobando la cabeza.

-Intento de.

-Bien chicos pues la clase ha terminado no olviden su tarea para la próxima semana sobre la revolución Rusa y los chicos que vayan a exponer sobre la revolución de Corea quiero su información más tardar… en dos días, sí el miércoles está bien, bueno jóvenes no vemos el jueves para terminar con la guerra Rusa… ¡hagan su tarea!- dijo el maestro mientras recogía sus cosas y se retiraba del salón.

-¿Cómo que ya se te hizo costumbre arrojarme bolitas de papel no crees?- preguntó Tai volteando a platicar son su amiga.

-Pues veamos… práctico tiro al blanco y cuando la clase me empieza a aburrir se me olvida tratando de atinarle a tu nuca-

-Es bueno pero no para mi nuca-

-¿Quién te manda a sentarte frente a mí?

-No, más bien… ¿Quién me manda a ser tan irresistible?

-¡En tus sueños!- dijo la chica con una sonrisa en el rostro agarrando sus cosas para cambiar de salón.

-¡Admítelo, me adoras!- dijo Tai siguiendo a su amiga.

-¡Claro Taichi, como digas!- dijo divertida la chica dirigiéndose al otro salón.

-¿Qué harías sin mí?- preguntó Tai siguiéndole la corriente.

-¿Qué harías tú sin mí?

******End of Flash Back

-¿Qué haría yo sin ti? Fue algo que nunca pensé que llegaría a preguntarme- dijo Tai dejando de hacer dibujos en su libreta.

-Tai pon atención- comentó un amigo a oír el comentario del castaño.

-Lo sé Masato pero no puedo dejar de pensar en ella.

-Tai… si sigues así vas a bajar de calificaciones.

-Es lo que menos me importa en estos momentos.

- Pero es algo en lo que debes enfocarte si no quieres reprobar alguna materia este mes.

-Masato tiene razón Tai, es inevitable sacarte a Sora de la mente pero debes poner atención a la clase para salir limpio este mes- comentó una chica de cabello negro y ojos cafés de nombre Rina.

-Rina…

-Perdón Tai pero es la verdad, te aseguro que a Sora no le hubiera gustado verte así.

-Rina síguele diciendo cosas para que este pelos necios entienda- comentó el chico castaño de ojos verdes que ponía atención a la plática.

-Gracias por tratar de levantarme los ánimos Masato- dijo un poco sonriente Tai bajando la cabeza con una sonrisa discreta.

-Chicos pongan atención a la lectura porque si no el maestro nos va a sacar- dijo Rina tomando el libro entre sus manos localizando el párrafo que leía una compañera en voz alta.

-De acuerdo Rina… solo dinos en que parten van.

-Espero que la lectura te sirva aunque sea un poco de distracción- mencionó la chica al ver que Tai buscaba la pagina.

-Ojala… que de algo sirva la historia- dijo el chico con una sonrisa en el rostro localizando el párrafo.

Los chicos siguieron la lectura efectuada por varios de sus compañeros, para su fortuna la única que tuvo que leer fue Rina debido a que ella no se volvió a distraer tratando de levantarle lo ánimos al chico de ojos marrones; si ella no hubiera estado atenta a la clase probablemente el maestro les hubiera llamado la atención a los tres jóvenes porque n o era justo que por una jovencita se distrajeran tanto, era un caso delicado y por eso todos los maestros trataban de distraer a Tai de esos pensamientos… sabían la pena con la que estaba cargando…


Por otro ladouna chica que también había sufrido al recibir la noticia se encontraba en un gran salón practicando la última canción que ocupaban para montar una porra, pero por más que trataba de mantener su mente sólo en ello, un pequeño descuido hizo que una de las chicas se molestara y terminara llamándole la atención frente a todas las demás…

-¡Tachikawa, concéntrate! ¿O quieres tomarte un descanso y regresar cuando tu mente deje de vagar?- preguntó un poco molesta Natsuko la siguiente en rango en el equipo de porritas después de Mimi, quien se había equivocado al ver que su capitana no hacía los pasos indicados.

-¡El hecho de que seas capitana de porristas no te da el derecho de poder distraerte con cualquier cosa!- insistió la chica de cabello rojo y ojos azules recargando sus manos en la cintura.

-¡El hecho de que no sepas como se siente Mimi con la noticia de Sora no te da derecho a llamarle la atención de esa manera!- la defendió una chica rubia de ojos oscuros de cara muy tierna llamada Emi.

-Emi, no hay necesidad de estar peleando… lo mejor será que vaya a distraerme un poco para no distraerlas a ustedes - comentó Mimi con una pequeña sonrisa agarrando sus cosas y saliendo del salón.

-Mimi no te vayas, lo mejor es que te quedes con nosotros para que dejes de pensar en tu amiga- mencionó uno de los cinco chicos que se encontraba practicando con ellas

-Gracias por preocuparte Atshushi, pero Natsuko tiene razón y es mejor que los deje para que se puedan concentrar…

-Pero Mimi…

-Emi… dejen de preocuparse por mi y mejor presten atención a lo que les indique Natsuko… después de todo ella es la encargada de montar este número.

-Si gustas Tachikawa puedes quedarte, perdón por haber sido tan grosera pero no pensé que el problema de Takenouchi hubiera llegado tan lejos.

-Gracias Natsuko pero mejor voy a darme una vuelta, el día de mañana estaré mejor y practicaré el tiempo que sea necesario, además ya se los pasos por eso no hay problema.

-Perdón Mimi.

-No hay cuidado mejor practiquen mucho…- se limito a decir la castaña antes de salir de la vista de todos.

No era un buen momento para estar sola pero sabía que ella en estos momentos no estaba en la mejor disposición de estar practicando… sabía que los demás la entenderían y no se disgustarían con ella, al contrario tratarían de ayudarle para que pudiera superarlo pero en esos momentos ella necesitaba caminar y alejarse un momento de todos ellos, no era lo mejor pero necesitaba hacerlo por lo menos en la hora del ensayo puesto que no se perdería las clases…

Mimi caminó por el patio que se encontraba ocupado por los alumnos de nuevo ingreso, para su fortuna había pocos chicos que la conocían y como todos estaban ocupados se limitaron a saludarla de lejos así que la ojimiel pudo caminar tranquilamente hasta la jardinera donde para su sorpresa no estaba sola puesto que una melodía salía del lugar donde se encontraban las rosas de color blanco, la chica se encamino hasta el lugar y con una sonrisa discreta se acerco al chico rubio que se encontraba tocando la guitarra, también traía puestos unos audífonos que le impidieron oír que la chica se había cerca de él.

Era difícil que alguien sacara a Matt de su mundo cuando el rubio se encontraba tocando su guitarra y más cuando el ojiazul traía sus audífonos a un alto volumen que le impedía oír lo que pasaba a su alrededor, un momento de silencio en la pista pudo permitir que el rubio se percatara de que no estaba sólo, con un movimiento lento puso pausa a su reproductor, se retiro los audífonos y bajo la guitarra, giro su cabeza provocando que sus ojos se toparan con unos caireles castaños y con una chica de piel blanca vestida de porrista que se recargaba en su mochila mirando hacía la dirección contraría.

-¿Qué no deberías estar ensayando?- cuestionó sin interés el rubio.

-Tú lo dijiste… debería, pero no me siento bien para estar practicando.

-Y te corrieron…

Mimi se quedó viendo fijamente al rubio sin que este la viera; digamos que el rubio había dado en el clavo pero definitivamente no tenía tacto para decir las cosas… o al menos para ella.

-¿Siempre debes ser tan dulce y gentil en decir las cosas?-dijo ella en tono sarcástico.

-Que los demás sean gentiles contigo no significa que también deba serlo.

-Por lo menos un poco de delicadeza no te vendría mal.

-¡Calmada princesa!- dijo el rubio antes de ponerse de pie –un poco de dureza te hace falta ¿no crees?

La chica giró levemente los ojos; su intención no era discutir pero al hablar con el rubio era inevitable de hacer, no sabía de qué forma pero Matt siempre lograba ponerla un poco irritada pero terminaba tranquilizándose por la acción del chico.

-Entonces que… ¿Vas a quedarte ahí parada esperando a que me vaya para quedarte sola y seguir lamentándote o preferirás ir conmigo a caminar en lo que termina tu ensayo?- dijo el rubio agarrando su guitarra y poniéndose de pie.

-¿Lamentándome, de que hablas Ishida?- preguntó molesta la castaña.

-La noticia te ha pegado más de lo que tratas de aparentar en estos momento, tu siempre estas lista para ensayar con las porrista, entonces ¿Por qué hoy sería un excepción?… además lo que menos necesitamos en estos momentos es estar solos… incluyéndome- la chica lo miró fijamente a los ojos.

Lo dicho anteriormente por Matt era cierto y debía hacerle caso, además… ¿Qué esperaba hacer si se encontraba sola? El hecho de toparse con Matt hizo que ese recuerdo pasara a segundo término pero si él se iba significaba que lo único que tendría en mente sería la imagen de su amiga… no era algo fácil de superar, por alguna razón la pelirroja no quería que ellos se enteraran porque sabría cómo se compartirían sus amigos, el semblante de la castaña cambió repentinamente y el rubio pudo notarlo así que nuevamente intentó hacerla enojar para que ella saliera de sus pensamientos pero esta vez no funcionó…

-¡No es necesario que me recuerdes que ella no está, lo he tenido presente desde el día que fuimos al hospital!-

-¡Hey! no lo he dicho para que te alteres, ni mucho menos para que me reclames

-¡Parece que eso es lo que quieres! ¡No porque tú seas tan duro como una piedra significa que todos somos iguales!

-¡Yo no he dicho eso!

-No hay necesidad de que lo digas… con tu mirada y con… esa actitud basta.

-¡Oye, no por el hecho de que no me ponga a llorar a cada rato significa que la noticia no me duele!- rápidamente reclamó el rubio.

-¿Por qué no puedes ser como tu hermano, porque deben ser tan distintos?- preguntó con un poco de tristeza la castaña.

-Simple… porque uno debe ser fuerte para que el otro no se venga abajo, igual en el grupo de amigos… uno es el que debe ser así para no dejar caer a lo demás- comentó el chico antes de empezar a caminar y de limpiarse discretamente una lagrima que recorría su mejilla.

-Matt… ¡Matt, espera!, no pensé que tu actitud de "chico malo" haya sido por eso, eres un persona muy fría y esa actitud es común en ti- dijo Mimi una vez que había alcanzado al rubio.

-Pues esa en mi manera de ser Mimi y créeme me ha ayudado mucho.

-Sinceramente lo dudo, no deberías ser tan…

-Tan ¿qué?... en fin ¿no se supone que te ibas a quedar lamentando?

-Sí pero, prefiero no hacerlo.

-Bien, entonces caminemos antes de que empiecen las clases.

-Pero debo pedirte algo…- comentó la ojimiel ocasionando que el rubio prestara atención.

-¿Y qué es?

-No me hagas enojar… no pretendo estar amargada el resto del día- a lo que Matt mostró una sonrisa discreta y con un pequeño apretón de mano y cumplió con el pedido.

Y bien los chicos comenzaron a caminar por los jardines de la escuela antes de sentarse en una banca blanca debajo de un enorme cerezo que les brindaba una cómoda sombra, estuvieron ahí unos cuantos minutos porque no faltaba mucho para que empezaran las clases y aun que suene extraño el rubio cumplió con su palabra y no hizo ningún comentario que incomodara a Mimi para iniciar una discusión; simplemente se limitaron a hablar por un buen rato…


-Sora…- palabra qua salió en un hilo de voz de una chica sentada en las gradas de las canchas de futbol soccer.

-¡Yolei! te estaba buscando, ¿Qué haces aquí? Ken está preocupado, no te ha visto en todo el día- dijo Cody bastante agotado de haber corrido por todo el patio.

-Tranquilo Cody estoy bien.

-Por el semblante que tienes en la cara pareciera todo lo contrario ¿Qué sucede?- cuestionó preocupado el más pequeño del grupo.

-Nada, ya estaba un poco aburrida de las clases y decidí venir aquí… pareceré mentira pero me tranquiliza estar en lugares como éste.

-¿Lugares como éste? A ti no te gustan los deportes, para ser honesto no eres buena en ellos- menciono Cody bastante extrañado creando una gran sonrisa en la peli morada.

-¡Claro que no soy buena! Todo mundo lo sabe, pero me tranquiliza estar en lugares como este porque me recuerdan esos días donde todos estábamos reunidos- Cody la miró a los ojos sin entender muy bien.

-No será más bien que te gusta estar aquí porque ¿es donde entrena Ken?- preguntó con cara de pillo.

-En parte…-

-Ahora entiendo, te gusta estar aquí porque fue el lugar donde Ken te pidió tu primera cita y aquí fue donde en un día cuando lograron calificar para pasar a la siguiente ronda fue cuando pidió que fueras su novia- dijo muy alegre Cody ocasionando que Yolei se sonrojara y olvidara la verdadera razón por la cual estaba ahí.

-¡Óyeme niño que te sucede!- mencionó un poco nerviosa.

-Yolei todo mundo sabe que ya son novios aunque lleven muy poco.

-Tres semanas es poco.

-Pero te aseguro que durarán mucho, los dos se quieren bastante como para durar tan poco.

-Verás que duraremos mucho.

-¡Claro que durarán mucho de eso yo me encargo!- dijo muy alegre Cody convencido de que había levantado los ánimos de su amiga.

-Espero, sino ya tendré a quien reclamarle.

-¡No, no! Verás que no habrá necesidad.

-De acuerdo y cambiando de tema ¿no deberías estar en clase?- cuestionó Yolei divertida.

-Al igual que tú- dijo rápidamente Cody para ponerse en defensa.

-Yo no tengo por qué moverme, la clase que empieza es esta… deportes y ahora estamos viendo el futbol.

-¡No es justo! Yo debo llegar a mi clase de matemáticas… y no es nada divertida cuando el maestro te hace sufrir.

-¿Sufrir?- preguntó Yolei mirándolo fijamente a los ojos.

-Bueno… supongo que sufrir es mucho pero en verdad no me gusta su clase la hace bastante aburrida.

-Eso ya es diferente- Cody sonrió ante el comentario de su amiga y bajándose de las gradas sonrió.

-Yolei, espero que te vaya bien en tu clase aunque no metas un gol de batalla-se despidió calurosamente el castaño y se fue corriendo a su salón.

Hubo un momento de silencio antes de que llegara el grupo de Yolei incluyendo a Ken, él al ver a su novia sentada en las gradas corrió rápidamente a verla sin importarle que dejara sus cosas y las de ellas aventadas en el enorme patio; al ver su rostro la miró fijamente a los ojos y con ellos pudo comprobar que algo no estaba bien, su primer preocupación fue su relación pero al hablar con ella y asegurarse que esa no era la razón un escalofrío subió por toda su espalda y desafortunadamente supo la verdadera respuesta.

Ken ese día no entrenó, no estaba de humor para estar corriendo por todo el patio tratando de quitar en balón, ahora le correspondía pasar una de las grandes etapas que un noviazgo suele sufrir, estar con su chica en los buenos y en los malos momentos sin importar que tuviera que perderse de un momento de diversión. Ken sabía lo que implicaba dejar de hacer cosas por diversión… cuando su hermano falleció paso demasiado tiempo solo aun cuando fue el "Emperador de los digimons" ese vacío no se llenaba y fue hasta cuando una chica de cabello morado dejó a un lado todas las ideas absurdas que tenían sobre él y fue cuando nuevamente volvió a sonreír y la idea de vivir en soledad quedó derrumbada… todo gracias a ella, su compañera, su amiga… su novia.

Era el momento preciso para que ahora él demostrara que estaba convencido de querer estar con ella y que su chica siempre recibiría su apoyo sin importar la magnitud del problema aunque significara que él tuviera que fingir que la noticia no le afectara tanto para no dejar caer a su compañera.


Un mechón de cabello azul se movía cruel mente por la acción del chico de lentes, él corría velozmente para llegar a su clase de anatomía y que aunque era bastante grande aún olvidaba las cosas y esta ocasión había dejado su trabajo del sistema muscular en la pequeña mesa que está en su sala.

Joe llegó completamente agotado, había olvidado cosas, sí, pero en un aula o en el patio y recogerlo no era tan complicado… pero llegar a tu casa para poder entregar un trabajo por el cual no había dormido en dos días era algo a lo cual no estaba acostumbrado. El rostro del chico quedó en shock al ver una gran nota en el pizarrón "hoy no habrá clases, la maestra de anatomía no pudo asistir por motivos de fuerza mayor así que se solicita la presencia de los alumnos en el aula de usos múltiples para que puedan tomar nota del video que se presentara, por su atención y puntualidad gracias… atte: jefe de prefectura"

-Ya ves Joe, por eso no hago la tarea-se burló uno de sus compañeros al ver el rostro agotado de su compañero.

-Pero Joe ya no debe preocuparse por el trabajo que debemos entregar… él ya lo tiene- rápidamente lo defendió la chica de piel pálida, ojos verdes y cabello naranja.

-Y sale a la defensa tu eterna enamorada Joe- fue inevitable que comentara Raidon con una sonrisa malévola.

-Mejor vámonos a la sala de usos múltiples debemos llegar puntuales para que la maestra no nos baje puntos- mencionó la chica haciendo que Joe reaccionara y prestara atención a la plática.

-Si Joe, hazle caso a tu novia- terminó por decir el chico de cabellera negra antes de salir.

-No le hagas caso, sabes que sólo lo dice por molestar- añadió la chica ruborizada tomando sus libros y saliendo del aula.

-Será mejor que nos demos prisa-comentó el chico de lentes sin prestar atención a la reacción de su compañera.

-Hombres… es necesario que una chica linda le tenga que decir "me gustas" para que él se percate de ella a pesar de que una chica se lo demuestre- susurró una amiga de la ojiverde al ver la reacción lenta de Joe.

-Es Joe ¿qué esperabas Akemi?

-Pues que Joe no fuera tan despistado y se diera cuenta de lo que Yushiko siente por él, o ¿tú no quieres eso para tu amiga Tamiko?- preguntó la chica castaña de ojos azules.

-Claro que quiero que él se fije en ella, es sólo que con lo despistado que es… tendremos que hacer algo para que se dé cuenta que existe algo más aparte de los libros-

-Muy bien Tamiko, ya planearemos algo en la semana, porque de este semestre no debe pasar.

- ¡Tamiko, Akemi!- grito la chica de cabello naranja para que sus amigas se paran y fueran a clases.

Y así fue, los chicos del tercer semestre de medicina se dirigían a ver el video que pidió la maestra que mostraran debido a su ausencia, este duro la hora de clase y fue más entretenido que haber escuchado a la profesora debido a que últimamente estaba irritada por asuntos personales.

Después de esta clase los chicos pudieron descansar por lo menos 15 minutos antes de que llegara el profesor de la siguiente hora; lo que les alegraba el día era que una vez que terminara aquella clase podrían ir a comer algo, y era una muy buena oportunidad para que las amigas de Yushiko hicieran algo por ella o al menos eso creían…

Joe estaba caminando cerca de la banca donde estaban sentados sus amigos pero su caminar no era lento como de costumbre y la expresión del rostro mostraba, tristeza, sorpresa y preocupación…

-¿Cuándo paso?, ¿Dónde está?... ¿sus papás?, ¿Cómo está, quien está con ella?, Mal... di…ción… ¡Maldición!- exclamó con coraje el chico de lentes ante el teléfono mientras formaba un puño con su mano derecha.

-¿Tai por que no me dijiste antes?- preguntó enojado Joe una vez que tenía formado el puño en la mano –sabes lo importante que es para mí, al igual que todos ustedes…

-Bien... iré lo más pronto que pueda… perdón si soné grosero hace rato, es sólo que no puedo creer que ella este en esta situación; me duele saber cómo esta…- comentó Joe más tranquilo al haber asimilado la situación.

-Gracias por decirme Tai, nos vemos en la tarde; yo sé llegar… salúdame al resto y por favor… cuídate; tienes que ser fuerte- después de decir esto, el chico de anteojos se dirigió a la jardinera lejos de la banca donde estaba sentado antes; la notica igual que a los demás le había pegado mucho.

-¡Hey Joe!... ¿estás bien?- preguntó preocupado Shuto; amigo inseparable de Joe –Te veo… preocupado, distraído y triste… ¿Tu familia está bien?

-Sí Shuto, ellos están bien- afirmó Joe con la voz muy baja.

-Algo tienes, eres distraído, pero esta vez estas más que eso… Joe si hay algo en lo que podemos ayudarte no dudes en decirnos- dijo Shuto poniendo su mano en el hombro de su amigo mientras se aceraba otro de sus amigos.

-¡No estés triste viejo!, así nunca conseguirás novia… pensaran que eres gay- comentó Bokkai, un chico de cabellos chino y negro de ojos obscuros.

-Bokkai tiene razón, no debes estar triste… eso de gay la verdad no sé, conmigo eres normal, de hecho no creo que lo seas, y si no lo eres con esa cara no conseguirás chica… créeme- con un poco en son de broma dijo Shuto ocasionando risas entre los tres chicos y levantando un poco los ánimos del chico de cabello azul.

Finalmente los chicos se dirigieron a clases, aun faltaban muchas horas que cubrir, pero los ánimos de Joe no le permitieron poner atención a todas las clases y terminó saliendo rápido de la escuela… necesitaba verla, saber cómo estaba… sus papás… sus amigos… Tai...

El joven de lentes caminaba con un paso lento, más lento del que acostumbraba emplear; era normal a pesar de que sentía esa necesidad de estar cerca de ellos puesto que sabia a que se iba a enfrentar… una terrible noticia que a nadie le desearía; por mas que le tuviera coraje o reconocer; a nadie le desearía que le pasara algo semejante a lo que él estaba viviendo ese día, saber que podría perder a una de sus amigas era algo que le dolía demasiado… un dolor que hubiera querido que terminara rápido, la desesperación de saber que no podía hacer nada simplemente le causaba impotencia, impotencia al igual que al resto; una tristeza inmensa, una pena fatal…


¡Cielos! no puedo creer que haya escrito tanto aunque admito que mi intención era extenderme en estos capítulos pero no creí que podría hacerlo puesto que no soy muy dada a extenderme … O_o

Bueno pues nuevamente les agradezco por seguir leyendo las historias de esta novata que esperando no decepcionarlos ha creado esta historia dedicada a una persona muy especial… mi hermana y también va dedicado a un chico de su grupo que como me insistió para que siguiera con el fic por que sólo le mostré la primera parte y se quedó "picado" con la historia, en verdad grax a los dos XD

Vale hasta aquí les dejo, espero les haya gustado como mencione al inicio del fic es la primer vez que hago una historia de este tipo y por lo tanto no sé si de verdad les haya agradado, se aceptan comentarios, dudas y sugerencias… ya saben .

mi otro perfil :

L0ck*

¡Hasta la próxima!

P.D: Advierto; las actualizaciones no serán tan seguidas