Bella caminaba por un callejón oscuro, precavida, mirando nerviosamente el lugar, buscando una señal de luz o personas, pero rogando al mismo tiempo que no fuera un ladrón o violador.
El callejón casi llegaba a su fin, suspiró aliviada, se apresuró a salir de este. Solo le faltaban unos cuantos pasos, ya veía las luces procedentes de los restoranes de comida rápida, cuando un joven de pelo rubio apareció de donde provenían las luces, dirigiéndose hacia ella.
El joven no se veía como un mal hombre, pero a Bella le recorrió un escalofrío cuando pasó al lado del muchacho, volvió a suspirar aliviada.
-Dos sustos en una noche-susurró para si misma. Sintió que algo o alguien la agarraba de la cintura. Iba a pegar un grito cuando le taparon la boca. Vio que era el mismo chico de pelo rubio que había visto pasar hace cinco segundos al lado de ella.
Él puso sus labios en el cuello de Bella y le clavó los colmillos, succionando la sangre de la pobre muchacha. Por la pérdida de sangre, se estaba desmayando, cuando sintió que se alejaba de ella porque lo habían empujado, al perder el apoyo del chico, calló al piso, sin importarle nada.
-¡Detente ahora mismo Jasper!-Gritó una enojada y aterciopelada voz.
-No puedo, Edward-Dijo avergonzado Jasper- ¡Es muy difícil! ¡Su sangre huele y sabe mejor que las otras que he probado en mi existencia!
Con la poca conciencia que le quedaba a Bella, a causa de la pérdida de sangre, alcanzó a ver al chico que la había salvado -gracias a un poco de luz que había logrado entrar al callejón- que tenía la tez blanca, el pelo cobrizo y era un adonis.
Todo eso pasó en menos de diez segundos -Increíblemente- De la nada, empezó a sentir que en donde Jasper había puesto sus labios, ardía, para comenzar a quemar. Unos segundos después sintió que todo su cuerpo se estaba quemando.
-¡Me quemo! ¡Por favor ayúdenme!-Suplicaba Bella con las pocas fuerzas que le quedaban a causa del insoportable dolor.
Edward tenía sujeto a Jasper, para que no se descontrolara de nuevo, quería ayudar a la chica que estaba en el piso, sufriendo.
-Me encantaría ayudarte-Susurró Edward-Pero no soy lo suficientemente fuerte para hacerlo.-Admitió apenado.
No te preocupes Edward, yo me encargo de ella-Dijo su hermana, que había aparecido justo a tiempo.
-Gracias Alice-Dijo Edward mientras desaparecía con Jasper.
Alice tomó en brazos a Bella y empezó a correr en dirección a su casa, su padre, (Carlisle) sabría que hacer.
Para la suerte de Bella, el dolor había desaparecido luego de un tiempo, para dar paso a otro muy parecido pero que era soportable. No le prestó atención, porque estaba confundida y lo único que podía entender era la voz de Edward –Que no habría reconocido de no haberla escuchado antes- que sonaba triste y enojada al mismo tiempo.
Sin abrir los ojos, se puso a escuchar lo que Edward decía.
-Por culpa de Jasper, ahora la pobre chica está condenada para toda la eternidad.-Gritó. La curiosidad de Bella fue más fuerte, abrió los ojos y en una fracción de segundo estaba parada al frente de Edward, no tenía idea de cómo lo había echo, pero lo dejó pasar.
-¿Condenada a qué si se podría saber?-Preguntó poniendo sus brazos en jarra.
Edward quedó hipnotizado al ver los ojos de la chica, que eran color chocolate, ahora, estaban teñidos de un rojo sangre, pero seguían igual de hermosos.
-Bueno… esto…-El chico no logró modular bien a causa de lo embobado que estaba.
Alice apareció dando saltitos con un espejo en sus pequeñas manos.
-Pensé que te gustaría ver tu nueva apariencia.-Dijo sonriéndole amigablemente mientras ponía el espejo al frente de ella.
Bella se miró en este, quedando paralizada al ver que su reflejo, ya no tenía los ojos chocolatados como antes, ahora eran rojos, su piel era mucho más blanca que antes, su cara también había cambiado, estaba muy hermosa.
No sabía como sentirse, no entendía nada tampoco, empezó a pensar y analizar todo lo que le había pasado aquella noche en el callejón, pero no recordaba gran cosa, sus recuerdos eran borrosos. Pensó todo eso en menos de unos segundos cuando cayó en la cuenta de en qué se había convertido, en nada más ni nada menos que un monstruo.
-Soy… Soy un…-No pudo continuar, sentía que le faltaba el aire y le costaba respirar aunque no lo necesitara, miró a Edward que continuó la frase que ella dejó inconclusa.
-Vampiro.
¿Fin?
¡Ey Lectoras! Este Oneshot de Bella lo hice hace tiempo, para la escuela, era una tarea de Lenguaje y bueno, espero que les gustase! saluditos!
