Compromiso roto

Autora: Naomi Hiwatari de Ivanov

Capitulo: 1, compromiso a la fuerza

Declamers:

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--¡por aquí su alteza!-

Dos hombres se hacían camino entre el espeso bosque, mientras que llevaban bajo un escudo a una niña. Flechas cayeron desde una montaña cerca de su lugar, uno de los hombres fue herido, mientras que el otro ayudaba al infante a seguir adelante.

--¡morirán desgraciados!- resonó en el espeso bosque, al igual que el ataque que se destacaba nuevamente

Un gran fénix se levanto entre las luchas mostrando sus esplendidas alas, su vos se escucho por todo el lugar haciendo que se estremecieran.

--es nuestra oportunidad…- susurro el guardaspalda de la princesa, tomándola entre sus brazos para correr y escapar de aquel lugar.

--¡escapan!- advirtió uno de los enemigos mientras que todos apartaban su vista del ave que aun se mantenía esplendoroso en el cielo.

Los ojos del fénix rojo se posaron en la muchacha que iba en brazos del guerrero inconsciente, ocultó sus orbes tras cerrar los ojos para luego desaparecer.

Ya estaba por llegar a la fortaleza acordada, pero sus enemigos le estaban dando alcancé. Miró a la muchacha que estaba desmayada, sonrió tristemente al momento que la dejo oculta entre los árboles, al ver que los otros se acercaba emprendió la marcha en sentido contrario al que debía… sabiendo de ente mano su muerte.

Mientras que unas cenizas caían con delicadeza sobre el suave rostro de la princesa, formándole una marca en su hombro.

--¿el de Suzaku?They see from the sky and brindanos your heat, oh God of the fire. Brindanos the fruit to win and to survive before... before... the war- Ven desde el cielo y brindanos tu calor, oh dios del fuego. Brindanos el fruto de ganar y de sobrevivir ante… ante… la guerra - tartamudeo no muy segura de su respuesta

--¿y Byakko?- intervino el profesor acomodándose los lentes

--ehh… eh… our protection depends on vos... God of the thunderclaps... the sky... offers the opportunity us to live... with... your happiness- nuestra protección depende de vos… dios de los truenos… el cielo… nos brinda la oportunidad de vivir… con… tu ¿dicha?-

--…- el profesor suspiro cansado mientras que cruzaba sus brazos- benefits Ryusaki- beneficios

--……- la joven tan solo se atino a bajar la mirada apenada

--te puedes retirar, pero para la próxima clase quiero que estén todos los rezos de Dioses de nuestra mitología sabida y los ataques especiales de cada guerrero protector ¿entendido?-

--si Tezuka-sempai…-dijo la muchacha con una leve reverencia, recogió las cosas de la mesa de madera y salio sin decir otra palabra

La muchacha suspiro cansada y a la vez con vergüenza. Odiaba tener que estudiar todos esos dioses y cada cosa de su cultura.

Miró al cielo descubierto de nubes para distraerse, sonrío y estiro sus brazos para despabilarse.

Sus ojos excepcionaron el alrededor, los árboles se encontraban verdes gracias a las grandes cantidades de hojas que habían. Uno que otros pajaritos jugaban de aquí para allá con gracias, mientras que niños pequeños jugaban con sus juguetitos de maderas sobre la tierra.

Sakuno se acerco a ellos, a lo que los infantes la miraron. Se tomó entre las manos su vestido largo para poder ponerse a la altura de los niños.

--hola pequeños…-

--¡hola Sakuno-sama!- gritaron los tres al mismo tiempo

--¿a que juegan?-

--¡quien dibuja mejor!- expreso una de los pequeños mostrándole su dibujo en la tierra

--¿y como le fue a en su examen?- preguntó el otro niño

--digamos que…- dudo por unos segundos mientras que sus mejillas se tornaban rojas- bien… mañana tengo que presentar otro…-

--¡Sakuno-hime!-

--¿eh?... ¡ohayo Syusuke-san!- saludo al muchacho que desde una considerable distancia venía corriendo

--la… estaba buscando… princesa…- le dijo con la respiración entre cortada por la corrida, pero su rostro demostraba lo contrario. Una gran sonrisa estaba en sus labios y sus ojos cerrados dándole una expresión de risueño.

--¿qué ocurre?-

--su padre la busca… necesita hablar con usted…- le dijo ya mas tranquilo

La castaña asintió con la cabeza para luego despedirse de los niños y seguir al muchacho.

Ambos caminaban por un sendero de tierra en medio del bosque, Sakuno le contaba al muchacho sobre lo que le había pasado en la clase de ese día, mientras que el joven tan solo la escuchaba atentamente.

Todos apreciaban mucho a la señorita Sakuno Ryusaki, heredera del clan del Dios Suzaku, durante esa era, las guerras se propagaban cada ves que se podía. Los clanes se peleaban entre si por el control de tierras, pero en la del fénix rojo era distinto.

El dirigente del clan se encontraba enfermo, había contraído una extraña enfermedad durante un ataque con Byakko, el pueblo vecino. Por lo cual los médicos no daban muchas esperanzas.

Mientras que la siguiente en la lista de ser la cabecera del grupo era su única hija, Sakuno. Pero la joven era muy tranquila y serena como para asumir un cargo tan agrande como ese, pero no había opción. Debía proteger sus tierras.

--¿si desea señorita yo le puedo explicar los ataques con elementos?- se ofreció Fuji con cortesía.

--¡sería de mucha ayuda Syusuke-sempai!- le dijo con una gran sonrisa en lo que fue correspondida

Mientras que Syusuke Fuji, era uno de los mejores hechiceros y protectores del clan, a pesar de eso su familia provenía de duques, el había preferido encargarse de hacer eso.

Su cabello medio largo de color castaña se mecía con el poco viento que soplaba por allí, y unas amatistas orbes de color azul estaban escondidas tras los parpados.

Venía con un traje de color negro con toques dorados en detalles y un sombrero de igual color, mientras que en la cintura una espada enfundada en rojo estaba guardada.

Mientras que la heredera de Suzaku vestí de una forma elegante. Un vestido largo caía con gracia, de un color rosado. Su largo cabello de color castaño era atrapado en dos trenzas que pasaban su cintura, mientras que en un costado una flor de kikyou le complementaba.

Ambos llegaron a un mural, una gran figura de un fénix estaba gravado en ella y barios guardias custodiaban.

--buenos días…- saludaron ambos al unisón

Los guardias hicieron una reverencia abriéndoles la puertas del palacio.

Siguieron su paso hasta que una mujer se les acerco.

--¿Sakuno!- gritó la señora acercándosele

--¿qué ocurre madre?- pregunto preocupada

--tu padre desea hablar con vos… rápido…-

Fuji miró preocupado a la muchacha que tan solo asintió y comenzó a caminar apresuradamente hacía la alcoba de su progenitor.

--¿estás seguro que es por aquí?- preguntó un joven mientras que miraba desconfiado a los alrededores

--si…- contestó el otro con firmeza sin darle importancia a lo que decía su compañero

--o´chibi este no parece el camino…- detuvo el paso

--no tenemos tiempo para tus deducciones Eiji-sempai-

--esta bien, pero debemos apurarnos ya que el sol esta por ocultarse y es muy peligroso…-

--no te preocupes, ya llegamos a la aldea de Suzaku…- saco una rama mostrándole la parte central de la ciudad

Kikumaru sonrió mientras que seguía a Ryoma.

--confió en que nos reciban bien, a pesar que somos de otro clan…- habló preocupado el pelirrojo

--… confía en mí…-

Los aldeanos miraban preocupados a los extraños que pasaban a su lado, la ropa de ambos eran iguales.

De un color negro con toques en color plata y una larga capa negra y roja. Unos guantes estaban en sus manos con un símbolo de una estrella de color plateado que resaltaba con el negro de la tela.

--no me gustan que me vean raro…- dijo entre un suspiro el de cabello caoba

--no te quejes que tu insististe en acompañarme…- le habló mirándolo de una forma amenazante el más pequeño

--tranquilo, o´chibi n.nu- le dio unas cuantas palmadas en la espaldo pero el otro chico tan solo lo ignoro

--¿estas bien?- preguntó preocupada si amiga

--si, descuida…- le dijo formando una sonrisa falsa. Tomoka miró por unos segundos a los ojos rojizos de su amiga

--Sakuno-chan… ¿qué te dijo el emperador antes… de… fallecer…?-

--…- La muchacha bajo su cabeza mirando en su mano una cruz de plata –que… desde pequeña… estaba… comprometida…-

--¿cómo!- de la impresión se paro al lado de la cama

--mi padre me comprometió, con… un joven… de otro clan. Me dijo, que… era para que se unieran Suzaku con Byakko y hubiera menos guerras…- barias lágrimas descendieron por sus mejillas

--Sakuno-chan…- La joven de cabellos más claros la abrazo dejando que la protegida de Suzaku llorara tranquila –tranquila… verás que todo saldrá bien…-

--¿quiénes son ustedes?- uno de los guardias del palacio lo apunto con el arma

--no somos nadie y ya nos vamos n.nu- Eiji estaba por irse cuando Ryoma lo tomo de la capa deteniéndolo

--soy Ryoma Echizen heredero del clan de Byakko…- habló sin hacer ninguna mueca el muchacho

--¡como se atreven a venir hasta aquí!- se prepararon para atacar

--¡deténganse!-

Ante el gritó todos los guardias hicieron caso retrocediendo ante el camino del castaño, sus ojos estaba entre abiertos dejando ver a unos amatistas azules eléctricos

--Fuji-sama…-

--gommen por el recibimiento- se reverencio levemente ante ambos jóvenes que lo miraban con una ceja arqueada –soy Fuji Syusuke, duque y guerrero del clan… me alegra que llegara a salvo príncipe… pero… el señor Ryusaki acaba de fallecer…- habló con seriedad

--ya veo…- expreso nuevamente Echizen, aun sin cambio alguno en sus rasgos –entonces, tendré que hablar con la emperatriz… no creo que me allá echo viajar en vano- frunció el ceño molesto

--tenlo por seguro que no…- rió ante el comportamiento de 'ese' niño –síganme por favor…-

Ryoma veía intrigado todas las cosas del palacio, mientras que Eiji estaba bostezando del sueño. Syusuke miró extrañado a ambos, realmente eran peculiares.

Llego hasta la sala principal, el castaño llamo a la puerta que fue atendida en cuestión de segundos, uno de los guardias de la emperatriz dejo entrar al guerrero mientras que Ryoma y Kikumaru esperaban afuera.

Echizen miró por unos minutos la puerta, luego la paso al cielo que se tornaba azul oscuro. Cerró sus ojos mientras que dejaba que su mente vuele. Deseaba olvidarse de todo… de que lo habían obligado ir allí para comprometerse con una 'chiquilla mimada' que ni siquiera conocía, contra su voluntad.

Suspiro cansado mientras que veía como la puerta se abría y el hechicero salía. Le izó seña de que pasara al salón a lo que el tan solo izó caso.

Kikumaru estaba por entrar cuando Syusuke lo sostuvo por la capa impidiéndole el paso. Eiji miró con regides al oji-azul que tenía su cara risueña.

--lo siento pero no puedo dejar pasar a nadie más que Ryoma-san…-

--¡no es justo!- se cruzó de brazos haciendo un puchero

--yo se quien es el joven que paso y vos sabes quien soy… ¿pero y vos?...-

--………- el pelirrojo dejo su gesto infantil de lado mientras que recobraba su cordura –soy Eiji Kikumaru, el escudero y amigo de o´chibi- golpeo su pecho con su mano con orgullo

Fuji pestañeo un par de veces¿acaso había escuchado bien como llamaba al que supuestamente era su señor? Río un poco por lo bajo

--¿de que te ríes ¬.¬?-

--no me malinterpretes…- seso su risa mirándolo ya más tranquilo –me pareció raro que llamaras al heredero de tu clan "o´chibi"-

--es por que aun es menor que yo…-

--¿cuántos años tiene?-

--quince… le llevó por dos años…- dijo en un suspiro mientras que se acercaba a la ventana del pasillo. Se apoyo en la pared cerrando sus ojos

--casualidad, mi edad…- habló por lo bajo. Pero lo suficientemente alto como para que Eiji lo escuchara

--¿en serio¿Cuántos años tiene la princesa de aquí?-

--quince también…-

La charla entre ambos no paro, estaban lo bastante entretenidos. El joven de cabellos caoba le contaba del pueblo de Byakko, la guerra que aun estaba desatada entre ellos y Seyriu y los reinos menores cerca del suyo.

Una mujer corría por los pasillos vacíos y obscuros. Sus pasos resonaban contra los mosaicos y su vos agitada eran lo único que sonaba.

Los largos cabellos plateados se mecían con la corrida y los ojos de color cobre lucían con preocupación. Detuvo su andar en una puerta de madera detallada, suspiro profundamente mirando esta para tranquilizarse.

La abrió sin pedir permiso antes encontrándose con un hombre mirando por la ventana. El señor al darse cuenta de la joven cerró los ojos sin cambiarse de lugar.

--¿qué ocurre Sango?-

--¡señor los pueblos de Suzaku y Byakko se están uniendo!- gritó alarmada

--tranquilízate, que no es impedimento para mi…- se giró mirándola con mucha serenidad

--¡pero señor! No conviene para nuestro pueblo que eso ocurra… debemos eliminarlos antes de que esto se llegue a completar…-

--a mi no me preocupa, por que al final nuestro Gembu será el ganador… pero… si te tranquiliza puedes atacarlos…- camino hasta uno de los asientos de su habitación, sentándose en el. Tomó entre sus dedos una copa con vino rojo mientras que con un dedo delineaba el fino cristal

--gracias señor…-la muchacha se reverencio para luego abandonar la habitación.

Una gran sonrisa se formo en sus labios mientras que con una mano tocaba la espada que estaba en su cintura.

El cielo se comenzó a cubrir por las nubes cargadas de agua que amenazaban con caer. Los residentes de esas tierras se refugiaban bajo sus techos mientras que algunos no le hacían caso, simplemente lo ignoraban.

--¿esta por llover?- preguntó un poco descolocado Kikumaru –es muy extraño, hoy había sol, Fuji-san ¿qué opina?- se giró para el chico risueño

--tenemos que movernos rápido…- los ojos azules estaban brillando con furia mientras que se sacaba el sombrero y se colocaba una armadura

--¿qué ocurre ô.ó?-

--estamos siendo atacados…- sacó su espada

--¿cómo! Ya se enteraron de los tratos… necesito estar con o´chibi, es mi deber…-

--esta bien, tendré que interrumpirlos…-

Syusuke golpeo la puerta obteniendo la respuesta inmediata de la mujer de adentró. Pasó despacio, pero el joven de mirada gatuna no estaba.

--¿y Ryoma-san?-

--hace rato que se fue… ¿no lo vieron salir?- pregunto extrañada la mujer

--no…- Fuji levanto una ceja impaciente

--¡medición otra ves este niño usó su invisibilidad!- refunfuño entre dientes el pelirrojo

--¿qué ocurre Fuji?-

--estamos siéndoos atacados señora, por favor quédese aquí y llame a custodios… la energía de Gembu esta muy cerca-

El castaño salio para ir a buscar a la princesa, al llegar a la habitación tan solo se encontró con la amiga de esta dormida sobre la cama.

Sakuno corría por el bosque, las gotas de lluvia ya estaban cayendo. Sus ropas al igual que su cabello estaban empapados mientras que sus mejillas rojas por el frió que hacía.

Desacelero su paso para cerrar sus ojos, poso una mano en su pecho en donde se encontraba la cruz.

--padre…-

La perdida de su padre en ese día la estaba martirizando, su madre le había dicho que se día conocerían a su prometido. Pero ella simplemente no quería.

Miró hacía el cielo cubierto dejando que las gotas frías se deslizaran por sus mejillas mezclándose y borrando las lágrimas de la joven.

--será mejor… volver…-

Se dio vuelta para volver, la textura de la tela se engancho con una rama haciéndole romper su vestido.

Miró molesta como ahora la tela rosada le llegaba hasta las rodillas. Comenzó a caminar hacía su hogar.

Sus pasos eran lentos e ignoraba los truenos y lluvia que caían.

Hasta que uno de los rayos dio en frente suyo, la castaña se paralizo de inmediato. Retrocedió unos pasos cuando una silueta se comenzó a divisar entre las sombras.

--con que tu ere Sakuno… eres bonita… que lastima que no conocerás a tu príncipe…- una sonrisa se formo en los labios de la guerrera de cabellos plateados –waters infernales- aguas infernales- -

En sus manos se formó una gran bola de energía, la protegida de Suzaku no se podía mover ante el susto y terror. No había caso, por más que intentara sus pasos no se movían.

--¡ahora!- gritó cuanto el ataque se dirigió a la muchacha.

Ryusaki cerró sus ojos esperando el golpe que jamás llego. Temblorosa abrió sus ojos, una persona estaba delante de ella.

No lo podía ver bien, tan solo que era más alto que ella y su cabello era entre verde y negro.

--ja… atacar a alguien que no sabe utilizar magia… eres una cobarde…-

--¡no te entrometas!- Sango junto sus manos convocando un nuevo ataque

-- thunder of the sun -trueno del sol se apresuro de convocar el guerrero soltando antes que la mujer el ataque golpeándola –no me subestimes mujer águila…- dijo con acidez Ryoma afilando su mirada

--¿co-… como sabes… que soy un demonio..?- preguntó sorprendida

--tu esencia no es humana, por más que lo trate de ocultar se siente…-

Sakuno aun no reaccionaba, estaba inmóvil detrás del muchacho mientras que este discutía con la guerrera.

-- maldito… tormenta eléctrica!-

Echizen con sus manos formo una estrella formando un escudo, pero el ataque no llego hasta ellos ya que un tercer poder se interpuso.

-- fire of hell -fuego del infierno-

El ataque se desintegro, Sango miró hacía el que se había metido con sus planes encontrándose con una mirada castaña.

--maldición… se me complico…- susurró retrocediendo

--más de lo que te imaginas…- otra vos muy alegre resonó

--¿eh?-

Eiji y Fuji se acercaban cada uno listo para el ataque si era necesario

--será mejor que te vallas…- habló Tezuka

--ya verán… esta me la pagarás…- una energía la envolvió

Un ave de color dorado salio volando hacía los cielos. Mientras que el cielo se despejaba tan rápido como desaparecía el ave.

Ryoma suspiro aliviado, se miró el hombro viendo como habían logrado rozarle la ropa rasgando levemente su piel.

Recordó a la joven que había ayudado, se giró encontrándose a centímetros de la castaña, Sakuno tenía las manos en su pecho intentando calmar su corazón acelerado.

Más aun con ver aquella mirada tan penetrante sobre ella, las mejillas de la joven sin consentimiento alguno se tornaron rojizos.

--¿estás bien?-

--yo… yo…-

Sintió su cuerpo arder y las fuerzas que se le iban. Sus parpados se cerraron con rapidez al momento de perder la conciencia, cayendo en los brazos del protegido de Byokko

Ryoma se sorprendió en un principio, pero luego la tomó en su brazos con deseos de protegerla. No sabía que tenía aquella mujer, pero… su dulce presencia le daba deseos de protegerla sin importar que.

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Naomi: ¡hola! si lo se muuyyyy raro… pero se me ocurrió la idea y dije '¿por qué no?' espero que me tengan paciencia ya que es el primer fic que ago de ellos dos.

Cualquier duda será respondida y les agradecería que dejaran mensajes, nos vemos!

Sayounara Bye Bye

Naomi Hiwatari de Ivanov