De nadie Seré, solo de ti

Hasta que mis huesos

Se vuelvan cenizas y

Mi corazon deje de latir

Pablo Neruda

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—¿Estas bien?-— Pregunto el chico a su hermana quien nuevamente llegó con un rostro triste y lleno de frustración.

—Si es solo que… no es nada — cerrando la puerta de su habitación.

El chico solo que quedo terminando sus papitas frente a la puerta la cual tiraron en su cara, era una familia bastante numerosa como cualquier familia granjera, entre los doce hermanos él era el tercero mientras su pequeña Judy la novena.

—Tesoro — la llamó mientras tocaba la puerta —Estoy de paso Judy lo sabes, ¿así es como quieres despedirte de tu hermano mayor? — espero algunos segundos pero no tuvo respuesta, giró y dio algunos pasos.

—Nick — la chica abrió la puerta después de todo, tenía sus bellos ojos morados llenos de lágrimas, se acercó para tomarla en un fuerte abrazo y entraron a la habitación.

Judy tenía su rostro hundido en el pecho de su hermano decía muchas cosas a la vez, pero este logró captar la idea principal, nuevamente sus padre se negaron a que sea policía, de hecho el único que vivía en Denver de todos ellos era él.

Pero Nick era demasiado especial en esa familia de piel blanca casi albinos y cabellos rubios platinados, su todo de piel si era clara pero más a un tono beige y su cabellos castaños rojizos, hacían que la gente nunca creyera que perteneciera a los granjeros Hoops, él siempre fue diferente y cuando cumplió la mayoría de edad y decidió vivir en Denver con todo el dolor de su alma sus padres lo dejaron ir, sabían que tenía que encontrar su propio camino.

Luego de dejar que su hermana se calmara, Nick accedió a ayudarla, era uno de los mayores y su padre en especial le tenía cierto respeto, a sus veinte ochos años Nick era un adulto en todo el sentido, vivía solo y era independientemente económico, incluso mandaba dinero a la granja y desde hace diez años residía en Denver (Colorado)

—¿Enserio hablaras con papá? — Judy no cabía de la felicidad.

—Sí, tiene que entender que puedes seguir tu vida, si no deseas trabajar en la granja no tiene por qué forzarte, ellos son duros porque nos aman solamente, pero al final lo entenderán, ya tienes diecinueve puedes tomar tus propias decisiones — sus nudillos hicieron contacto con la mejilla de Judy, su suave y bella piel, lo estremeció.

El pelirrojo se levantó —Ya verás que lograre convencerlo — guiñando un ojo para su hermana, haciéndola sonreír.

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—Ya se a lo que vienes, eres astuto, si fueras un animal juraría que serias un zorro — el Señor Stew estaba en el estudio, cuando la puerta se abrió y vio a Nick, entendió todo.

—Hey — alzando sus manos- Vamos papá vengo en son de paz y si fuéramos animales esta familia sería de conejos con tantos hijos- curvando los labios.

—Mientes, estás aquí por Judy, si algo le pasa a esa niña incluso vienes corriendo de tu gran ciudad a defenderla, de todos tus hermanos ella siempre ha sido tu favorita.

—Eso es porque es el más tierna y alegre de todos — confesó el Joven pelirrojo

—Es muy peligroso, no quiero exponer a mis hijos así.

—Es más fuerte de lo que crees, muy independiente y segura de sí misma, es la persona más positiva que conozco y tiene buena intuición, déjala seguir sus sueños, por favor.

El viejo cayó sentado, su hijo tenía razón, y aunque no le gustara Judy siempre ha sido así libre y fuerte, era hora de dejarla ir — Eso me pasa por dejarte vivir en Denver, tú eres un mal ejemplo para tus hermanos menores, está bien, pero hay una condición.

— Lo que desees —acepto el joven.

— Tienes que vigilarla y asegurarte que todo marche bien, tú vives allá, que se mude contigo.

— ¿Que? — El pelirrojo no quería eso, para el Judy era especial en muchos sentidos y tenerla tan cerca no ayudaría.

—No creo que sea una buena idea, además durante el tiempo del curso tendrá que vivir en la academia — evadiendo esa responsabilidad.

—Pero después de eso, que se valla contigo así sabría que al menos está segura con su hermano mayor.

Nick estaba en una encrucijada si no aceptaba, Judy jamás se lo perdonaría.

—Está bien, lo que tú digas papá — a pesar de mostrar una buena sonrisa, por dentro su estómago se revolvía, no solo su hermana se haría policía sino que también compartiría su apartamento con ella, muy mala idea cuando te ganas la vida siendo un estafador.

Salió a darle la noticia a su hermana, la puerta del cuarto de Judy yacía medio abierta, asomo sin hacer ruido y la vio, sentada en la ventana con los audífonos puestos, era guapa sin duda, casi parecía una pintura aquella imagen, la bella pálida piel de judy tomaba los rayos del sol esa tarde y brillaba como la seda. Prefirió dejarla disfrutar de sus momento de soledad y decidió no interrumpirla.

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Nick Hoops terminaba de recoger sus cosas, siempre viajaba ligero, su lema en la vida: No complicarse, tratando de aplicarlo a todo lo que podía, escuchaba música para ambientar su estado de ánimo, la granja era una casa grandísima con muchos cuartos, pero dado que casi todos los hijos mayores viven por fuera los que aun quedaban podía tener su habitacion solo, Nick por su lado se conformaba con la de huéspedes sin problemas pues visitaba cada dos o tres meses, tenía puesta la lista de reproducción de Avicii.

These are the days we've been waiting for
And days like these who couldn't ask for more
Keep them coming
Cause we're not done yet
These are the days we won't regret
These are the days we won't forget

These are the days we've been waiting for
Rattle the cage and slam that door
And the world is calling us but not just yet
These are the days we won't regret
These are the days we won't forget

No se dio cuenta que en la puerta estaba su hermana mirándolo cantar y hacer gestos graciosos, cuando finalmente abrió sus ojos y se cruzaron con esos grandes morados brillantes quedó estático, se quitó los audífonos rápidamente.

—¿Cuánto tiempo llevas ahí? conejita observadora — preguntó haciéndose el duro, ella solo sonrió

Como su padre siempre decía que Nick era tan astuto como un zorro, asi lo llamaba ella, él por su parte comparaba a la ternura de Judy y su pequeña estatura, como si fuera una tierna conejita, era una especie de complicidad que habia entre los dos.

— No mucho, suficiente para escucharte cantar un par de líneas, coloca la canción en altavoz me gusta muchísimo ese tema y te hago el coro ¿que dices?

—Es una treta tesoro — mientras desenchufo los audífonos y ponía a sonar la canción en el volumen mas alto que su celular permitía, rápidamente los dos comenzaron a cantar y bailar espalda con espalda, por momentos de complicidad como estos era que entre los doce hermanos estos dos eran los mas unidos.

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Casi no logra regresar a tiempo a su departamento, trajo consigo mucha comida empacada por su madre Bonney, la cual no dejaba de tratarlo como un niño, lo cierto es que Nick amaba su familia más que nada en el mundo, en especial su bella ojos morados Judy.

Tenía una foto de los dos en su mesa de noche, ese día intentaba sacarse una selfie y Judy lo sorprendió interrumpiendo la toma.

Nick residía en un departamento en el perímetro centro de la ciudad, tenía dos cuartos, el suyo y otro dispuesto para las visitas, pasaba sus días haciendo dinero junto a su compañero de andanzas el pequeño y gruñón Finnick., el cual lo llamaba por teléfono.

—Bastardo, tengo un buen negocio para mañana, mismo punto, misma hora- — puntualizó Finnick al teléfono.

—Ni siquiera un hola amor mío ¿no me extrañaste en mi ausencia? — se burló el pelirrojo.

—Vuelves a decirme eso y te rompo la cara — respondió muy molesto el rubio al otro lado de la línea.

Las carcajadas de Nick no se hicieron esperar —Nos vemos mañana, mama gruñona —colgando el teléfono, dejó caer su cuerpo a la cama.

Busco la galería en su teléfono celular, la mayoría fotos de Judy, no podía decírselo nunca, estaba consiente que ser hermanos solo complicaba las cosas, pero con el pasar de los años a medida que aquella pequeña niña que siempre estaba pegada a él se convertía en mujer, los sentimientos de Nick se volvían más extraños e inconcebibles.

¿Cómo podía ser capaz de ver a su hermana con esos ojos? Se reprochaba a sí mismo, tapó su rostro con su brazo, al pelirrojo le encantaba el sexo casual y los amores de una noche, las mujeres lo consideraban atractivo gracias a su bellos ojos verdes que nadie más en su familia tenía, combinado con su perfilada nariz y sus rojos labios.

Paso su manos por sus cabellos enviandolos hacia atrás, se sentia intranquilo, necesitaba dejar salir sus prohibidos pensamientos, se levantó de la cama y prendió la laptop, marco el singular xxx en el navegador, dándole Click al primer vídeo, abrió su cremallera y dejo que mano hiciera el resto.

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Ella estaba sentada en sus piernas mientras las manos de él recorrían su cuerpo, sus pequeños senos se endurecieron con el contacto y sus pezones eran ligeramente apretados entre los dedos de su amado.

Luego una de sus manos bajo pasando por todo su torso hasta llegar a su parte baja que estaba húmeda y caliente, los movimientos circulares sobre su clítoris estaba por hacerla estallar de placer, mientras la lengua del chico se deslizaba por su oreja.

Parecía que respiraba humo, por el calor que desprendían todos los poros de su piel, Judy estaba perdida en las sensaciones que generaba cada caricia, casi parecía real, casi.

Judy se levantó de la cama agitada y con su respiración entrecortada, llevó sus manos a la frente ¿Por qué seguía teniendo esos sueños?, con la excusa de su carrera rechazó a muchos chicos en todos estos años, la verdad era otra, como mujer solo tenía ojos para una persona, un imposible, una locura, un amor prohibido.

Pero, ¿cómo decirle a tu corazón que deje de latir tan fuerte al pensar en él?, cada visita de Nick a la casa eran sus momentos favoritos, sus mejores dias en la vida los que pasaba junto a su hermano, nunca se arrepentiría de todos esos maravillosos momentos a su lado.

Ella sabía que compartían un vínculo especial desde siempre fueron muy unidos, dejó caer su espalda nuevamente a la cama y evocando los recuerdos del último sueño, permitió que sus dedos se abrieran paso entre sus piernas.

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Ambos se amaban con desesperación, ambos sabían que era imposible, ambos lo callaban y ambos se autosatisfacían pensando en otro como esta noche.


Universo Moderno alterno donde las cosas se desarrollaran de otra manera, trata directamente el tema del incesto, sexo y el amor prohibido, si no te gustan este tipo de cosas, abstente de leerlo por favor, asi no te disgustas tu, ni a mi como escritora.

La historia estará cargada de situaciones complejas y bastante crueles, están advertidos, si tengo pensado otro Fic de ellos mas romantico en un futuro pero queria desarrollar esta historia primero, sera corto (creo), gracias por darle la oportunidad... Cindy