Hola, que tal todo. Les traigo un fic inspirado en otro que había comenzado, pero que pensé en retocarlo para darle una nueva dirección. Sólo les pido leer el capitulo y dejar su opinión, comentar no cuesta nada. La historia esta basada en el mundo de Naruto, no es un AU. Aunque las cosas son diferentes, pensé en darle un toque mas "maduro" y crudo a la historia. Naruto, Sasuke y Sakura son algo distintos a sus contrapartes del manga. Intenté retratar una Konoha mas realista y no tan idealizada. Espero que le den una oportunidad, suerte! Advertencia por lenguaje moderado
Referencias:
Pensamientos con negrita
Recuerdos con cursiva
(Voz de Kyubi)
Desde que Konoha echó raíces nunca se vio tragedia semejante, las guerras siempre fueron horribles pero la aldea continuó en pie. Aunque muchas vidas se perdieron ¿qué eran los shinobi sino la materia prima del poder de su aldea? Las guerras se libran en los campos de batalla, son otros quienes pagan el precio por esos enfrentamientos. Al final, las grandes Aldeas se estabilizan y sus fuerzas aumentan.
Pero aquello fue diferente, nadie esperaba que en la mitad de la noche una montaña viviente apareciera para devastarlo todo. La gigantesca criatura conocida como el Zorro de Nueve Colas desató su ira sobre la tranquila noche, y Konoha sangró. La aldea quedó destrozada, los cuerpos se contaron por miles, familias enteras destruidas, niños quedaron huérfanos, esposas viudas, padres que no verían mas a sus niños. Las fuerzas shinobi fueron diezmadas y apenas si pudieron contener la ira del monstruo. Al final el Cuarto Hokage, el poderoso y respetado líder pagó el precio final por la victoria, la criatura fue derrotada a cambio de su vida. Esa es la historia oficial...
Pero, toda verdad es una verdad a medias. Y en realidad la bestia fue sólo contenida, encerrada dentro de un bebé tan pronto como este dió su primer respiro en el mundo. El niño fue bautizado con la sangre de los inocentes, y bienvenido con la carga de una maldición. Naruto se convirtió en un demonio apenas sus ojos tuvieron fuerza para abrirse.
El odio se propaga tan rápido como el mas letal de los virus, y habita los corazones de los hombres por años, a veces por siempre. La bestia había producido una herida que nunca se cerraría, pero el monstruo ya no estaba, en su lugar estaba el niño. El joven de cabello rubio alborotado y ojos azules que vagaba por la aldea con total impunidad ¿Donde terminaba el monstruo y comenzaba el niño? Sólo el rencor tenía la respuesta a esa pregunta, y para quienes han sufrido la perdida de su amor, de sus familias, o simplemente tienen miedo la opción más simple es castigar a alguien por su propio dolor. Naruto, el Zorro, ambos eran lo mismo a los ojos del pueblo. El joven era un lobo con piel de cordero, pero no engañaría a nadie.
Y el niño creció, respirando un aire que no merecía. Caminaba por las calles que sus garras habían destrozado años atrás, sus ojos se paseaban por las caras que sus fauces habían intentado despedazar. Y esas mismas caras le hacían saber su lugar, lo miraban como fantasmas de una venganza invisible, una que él no comprendía. Condenaban cada paso que daba, rechazaban su existencia. Muchos lo odiaban, muchos preferían evitar cualquier contacto con él, el resultado era el mismo, el niño era rechazado. Donde fuera le recordaban que no merecía estar allí...
- Uno, dos... diez. Ese idiota no tenía nada consigo, maldito tacaño
Sobre una pila de basura estaba nuestro protagonista, sentado, mientras contaba un manojo de papeles con cuidado. En la zona oeste de la aldea era residían los habitantes de ingresos mas bajos. La parte menos colorida de la aldea, por decirlo de una manera amable. Toda economía fuerte necesita de aquellos dispuestos a trabajar duro por poco, y en una Aldea tan grande y poderosa como Konoha esta regla no era excepción. Desde luego que era el escondrijo propicio para maleantes y otros marginales, y estas pequeñas redes criminales estaban informalmente establecidas, mientras no pasaran a mayores. Los asuntos de los civiles no interesaban demasiado a los ninjas. Y podían resultar útiles llegado el caso. Toda economía prospera necesita de esos "incentivos" extras, y Konoha no era la excepción.
Los contactos comerciales del bajo mundo podían llegar a resultar muy ventajosos, el metal era necesario para el armamento ninja, la armadura de los ANBU se podía fabricar a costos bajos si se conocían a los sujetos adecuados, y muchas veces se podían escuchar rumores muy interesantes de otras aldeas preguntando a la gente indicada, a veces susurraban cosas de lo mas interesantes... por su puesto, nada de esto figuraba en los informes, no había papeleo del asunto.
- Solo doce Ryo, que perdedor - El muchacho arrojó la billetera junto al resto de la basura y guardó el dinero en su bolsillo con gesto aburrido - Apenas si me llenaré el estomago con esto. Bueno - Se puso en pie y sacudió sus manos - Supongo que es hora de ir a clases, Iruka me va a patear el culo esta vez. Debería haber llegado como hace una hora - Se rió tranquilamente
- Valla, pero si no es otro que mi amigo Naruto - Dos jóvenes, uno de la edad del rubio y otro unos años mayor aparecieron. El basurero era un lugar frecuentado por bribones que lo usaban como base
- Valla, pero si son tú y cómo se llame - Replicó con antipatía el rubio
- ¿Contando ganancias? - Preguntó el mas grande haciendo caso omiso de la provocación
- Si se le puede llamar ganancia a 12 miserables Ryo...
- Jeje, es todo lo que conseguirás si sigues manoteando carteras Naruto. Deberías visitarnos de vez en cuando, sabrías lo que es la buena vida por una vez - El mayor hablaba con calma y en tono amistoso, pero provocandolo al mismo tiempo. Era un lider, y sabía como conseguir lo que quería de otros
El rubio se llevó las manos detrás de la cabeza - ¿Ustedes? Ese tipo no podría quitarle el bastón a una anciana ciega - Se burló con indiferencia del otro joven
- ¿Que dijiste idiota? - Replicó el ofendido
El mayor rió calmando a su compañero - Relájate Kai; Naruto es uno de los nuestros
- Quisieras - Naruto bajó con calma de la pila
- Bueno, solo recuerda que mi oferta sigue en pie, dentro de poco daremos un golpe grande. Si entras, contarás tus Ryo de a cien, mas de lo que ganarás robando las billeteras de toda la zona oeste
Naruto no podía negar que la oferta le generaba interés, pero sabía de sobra que confiar en otros estaba fuera del tablero de juego. Y Kenshi era uno de los mas manipuladores y rastreras alimañas que tenía el desagrado de conocer - Lo pensaré - Respondió con calma mientras se alejaba
Iruka estaba en medio de su lección sobre la historia de la aldea cuando unos ligeros golpes se oyeron en la puerta. Dió un profundo suspiro, sabía perfectamente quien era - Entra Naruto - Ordenó
- Debería haber usado la ventana - Se quejó Naruto de pie en el umbral - ¿Como sabía que era yo sensei? - Exclamó sonriente llevando sus brazos detrás de la cabeza, en una actitud que evidenciaba que le valía todo un comino.
El resto de la clase se reía de él. No era el mas popular de los alumnos, aunque sería mas preciso decir que la popularidad lo había vomitado. Era el hazmerreir de su clase, el peor alumno. Un título que ostentaba con orgullo, y al cual hacía honor religiosamente.
- Naruto, tarde otra vez - Iruka lo regaño con el ceño fruncido
- Bueno, tal vez, pero mire
- No quiero escucharte - Lo interrumpió el profesor antes de que tuviera la oportunidad de embarcarse en otra de sus disparatadas e inverosímiles excusas - Ve a sentarte, luego hablaremos
- Usted manda - Se encogió de hombros y se dirigió a su asiento, en el fondo del salón
Algunas miradas de reproche lo siguieron en su camino, y algunos murmuraban por lo bajo. "De seguro se despertó hace unos minutos", "de seguro estaba robando", "seguro que se le olvidó el camino", "es un tonto". Entre las ventajas de tener encerrado en tu interior a una criatura inmortal y de poder inimaginable se encuentra un desarrollo agudo de los sentidos, el oído por ejemplo. Naruto podía oír todos aquellas bromas e insultos que susurraban esos perdedores, pero realmente no le importaba.
Si alguien tenía el valor para decírselo de frente, sólo tendría que hacerle unos arreglos a su cara... con sus puños.
La clase había llegado al receso, seguía un momento para almorzar antes de los ejercicios prácticos. Naruto salía junto al resto, pero Iruka lo llamó a quedarse unos momentos.
- Naruto, llegaste tarde, OTRA VEZ - Remarcó con énfasis
- ¿Si? - Fingió inocencia el rubio - Mi despertador debe haberse descompuesto, es que no tengo dinero para comprar otro - Se lamentó falsamente bajando la vista, intentando parecer triste
- Basta Naruto, sabes que no me vas a engañar... otra vez - Iruka se aclaró la garganta - Mira, el exámen de graduación es en dos días. Sé que es mucho pedirte, pero ¿podrías llegar a tiempo estos días, por favor? Te lo estoy pidiendo de verdad Naruto, no quiero que quedes fuera por una tontería como esta - Le dijo severamente, pero con una visible preocupación
El rubio movió la cabeza inquieto y finalmente suspiró - De acuerdo, pero le costará un buen tazón de Ramen - Exigió el rubio con firmeza
- Si pasas la prueba te invitaré todo el Ramen que puedas comer, a mi cuenta - Replicó Iruka con una sonrisa
- Es una promesa! - Exclamó Naruto antes de escaparse del salón de clases
Iruka se sentó dejando caer su cabeza sobre el escritorio "Tengo fe en ti Naruto"
En el campo de entrenamiento de la Academia los jóvenes estaban dispersos comiendo sus almuerzos. Cuando lo vieron llegar muchos le dirigieron una mirada antipática ya que a través de los años mas de uno había perdido misteriosamente su almuerzo, para luego ver al rubio devorándolo. Y lo peor, Naruto jamás se disculpaba sino que encima se burlaba.
Por su parte el rubio no se molestó en acercarse a nadie, ya que sabía el trauma que les había generado. Fue entonces que se dio cuenta de que en su prisa había olvidado comprar (o robar) algo para comer, y su estómago comenzaba a pasarle factura ¿Qué podía hacer? Acercarse a alguno de los grupos estaba descartado, ya que sólo lograría que lo persiguieran por todo el edificio. Y la mayoría comía en grupos, solo algunos pocos no lo hacían. Si insistía lo suficiente a Sakura sabía que lograría convencerla, pero en aquel momento estaba rodeada de otras muchachas, entre las que se contaba Ino, una de las principales miembros del club "odio a Naruto". No, ya sabía que hacer, y sonrió con malicia.
Con sigilo se dirigió a la azotea del edificio, sabía que allá es donde iba él a comer su almuerzo. Si era lo suficientemente rápido podría arrebatárselo y salir ileso, pero no debía cometer ningún error. Se asomó por la entrada con cuidado y se guareció detrás de una pared, entonces lo vio. Comenzó a acercarse sigilosamente, estaba cada vez mas cerca...
- Ni se te ocurra - Dijo el muchacho que comía tranquilamente
- Haaa, si sólo venía a ver que hacía mi buen camarada Sasuke - El rubio se acercó con sus brazos detrás de la cabeza, fingiendo inocencia
- Seguro - El muchacho comía sin prestarle atención
- Pero ahora que lo mencionas Sasuke, da la casualidad que olvidé mi almuerzo. Bueno en realidad sucede que soy tan pobre que no tengo ni para comer - Bajó su rostro simulando dolor - Pero no te preocupes, no voy a pedirte que compartas tu comida conmigo, no querría arrebatarte el placer de comerte todo eso tu solo
- Mejor así - Sasuke siguió comiendo sin prestarle atención
- Ha vamos Sasuke, al menos dame un poco. Sino tengo que ir a pedirle a Hinata, y siempre trae ese arroz raro que no sabe a nada. Te lo juro, la gente rica es tan estirada - Se quejó sacando su lengua con rechazo. Sasuke no dijo nada - ¿En serio, dejaras a tu compañero morir de hambre? Eso es cruel Sasuke, muy cruel, te creí diferente ¡pensé que teníamos algo especial! Pero tú solo
- Toma y vete de una vez - Sasuke le arrojó una pequeña caja donde había algunos bocadillos
- Es un placer hacer negocios contigo Uchiha - Exclamó con satisfacción - Aunque me sigues cayendo mal sabes? - Se despidió el rubio. Naruto era ciertamente una persona sin decencia ni verguenza
Tras 15 minutos el receso había finalizado. Iruka reunió a los jóvenes el el campo de entrenamiento para comenzar. Las clases usualmente constaban de una período teórico, seguido del entrenamiento físico. Después de todo los Shinobi eran arman que necesitaban ser pulidas y afiladas, el condicionamiento para la batalla debía empezar a temprana edad.
La paz había pasado factura a la aldea ¿cómo hacer entender a estos jóvenes el verdadero propósito al que servirían como shinobis, cuando había crecido rodeados de seguridad y tranquilidad? Para muchos era un juego donde creían que podían medirse, otros reconocían la seriedad que representaba, pero no podían asumir verdaderamente el significado de ser ninjas. No habían crecido en una época de guerra, no entendían el verdadero horror de la batalla, la amenaza de la muerte. Muchos querían graduarse y convertirse en ninjas, enorgullecer a sus familias, ser heroes... pero esas ideas tienden a cambiar cuando se desgarra con un kunai la carne de un oponente, o cuando la sangre de un camarada muerto tiñe tu ropa.
- Bien muchachos nos dividiremos en cinco grupos para la práctica de lanzamiento de shuriken. Quien logre mas puntos será el ganador - Iruka dividió a los jóvenes en grupos. Claro que podía simplemente poner a competir a todos los jóvenes y determinar al ganador, pero era la manera de Konoha el fomentar el trabajo en equipo, era considerado vital para la carrera de un ninja
Naruto quedó en su grupo junto a un par de chicas boconas a las que le caía mal, un pedante llamado Kashi que se creía la gran cosa y Sakura Haruno, una chica curiosa. Por regla general, Naruto se llevaba horrible con sus compañeros, aunque había algunos, y podían contarse con los dedos de una mano, con los que no se llevaba tan... horrible. Sakura era uno de ellos, por un lado la chica tenía cabello rosa algo que le daba mucha curiosidad. Era una de las estudiantes mas destacadas, y siempre pasaba sus exámenes con un 10 sobresaliente, en ese sentido era la número uno de la clase. Además tenían algo en común, muchos de los estudiantes eran miembros de clanes reconocidos, y otros provenían de familias de ninjas de larga tradición, pero Sakura era hija de civiles, era la primera en su familia en seguir el camino del shinobi. Sus padres no le habían legado herramientas ninja ni técnicas secretas, no tenían pergaminos en su casa, no le habían enseñado a luchar ni a moldear su chakra, sus padres tenían una panadería. En eso se parecían, ambos eran diferentes en ese sentido, claro que Sakura se esforzaba al máximo por demostrar que valía tanto como los demás y añoraba ser una gran kunoichi, mientras que Naruto no se esforzaba en lo mas mínimo y no le tenía grandes sueños ni metas.
Pero, aún así, no se llevaban tan horrible. La chica era algo estricta y estirada, pero Naruto no la molestaba mas de la cuenta y le tenía respeto, y ella bueno... le tenía bastante paciencia. No lo odiaba per se, pero sus personalidades eran opuestas.
- Hey perdedor, será mejor que no nos hagas quedar mal - Kashi le advirtió a Naruto
Naruto se encogió de hombros y llevó sus manos detrás de la cabeza - Y supongo que eso es una amenaza, créeme apestas en esto - Replicó Naruto aburrido
- Naruto por favor, solo hazlo lo mejor que puedas - Sakura intervino esta vez con la intención de calmar los ánimos
- Como sea - Se apartó el rubio con antipatía
La práctica de lanzamiento finalizó tras veinte minutos. El equipo de Naruto había anotado un total de 40 puntos, de los cuales sólo 4 correspondían a nuestro protagonista. No es como si se hubiera esforzado demasiado, o en lo absoluto de hecho.
Sus compañeros se quejaron y lo insultaron, pero el sólo les señaló a donde podían irse, si entienden lo que digo. Sakura sabía que no tenía caso enojarse con él, así que pasó de recriminarle algo. Sabía que Naruto le respondería con un insulto, o una broma, o directamente no le prestaría atención.
El equipo ganador desde luego fue el de Sasuke, el joven había anotado una puntuación perfecta consiguiéndole a su equipo 15 puntos. No por nada era considerado el alumno del año, y era llamado un genio. Sin lugar a dudas era quien mostraba mas talento entre sus compañeros, destacando en todas las destrezas ninja.
- Bien hecho muchachos, los resultados han estado muy bien. Ahora qué les parece una serie de combates amistosos. Ya que el exámen de graduación está a la vuelta de la esquina sería bueno que practiquen todo lo que puedan, necesitan mejorar los puntos en los que fallen. Recuerden, ser shinobi no es un juego, la vida se pone en risgo en cada misión, por ello no pueden descuidar sus habilidades y siempre deben intentar mejorar - Iruka les dió otro de sus discursos sobre el futuro. Como profesor era su trabajo, pero aquello no significaba que no sintiera sus palabras - Bueno, ya conocen las reglas. Sin ninjutsu, solo es una pelea de taijutsu, prohibido el uso de armas y fuerza letal, es solo para medir sus capacidades de combate. El tiempo límite es de 6 minutos, si no derrotan a su rival en ese tiempo yo decidiré el resultado - Habiendo explicado las reglas el ejercicio dio comienzo. Todos abrieron espacio alrededor de la arena de combate
La primera pelea fue entre dos muchachos, nada muy destacable, ambos peleaban pero sin tomarse muchos atrevimientos. Finalmente Iruka lo declaró un empate - Que perdedores - Musitó Naruto. Sasuke que estaba a su lado respondió con un "hmpf", algo que podía interpretarse como una señal de acuerdo o una pequeña risa. Lo siguiente fueron dos muchachas, una de ellas Ino, o como Naruto la llamaba el "pedante saco de hormonas", aunque tenía lo suyo a ojos del rubio. Ino derrotó a su rival en 4 minutos. Los combates continuaron hasta que le tocó a Sakura, quien luchó contra un muchacho, la victoria fue para la pelirosa al minuto 5 gracias a un golpe directo al rostro.
El siguiente combate fue antecedido por una ola de exclamaciones y un coro de alabanzas femeninas. En efecto, le tocaba a Sasuke, el chico mas cool, con el cabello mas negro, el rostro mas apuesto, la mirada mas penetrante, el aura mas misteriosa, de acuerdo a las chicas. Su oponente era Kiba Inuzuka o "aliento de perro" como lo llamaba Naruto, un joven ruidoso al extremo y bocón. El joven estaba determinado a no perder, pero todos sabían como terminaría. En efecto, tras un minuto Kiba estaba en el suelo, mientras Sasuke tranquilamente abandonaba la arena. Iruka sacudió la cabeza con una ligera sonrisa, sabía que Sasuke ganaría sin dudas - Bueno, el ganador es Sasuke. Siguientes veamos... Naruto y Kashi pasen al centro por favor - Antes de que lucharan le pidió a Naruto acercarse - Naruto contrólate por favor, no quiero accidentes - Le advirtió seriamente
- Bien, pero si se pasa no respondo - Replicó indiferente tomando su lugar
La advertencia no estaba de más. El estilo de taijutsu de la academia era bastante estándar y los alumnos lo aprendían obligatoriamente, claro que muchos aprendían de sus padres nuevos estilos y entrenaban por su cuenta. Pero aún así, en la academia los combates eran entrenamientos, no era el propósito dañar al oponente de forma letal. Pero si Naruto peleaba lo hacía en serio, sin contemplaciones, sin contenerse. Así había aprendido, para sobrevivir debió golpear mas fuerte que el otro, moverse mas rápido que el otro, aguantar mas golpes. En las calles las peleas no tenían reglas, era golpear al otro hasta no poder levantarse, sin códigos ni normas. Y Naruto se había curtido de esa manera, sin mencionar el hecho de que su cuerpo era mas resistente debido al pequeño detalle de contener un demonio capaz de destruir aldeas enteras. Debido a la presión de contener a la criatura su cuerpo se había vuelto mas fuerte de lo normal para un chico de su edad, para un humano.
- Ahora te haré pagar por lo de antes perdedor - Lo retó Kashi, a lo que Naruto lo miró con total indiferencia - Ojalá me hubiera tocado contra Sasuke, esa hubiera sido una buena pelea - Eso hizo que comenzara a molestarse - Voy a enseñarte lo que es un ninja de verdad
- ¿Ninja? Pareces una chiquilla con todo ese parloteo; no te preocupes, luego te consigo una cita con Sasuke si eso era lo que querías marica - Naruto llevó sus manos detrás de la cabeza, el resto de los alumnos no pudo contener la risa ante sus insultos
Kashi hervía de la furia y cuando Iruka dió la señal para que comiencen se abalanzó salvajemente contra Naruto. El rubio bloqueó la patada con su antebrazo y enseguida le devolvió el favor dándole una patada en el pecho con tal fuerza que Kashi fue a parar al suelo con gesto de dolor
- Menudo ninja - Se burló Naruto
Kashi se puso de pie al instante con furia y atacó de nuevo. Esta vez lanzó varios golpes contra Naruto, el rubio pudo esquivarlos, aunque una patada lo sacó de equilibrio y luego un puñetazo conectó con su rostro. Kashi sonrió satisfecho y lanzó otro golpe, pero Naruto lo tomó por la muñeca y comenzó a apretar con fuerza sacandole un quejido, entonces estrelló con fuerza su cabeza contra el rostro del muchacho dejandolo completamente atontado, luego siguió un fuerte rodillazo a su estómago haciéndolo caer de rodillas, pero antes de que tocara el suelo Naruto lo arrojó con fuerza dando por terminado el combate.
- Otro día continuamos la lección imbécil - Se burló Naruto despectivamente escupiendo el suelo
- Es suficiente Naruto - Iruka lo detuvo antes de que la cosa continuara, Kashi estaba completamente desorientado y no podía ponerse de pie - Te dije que no te excedieras, esta es una pelea entre compañeros
- No es mi culpa que sea un debilucho, se supone que los ninjas pelean hasta a muerte no? Yo diría que la sacó barata - Naruto se encogió de hombros y le dió la espalda observando el reloj - Valla, 54 segundos. Parece que te gané geniecito - Exclamó señalando a Sasuke
- La suerte se te está por terminar - Sasuke aceptó el reto con confianza dando un paso al frente, ante los vitoreos de los demás
- Suficiente los dos - Iruka utilizó su tecnica secreta: el jutsu de cabeza gigante, para poner orden - Naruto tú combate terminó, sal de la arena por favor
- Bien - El rubio replicó molesto alejándose, Sasuke volvió a su lugar para decepción del resto. Naruto podía ser el peor alumno en sus calificaciones, pero pocos dudaban que en términos de fuerza era uno de los primeros, y que pocos querían tenerlo de oponente
- Sigamos - Continuó Iruka observando a Naruto con preocupación, sabía que no había estado del todo bien reprenderlo. Pero la verdad es que estaba preocupado en que el incidente repercutiera negativamente en él, después de todo las acciones del muchacho eran controladas por las altas esferas. Kashi fue retirado con ayuda de otros alumnos, su nariz estaba lastimada y aparentemente su muñeca se había dislocado. Por suerte no se le había roto, pero sabía que enfrentaría muchas quejas por exponer al chico al "demonio".
Los combates continuaron otro rato, pero el rubio ya había perdido el interés. Divisó a una muchacha sentada a la sombra de un árbol y decidió unírsele ya que estaba aburrido - ¿Qué hay Hinata?
- Hola Naruto - La joven levantó la vista apenas para chocar con los dirigiéndole una débil sonrisa. Hinata se llevaba relativamente bien con Naruto, aunque era una muchacha extraña que siempre parecía estar deprimida por alguna razón. No era muy habladora, pero siempre lo trataba con amabilidad
- Luchaste muy bien antes - Dijo mientras se llevaba las manos a la cabeza con gesto cansado
- G-gracias, tu tambien lo hiciste...bien - Le devolvió el halago, pero no sonó demasiado segura. La verdad es que la joven no disfrutaba la brutalidad en lo mas mínimo, y la forma de luchar de Naruto solo podía describirse de ese modo
- Si, estuvo bien jeje, aunque creo que me contuve un poco - Acordó con satisfacción - Tú tambien, podrías haberle pateado el trasero fácilmente a ese flojo
- Eso creo... pero el sensei dijo que era un combate amistoso - Respondió algo incómoda. Hinata apreciaba a Naruto, pero no le gustaba verlo actuar tan agresivamente. Pero él era una de las pocas personas que la trataban con gentileza, el resto de la clase no la apreciaba mucho, una de las razones era su personalidad, y además de que circulaban rumores de que su clan la consideraba indigna. Ambos eran marginados en diferentes sentidos, y eso los hacía entenderse mutuamente
- Si bueno, cuando seas ninja tendrás que acostumbrarte a ver algo de sangre sabes? - Naruto se sentó cerca de ella - Todos estos perdedores creen estar preparados, creen que van a ser heroes y rescatar princesas y esas porquerías. Pero ya lo viste, no son capaces de tomar en serio ni una pelea, si su vida dependiera de ello mas de la mitad morirían al instante no crees? - Naruto reflexionó seriamente
- Bueno... - Lo que Naruto decía hacía sentir algo perturbada a Hinata, pero no podía negar que tenía razón - No creo que sea la persona indicada para decirlo
- Je, tu eres de las buenas Hinata. Podrías derrotar a casi todos aquí sabes? Te he visto pelear y sé que te contienes mucho, pero si alguien amenazara tu vida podrías defenderte tú sola, créeme puedo decirlo con seguridad - Naruto dijo con un extraño brillo en sus ojos, aunque sus palabras eran retorcidamente amables esa sed de sangre la ponía nerviosa
La peliazul asintió debilmente. Esperaba que las cosas no llegaran a aquello, no creía tener el estómago...
Mientras tanto en otra zona de la aldea dos personas conversaban en la terraza de un edificio. Uno era un sujeto excéntrico con el cabello gris alborotado y una máscara cubriendo su rostro casi por completo, dejando solo su ojo derecho a la vista. La otra era una bella mujer de su edad, de cabello castaño, ojos oscuros y dos curiosas marcas de color púrpura en su rostro.
El portaba el uniforme típico de los ninjas de la aldea, la mujer usaba un traje negro y una falda blanca simplemente.
- Estaras bastante ocupado de ahora en más Kakashi - La mujer dijo en tono burlón, aunque con afecto, y rió levemente
El mencionado suspiró pesadamente - Así parece, honestamente el Hokage se pasó esta vez - Expresó con resignación, pensando en la dura tarea que tenía por delante.
La mujer le palmeó la espalda consoladoramente mientras sonreía, claramente disfrutaba con el sufrimiento de su acompañante - Vamos, sabes que eres el indicado - Le dijo con sinceridad, intentando reafirmar su ánimo - Ademas se que en el fondo estás feliz de tomarlos bajo tu cargo - Era cierto, y ella lo sabía
Kakashi no lo negó, pero continuo hablando sin muchos ánimos - Son chicos complicados. Sasuke tiene mucho potencial, pero Naruto... es alguien complicado. Lo sabes tan bien como yo Rin, el chico es un completo sociópata
- Las cosas no le han sido fáciles, lo sabes. Pero sé que su corazón está en el lugar indicado - Su mirada se perdió unos segundos en el horizonte - Sabes... muchas veces lamento no haberlo llevado conmigo
- No era posible Rin - Kakashi le aseguró como tantas veces - No hubieran permitido que dejara la aldea
- Lo sé...pero debí estar con él, podría haber hecho más - Se recriminó
- No lo sé, a veces pienso lo mismo... pero no planeo tener mas arrepentimientos
- Si haces tu parte todo saldrá bien - Rin volvía a ser quien ofrecía consuelo - Serás un buen sensei
- Eso espero... realmente eso espero
- ¿Así que, nervioso por el examen geniecillo? - Naruto preguntó casualmente con sus manos detrás de la cabeza
- Hm? ¿Por qué estas aquí? - Sasuke no le dirigió la mirada y continuó caminando como si nada
- Caminamos en la misma dirección; tsk, eres todo un bastardo verdad? - Se quejó el rubio
Sasuke suspiró y contó mentalmente hasta tres - No, no lo estoy - Respondió la anterior pregunta
- Claro, eres el gran Sasuke después de todo
- Si tú lo dices... - Continuó Sasuke con indiferencia
- ¿No se te apareció Kakashi a darte un discurso sobre la seriedad del asunto? - Preguntó el rubio arqueando una ceja
- No, pero pronto lo hará seguramente - Resumió Sasuke mirando al frente
- Jeje, es todo un pesado - Rió Naruto - "Naruto, la bandana es un símbolo de que serás parte ... blabla... trabajo en equipo" - Se burló del hombre
- Es mas o menos así - Aceptó Sasuke sonriendo levemente - ¿Y qué hay de ti, crees que pasarás?
- Pfff, pan comido amigo - Exclamó Naruto con soberbia - Aunque tal vez me lo salte sabes?
- Bromeas - Esta vez Sasuke lo miró sorprendido
- Na, la verdad que todo eso de los ninjas no va conmigo. De todos modos planeo cambiar de aire, así que para que hacer el tonto examen? - Confesó Naruto, aunque esta vez su tono sonó mas serio y su mirada se fijo perdidamente en el cielo un momento. Había mucho mas detrás de sus palabras
- ¿Para que intentarlo de todas formas? Nada cambiará... Dejaré atrás este basurero - Ya lo había decidido, dejaría la aldea dentro de poco y buscaría un nuevo hogar. Mejor dicho, buscaría un hogar al fin, Konoha nunca lo fue para él
- Que perdedor - Sasuke avanzó molesto dejándolo atrás
- Si, yo también te quiero Sasu nos vemos! - El rubio replicó con sarcasmo cambiando de dirección
Decidió dirigirse para su casa, aquella zona de la aldea no le gustaba en lo mas mínimo. Irónicamente se sentía mejor entre aquellas pilas de basura y casuchas amontonadas que en la tranquila zona residencial. No era difícil imaginar el por que, ya que durante todo el camino la gente volteaba para mirarlo, destilando rencor y hostilidad, susurrando a sus espaldas.
Naruto hacía caso omiso, no les daría el privilegio de verlos al rostro. Solo caminó con calma hasta que todo aquello quedó atrás. Había entrado en su "hogar" ahora, un perro flaco y de mal aspecto corrió rápidamente frente a el persiguiendo un gato a modo de recibida. Pateó una lata del suelo y siguió su camino tranquilo. Aún era de tarde, pero las calles no recibían luz ya que el muro se alzaba imponente a un lado bloqueando el sol. En la base se alzaban apiladas varias casas formando un cordón que se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Los edificios casi se cerraban unos sobre otros, por lo que las calles eran sumamente estrechas, sin mencionar los pozos y charcos. El aire era denso, cargado de humedad y de polvo, y muchas veces olor a podrido y basura.
Naruto vivía en un departamento venido a menos, con el espacio suficiente para una persona y no mas que eso. Tenía una sala donde no podía moverse mucho y una pequeña habitación que podía pasar por un ropero, y un baño que vivía dándole problemas. Las paredes estaban agrietadas y apenas si habían sido revocadas.
- Oh, pero si es Naruto - Una voz familiar habló junto a él
-Kenshi. Qué hay? - Replicó el rubio sin muchos ánimos
- Sólo recolectando algunos pagos - Dijo el muchacho con su típica sonrisa despreciable - Ha sido una buena temporada sabes? - Le enseño un fajo de billetes
Naruto no pudo evitar sorprenderse, debía al menos haber 10000 ryo ahí - Imagino que te lo ganaste trabajando honestamente
- Oh, desde luego. Ya me conoces. Toma, algo para ti - El muchacho le extendió un pequeño monto - De un amigo a otro
El rubio contó 1000 ryo - Sí claro ¿cuanto me costará esto? - No era tonto, sabía que Kenshi no daba nada sin tomar algo a cambio
- Sin cargo amigo, es sólo por que me caes bien. Pero sabes, si quieres ver mas de eso deberías unirte a la causa alguna vez - Dijo guardando el resto del dinero - Esperamos obtener mucho mas que esto mañana. Si entras, tendrás tu parte, créeme. 20 dobles para ti amigo o quizá mas, te podrás tomar unas lindas vacaciones con eso
Naruto lo pensó un momento. Necesitaba dinero si en realidad iba a irse de la aldea, 20.000 Ryo serían un buen respaldo, y sería de una sola vez - De qué va? - Preguntó tras un momento de silencio
Kenshi sonrió maliciosamente - Sígueme y discutiremos los detalles, será de locos viejo
Solo unos momentos para la puesta de sol. Naruto estaba sentado en lo alto de su edificio observando la aldea. Desde allí podía ver como se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Tantas casas, tantas personas, y podía decir con seguridad que al menos el 95% de ellas lo despreciaban. Ni siquiera conocía sus caras, no sabían quienes eran, qué hacían de sus vidas, tantas vidas, tantas historias distintas y todas tenían algo en común, su rechazo hacia él, eso era lo único que sabía con seguridad. Estaba maldito después de todo.
- ¿Qué hay con esa actitud? ¿Naruto está pensando acaso? -Dijo en broma una voz femenina detrás suyo
El rubio sonrió genuinamente alegre - Si... estaba pensando en una chica que conozco... - Dijo aún de espaldas
- Suena como alguien genial
- Si... aunque es un poco mandona y puede ser un verdadero dolor en el trasero - Se quejó el rubio
Naruto recibió un golpe en la cabeza - Te pasaste - Dijo la mujer sentándose a su lado
- Y golpea fuerte también - Naruto se sobó la cabeza - Hacía tiempo que no te aparecías Rin, qué hay?
- Decidí pasar a visitar a mi problemático cabezahueca favorito - La mujer le refregó los cabellos con cariño - Antes de que se convierta en un ninja
- Si...
- ¿Sucede algo? - Rin preguntó preocupada
- Nada, solo estoy algo cansado - Se excuso el rubio desperezándose - Hoy le pateé el culo a un presumido sabes? Iba de "te voy a mostrar lo que es un ninja" y yo lo mandé con su mamá - Exclamó el rubio satisfecho
Rin no pudo evitar reír - Entonces no tendrás problemas con tu exámen
Naruto se encogió de hombros - Pan comido
- Bien, tengo mucha fe en ti - Le sonrió apretando gentilmente su hombro
- Claro...
La noche había caído sobre Konoha. Las calles estaban en silencio, las luces iluminaban tenuemente las calles. En el centro de la Aldea, justo debajo del gran monumento, se erigía la Torre Hokage. La unidad administrativa central de la aldea, desde donde trabajaba el mismísimo Hokage, el incuestionable líder de las fuerzas ninja y gobernante.
El edificio constaba de una cúpula central de varios pisos, y dos menores ubicadas en ambos laterales. El perímetro estaba circundado por un muro bajo donde se disponían puestos de vigilancia. Los guardias cubrían su puesto como siempre aquella noche.
Nada parecía estar fuera de lo normal, parecía otra noche como cualquier otra. Pero, ocultas, unas siluetas espiaban esperando el momento indicado.
- Bueno, ya estamos todos aquí verdad? - Habló Kenshi
Un numeroso grupo de diez estaba reunido en el basurero formando un círculo alrededor del bribón. Naruto los recorrió con su mirada, conocía a todos ellos, la mayoría eran la misma clase de escoria que Kenshi.
- Cómo saben estamos ante un trabajo muy importante. Esto es en serio muchachos, si creían ser maleantes de verdad esto los hará sentir unos idiotas. Este es su exámen de graduación - Sonrió con malicia
- Vas a escupirlo de una vez Kenshi? - Se quejó un muchacho fornido
- Si, dinos de una vez qué sucede. Espero que valga la pena o te lo haré pagar - Escupió otro
- Calma calma, voy a decírles de que se trata - Un destello de emoción brilló en sus ojos - Vamos a robar el Pergamino Prohibido del Primer Hokage
Un silencio mortal se apoderó del aire. Nadie podía creer lo que escuchaban, incluso Naruto se quedó paralizado - ¿Estás bromeando verdad? - Preguntó aún anonadado - Kenshi solo río en respuesta
- Estas loco - Gruñó otro sujeto
- Nos van a ejecutar a todos - Exclamó otro
- Calma muchachos - Kenshi habló con tranquilidad - Antes que nada quiero que sepan algo. Ese pergamino nos conseguirá - Sonrió otra vez - Diez millones de Ryo - El silencio fue mortal otra vez, pero los ojos brillaban con emoción y un hambre voraz - Un grande para cada uno de nosotros, nada mal no?
- Ahora estamos hablando - Exclamó uno
- ¿Qué tienes planeado bastardo? - Gruñó otro
- Jeje, veo que estamos todos de acuerdo ahora - Nadie objetó nada - Les voy a decir el plan...
Todos estaban en posición. El plan había sido repasado una y otra vez, cuando vieran la señal comenzarían
- Es imposible, no lo vamos a lograr
- Eso sería normalmente cierto - Replicó Kenshi con calma - Pero en esta ocasión tenemos a alguien dentro - Sonrió satisfecho - Podremos entrar
- ¿Cómo lo haremos sin que nos vean? - Preguntó Naruto
- Es bastante simple de hecho. Estos mentecatos se encargan constantemente de vigilar los muros, temen una invasión de algún enemigo. Pero los idiotas son tan confiados para creer que nadie aquí dentro cometería una locura así. Y usaremos eso en nuestro favor - Kenshi hizo una mueca de satisfacción - Bajaremos por el monumento. Allí hay muchos pasadizos que nos serán útiles, pero el último tramo tendremos que bajarlo nosotros. Hoy no habrá luna, así que es el momento ideal
- Sólo unos pocos deben entrar - Comentó uno
- Así es - Afirmó Kenshi - Naruto, Koi y yo seremos quienes entremos. Pondremos otros a crear una distracción afuera, y el resto vigilará por nosotros
- ¿Y qué haremos una vez que consigamos el pergamino? - Preguntó Naruto desconfiado
- No podemos tenerlo mucho tiempo con nosotros, iremos al bosque de inmediato. Allí nos reuniremos con el comprador; si lo hacemos bien no tendremos problemas
Avistaron la señal debajo, junto al muro. Cuatro de los involucrados estaban fingiendo una pelea para atraer la atención de los guardias, y estaba funcionando. Naruto y el resto se prepararon y comenzaron a bajar el último tramo de la gran pared de roca. Los pasadizos los habían conducido por un buen tramo, pero aún quedaban treinta metros por bajar. Bajaron a Naruto, Kenshi y Koi utilizando sogas, y para cuando tocaron el suelo la distracción se había terminado. Sólo había sido una pequeña precaución.
- ¿Y ahora? - Preguntó Naruto por lo bajo
- Entramos. Usaremos la entrada trasera, está muy bien escondida - Avanzaron al abrigo de los arboles y la oscuridad hasta dar con una de las paredes del edificio. Kenshi ojeó cuidadosamente un plano a la luz de su linterna, cuidando que la luz de esta no llamara la atención. Tanteando la pared por unos momentos dio con una ranura diminuta, prácticamente invisible - Es aquí
- ¿Cómo entramos? - Preguntó Koi
- Empujen - Entre los tres forcejearon hasta que el muro cedió dejando una pequeña abertura suficiente para que pasen de a uno en uno - Les dije que teníamos alguien dentro
- ¿Quien es el sujeto? - Preguntó Naruto con intriga, todo estaba saliendo demasiado bien. Y eso no le daba ninguna tranquilidad
- El tipo era un ninja sin mucho talento que acabó encargado de papeleos en la Torre. Pasó años aquí, y cada año odiaba mas el mugroso trabajo que tenía y a los ninjas que lo pisoteaban. Cuando se enteró de la entrada secreta bueno, tuvo ciertas buenas ideas una de ellas hacer contacto con ninjas de otra aldea - Sonrió complacido - No tiene muchas pelotas, pero para el trabajo sucio estamos nosotros.
- ¿Donde está el rollo? - Preguntó Koi
- En el subsuelo. Necesitaremos esto para entrar - Kenshi sacó un papel en el cual había un extraño símbolo grabado - Es la llave
- No perdamos tiempo - Naruto tomó la delantera
El edificio estaba vacío aparentemente. La única guardia era la del exterior; había algunas pocas cámaras pero Kenshi sabía donde estaban localizadas de antemano y no fue difícil evadirlas.
Bajaron por una entrada hasta el subsuelo. Siguieron por el oscuro pasillo hasta dar don una habitación localizada al fondo - Es aquí - Avisó el bribón - Mas vale que esto sirva - Tomó el sello y lo apoyó contra la puerta. Esta pareció responder y pudo oirse el sonido de una cerradura destrabándose. Cuando Kenshi empujó la puerta esta no opuso resistencia
- Funcionó - Exclamó Koi
- Ahora tomemos el jodido rollo - Naruto se aventuró en la habitación - ¿Tienes idea cual es?
- Debería estar por aquí - Kenshi inspeccionó uno de los depósitos - Si, creo que es este. Tú debes saberlo Naruto, eres el ninja aquí
- Déjame ver... - Naruto inspeccionó el pergamino. Al parecer contenía una lista de jutsus prohibidos. Le dió una rápida ojeada "Kage Bunshin no Jutsu" se leía en el primero, una técnica de clonación con sus instrucciones "Curioso" Pensó ojeando la técnica
- ¿Y bien?
- Si, es este. El pergamino de técnicas prohibidas del Primer Hokage - Naruto lo colgó en su espalda
- Andando - Kenshi guió la retirada, pudieron salir sin complicaciones
Como habían pactado se reunieron en el bosque, todos estaban allí
- ¿Eso fue todo? ¿Lo hicimos? - Preguntó Koi nervioso mirando hacia todas partes
- Si, pan comido - Replicó Kenshi
- ¿Y bien, donde está el sujeto? - Preguntó Naruto intranquilo
- Temo que no vendrá joven - Una voz desconocida sonó en respuesta
En un abrir y cerrar de ojos los bandidos estaban rodeados ninjas enmascarados que vestían una armadura ligera de color negra. De la oscuridad emergió un hombre mayor que caminaba a paso tranquilo apoyandose en un bastón. La mitad de su rostro estaba cubierto por gruesos vendajes, así como uno de sus brazos y parte de su cuerpo.
- Este es el fin de su camino - Habló con tranquilidad el hombre
Los que intentaron escapar terminaron inmovilizados en el suelo. Uno de los mas jovenes corrió a toda prisa, pero sólo logro quedar en el piso con un pie aplastando su garganta.
- Tomen el pergamino y al muchacho. Apresen al resto - Ordenó el anciano sin inmutarse
- Oye ¿qué hay de nuestro trato? - Exclamó uno de los bandidos del grupo
- Pedazo de mierda así que nos traicionaste - Escupió Kenshi furioso - Eres una basura
- No te lo tomes personal camarada - Replicó el otro - Hice un mejor trato, eso es todo
- Si. Dale su paga - Le ordenó a uno de los ANBU enmascarados
En un abrir y cerrar de ojos el sujeto cayó al suelo, un profundo corte le había desgarrado el cuello por completo y la sangre manó a torrentes hasta formar un charco en el suelo.
- Llevenselos - Ordenó el hombre sin inmutarse en lo mas mínimo
Naruto intentó oponer resistencia hasta que una bolsa cubrió su cabeza y todo quedó oscuro
Sasuke se hallaba camino a la academia. Había salido de su casa, ubicada en la zona norte de la Aldea. El terreno era mas alto en aquella parte de la aldea, por lo que el camino hacia el centro era por una pendiente.
Era una de las partes mas calmas de Konoha, no había muchas casas y estas estaban distanciadas unas de otras. Apenas si cruzaba algunos vecinos en sus caminatas diarias.
Pero esta vez alguien esperaba pacientemente en el camino, Sasuke sabía que esperaba encontrarse con él - ¿Qué sucede Kakashi? - Preguntó al pasar junto al ninja
Kakashi cerró su pequeño libro naranja y levantó su mano en señal de saludo - Yoho Sasuke ¿qué tal todo? - Preguntó amable, aunque con suma tranquilidad
- En orden - Replicó el pelinegro pasando de largo. Kakashi lo siguió - ¿Qué hay de ti?
El jonin se encogió de hombros - Tenía algo de tiempo libre - Igual que siempre, pensó Sasuke - Así que decidí desearte suerte en tu exámen. Aunque no creo que te haga mucha falta
- No es nada - Replicó Sasuke indiferente, no tanto por soberbia, sino por que realmente no le resultaría dificil pasar la prueba
- Te convertirás en ninja Sasuke, eso es algo importante ¿Tengo que explicartelo de nuevo?
- No - Sasuke lo interrumpió de inmediato - Ya lo sé, es importante - Dijo rápidamente, buscando evitar otro de los sermones de Kakashi
- Buen chico - Kakashi sonrió palmeandole la espalda
Sakura había llegado temprano, desde luego. Nunca había llegado un segundo tarde a una clase y hoy, el día de graduación, no iba a ser diferente. Entró en el salón y se dirigió a su asiento, como lo hacía cada día. Unos segundos después comenzaron a llegar otros estudiantes. El salón se fue llenando de a poco.
- Sakura! ¿seguro que pasaste la noche aquí verdad? - Ino se acercó a ella al entrar al salón
- No exageres Ino - Replicó la pelirosa avergonzada
- ¿Qué sucede frentona? No me dirás que estas nerviosa. Cómo si no fueras a sacarte un 10+ - Bromeó la rubia relajando a su amiga
- No puedo evitarlo. Hoy será el día en que mis esfuerzos den fruto
- Lo sé - Dijo Ino comprensivamente mientras se sentaba a su lado - Tus padres se pondrán muy contentos
- Si - Asintió Sakura con una sonrisa
Unos minutos mas tarde el salón estaba lleno. Todos los estudiantes habían llegado, y esperaban a que Iruka apareciera para dar inicio a la prueba. Sakura recorría con la mirada a sus compañeros, la mayoría se veían calmados, sólo unos pocos nerviosos. Shikamaru se veía igual de aburrido que siempre, Choji devoraba con avidez su bolsa de papas, Kiba presumía ante el resto, Sasuke se mantenía imperturbable como siempre... Repaso una vez más los rostros, y se dió cuenta de que alguien no estaba
- Naruto no vino ¿verdad? - Notó sorprendida
- Es cierto - Notó Ino también
- ¿De veras crees que sea tan tonto para perderse el exámen de graduación? - Sakura no podía entender algo así
- Es mejor así, ese idiota no tiene nada que hacer aquí - Exclamó Kashi que estaba un asiento detrás. Su nariz y muñeca continuaban vendadas
- A lo mejor aparece a último momento - Dijo Shikamaru sin importancia
- Ahora que lo mencionan... - Ino se puso a pensar - Escuché a mi padre deciir algo extraño...
- ¿Tu padre? - Preguntó Sakura
Sasuke que no estaba lejos de las muchachas aguzó su oído al escuchar a la rubia
- Si, sabes que trabaja en la división de inteligencia. Claro, cómo no me di cuenta antes - Ino se golpeó la frente
- ¿De qué se trata?
- Escuché a papá decir... que tomaron prisionero a un estudiante
- ¿Qué, es en serio? - Se asombró Sakura, a estas alturas muchos otros escuchaban atentamente - ¿Pero eso que tiene que ver con Naruto?
- Pues el no esta aquí hoy, tal vez sea una coincidencia, pero tal vez no... Mi padre dijo que al prisionero lo acusaron de alta traición, y que probablemente sería sentenciado a muerte
- ¿Qué? - Esta vez fue Hinata quien intervino. Aunque por regla general no se comunicaba mucho con nadie, no podía creer lo que oía
- Ino espera ¿estas segura? La acusación de alta traición no es algo que se haga a la ligera - Sakura había estudiado varias veces el código de leyes de la aldea y conocía a la perfección el tema - Sólo esta reservado para crímenes muy graves
- Eso es lo que oí decir a papá - Sostuvo Ino - Pero quien sabe, quizás hablaba de otra persona - Se encogió de hombros
Justo cuando la discusión tomaba color Iruka entró en el salon. Nadie se molestó en notarlo, pero su mirada no reflejaba la emoción de ver a sus estudiantes graduarse.
- Buenos días niños, cómo saben hoy es el día de su graduación. En verdad estoy orgulloso de haber estado a su lado estos años y tengo toda mi confianza en que se convertirán en ninjas útiles para nuestra aldea. Sólo me queda desearles buena suerte, aunque sé que lo harán bien - Expresó Iruka con sentimiento, pero sin poder reprimir su pesar interno - Comenzaremos ahora
Era de noche otra vez, pero él no tenía manera de saberlo. Allí no había ventanas, ni sol ni luna, sino una perpetua oscuridad. Debía llevar ya dos días allí, al menos eso creía, pero era difícil saberlo. Su cuerpo ya estaba entumecido, y las cuerdas le habían lacerado la piel de las muñecas y tobillos. Sentía el cuelo duro como roca, ya que apenas si podía girarlo. El aire estaba colmado de humedad y era difícil de respirar.
Pero Naruto no luchaba, no gritaba ni pataleaba. Sólo estaba allí, derrotado al fin.
Cuando le quitaron la bolsa el resplandor de las lámparas lo encandiló unos momentos y no podía distinguir su entorno. Pero los contornos se fueron haciendo mas claros hasta que pudo reconocer el rostro del Hokage mirándolo severamente. El rostro del anciano siempre era templado y tranquilo, con una seriedad propia de su experiencia y edad, pero esta vez era distinto, era el rostro de un juez.
Junto a él se hallaba el anciano de las vendas, y otras dos personas, una mujer mayor con semblante de piedra y un anciano de rostro largo y ojos que lo miraban con frialdad. Al parecer estaban en la Torre Hokage, en la oficina del anciano.
- Naruto... - Comenzó a hablar el Tercero sin mostrarse perturbado - Has sido traído aquí para responder por tus crímenes contra la aldea
Naruto entendía en la posición que estaba, aquel era el fin del camino ¿Qué podía hacer o decir en su defensa? - ¿Cual de todos viejo? - Replicó en broma con su actitud natural, si iba a caer al menos no dejaría que lo intimidaran
- No se te permitirá hablar a menos que se lo requiera muchacho - Sentenció la mujer - Cualquier cosa que digas empeorará tu situación
Naruto resistió con todas sus fuerzas la tentación de señalar que la voz de la anciana sonaba como una bisagra vieja, y que probablemente necesitaba ser "aceitada". Luchó con fuerza para reprimir la risa, y se vio obligado a bajar la cabeza para ocultar una pequeña sonrisa
- Naruto, se ha confirmado tu culpabilidad en el robo del Pergamino Secreto del Primer Hokage, por tanto se te acusa con el crimen de alta traición. Una falta que puede castigarse con la muerte - Continuó el Hokage imperturbable - ¿Hay algo que te gustaría agregar en tu defensa? - Agregó con un atisbo de esperanza
El rubio pensó en alguna excusa tonta, pero era en vano. Realmente, no se sentía particularmente mal por haber robado el rollo, sino por que lo atraparan - Como dijeron, soy culpable no? - Dijo desafiante
- Ya veo... - El Hokage lo miró apenado - Entonces permanecerás encarcelado hasta que se decida tu pena
Naruto no objetó nada cuando dos ANBU aparecieron para llevárselo, su mirada continuaba igual. Ya todo había acabado para él, de una manera u otra
- Voy a morir... - Esa idea resonaba en su mente con una fuerza aturdidora, pero aún no podía asimilarla. Nunca debió confiar en esos idiotas, podría haberse largado con lo que tenía, como sea hubiera tenido mejor suerte - No... no quiero morir... - Se sintió débil y aturdido, no quería terminar así, en una mugrosa alcantarilla. Había vivido en una alcantarilla toda su vida, no quería terminarla allí, no podía ¿Por qué el? Todo había sido una mierda desde siempre... y ahora terminaría igual.
Un sonido extraño llamó su atención; se oía como una risa, pero era apenas audible. Sonaba grave, pesada, como la respiración de un animal, y cada vez se hacía mas fuerte. Naruto se estremeció... no quería hacerlo otra vez. Aquella verdad la había desterrada de su mente hace tiempo, y nunca pensaba en ello ¿Pero de cara a la muerte qué poder tenía? Era totalmente impotente.
La oscuridad de la habitación comenzó a volverse mas densa, la bombilla blanca que brillaba con la intensidad de un fósforo apenas quedo engullida por las sombras. Durante dos días no había escuchado una voz humana, ni el mas mínimo ruido que el ocasional rechinar de la silla cuando intentaba acomodarse. Pero ahora, se dio cuenta, había un silencio absoluto y mortal, era como si ni siquiera existiera el aire a su alrededor. Sintió frío en sus pies, los sintió húmedos y se dio cuenta de que no estaba en la silla, estaba de pie y libre. No, cualquier cosa menos libre.
Una fina capa de agua cubría el suelo metálico y comenzó a escucharse el ligero sonido de una gota caer intermitentemente. Un leve y enfermizo resplandor comenzó a brillar en las paredes, pero sin emitir luz.
(¿No te te lo había dicho?)
Naruto volteó estremecido al oír la monstruosa voz. De la oscuridad emergió una gigantesca jaula con barrotes que superaban la vista. Una sombra se movía dentro y dos enormes orbes rojos que brillaban como rubíes incandescentes se posaron sobre él.
(No puedes escapar) - Era una voz estremecedora, las palabras se superponían con el sonido de un gruñido animal
- Tú... - Naruto contempló los pequeños soles que lo miraban fijamente. Sabía que no podía escapar, no tenia a donde correr, esta vez no podría huir - Entonces... es el fin, de verdad - No pudo contener una amarga risa
(Ante la muerte los humanos siempre lamentan sus errores, alzan qujas contra el destino o intentan aferrarse a la supervivencia con desesperación. Pero tú ríes, me intrigas pequeño humano) La inmensa sombra se expresó con calma, mostrando genuino interés
- Ya no importa, es el fin - Suspiró Naruto y se dejo caer al suelo
(¿No deseas vivir?) Preguntó la voz
- ¿Qué diferencia hay? Si aprendí algo bien es que los deseos valen mierda. Desear algo no sirve para que se haga realidad
(Así es, lo que se requiere para volver realidad los deseos es poder. Y tú, pequeño humano, no posees poder alguno) Sentenció la criatura (No eres sino un peón, siempre lo has sido. Y has jugado tú papel satisfactoriamente; nunca has tenido el valor suficiente para volver realidad tu ambición)
- ¿Y tú que sabes?
- (Ingenuo mortal) - Rugió la bestia - (Yo soy la oscuridad que habita en los corazones de los hombres, soy el castigo por su codicia y maldad. La oscuridad me llama desde el interior de cada uno de ustedes ¿crees que eres distinto a los demás? Eres tan vil y traicionero como todos ellos mocoso
- Cállate
- (Engañate a ti mismo si quieres, pero no puedes engañarme a mí. Tu oscuridad es mi alimento)
"dejenme en paz de una vez", "voy a despedazar a ese imbécil", "sólo 10 ryo, que miserable", "¿por qué no se mueren de una vez?", "algún día me vengaré" - Era la voz de Naruto la que resonaba por las paredes, como un eco de sus pensamientos
- Cállate! - El rubio dio un paso adelante con furia
- (Eres tan patético como los demás, dominado por el miedo. Temes admitir tu propia naturaleza; los humanos siempre temen oír lo que no quieren, viven atrapados en un mundo de ilusiones, cegados ante la realidad. Su peor enemigo es su sí mismo)
- No voy a morir aquí...
- (Morirás de todos modos algún día. Qué sentido tiene prolongar tu miserable existencia ¿qué esperas lograr humano?) - Cuestionó el monstruo, ansioso de medir su respuesta
- No lo sé... pero no quiero morir ahora; si vivo puedo descubrir...
- (Esperanza entonces; qué veneno mas letal. Aferrándose a ilusiones intrascendentes, engañando la evidencia de la realidad. Buscas prolongar la mentira... es inevitable, eres humano después de todo. Parece que tu tampoco serás la respuesta) - Negó el zorro con cierta pena (Ya no podrás escapar de mí niño, tarde o temprano voy a salir. No te encariñes demasiado con tu vida, por que voy a tomarla. A diferencia de ti, yo tengo el poder que necesito, tengo todo el poder que hay) - La bestia rugió emanando un aura carmesí que hizo volar a Naruto, retazos de energía oscura flotaban en el ambiente, y el rubio podía oir como le hablaban, como susurraban la maldad de los corazones humanos, el odio, el rencor. Por primera vez en mucho tiempo, Naruto sintió verdadero miedo
El mundo volvió a ser una habitación húmeda y oscura, la pequeña lámpara seguía brillando intermitentemente. Su cuerpo estaba atado nuevamente, no podía mover las manos para quitarse el sudor helado del rostro.
Escuchó el sonido de la puerta abrirse, unos pasos resonaron detrás suyo.
- Naruto...
El rubio hizo un esfuerzo por levantar la cabeza y ver a su visitante - Rin... ¿qué hay? - Dijo con media sonrisa, intentando sonar casual como siempre, aunque estaba extremadamente agotado
La mujer suspiró y le frotó el cabello con calma - ¿En qué lío te metiste...
Era oficial ahora. Habían superado la prueba y habían recibido el rango de Genin. Todos en la clase lograron pasar el examen y ahora ostentaban con emoción sus bandanas, la insignia que probaba su logro.
Habían pasado dos días desde el exámen de graduación y ahora se encontraban en la academia esperando a que sean designados los equipos de los que formarían parte. A partir de ese momento, comenzaban sus carreras como ninja. No era ningún secreto que todas las chicas querían estar en el mismo equipo que Sasuke. Por su parte el Uchiha no estaba muy entusiasmado con la idea de un equipo, sólo esperaba que no le tocara junto a ningún inútil.
Sakura estaba bastante nerviosa, desde luego que quería quedar junto a Sasuke, era el mejor entre todos ellos y lo admiraba profundamente por sus habilidades. Pero la posibilidad era mínima, era mas probable que le tocara con otros estudiantes. Sólo esperaba que quienes fueran sus compañeros se lo tomaran con seriedad.
- Bueno chicos, esta es la última etapa - Habló Iruka con una ligera sonrisa - Les anunciaré como estarán compuestos los equipos, y luego de eso comenzarán oficialmente a operar como ninjas. Es un gran paso, pero confío en ustedes. Entonces veamos... equipo 1 - Iruka leyó los nombres que integraban cada uno de los equipos, compuestos por tres personas, junto al de su sensei Jonin asignado - Veamos, equipo 7: Sakura Haruno - La pelirosa escuchó expectante - Sasuke Uchiha - Una fiesta se desató en la cabeza de Sakura, había quedado junto a Sasuke ¿qué mas podía pedir? Por su parte Sasuke esperaba el nombre del ultimo integrante, la chica Haruno al menos se lo tomaría en serio y tenía mucho conocimiento, podría haber sido peor en su opinión - Y... Naruto - La expresión de Iruka cambió al leer el nombre del estudiante ausente, su semblante se suavizó transmitiendo cierta pena - Su sensei será Hatake Kakashi
- ¿Kakashi? - Sasuke se lamentó internamente, justo el mas perezoso y descuidado de los ninjas sería quien estaría a cargo de su equipo, genial. Podría haberselo dicho antes... - Pero... ¿qué hay del tonto?
Tanto Sakura como Sasuke se lo preguntaron ¿qué había de Naruto? No se había presentado al exámen ¿cómo era posible que estubiera en su equipo? Sakura expresó en voz alta aquella preocupación - Un momento Iruka-sensei, Naruto ni siquiera está aquí ¿cómo pudo haber sido asignado a nuestro equipo? No se graduó como el resto - Los demás se preguntaban lo mismo
- Sakura, los equipos son designados por el Hokage en persona, no nos corresponde a nosotros cuestionar esa desición - No había que decir nada mas, evocar el nombre del Hokage era suficiente para terminar toda discusión
- Lo siento - Se disculpó Sakura apenada sentándose otra vez
- Bueno, prosigamos. Equipo 8: Hinata Hyuga, Kiba Inuzuka, Shino Aburame. Su sensei será Kurenai Yuhi - Iruka terminó de redactar la formación de los equipos luego de unos minutos - Bueno chicos, esperen aquí a que se presente su sensei. Les deseo suerte una vez más, sé que lo harán bien - El chunin dejó el salón, no sin antes dirigirle un último pensamiento al mas problemático de sus estudiantes - Naruto... todo depende de ti ahora
- Maldita sea Sakura, qué suerte tienes - Se quejó Ino a su lado - Estas con Sasuke, qué no daría yo por eso. Es tu frente de la suerte, sin dudas - Se quejó la rubia
- Pero ¿qué hay de Naruto? ni siquiera esta aquí - Sakura aún no entendía aquello
- Tal vez fue sólo para llenar espacio ¿qué hay si ni siquiera se presenta? ¿tú y Sasuke a solas?! Cómo quisiera estar en tu lugar frentona!
- Sigue soñando cerda, esta vez te tocó perder - Replicó Sakura con suficiencia
- Ja muy graciosa, pero ya verás, seré tan buena ninja que Sasuke no tendrá mas opción que pedirme una cita - Devolvió con confianza
Uno a uno los Jonin se presentaron para retirar a sus equipos. Ino y Sakura se despidieron deseándose suerte, el sensei del equipo 10 parecía ser alguien fuerte. El ultimo equipo fue el de Hinata, su sensei era una bella mujer de cabello negro. Al final, sólo quedaban Sakura y Sasuke en el salón. La pelirosa estaba realmente nerviosa, tenía la chance perfecta de congeniar con Sasuke. Pero no se le ocurría que decirle.
- Sasuke... - Hablo algo tímida - ¿Qué crees que suceda con Naruto? En verdad estará en nuestro equipo - Decidió hablar casualmente
- No lo sé, es muy extraño - Replicó Sasuke con calma - Hace días que no aparece en la academia
- Lo sé, creo que tal vez los equipos se designaron antes del exámen, quizá se deba a eso - Razonó la pelirosa
- Es posible...
Era una teoría plausible, y podría haberse confirmado sino fuera por que la puerta se abrió dandole paso nada menos que a Naruto. El joven entró con calma, escoltado por dos ANBU. No se lo veía particularmente distinto de cualquier otro dia, manteía su mirada aburrida y su semblante burlón - Heme aquí ¿ahora me dejarán limpiarme el culo solo? - Se quejó el rubio con los ninjas enmascarados
- Recuerda que estas bajo vigilancia, no intentes nada - Dijo secamente uno de los enmascarados
- Si gracias, yo también te voy a extrañar mucho - Replicó con sarcasmo Naruto revoleando sus ojos. Los ANBU desaparecieron de la vista - Valla, supongo que ustedes son mis "compañeros" - Se dirigió hacia ambos Genin
- Naruto - Sakura exclamó sorprendida - ¿Qué haces aquí?
- Parece que ahora soy un ninja, menuda mierda. Hasta me dieron una de estas cosas y todo - Mostró la bandana que llevaba en su bolsillo
- Ni siquiera te presentaste al exámen, cómo es posible - Lo miró Sasuke intrigado
- Larga historia, jodidamente larga. No tengo ganas de contarla - Se dirigió hacia el escritorio y se sentó allí - ¿Y ahora qué?
- Estamos esperando al sensei - Informó Sakura aún confundida
- ¿A Kakashi, qué acaso están locos? No conoce la palabra puntualidad. Incluso estando encarcelado llegué antes que él, eso te da una idea - Divagó casualmente
- ¿Qué cosa? - Sakura lo miró asombrada ¿sería cierto lo que había dicho Ino? - ¿Cómo que encarcelado? Naruto qué diablos hiciste
- Ya te dije, es una historia larga - Se encogió de hombros - No estoy de humor para eso. Mejor doy un paseo
- No espera, no puedes irte. Esperaremos a nuestro sensei aquí como nos indicaron - Se interpuso la pelirosa en su camino
- A mi no me dijeron eso, así que daré una vuelta
- Mira Naruto ahora somos parte del mismo equipo, así que es mejor si no te portas como un cretino, al menos cuando estamos en cumplimiento del deber ¿de acuerdo? - Lo regaño la muchacha con seriedad, pero tan pronto como lo dijo se sintió algo nerviosa. El rubio la estaba mirando de una manera que la hacía sentirse muy insegura. Sasuke por su parte se puso alerta, preguntandose si Naruto realmente atacaría a Sakura
- Jaja de acuerdo Sakura - Naruto rió despreocupadamente, Sakura se relajó dándose cuenta de cuan tensa se había puesto - Pero no puedo prometerte eso, ya lo sabes. Me portaré bien esta vez - Sakura suspiró, aceptando que era mejor que nada - Quien hubiera dicho que la sabelotodo tenía tanto carácter
- Acostúmbrate - Replicó Sakura desafiante, indispuesta a ceder. Sasuke tuvo que admitir que no pensaba que la pelirosa tuviera ese valor
La puerta se abrió y Kakashi llegó por fin. El Jonin contempló a su equipo un momento - Buenos días, parece que de ahora en más estamos atrapados unos con otros así que procuremos hacer esta experiencia lo menos desagradable posible - Dijo con una sonrisa inocente - Siganme
Bien, así queda el inicio. Espero que haya gustado minimamente. Aclaro un detalle, si se dieron cuenta Naruto solo es referido como Naruto, sin el Uzumaki. El no sabe que ese es su nombre completo, ya que siempre pense que era demasiado tonto que nadie se diera cuenta quien era su madre siendo que era la unica Uzumaki en la aldea. Así que Naruto desconoce su nombre completo, es parte del secreto de su identidad.
