Bruja
-¡Watanuki-kun! ¡Tráeme más sake!
Hundió sus manos en la comida que estaba terminando de preparar ante la sorpresa de la orden. Por suerte, no llegó a arruinarla.
Resoplando, agregó una botella de alcohol a la bandeja de la comida, y se dirigió a la habitación principal de la tienda.
-Aquí tienes-dijo, con pesar, dejando varios platos suculentos en la mesa.
-Eres muy dulce-exclamó alegremente Yuuko, destapando el licor.
-Y tú una bruja-murmuró Watanuki, caminando hacia la puerta.
-Ya lo sé... ¿qué ocurre con eso?
Al parecer, Yuuko tenía buen oído. Oh, cielos...
-Nada, nada...
No lo decía en ese sentido.
FIN
