Summary: A Kano se le ocurre la grandísima idea de preguntar si había algo que Kido amara más que el mismo chocolate. ¿Será un golpe o una respuesta concreta lo que recibirá el rubio?

Declaimer: Todos los hermosos y sexys personajes de: ya sea Kagerou Project/Days/Daze —como quieran llamarle, tiene variedad de nombres—, le pertenecen a Jin-san y Shidu-san.

Capítulo único

Miró hacia el lado por tercera vez.

Pero nada. Ni una reacción, ni una famosa "mirada muerta" de parte de Kido, ni siquiera una pequeña prestada de atención. Se aburrió, así que decidió hablar:

―Nee~ nee~ Tsu-chan ―el pobre no logró terminar su frase ya que recibió un fuerte golpe de la nombrada. Por un momento sonrió, eso siempre, siempre funcionaba, a veces demasiado bien; debe ser un avance ser enviado al hospital ¿o no?

― ¡He dicho que no me vuelvas a llamar así! ―ordenó, molesta.

Amabas que te llamara de esa forma cuando se trataba de chocolates ―dijo el rubio, ladeando la cabeza hacia la izquierda enternecedoramente.

La peli-verde se sonrojó hasta las orejas al recordar los momentos que vivió junto a Kano en su infancia. Eran ciertamente… románticos, por mucho que se esmerara en negarlo.

Aún con las mejillas rojas trató de cubrirse con la capucha de su sudadera en forma de I-Pod. Una mano le detuvo.

―Dime Tsu-chan, ¿hay algo que ames más que el chocolate? ―preguntó acercando su rostro al de ella, provocativamente.

― ¡A-a-aléjate! ―gritó Kido.

―No ―negó―. No hasta que me respondas.

¿Ese chico era inocente o acaso no notaba la cercanía entre ambos?

―Idiota… ―susurró la chica de ojos oscuros, cabizbaja.

De seguro lo hacía a propósito, obviamente lo hacía a propósito.

― ¿Eh?

―Por supuesto que hay algo.

Alzó la mirada y se dedicó a observar a Kano fijamente; inflando las mejillas y sonrojándose de vez en cuando.

Y si había algo más hermoso y tierno que eso, el rubio recibiría una patada en sus partes.

Necesitaba saber que era ese algo; tenía que ser demasiado importante, pues Kido amaba el chocolate, y no un amaba de: "¡te amo!". Sino uno de: "¡te acosaré día y noche, observaré como duermes, como te vistes, como comes y si es posible anotaré en detalle como respiras!".

Pero… había muchas opciones respecto a ella. Ya saben, cosas de una Kido Tsubomi cualquiera, cómo: "algo, pero no tienes nada que ver respecto a eso" o "¿¡por qué debería decírtelo a ti!?".

Exacto.

Amaba que su mente lo decepcionara, o quizás no, solo que era inevitable pensar que ella le diría «Tú» con la voz tierna que solo él conocía, luego lo besaría y…

Sucedió.

Sucedió maravillosamente.

¡Sucedió maravillosamente y no era una más de sus alucinaciones!

Le había besado tímidamente, de una forma tan suave que sintió como si un pétalo de rosa le hubiera rozado el labio. El rubio sonrió como idiota enamorado -bueno, lo era-, éste tenía que ser un sueño, el mejor de su vida.

―Te amo ―pronunció Kano de una forma totalmente sincera. Pero sólo porque era él, se escuchó como una vil mentira.

Kido, nadie más que Kido, tenía la certeza de saber en qué mentía o no el rubio. Lo conocía demasiado bien, tanto como él a ella, que se esperaba la respuesta de Tsubomi totalmente:

―Por cierto, yo te odio.

Kano rio entre dientes.

―Eres astuta, Kido.

Ambos se quedaron allí tomados de la mano, en silencio, no era nada incómodo, era tan agradable como tenerse el uno al otro.

Y ahora que Kano sabía que era lo que Kido amaba más que el chocolate, sonrió satisfecho.

Fin

¿Qué tal? ¿Bien, mal, horroroso, los soborno xD?

Bueno, estaba pensando en hacer algo de mi pareja favorita: 3 Pensé en chocolates, KanoKido, Kaichou wa Maid-Sama y ¡bang!, la inspiración vino a mí, así que saluda.

Inspiración: ¡Oh, cállate!

(...) ._.U ―Gotas de sudor caen por su frente―.

Bueno, espero que haya sido de su agrado, ¡nos vemos…! No. ¡Nos leemos, minna-san!