Ambos habían regresado sonrientes y triunfantes al hotel. Tras ganar la plata en el campeonato de China, Katsuki Yuri se sentía flotando por las nubes. Fue como si un camión de plomo se hubiera retirado finalmente de sus hombros, ya que no había hecho quedar mal a su entrenador logrando estar en el tan soñado podio y, a la vez, no podía calmar su excitación. Desde que Viktor apareció en su vida no podía dejar de sorprenderse de sí mismo. Éste lo había llevado a redescubrirse, a darse cuenta que él -aunque pareciera mentira-tenía un lado seductor, a confiar en que era capaz de más. Y eso mismo le había pasado esa noche. Tras llorar por primera vez antes de patinar y sentirse completamente relajado, hizo un flip cuádruple, siempre pensando en qué reacción podría tener Viktor. Y eso... vaya que lo tomó desprevenido: "esto fue lo único que se me ocurrió para sorprenderte más de lo que me sorprendiste a mí". Las palabras de su entrenador resonaban suaves en su cabeza mientras recordaba cómo antes de eso le había dado su primer beso. Debió haberse notado en su cara lo que estaba pensando porque de repente fue traído a la realidad por el llamado de Viktor:

-Tierra a Yuri! Estoy intentando mantener una conversación contigo así que deja de pensar en el yo de hace unas horas. Me pondré celoso- dijo Viktor con su risa tan natural.

-Gomen!-se sonrojó Yuri-. ¿Qué decías?

-Que si estabas de acuerdo en pedir servicio a la habitación... ni cenamos.

-Claro, no creo poder comer, mi estómago simplemente no puede calmarse, pero lo intentaré-dijo Yuri sonriente y exhausto.

-Mhh, sería fabuloso estar en casa para pedir katsudon para celebrar-suspiró-. ¿Qué pedimos?

-Lo que sea... EXCEPTO SANGRE DE PATO. Eso fue repugnante-el mero recuerdo le traía náuseas.

-No eres divertido, Yuri.-refunfuñó el mayor.

Mientras entraban a la habitación de Yuri y Viktor corría al teléfono para pedir la cena, el cerdito no podía dejar de pensar una y otra vez en cómo su entrenador había llamado a su casa en Hasetsu su propia casa.

Yuri había salido de la ducha con una toalla envuelta a su cintura. Tomó sus lentes de la mesa ratona de la habitación y se los ajustó con dificultad: "el marco ya está gastado, debería realmente hacerme lentes de contacto. Es muy molesto no poder ver siquiera mi puntaje cuando estoy compitiendo. O las caras de mis amigos".

Viktor ya había atendido al personal del hotel y esperaba a su alumno para comer mordisqueando un pedacito de pan. Yuri no pudo dejar de mirarle los labios mientras se sentaba frente a él medio nervioso y medio hipnotizado. Acababa de caer en la cuenta de que era la primera vez que iban a estar solos desde que se habían besado. Al principio Yuri realmente no sabía si Viktor sólo estaba jugando con él o si los rusos no tenían noción del espacio personal, pero en los últimos tiempos había aprendido a notar su amor y bueno, después de hoy, sentía todo mucho más claro.

-Yuri, ¿te pasa algo?-preguntó Viktor con la mirada divertido mientras lamía seductoramente el borde de la copa que había llenado con vino blanco.

-Nada.-Yuri se estremeció de inmediato y sabía que por más que mintiera, su entrenador podía leerlo como un libro: "Ojalá hubiera podido hacerlo cuando estaba hecho un manojo de nervios. Viktor idiota".-Itadakimasu.-dijo y se dispuso a tratar de hacer pasar algo de comida por el nudo que tenía en su garganta.

Viktor comía sin problemas y sorprendentemente sólo había pedido una botella de vino blanco y una de champagne para brindar por el éxito de su pupilo, nada de bebidas fuertes. Comentaba sin mucho interés el extraño programa chino que había en la tv, pero con la suficiente constancia como para no dar lugar a un silencio incómodo. La euforia con la que habían llegado al hotel había pasado y notaba como Yuri se había vuelto consciente de la situación.

-Emh, Viktor. ¿Puedo hacerte una pregunta?-lo interrumpió Yuri mientras se reía de los comerciales y de cómo no entendía sinceramente ni una palabra.

-Por supuesto-sonrió.

-¿E-eres gay?-preguntó ruborizado.

"Wow, fue bastante directo al grano", pensó Viktor.

-Sí, lo soy.-dijo sin dudar-. ¿Y tú?

-E-espera, necesito más datos aparte de eso!

-¿Coooomo qué?-preguntó Viktor con una sonrisa de costado.

-Tú... ¿has salido siempre con chicos?

-Bien, sí. Déjame hacerte un pequeño resumen, ya que tú mejor que nadie tiene derecho a saber ésto, ¿no crees?-lo miró pensativo.

-¿Por qué tengo derecho? Y, y... no. No sé si quiero saber en realidad- dijo Yuri sintiendo unos nuevos celos acumulándose.

-Ey no es nada tan dramático, no soy una zorra- Viktor rió.

-No me refería a eso, sino que, bueno, tu sabes...

-Mhh, ¿Qué es lo que sé?

-Es que...-Yuri dudó. No sabía si de verdad podía decir todos esos sentimientos que venía acumulando desde pequeño y sin embargo pensó: "al demonio, él es mío. ¿A quién besó en televisión internacional hoy?"-. Es que eres hermoso e increíble. No digo que seas una zorra-rió un poco Yuri-. Sino que me parece obvio que muchos podrían haber ido tras de tí.

Viktor estaba ahora completamente ruborizado y mudo. No era normal que alguien le dijera hermoso a un hombre de veintisiete años y menos Katsuki Yuri. Había desatado a un monstruo el día que decidió darle "Eros".

-Bueno, Yuri.-empezó Viktor esquivando un poco su mirada-. Tú eres increíble y muy apuesto también-ambos inconscientemente se habían empezado a acercar hacia el otro a través de la mesa y cada vez se hablaban más cerca-. Yo siempre me he sentido atraído por hombres. Ni siquiera he besado a una chica. He salido sin tener nada serio desde joven, más o menos desde los dieciséis. Bueno, salir o lo que sea que Yakov me permitiera con el poco tiempo libre.-suspiró- ¿y tú, Yuri?. Sé que nunca habías tenido una pareja pero ¿qué es lo que te gustaba?- preguntó Viktor mirando al frente.

-Tú-dijo Yuri que se había parado y dado la vuelta a la mesa junto a Viktor.

Su entrenador no pudo hacer otra cosa que abrir los ojos como platos. Yuri tenía la mirada prendida fuego y respiraba pesadamente y de repente tomó a Viktor por los brazos y lo empujó contra el suelo.

-Creo...-dijo Yuri cerrando los ojos tratando de recobrar el sentido por un momento-. Que de niño me gustaban las niñas,-Yuri pensó en Yuuko-. pero, desde que empecé a patinar y supe de ti, fuiste todo lo que siempre me gustó. Nadie más que tú.-Yuri miraba a Viktor profundamente con sus ojos cafés.

-Yuri, solo quiero saber, porque en estos momentos no puedo creerlo. ¿Hoy te di tu primer beso?-preguntó Viktor que empezaba a respirar agitado.

Yuri asintió con la cabeza porque sentía que no tenía aire suficiente para hablar. Viktor estiró un brazo hacia sus labios y los acarició con sus dedos. La respuesta afirmativa le había hecho sentir oleadas inmensas de felicidad que antes no se había permitido sentir porque no sabía con exactitud todos los detalles. Yuri no le daba exactamente mucha información sobre su vida amorosa.

-No entiendo cómo pude haber sido el primero.-dijo Viktor-. Pero, ¿podría ser el segundo?

Sin esperar ni un segundo, Yuri avanzó todo el espacio que había entre ellos y puso sus labios contra los de él. Era un beso dulce y a la vez desesperado, ninguno de los dos podía dejar de corresponderle el beso al otro. Estaban completamente enredados desde las piernas hasta los brazos. Entonces en un momento que Yuri buscaba separarse para tomar un poco de aire, Viktor le mordió provocativamente el labio inferior.

-Yuri -jadeó-, quiero besarte con mi lengua- se acercó y susurró ronco en su oído-. ¿Podrías abrir más tu boca para que te de tu primer beso adulto?

Este ya no se ruborizaba, sólo sentía como la sangre se acumulaba en su cabeza y actuó salvaje, casi por impulso. Volvió a unir su boca con la de Viktor, ambas plenamente abiertas y enroscaron sus lenguas con desesperación una y otra vez. Sus dientes se habían chocado alguna que otra vez entre tanta adrenalina y la poca experiencia de Yuri, pero eso ni parecieron notarlo. El menor tomó el rostro de su entrenador entre sus manos y le lamió cada rincón de la boca y diente por diente. La saliva se deslizaba por el mentón de los dos pero habían llegado al punto en que no parecía importarles. "Aprende rápido", pensó Viktor que sentía un fuerte ardor en su entrepierna. Su pupilo era tan tierno e inocente, pero tenía esa doble cara. Ese interruptor que sólo él había podido accionar que lo volvía feroz y ardiente.

Yuri soltó el rostro de Viktor y comenzó a pasar sus manos por debajo de su camisa. Cuando rozó sus suaves pezones paró para darles un pequeño pellizco.

-Ah!-gimió Viktor trayendo a Yuri a la realidad.

-Y-yo lo-lo siento, Viktor.-se alejó ruborizado sin poder dar crédito de lo que había estado haciendo.

-¿Por qué lo sientes?-preguntó Viktor mientras se desabrochaba la camisa-.¿No te gustó?

Viktor se acercó hacia él y con una mano le levantó la barbilla.

-Yuri, continúa-le rogó con los ojos entrecerrados.

-Yo... no sé si deberíamos seguir. Nunca he hecho ésto. ¿Y qué si no lo hago bien?

-¿Ehh? Es imposible que algo que Yuri me haga no se sienta bien-rió Viktor. Acto seguido puso su mano en la entrepierna del otro y sonrió al notar que su miembro estaba endurecido-.Sólo sígueme la corriente.

Tras decir eso, desató la toalla de la cintura de Yuri para dejar su miembro expuesto y comenzó a lamer la punta suavemente. Yuri jadeó y cerró los ojos.

-No. Esto no es necesario.-Dijo colocando una mano en el pelo plateado.

Pero Viktor no se detuvo y comenzó a engullir su pene una y otra vez. El aire se había vuelto pesado y Yuri experimentaba un placer que nunca había sentido. Cuando abrió los ojos y vio el rostro seductor de Viktor mientras lo tomaba por completo con la boca, no pudo resistirlo más y volvió a empujarlo contra el suelo. Se puso sobre él y comenzó a besarle y succionarle el cuello. Viktor gemía y a la vez había estirado la mano para masturbar a Yuri. Luego de éso, Yuri le dio un fuerte mordisco en el cuello y se dispuso a jugar con los rosados pezones de Viktor, primero presionándolos y moviéndolos en forma circular y finalmente pellizcándolos como había estado haciendo hace un rato..

-Mhh... Yuri, aquí-dijo Viktor tomando una de las manos del menor y colocándola sobre el botón de su pantalón.

Obediente, Yuri desabrochó su pantalón y le quitó la ropa interior negra para tirar ambas prendas salvajemente hacia el otro lado de la mesa. El miembro de Viktor estaba duro y ya emanaba un poco de líquido preseminal. Era un poco más largo que el suyo, aunque no tan grueso.

No era como si Yuri nunca hubiera visto ese tipo de videos, ya que fantaseaba a menudo con Viktor y por lo tanto varias veces había visto porno gay. Pero ninguno le había despertado interés y en el momento en que enfocaban el pene de los actores, se sentía algo repelido. Pero ahí estaba el pene de Viktor, totalmente erecto por él y no pudo parar de sentir un hambre en su interior que debía satisfacer. Sentó a su entrenador y juntó los miembros de ambos y empezó a masturbarlos juntos. Habían vuelto a besarse y Viktor no paraba de lamerle los labios cada vez que tenía oportunidad.

Los dos soltaban gemidos profundos y llenos de placer. La mano de Yuri comenzó a moverse con más rapidez lo que provocó que Viktor se separara de su boca y comenzara a jadear su nombre.

-¡Yuri, aahh, Yuri! Sigue más rápido. ¡Y-yo ya, ya me...!

Viktor se corrió en su mano y sobre su pene, y tiró todo su peso sobre Yuri y descansó su cabeza en su hombro.

Yuri que aún no había acabado intentó alcanzar una servilleta de la mesa.

-No. No lo limpies. Úsalo aquí Viktor agitado separándose un poco y señalando la entrada entre sus piernas.

-¡¿QUÉ?!-gritó Yuri , Viktor. ¿Tú quieres que yo lo haga?

-¿Y por qué no? Siempre he hecho ambos roles y de verdad quiero a Yuri dentro de mi-dijo con una mueca seductora.

-Pero, ¿no quieres hacérmelo tú?-dijo Yuri tragando saliva y limpiándose las manos de todas formas.

-Mhh sí, pero no ahora. No hasta que ganes el Grand Prix.-rió quiero en tu máximo potencial y tal vez podría dificultarte moverte un tiempo.

-Y-ya veo-dijo Yuri mirando al suelo un tiempo-. Pero Viktor, no tengo condones aquí.

-Oh... ni yo-dijo Viktor e hizo una pausa por un pequeño tiempo-. Yuri, hazlo de todas formas. Serías el primero.-se acercó y le dijo en el oído- Nadie ha acabado dentro mío.

Aquello encendió a Yuri terriblemente y lo tomó del brazo, lo llevó hasta la cama y se puso encima de él. Se quitó la remera y se lamíó un dedo para colocar en la entrada de Viktor.

-¿Estás muy seguro de ésto?-preguntó Yuri.

-Yuri, si vuelves a detenerte me haré responsable y dejaré de entrenarte.-dijo Viktor medio divertido medio exasperado.

Lo penetró con el dedo y comenzó a hacerlo entrar y salir primero lento pero cada vez más rápido. Siguió jugando así hasta haber insertado un tercer dedo y notar que del propio interior de Viktor salía un fluído cálido.

-Apúrate, Yuri. Ya no creo poder aguantarlo más-dijo Viktor gimiendo. Ya estaba duro de nuevo y había levantado sus caderas para que Yuri finalmente lo penetrara.

-Viktor...-suspiró-. Avísame si duele.

Entonces colocó su miembro en su entrada y comenzó a hacerlo entrar despacio hasta que logró hacerlo entrar por completo. Yuri apretó los dientes y Viktor gimió sonoramente.

-Yuri, se siente tan bien. Comienza.-rogó Viktor eróticamente.

-Espera un poco, no creo poder contenerme.

-¡NO LO HAGAS!-lo miró furioso.

-Ahh tu interior me está apretando tanto. ¿Se supone que así debe ser?

-Sí, solo sigue.

Yuri retiró un poco su miembro y luego lo embistió de nuevo hacia adentro.

-Así-gimió Viktor con su rostro perlado en sudor-. muéstrame todo tu eros.

Yuri comenzó a embestirlo con fiereza y Viktor no dejaba de gemir. Había clavado sus uñas en la espalda de Yuri y éste lo tenía agarrado con una mano fuerte de la cadera y con la otra masturbaba su miembro.

Viktor había tenido sexo antes, pero nunca se había sentido tan placentero. Nunca había tenido esa necesidad imperiosa de fundirse en otra persona y de querer absolutamente todo de ella. Desde aquella vez que lo vio imitar su rutina en ese video, Viktor quiso conocerlo, quiso tenerlo cerca y que estuviera a su lado. Yuri lo había inspirado cuando ya creía que no había nada que pudiera hacerlo. Y ahí estaba, penetrándolo hasta lo más profundo de su cuerpo tanto como había penetrado en su alma.

-¡Ah-h!Yu-Yuri, me vengo-gritó Viktor en éxtasis.

-Adelante, hazlo.

-¡No! Córrete conmigo, Yuri, por favor. Aguantaré.

Yuri empezó a embestirlo con más fuerza. Podría haber estado un rato largo más, a pesar de haber competido ese mismo día. Así de poderosa era su estamina. Pero la cara de Viktor mientras le rogaba que lo hiciera con él hizo que no pudiera más.

-Viktor, ya, ya casi-dijo Yuri entre dientes.

-Mhh Yuri, te amo-. Dijo Viktor ya entre lágrimas.

Eso ya había sido demasiado. Yuri lo besó y Viktor se abrazó a él con fuerza con sus manos y piernas hasta que ambos llegaron a un fuerte y placentero orgasmo. Viktor sintió el semen de Yuri en su interior y había sido la sensación más cálida que había tenido, como si lo llenaran por completo. Yuri cayó sobre Viktor y permanecieron así jadeantes por un rato. Esa había sido la primera vez que Viktor le dijo literalmente que lo amaba. Aún no podía creerlo. ¿Podía ser mejor aquel día?

Tras recobrarse un poco, Yuri miró a Viktor a los ojos mientras corría suavemente su flequillo plateado con la mano y le confesó:

-Viktor, yo también te amo. Yo... siempre lo he hecho.

-Entonces... ¿Una figura paterna, un hermano, un amigo, un novio?-sonrió Viktor.

-Jaja, vaya-rio Yuri-. Aún...¿Puedo ser tu novio?

-Eso y más-dijo Viktor atrayéndolo hacia sí para otro beso.