Te encontré a ti
Lucy era la única de los Pevency que se encontraba sola.
Edmund ya estaba en la universidad con sus amigos.
Peter estaba en la milicia y…
Susan estaba de viaje con su esposo y sus hijos
Lucy estaba tan sumida en sus pensamientos que no capto que su tren estaba pasando a toda velocidad frente a ella sin detenerse, cuando se percató de que el tren ya había pasado fue la suave brisa y el sonido de las olas, sacándola repentina mente de sus pensamientos.
En aquel lugar se podía sentir la magia y la tranquilidad llenando el vacío en sí, lastimosamente para Lucy esa calma duro solo unos instantes al oír que alguien se acercaba.
De repente Lucy sintió una espada en la parte izquierda de su cuello.
-Quien eres- dujo una voz grave que ella conocía muy bien
- Hola Caspian- dijo Lucy con una voz cálida
-¡Lucy!- dijo Caspian estrechándola en sus brazos lo más fuerte que pudiera
-Caspian…n…no…pue…puedo…respirar.
Caspian la soltó casi instantáneamente.
-Perdón por mi imprudencia, pero es que estoy muy feliz de verte
-yo también Caspian.
Caspian y Lucy fueron de camino a cair paravel anunciar la venida de su reina.
Después de una tarde completamente juntos, el estudio de Caspian se encontraba en silencio con Lucy en su habitación y el terminando unas cartas.
Al terminar Caspian iba camino a su habitación cuando, en ese momento escucho suaves sollozos del cuarto de Lucy y, sin tocar entro al instante viéndola a ella acurrucada en un rincón.
-Lucy? ¿qué ocurre?- dijo Caspian alarmado por la reina
-Caspian, tuve una pesadilla, estaba sola, gritaba pero nadie me escuchaba.
Por favor Cas no me dejes- lo dijo mientras una lagrima caía suavemente por su mejilla pálida.
Caspian la cargo en sus brazos y se acostó con ella en la cama esperando a que se calmara y callera en los sueños de Morfeo, Lucy poco a poco se fue calmando y callo inconsciente sobre el hombro de Caspian.
El al verla dormida le dio un beso en la frente y quiso salir de la habitación, pero, un apretón a su camisa lo hizo quedarse, siendo sincero estaba cómodo con Lucy en su hombro, encajaba perfectamente en la hendidura de su cuello. Caspian antes de caer en un sueño profundo le susurro a Lucy
-jamás te dejare – ganándose una pequeña sonrisa de la chica con ojos esmeralda…
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