bleach no me pertenece es propiedad de Tite Kubo... aquí esta mi historia, dedicado a los del grupo Ichiruki... Ino-chan... Mavis... Mal... Lucy... y demas XD espero leer pronto sus historias :v
El regalo perfecto.
Todo permanecía en aparente calma durante aquella noche, claro que lo mejor de la misma aun no comenzaba… en esa enorme casa se estaba preparando un gran evento, que si bien no era la primera vez que se organizaba algo en esa enorme mansión, era la primera vez que habría una gran noticia durante esas celebraciones poco "tradicionales" según la perspectiva de dueño de dicha morada.
Una pequeña figura permanecía mirando hacia el exterior en esa oscura y algo fría noche, entre sus pequeñas y delicadas manos sostenía una cajita que si bien resultaba ser algo simple ante la vista de quien la observara, en su interior contenía algo que sin duda era cambiaria algunas cosas por esos lugares.
-Kuchiki-san…- la joven se sobresaltó al escuchar el llamado del hombre que se encontraba parado en el umbral de la puerta- ya casi es hora… los invitados están comenzando a llegar- miró aun con la escasa luz que se colaba desde afuera lo que la pelinegra tenía entre sus manos- vaya… veo que lo has terminado, espero que todo el tiempo que invertimos en eso no sea en vano- una sonrisa se formó en el rostro de aquel joven recordando todas las veces que había tenido que ayudar a su amiga con "eso", esperando que todo saliera como ella quería.
-Ya no estoy tan segura ¿sabes?...- la pelinegra se dirigió hasta una pequeña mesita que tenía unos cuantos cajones y guardo la pequeña cajita en uno de ellos, ante este acto su amigo puso una cara de confusión, apenas en la mañana se le veía tan emocionada que no podía dejar de sonreír, pero ahora se le veía algo triste- ¿pasó algo?... no ha quedado como querías… ¿es eso verdad?-
La menuda mujer solo se limito a negar con la cabeza y pasar al lado suyo mientras le decía un "te veo más tarde" de la manera más monótona posible. Ishida Uryu no sabía cómo explicarse la actitud de su amiga, pero sospechaba cual podría ser la causa, si… definitivamente el causante de todo era un idiota con el ceño fruncido y una extravagante cabellera naranja. "ese idiota" pensó, de seguro con su gran bocota había dicho algo que hiciera que se fuera todo al carajo, pero no había remedio… ya se solucionaría aquello tarde o temprano… el pelinegro soltó un leve suspiro y se encamino hacia donde estaban reunidos esa noche.
…
Byakuya Kuchiki se encontraba sentado en una de las habitaciones de su espaciosa casa-mansión… meditando, o al menos tratando de tranquilizarse y no explotar y sacar a toda esa gente que no hacía más que armar escándalo y hacer escenas que según él, eran degradantes y vergonzosas, un noble no podía admitir semejante comportamiento, debía estar bajo el efecto del sake o algún Hollow cuando aceptó realizar semejante atrocidad en su casa.
Las locas de la asociación de mujeres Shinigami no le dieron opción, después de todo el ya formaba "parte" de ese club, muy a su pesar. Claro que era algo así como su deber, ya que aquel día debía suplir a Rukia en una de esas reuniones, pues al estar ella en una de sus "misiones" en el mundo humano consideraba que no podía deshonrar el apellido Kuchiki al no presentarse con aquellas locas.
-Kuchiki-sama, los invitados requieren su presencia…- uno se los sirvientes lo sacó de sus pensamientos, el noble simplemente le dio una mirada que le comunicaba que había escuchado lo que acababa de decir.
-En un momento iré, puedes retirarte- el sirviente se retiró no sin antes hacer una reverencia para luego alejarse por los largos pasillos de la casa.
Con un hábil movimiento se levantó y miró el lugar antes de seguir el camino por el que su sirviente se había ido.
…
-¡Hey Ichigo!...- un pelirrojo con un vaso de sake en una de sus manos y un trozo de carne en la otra se acercó hacia el nombrado- creí que no vendrías… te tardaste demasiado…-
-Cállate piña- el pelinaranja se limitó a fruncir el entrecejo mientras lo observaba detenidamente, se notaba que ese vaso no había sido el único que se había tomado su pelirrojo amigo- ¿te diviertes?... –
-Más que tú… ¡pues claro!… vamos Ichigo, es navidad, quita esa cara de estreñido que te cargas- le ofreció su vaso que aun seguía lleno con ese liquido transparente- bebe un poco de esto y te animaras un poco… ten, quien quita y te diviertas mucho esta noche… ¿eh?-
Al principio el pelinaranja no entendió lo que su amigo trataba de decirle, pero volteó a ver hasta donde su amigo miraba y calló en cuenta a lo que Renji le estaba insinuando, para nadie era un secreto que él y cierta Shinigami pelinegra eran pareja desde hacía unos años, si gracias a aquella "revelación" pudo admirar más de cerca, quizá demasiado cerca a Senbonzakura… y tuvo que reconstruir más de un edificio del Seireitei y de la sexta división.
De inmediato se tensó, a unos pocos metros de distancia se encontraba ella, hace algunas horas con gusto hubiese corrido hasta donde ella se encontraba, pero, en esos momentos no deseaba verla… había sido un tonto al ir a aquel lugar, "masoquista… eso es lo que eres Ichigo" pensó el susodicho, vio como ella se percató de su presencia y al intentar conectar sus miradas él la esquivo de inmediato.
-Debo irme… fue un error haber venido Renji…- Renji lo miró con algo de duda, pero no le dio más explicaciones y se encaminó hacia la puerta sin mirar hacia atrás en ningún momento.
-¡Hey… regresa aquí fresa!- que rayos le pasaba a ese idiota, acababa de llegar y ya se iba de ahí- maldición… idiota- fue lo único que exclamo antes de perderse entre el mar de gente que se encontraba reunida ese día.
En una esquina no muy lejana a donde se encontraba ese par de atolondrados hacía unos momentos, permanecía un pelinegro recargado sobre una de las paredes, platicando con una voluptuosa mujer de cabellera anaranjada, la plática era amena, hablaban de la decoración, la comida… si… la asociación de mujeres Shinigami se había esforzado y ni hablar de Byakuya Kuchiki como "patrocinador" del evento, en definitiva, esa noche buena sería la mejor que las anteriores… una de las razones era que en esa ocasión se celebraba en la sociedad de almas y todos se encontraban ahí reunidos.
Pero Uryu notó la huida del pelinaranja y la mirada de tristeza que Rukia le dio lo hizo enojar, que habría pasado para que esos dos estuvieran así, era normal que se pelearan y golpearan… pero jamás había pasado algo como eso, eso ya era algo serio… esa mirada de Rukia y esa actitud de huida de Ichigo era algo anormal, y descubriría lo que estaba pasando incluso si le sacaba la verdad a golpes al pelinaranja.
-Lo siento Inoue-san… regreso en un momento…- miró a la pelinaranja que tenia la mirada en su amiga que se encontraba a unos pocos metros de ellos- ¿por qué no vas con Kuchiki-san mientras regreso? , no tardare demasiado…-
-De acuerdo Ishida-kun, además Kuchiki-san se ve demasiado triste… y eso en su condición no es muy bueno, no te preocupes ve…- la muchacha le regalo una hermosa sonrisa.
-¿Lo sabes?... pero… ¿Cómo?... ¿te dijo algo no es así?- la muchacha se puso roja cual tomate y desvió la mirada algo avergonzada.
-Em… pues veras, yo…- jugaba con sus manos mientras intentaba articular palabra alguna- el otro día… lo escuche a ambos cuando hablaban y pues… no fue intencional Ishida-kun-
Ishida miraba a la joven con cierta ternura, sabía que no había sido su culpa… que fue un accidente. Pero en esos momentos eso era lo de menos, dejaría las preguntas para otro momento… necesitaba ir tras un idiota pelinaranja, Uryu le dio una sonrisa y salió tras Ichigo.
…
Las calles del Seireitei se encontraban vacías, tal vez todos se encontraban en la dichosa fiesta. Ichigo caminaba sin rumbo fijo con las manos en los bolsillos y con la mirada gacha, estaba tan sumido en sus pensamientos que no se percató de que alguien lo llamaba hasta que sintió como una mano lo halaba del brazo… cuando reaccionó miró desde donde la mano lo estaba sujetando hasta llegar al rostro de la persona. Frente a él se encontraba a quien menos quería ver, Ishida Uryu, el causante de su malhumor.
-¡Maldita sea Kurosaki!... llevo llamándote desde hace un rato imbécil… ¿tantas batallas ya te han dejado sordo?- el de lentes espero algún insulto o contraataque por parte de su amigo, pero éste jamás llegó, solamente notó la mirada que éste le daba- ¿hey Kurosaki… te encuentras bien?... ¿por qué me miras de esa manera?... todavía me tomo la molestia de venir por ti y ¿así me recibes?-
-Lárgate Ishida, te lo advierto…- sus manos estaban hechos puños listos para golpear al pelinegro frente a él- no me jodas de esta manera… ¿cómo puedes siquiera mirarme a la cara después de tu engaño?… -
-De que hablas Kurosaki… no te entiendo… ¿a qué engaño te refieres?- si antes Uryu no entendía el por qué de la actitud de su amigo… ahora menos, "¿Cuál engaño?" se repetía en la mente del Quincy.
-No seas hipócrita Uryu… creí que eras mi amigo… pero te metiste con lo que más me importa, dime cómo puedes mirarme a la cara ahora- justo en ese momento Ichigo tomó de la camisa al pelinegro con toda la intención de golpearlo- pero sabes qué… descubrí su farsa a tiempo, ayer cuando Rukia salió, la seguí- los ojos de Uryu se agrandaron- por tu cara de sorpresa imagino que no te esperabas que los viera… -
-No es lo que piensas Ichigo- "Ichigo" solamente le llamaba por su nombre cuando eran asuntos realmente serios- es verdad, ayer me reuní con Kuchiki-san- vio como el pelinaranja apretaba mas la mandíbula y con eso su agarre en su camisa- pero no es lo que crees… ella- pero no pudo continuar ya que un puño impactó sobre su rostro haciéndolo caer al suelo.
-Los vi… entraron a un lugar y salieron con unas cosas… luego fueron a tu casa y…- cerró los ojos mientras negaba con la cabeza procesando aquellas malditas imágenes que se repetían en su mente- y… no salieron sino hasta entrada la noche… dime ¿Qué quieres que piense al respecto?... ¿Qué durante esas horas solo se sentaron a tejer?-
El pelinegro soltó una carcajada ante lo dicho por su compañero mientras se limpiaba el hilillo de sangre que caía por la comisura de sus labios, le dolía y más aun por las carcajadas que daba. Eso enfureció más a Ichigo, además ¿todavía se atrevía a burlarse más de él?... eso no iba a permitírselo, sin previo aviso se abalanzó sobre el Quincy con la intención darle más golpes pero éste lo contuvo poniendo más fuerza y aprisionando una de las piernas del Shinigami sustituto con las de él.
-¿Por qué no dejas de ser un completo idiota por un momento y escuchas de una vez?... – no quedaba de otra, tendría que arruinar parte de la sorpresa que su amiga tenía preparado para el idiota que se encontraba sobre él- Kuchiki-san y yo… en verdad solo nos sentamos a tejer durante toda la tarde… - vio cómo la expresión del pelinaranja cambiaba del odio luego al enojo y por último a la confusión.
-Pero qué rayos dices Ishida… ¿esperas que me crea eso… me crees tan estúpido?- se levantó de encima del pelinegro y se sacudió la ropa.
-Entonces ¿prefieres que te diga que ella y yo pasamos una tarde de pasión desenfrenada y que ambos lo disfrutamos mientras nos reíamos de ti?...- la mirada del pelinaranja se ensombreció de nuevo- porque es justamente lo que NO hicimos… eres un completo imbécil… ¿Cómo puedes desconfiar de ella?... no sé qué rayos te vio pero si de algo estoy seguro es que te ama… tanto como tú la amas a ella-
Un pequeño rubor se instalo en la cara de Ichigo, aun era muy penoso al hablar abiertamente de su relación con la pequeña Shinigami… no eran la típica pareja que se demostraba abiertamente su amor a todo el mundo, claro que no, ante los demas seguían siendo el par que siempre peleaba y se golpeaba por casi cualquier tontería, aunque claro que ambos no eran de piedra y de vez en cuando se robaban uno que otro beso en público o se tomaban de las manos; sin embargo a solas podían demostrar cuánto se amaban, él bien lo sabia… llevaban casi cinco años de relación y claro que ya habían "avanzado" en la misma.
-Cállate Ishida…- se tomó de sus anaranjados cabellos mientras se ponía de cuclillas en el suelo- la he cagado Ishida… si antes me amaba… ahora ya no pienso lo mismo… ayer cuando ella llegó… yo… le grité cosas de las que ahora me arrepiento.-
-¿Qué hiciste Kurosaki?-
-flashback-
El pelinaranja se encontraba sentado en su cama, la habitación se encontraba a oscuras… hacía una hora que había regresado de la casa de Ishida, donde vio que Rukia entraba justo como los días anteriores. Desde hace unos días que la notaba algo rara, se veía diferente y la notaba más nerviosa…pero cada vez que preguntaba ella le decía que no pasaba nada.
El sonido de la puerta abriéndose lo regresó a la realidad, vio como una pequeña sombra entraba a la habitación… él y la pelinegra Vivian en un pequeño apartamento, no pensaba vivir toda su vida con su atolondrado padre ya tenía 21 años y comenzaba a ejercer su profesión como doctor, además su pequeño sueldo como Shinigami sustituto no le caía nada mal.
-Creí que ya estarías dormido Ichigo- Rukia se fue directamente al baño para cambiarse de ropa- ¿has cenado ya?-
-¿Dónde estabas?-su voz era ronca pero algo fría.
-Em… bueno, fui al centro comercial a ver unas cosas… ya sabes mañana es 24 de diciembre y pasado navidad, así que quería comprarle algo a nii-sama y a Renji, además de que también quiero obsequiar algo a Ukitake Taicho- no quería verse demasiado nerviosa frente a él pues no quería más preguntas por parte del chico.
-¿Toda la tarde?- el pelinaranja se levantó de la cama y se puso frente a ella buscando su mirada, pero ésta solo rehuía al contacto.
-Bueno no… hubo unos cuantos Hollows por la zona y tuve que encargarme de ellos- otra mentira mas… no quería arruinar la sorpresa.
-Qué raro no sentí ninguna presencia fuera de lo normal… ninguna elevación de reiatsu Rukia…- sus ojos le suplicaban que le dijera la verdad- así que mejor dime en donde y con quien estuviste…-
-¿Qué quieres decir Ichigo?... – acaso el dudaba de ella… ¿pensaba que lo estaba engañando?- acaso piensas que yo…-
-¿No piensas contestar? Te hice una pregunta… o acaso piensas que soy tan estúpido como para no darme cuenta que Ishida y tu tienen algo- sus facciones se endurecieron al decir aquellas palabras, el solo imaginarlos juntos le llenaba de odio y repugnancia.
-Como puedes pensar eso… ¿de donde sacaste algo tan estúpido como eso?- Rukia trató de acercarse a él pero Ichigo se aparto de ella- yo sería incapaz de algo como eso, menos ahora que…- pero no continuo ya que Ichigo a interrumpió.
-Los vi… esa tarde estaban juntos y fueron a su casa y… - apretó los puños- ahora vienes a estas horas de la noche… dime ¿cómo no quieres que piense eso de ti? Si todo me indica que fue lo que pasó… no eres más que una…- en ese instante la pelinegra estampo su pequeña mano sobre la mejilla del pelinaranja sin darle oportunidad de dejarle terminar lo que le iba a decir.
-No lo digas… ni siquiera lo pienses Kurosaki, sal de aquí… dormirás hoy en el sillón y mañana arreglaremos esto- una pequeña lagrima resbalaba por sus rosadas mejillas pero no dejaría que el llanto se hiciera presente… era una Kuchiki después de todo pertenecía a una de las casas nobles de la sociedad de almas y no demostraría su debilidad ante un humano, aunque este fuera Ichigo Kurosaki ya que en ese momento no le daría el gusto de verla de esa manera y menos por él.
El pelinaranja no dijo nada y solo mantenía la mano en su mejilla mientras salía de la habitación que compartía con pelinegra, se fue hasta la pequeña sala y se tiro en el sillón que era un poco más pequeño que su cuerpo… no se dio cuenta en qué momento se quedó dormido, pues al abrir los ojos al día siguiente notó que en el apartamento estaba solo él… entro a la habitación y la vio vacía, pero en uno de los muebles se encontraba una nota que decía "no se quedara así… necesito hablar contigo… estaré esperándote hoy en la mansión de nii-sama… la fiesta es a las 7:00 tu familia también ira, estaré esperándote."
No sabía qué hacer, ir con ella o dejar las cosas como estaban… después de pensar en ello toda la mañana se decidió por la primera opción.
-Fin de Flashback-
…
Rukia se encontraba sentada en una de las habitaciones de la mansión frente a ella tenía la vista del hermoso jardín, el aire fresco de la noche la reconfortaba un poco, aun podía escuchar el bullicio de los invitados, había estado hablando con Inoue durante todo ese tiempo, pero debido a que últimamente no se había sentido muy bien decidió retirarse del lugar dejando a su amiga con la compañía de una Matsumoto algo ebria que servía sake a todos los invitados… y a una pelirrosa muy entusiasmada viendo que su "trabajo" era todo un éxito… había sido su idea celebrar una festividad humana como la navidad en la sociedad de almas… la sola idea de los regalos… los dulces… la comida y la convivencia con sus nakamas le había llamado la atención y su determinación de celebrarla se hizo realidad.
-Rukia… - esa voz no podría ser de otra persona la conocía mejor que nadie, la había escuchado infinidad de veces en estos años. El pelinaranja se acerco un poco a la pelinegra, solo lo suficiente para poder llamarle pues temía que si se acercaba demasiado ella podría marcharse.
-¿Qué quieres Ichigo?... – apenas se escuchaba su voz… un susurro al aire quizás- te he estado esperando… ¿sabes?-
-Escucha… lo que te dije anoche, en verdad lo siento…- su cabeza estaba gacha y su cuerpo estaba algo pesado debido a la distancia que había recorrido para poder llegar hasta ella…- fui un tonto en dudar de ti… Uryu ya me explicó todo lo que paso y pues… vamos Rukia sabes que esto no es lo mío… las palabras no se me dan muy bien-
La morena escuchaba lo que el muchacho le decía- ¿entonces Ishida te contó todo?...- genial, la sorpresa se había arruinado aun más…
-Si… me alcanzó a medio camino y me lo explico todo… el por qué de tus visitas a su casa y tu ausencia en las tardes, me dijo que me estabas haciendo un regalo de navidad… y la verdad al saberlo me sentí el mas imbécil de todos…- el pelinaranja se acercó aun mas a Rukia y le tomó una de sus pequeñas manos entre las suyas, la diferencia era notable.
-¿Fue todo lo que te dijo?... – si eso había sido todo lo que el Quincy le había dicho al pelinaranja entonces aun había una oportunidad de sorprenderlo- ¿Ichigo? ¿Acaso Uryu te dijo que es lo que estaba haciendo para ti?...-
-Solo me dijo que todas las tardes se sentaban a tejer como dos abuelitas, pero no me dijo que es lo que tejían- se sentía aliviado pues que Rukia estuviera más interesada en su regalo que en lo que había ocurrido la noche anterior era una señal de que lo había perdonado o eso es lo que quería pensar… - ¿me lo darás?-
La pelinegra lo miró directo a los ojos y sin apartar la mirada de los ojos mieles del chico se levantó de donde estaba- espera aquí- y se encaminó hacia el pequeño mueble de la habitación en la que había guardado esa simple caja; la sacó y regresó a donde se encontraba Ichigo con una mirada expectante.
Se sentaron frente al otro… el pelinaranja miró hacia abajo y se encontró con lo que Rukia sostenía fuertemente entre sus delicadas manos.
-Esto es para ti… ábrelo…- se lo entregó al chico mientras ella acomodaba su rebelde mechón tras su oreja.
Sin esperar más, el pelinaranja abrió la pequeña caja, miró detenidamente el contenido de la misma y luego miró a Rukia, una y otra vez sin poder articular la pregunta que tenia entre los labios.
-Rukia…- que era aquello y porque se lo daba de obsequio…- pero… esto…-
-Feliz navidad Ichigo…- al ver que el chico no respondía y no hacía más que mirarla, la pelinegra sacó el regalo de la caja y se lo entrego en las manos…
-Son demasiado pequeñas para mi tonta…- observó de nuevo las pequeñas botitas color blanco con el dibujo del conejo que él consideraba horrible- y el bicho este las hace ver aun peor… jamás me las pondría-
-Imbécil no son para ti… y Chappy es hermoso… los descerebrados como tú no saben apreciar el buen gusto aunque les golpeara directo a la cara.- se cruzó de brazos y lo miró de reojo- como puedes insultar las cosas de tu propio hijo, sabes cuánto me ha costado hacerlo…- dijo eso lo bastante claro y observando la reacción del pelinaranja.
-Chappy será…..- esperen un momento… ¿acaso escuchó bien? "hijo"… ¿Rukia había dicho la palabra hijo?- ¿qué?... hijo… ¿has dicho hijo?... ¿un hijo tuyo y mío?-
-¿Estas sordo o qué?... ¿de quién más si no?... – su cara era todo un poema, tenía una gran sonrisa de idiota que competía con la que Isshin solía dar a sus pequeñas- Ichigo estoy embarazada… seremos padres…-
El pelinaranja no sabía cómo reaccionar ante la noticia… sentía una gran emoción y felicidad en su pecho, y pensar que hacia unas horas casi pierde a Rukia por sus inseguridades, mejor dicho… casi los pierde por sus tontos celos.
-¿Hace cuanto que… lo sabes?- la tomo de la cintura y acerco su menudo cuerpo al de él.
-Hace una semana que lo comprobé… tenía mis sospechas pero no era seguro, por eso no te dije nada… quería estar segura de ello- le acarició la mejilla al pelinaranja, justo donde la noche anterior le había dado una cachetada- casualmente fue Ishida quien me atendió y fue por ello que le pedí ayuda con el regalo-
-En verdad… lamento haberte llamado… bueno… solo perdóname Rukia, eres lo más importante para mí- bajó una de sus manos hacia el vientre de la pelinegra y le dio una suave caricia, aun seguía plano- mejor dicho… ahora… son lo más importante para mi… gracias-
- ¿Por qué me das las gracias zanahoria?...- la pelinegra se puso de puntitas y le dio al pelinaranja un beso en los labios.
-Por este regalo… es el mejor regalo de navidad que he recibido en años- la tomó de la cintura y se inclinó para poder juntar de nuevo sus labios con los de la menuda mujer, en esta ocasión fue un beso más intenso cargado de mas emociones que el primero, con ello le transmitía su agradecimiento… su deseo… su felicidad pero sobre todo su amor.
Al separarse se perdieron en sus miradas diciendo todo aquello que querían y sentían con ese simple gesto…
-Ahora… tenemos que decirle a nii-sama, espero estés en mejor forma Ichigo… no esperes que se contenga después de todo el estrés que ha tenido por la fiesta que la asociación de mujeres Shinigami organizó- ante la sola mención de Byakuya el pelinaranja se tensó… no quería ni imaginar cómo reaccionaría el capitán.
-Sabes cómo arruinar los momentos enana…- y sin más volvió a capturar sus labios ahogando cualquier queja que pudiese salir de ellos. Ya se preocuparía por Byakuya después… tal vez aplicaría la táctica de la pelinegra… tal vez sería un buen regalo de año nuevo para el portador de Senbonzakura…
