Nota : Los personajes de la presente historia le pertenecen exclusivamente a Masami Kurumada, Araki Shingo y Toei.
Ojo: Esta historia no es más que pura fantasía...
...
Tenía que calmar su ansiedad de alguna u otra forma. Sentado sobre un sofá antiguo , dentro de la biblioteca del santuario, se pasaba horas buscando entre los libros , aquello que creía, podría tranquilizarlo.
Terco como era, no iba a parar.
Leía cosas como pediatría, ginecología, psicología femenina...y en eso último es que puso su mayor interés por un corto tiempo. Sentía que un trozo de texto no le iba a servir para lo que deseaba.
Acabado de cumplir los catorce años , después de haber estado yendo de un lado a otro, al fin podía pensar en si mismo, en lo que le gustaba.
"Mujeres" , las tenía en su cabeza desde que comenzaba el día y muy entrada la noche no podía dormir sin pensar en ellas .
"Me estoy volviendo loco" - pensó para si, mientras acariciaba inconscientemente la silueta larga y suave de su almohada.
No sabía bien a qué se debían estos cambios tan extraños o si eran saludables para él. Nadie nunca le había dicho que esto alguna vez podría pasarle. Debía descubrirlo solo. Con su hermano Ikki tampoco podía hablar. Era tan estricto con él... . Seiya, bueno él, su mejor amigo, pero quién peor sabía guardar confidencias de ese tipo. No, él abriría la bocota "sin querer , queriendo". Lo dejaría al descubierto. Shun de sólo imaginárselo , sentía de repente quemar sus delicadas mejillas por la vergüenza.
"Qué podrían pensar los demás de mí " - pensó. Sin embargo, no se detuvo. Si no decía nada a nadie, qué podrían pensar de él...
Volvió a su sitio preferido, esta vez con un libro de anatomía al cúal le había tapado la contra portada para que nadie pudiese ver el titulo, y se quedó varios minutos observando las figuras. Su gusto por la lectura estaban pasando a un segundo plano. No era eso lo que estaba buscando , las fotos estaban muy lejos de ser lindas.
Entonces , pensó algo rápido. Las revistas habían sido eliminadas de la biblioteca por su hermano Ikki . No quedó nada la última vez. Tenía un pavor enfermo a de que aquello pudiera pervertir a su pequeño hermanito , que por poco no iba a haber ni libros ni nada.
Pero Shun sabía algo más. Las revistas de Tatzumi ; si, esas benditas revistas...¿Cómo pudo habérsele olvidado? .En más de una vez había podido ver de casualidad lo que había en ellas. Fotos de mujeres realmente hermosas, esbeltas , provocadoras. Shun tragó en seco de solo imaginarlo, y se dirigió a paso sigiloso hacia la habitación del mayordomo de Athena. Nadie supo, sólo él, como fue que abrió el cajón de Tatzumi y extrajo casi todos los volúmenes que tenía.
Esta vez, se encerró en su propio cuarto, asegurando con candado la puerta por si alguien venía a molestarlo. Se sentó en el suelo y observó cada página , una por una , deleitando su inocente mirada con las imágenes. Esas eran las mujeres que le gustaban .Y hubo una que le llamó la atención. Una preciosa joven, de cabello rubio, que vestía un top diminuto y minifalda, que con sus labios gruesos , húmedos , parecía decirle : "bésame". Y él se preguntaba como se sentiría besar a una mujer. Él jamás lo había hecho. Inmediatamente deshizo los botones de su camisa, pues el calor estaba aumentando en su cuerpo o eso parecía sentir. Si su hermano Ikki lo viera, sin duda lo hubiera reprendido severamente.
Pero él no podía evitarlo...
A la mañana siguiente, alguien tocó la puerta de su cuarto.
- ¡ Hey, Shun ! - era Seiya - ¡ Abre la puerta !
Shun dio un salto de miedo y rápidamente escondió las revistas debajo del colchón de su cama. Se había quedado dormido en el suelo.
