Aviso: En esta historia, hay mucho gore y lemon. Se recomienda la discreción al lector.
Espero que les guste y sin más dilación, ¡A leer!
En un oscuro auditorio, se encontraba un erizo negro de franjas rojas. Este, tenía en su poder una pistola (negra con una rosa roja dibujada) de 9 milímetros y con esta disparaba a todo el que se acercaba. Parecía que había perdido la cabeza por completo. Disparaba sin piedad a cada agente de GUN que se atrevía a acercarse. Reía como un loco y disparaba a todos lados pidiendo que fuesen más agentes a su encuentro. La situación se comenzaba a complicar demasiado. Tanto, que el comandante de GUN acabó herido. En sus ojos se podía ver maldad pura, además de que su globo ocular era de color negro. Algo malo estaba pasando. El mismo trabajaba para G.U.N, ¿Por qué estaba haciendo semejante locura? Sus risas recorrían todo el lugar de una forma un tanto siniestra. A su alrededor solo había sangre y gente inconsciente. Este erizo se encontraba encima del teatro disparando cuando se vio pasar un rayo de color azul a su lado parándose en su espalda. Era un erizo cobalto de ojos esmeralda. Cualquiera miraría al azabache con terror, pero, el azulado no, parecía no temer a nada. Lo miraba con unos ojos comprensivos y al mismo tiempo, estos le pedían una explicación de "¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Por qué tan rápido?". El mayor lo miró con una mirada (válgame la redundancia.) que el oji-esmeralda no había visto nunca antes.
-… ¿Shadow…? Tus… ojos… Se parecen a los de…- No pudo finalizar de hablar porque el vetado empezó a dispararle como loco. -¡Shadow! ¡¿Qué demonios haces?! ¡PARA!-Le gritó el azulino asustado.
-…-El mayor parecía mudo. Levantó su pistola y apuntó al menor con una sonrisa de oreja a oreja.
-¡Shad….!-Fue interrumpido por el disparo, el cual, esquivo sin problemas. En esos momentos, agradecía ser el erizo más rápido de la tierra. Volvió a esquivar dos disparos dando una doble voltereta. Cayó en el suelo, pero se levantó con rapidez para evitar otra bala.
-¡Quédate quieto!-Dijo de forma autoritaria, casi gritando. Shadow daba un miedo bastante imponente, pero, vuelvo a repetir: Sonic no teme a nada… O bueno… a casi nada… Es verdad que le tenía miedo a su propia novia, pero, ¿Quién no le tenía miedo a Amy Rose?
-¡Y una mierda!-Gritó el azul de nuevo, ¿acaso se iba a dejar disparar?
*Seis horas antes…*
-¡SONIC!-Gritaba una chica color rosa llamando a su novio.- ¡Blaze y yo vamos a ver a Cream! ¡Adiós!-Gritó lanzando un beso.
-¡Adiós!-Se despidió con la mano. -¡Qué bien! ¡No voy a ver a Amy en un rato!- Le dijo a su pequeño hermanito.
-¡No me creo qué seas pareja de Amy Rose!-Se asombró Tails. La verdad, costaba creerlo.
-Ni yo…-Sonrió Sonic.- No sé por qué acepte, aunque tan mal no me ha ido.- Dijo pegándole una mordida a su chili Dog.
-¿Seguro?-Preguntó el pequeño zorrito a lo que Sonic asintió.
-Tan seguro como que me llamo…-Fue interrumpido por Knuckles.
-¡SONIIIIIIIC!-
-¿Qué pasa?-
-¡AYUDAME! ¡ROUGE ME VA A MATAR!-
-Infantil, ¿Qué hiciste?-
-¡NADA!-Fue a esconderse. – ¡Solo le demostré que me atrae bastante! ¡Pero me parece que no le ha gustado!-Dijo bajando las escaleras de la casa. Al los segundos, llegó la murciélago.
-¡Chicos!-Saludo la murciélago. -¿Sabéis donde está Knux?-Dijo enfadada Rouge.
-¿Qué hizo?-Preguntó el zorrito.
-¡TOCARME EL CULO!-Dijo la chica a lo que Tails por poco se atraganta dado a que estaba bebiendo un vaso de chocolate.
-¡Ja, ja, ja, ja, ja!-Rió Sonic.
-¡Sí, muy gracioso! ¡¿Dónde está?!-.
-Bajando las escaleras… ¡Ja ja, ja, ja, ja, ja!-
-¡SOOOOONIIIIIIC!-Grito el rojo.
-¡Gracias!-Se llevó a Knuckles
-¡Ja, ja, ja, ja, ja!-
-Por poco me atraganto…-Dijo Tails. Dejando el vaso a un lado. –Eres un poco cabroncete.- Dijo al ver como el erizo no paraba de reír.
-¡Por algo me llamo Sonic! ¡Ja ja, ja, ja, ja, ja!-Continuó riendo.
Comenzaron a tocar a la puerta.
-Ya voy yo- Tails se fue a la entrada. -¡Hola! Sonic está arriba. ¿Quieres tomar algo?-
-No, gracias.- Se oyó una voz grave. –Hola, Faker.-
-¡Shadow! ¿Cómo te va?-Sonrió Sonic.
-Mal, No sé por qué, pero creo que me estoy volviendo loco…-
-Eso lo sabía, ¿Por qué?-Sonrió burlándose.
-…-Se puso más serio de lo que era.
-Vale, ya paro las bromas. ¿Qué pasa?-
-Tengo ganas de matar…-
-¡¿QUÉ?!-Gritó asombrado.- ¡TIENE QUE SER UNA BROMA!-
-No, no es una broma… Te juro que es verdad…-
-¿Has… ido al psiquiatra?-
-Sí, y según él, solo me queda esperar a volverme loco, no sabe cuando…-
-Shadow…- Se puso triste. No esperaba que el azabache le soltara tan tremenda bomba.
-Por eso he venido, quiero que desde que yo me vuelva loco, me dejes inconsciente y me lleves a un hospital psiquiátrico. Sé que eres el único que me puede llegar a controlar si pasa algo de ese tipo.-
-Shadow…-Se puso serio. –Vale, pero después no te enfades conmigo.-
-De acuerdo. Adiós, Faker.- Se despidió con la mano.
-Adiós…-
*Seis horas después*
-¡Sonic!-Llamo Tails. -¡SHADOW SE HA VUELTO LOCO! ¡Está en el auditorio de Station Square! ¡Y está disparando a todo el que pilla!-.
-¡¿QUÉ?! ¡¿YA?!-Se asusto. -¡YA VOY!-
*En la actualidad.*
-¡Shadow! ¡Para!-Dijo esquivando todos los disparos.
Durante bastante rato estuvo esquivando los tiros hasta llegar al lado de Shadow, al cual le pegó un puñetazo tirándolo en el suelo. Sonic cogió el arma de Shadow y una voz dentro de él comenzó a hablarle…
-…Hazlo…Dispara…-Sonic comenzó a sonreír… Algo estaba mal… No podía controlar sus acciones… Apuntó a Shadow y apretó el gatillo…
