Esta historia es el primer fanfic de Kaoru240. Yo, habiendo pedido prestado su historia, sus derechos de autor y demases, me tomé el atrevimiento de reescribir esta tierna y sentimentalista historia IchiRuki para todos ustedes y "retocarla" al mejor estilo MaryJu-chan.

Espero que lo disfruten, tanto como yo… :D

Humildemente pido que dejen sus reviews para saber si les gusta la redacción (en mi caso) y la historia (en el caso de Kaoru). Yo le haré llegar cada uno de los revs a ella, para que les conteste y para que esté totalmente al tanto de lo que suceda de ahora en más con esta bonita historia de amor.

Ahora sí, sin más preámbulos, los dejo leyendo.

Nota de Kaoru: hola como dijo mary-chan ella reeditara mi fic, tiene completa autorización mía, así que ni traten en acusarla de copiona o algo ¬¬ o se las verán conmigo, para mí es un gran favor el que me hace ya que igual pensaba editarlo, reescribirlo, porque no me gusta como quedaba y mary-chan se ofreció tan amablemente en reescribirlo, y la verdad le quedo mucho mejor de lo que me hubiera quedado a mi xD así que espero que les guste

Te extraño

Cada noche era igual allí. Todo estaba tranquilo y en silencio, y en esta noche en particular, ni los grillos cantaban a la Luna. Allí, en medio de la soledad de la noche, estaba ella sentada en el techo. Una enorme mansión alejada del tumulto de la Corte de los Espíritus Puros, se alzaba de todas las otras. Una casa grande, pero fría, y solitaria, como su corazón.

Su piel blanca como la nieve brillaba con la tenue luz de la Luna y su cabello negro se mecía graciosamente con la suave brisa llena de aromas sin significado… sus ojos delataban su tristeza mientras veía el cielo estrellado, que sólo la acercaba más a su recuerdo…

- Quisiera volver… pero… - suspiró - ¡No! ¡Tienes que ser fuerte y olvidarlo! – se decía a sí misma, queriendo autoconvencerse de que eso era lo mejor.

El cielo estrellado de esa noche como tantas otras, esta vez unía los pensamientos de dos personas. En otro lugar, muy lejos del que estaba aquella chica, un joven de cabello naranja, observaba detenidamente aquel enceguecedor titilar. Él estaba pensando en ella.

- ¿Por qué te fuiste? – suspiró - ¡Tonto! ¡Deja ya eso! A ella no le importo… - dijo desganado y bajó la mirada – Por algo se fue – también hablaba consigo mismo – Además… ¿de qué me quejo? Si siempre fui un idiota… No supe expresar lo que sentía… si tan solo – volvió su vista al cielo – Si tan sólo hubiera aceptado que… - hizo una pausa – Si tan sólo… me hubiera dado cuenta antes… que en realidad… la amo… si le hubiera dicho… ¡Idiota! ¡Deja ya eso! – se pegaba en la frente con la palma de su mano – Ella no me hubiera correspondido… si ella me quisiera… no se hubiera ido sin despedirse… - bajó del techo, como lo hacía cada noche y volvió a la frialdad de su cuarto.

Ichigo la extrañaba, y mucho. Extrañaba todo, sus peleas sin sentido, sus quejas, sus regaños… realmente extrañaba a esa enana del demonio. Y todo le recordaba que ella ya no estaba allí… su cuarto, el armario, el maldito chappy de la vidriera del negocio de la esquina, la escuela, el banco vacío de su lado… todo… Pero en especial el armario. Lo miraba, casi contemplándolo, cada noche… recordando que ella había cambiado su mundo lluvioso, que cuando ella estaba con él, podía sentirse completo, era feliz… pero, desde que se fue, en su interior hasta ese día soleado por, llovía con una fuerza devastadora.

Asomó su cabeza por la ventana, quería tomar aire fresco nuevamente ya que su cabeza lo había vuelto a remontar a su interior. En ese instante, una gota cae del cielo sobre su cabeza. Lluvia. 

Cómo odiaba aquel acto de la naturaleza. Cada vez que llovía sus recuerdos lo atormentaban. Siguió mirando cómo el suelo comenzaba a mojarse y esta vez, un cálido recuerdo apareció en su cabeza.

Ambos salieron de la escuela, como siempre, camino a casa. Pero, esta vez Rukia se veía rara.

- Ichigo, ¿podemos conversar? Necesito decirte algo importante

Ambos se acercaron a una plaza que estaba cerca. Se sentaron en uno de los bancos.

- Ya… ¿de qué quieres hablar? – le dijo serio. La cara de Rukia estaba un tanto preocupada y parecía que iba a decirle algo importante.

- Ichigo… yo… ehm…

- ¡Vamos Rukia! ¿Qué quieres decirme? ¡No tengo todo el día! – la cara de Rukia se volvió a una de enojo total.

- ¡Tonto! Yo quiero decirte algo y empiezas a molestarme

- Si. Porque te quedas callada y no me dices nada… sólo "ehm"

- ¡Bien! ¡Te lo diré! Lo que pasa… es… que… quería decirte que… yo…

En ese momento un torrencial comenzó a caer del cielo, interrumpiendo a Rukia. Los dos salieron corriendo del lugar. Corrieron hasta llegar a la casa de Ichigo. Rukia se veía triste. No había podido decirle lo que pretendía. Maldita lluvia.

- Dime – le dijo con mala cara

- ¡Idiota! ¿No ves que estoy toda mojada? Me tengo que bañar… y tú también ¡Tonto! – salió corriendo al baño, dejando una estela de gotas tras de si.

Los dos se cambiaron y estaban frente a frente, sentados en la cama de Ichigo. Él la miraba fijo, pero ella lo evadía.

- ¿Ahora tienes alguna excusa para no decirme lo que me querías decir?

- Ya no importa… De todas maneras no era muy importante…

La voz de Yuzu llamándolos a comer interrumpió aquella conversación.

Entró otra vez a su habitación y cerró la ventana. Se tiró en la cama y casi en un suspiro soltó un "Rukia" nostálgico. Esa noche dormiría con su recuerdo, otra vez…

Bien, hasta aquí el primer capítulo. Espero que les haya gustado y que les guste las dos cosas, la redacción y la historia.

Esperaré a que ustedes me dejen revs para seguir "reescribiendo" el resto de los caps. Realmente tengo fe en que dejarán sus mensajes para las dos :D

Gracias por leer y saludos! Que estén bien!

Gracias Kaoru!