Capitulo 1: La Apuesta
-A tu novia no le va a gustar esto-
-No tiene porque enterarse-
-¿Estas seguro de esto?-
-¿A que le temes?-
-A nada-
-¿Segura?- su mirada era un poco intimidante.
–No será que temes que te gane- se acerco lentamente a mi arrinconándome entre su cuerpo y el mesón de la cocina.
-¿Ganarme?- bufe –Aquí la única persona que ganara seré Yo- dije confiada acercando mis labios a su cuello, colocando mis manos en su pecho acariciándolo por sobre la tela –Además yo creo que el que tiene miedo eres tu- las palabras salían sensuales mientras mis labios rozaban su piel, sonrió.
-No lo creo- se alejo de mí cruzándose de brazos –Y bien ¿hacemos la apuesta?- me senté en el mesón cruzando mis piernas sobre el, que bueno que tenia un pantalón y no una falda de las que acostumbro a usar.
-¿Y que apostamos?- lo pensó por unos minutos para luego sonreír con picardía.
-Hace unos días te vi con un babydor negro- o.o */*
-¡¿SE PUEDE SABER COMO…?- mi rostro imitaba a un tomate, tanto era la impresión que no me percate que estaba otra vez muy cerca de mi, sus manos estaban en mis rodillas y subían muy lentamente por mis piernas. Su mirada se poso en la mía y pude ver un brillo de burla en el -Si crees que te lo modelare estas muy equivocado- intente bajarme del mesón pero el abrió mis piernas colocándolas alrededor de su cintura atrayéndome a el, llevo mis manos a mi espalda tomándome de las muñecas y con su mano libre acaricio mi mejilla.
-Pues deberás hacerlo ya que si pierdes, deberás hacerme un baile… con ese babydor- su voz sonaba sensual, su mano acariciaba mis muñeca y la otra mi mejilla bajando a mi cuello atrayendo mis labios a los suyos pero sin besarme. Las palabras no salían de mi boca no se si era por la impresión o por el enojo, fruncí mi seño y su rostro de seductor desapareció, dejo que me bajara del mesón. Nos quedamos observándonos unos segundos, el suspiro –Lo siento no quería que…-
-Si pierdo debo usar el babydor y aparte bailarte- dije meditando sus palabras. -¿Y que pasa si tu pierdes?- el me miro sorprendido por unos segundos para luego volver a la realidad.
-No se, ¿Qué quieres que haga?-
-Mmm… no se, todo lo que se me puede ocurrir que iguale lo que yo haré puede comprometer tu relación con tu novia- nos quedamos pensativos unos segundos ambos apoyados en el mesón de mi cocina, sentí su mirada en mi -¿Qué pasa, tengo algo en la cara?-
-No es eso, es solo que… pensé que te enojarías por lo que te dije-
-Y lo estoy- el se alejo un poco de mi, lo fulmine con la mirada –Por eso deberás aceptar lo que te pida- trago grueso.
-Y ¿que será eso?- pregunto recuperando la compostura, sonreí con malicia.
-No te lo diré- Salí de la cocina en dirección a la sala sentándome en el sofá encendiendo el televisor.
-¡Kagome!- me siguió hasta la sala sentándose en el sofá –vamos dime- negué.
-No-
-No es justo- se cruzo de brazos.
-Tu pediste que hiciéramos la apuesta, yo pido que tenga reglas y una de ellas es que no te diré lo que harás si pierdes- lo encare y el me imito.
-¿Reglas?- asentí –y aparte de esa regla, ¿Cuáles son las otras?-
-Bueno- me acomode en el sillón –primero, no le debemos contar de esto a nadie-
-¡Ni siquiera a los chicos!-
-Ni siquiera a ellos, ¡hablo en serio Inuyasha!- el suspiro y asintió –Segundo, trataremos de cumplir con la apuesta hasta cuando estemos frente a ellos-
-¡o.o!, ¡Pero así se darán cuenta!-
-Pues deberás disimular, queremos saber si funciona y que mejor que hacerlo en publico-
-No me gusta esta regla- ¬¬
-Pues que te guste- le saque la lengua, él llevo sus dedos a mi boca tratando de halarla pero no lo logro –Detesto que hagas eso- ¬¬
-Es divertido- :3
-¬¬… tercero- ignore su comentario –Cuando tu novia esta cerca, seremos los amigos de siempre, no haremos nada entendiste- él asintió.
-¿Algo más?- lo pensé por un segundo.
-No, mas nada- =)
-Bueno entonces yo también tengo una regla- se acomodo en el sofá –Si queremos saber quien cae primero le pondremos un limite de tiempo- dibujo unos bigotes imaginarios en sus labios como si los estuviera enrollando y alzo sus cejas.
-¿Limite de tiempo?- hice una mueca con mi boca -¿Cuánto?- se llevo sus dedos al mentó y miro al techo.
-3 semanas- dijo mostrando con sus dedos el numero tres, lo pensé por un segundo para luego asentir.
-Serán entonces 21 días ^^-
-Entonces ¿lo hacemos?- extendió su mano y yo lo acepte gustosa.
-Hecho, veamos quien cae primero en el juego de la seducción- estrechamos nuestras manos para cerrar el trato. Lo mire coqueta acariciando el dorso de su dedo con mi dedo pulgar, el sonrió.
-No sabia que ya habíamos empezado- seguí acariciado su mano subiendo a su antebrazo y volviendo a su mano acariciando su palma dibujando círculos en ella, acerque mi cuerpo al suyo subiendo mis piernas.
-Algunas vez te dije que se leer la mano- el negó, tome su mano entre las mías y con mi dedo índice acaricie las líneas de su mano –Tendrás una vida muy larga y llena de sorpresas- seguí acariciándolo y a veces subía a su muñeca –Oh! Pero que tenemos aquí- el sonrió siguiéndome la corriente.
-Dígame usted señorita adivina- nuestros rostros estaban peligrosamente cerca, sus ojos fijos en mi sintiendo su respiración cerca de mis labios. Pase mi lengua por ellos y una sonrisa seductora se formo en su rostro, se acerco mas y por un momento creí que se atrevería a besarme, lo mire a los ojos en ellos había un brillo de burla "bien si quieres jugar, juguemos", acerque mis labios rozando su labio inferior, mi mano derecha subió por su brazo acariciando por sobre la tela su piel provocándole cosquillas son mis uñas, mis labios bajaron a su mentón pasando a su cuello solo rozando su piel llegando a su oído.
-Dice que perderás una apuesta que hiciste con una chica a la que estimas mucho ¿te suena familiar?- lo imagine sonriendo, sus manos viajaron a mi cintura acercándome mas a él rozando mi pecho con el suyo.
-¿Qué te hace pensar que voy a perder?- subió su mano por mi espalda llevando la camisa consigo, suspire en su oído.
-Porque nunca te has resistido a mis encantos- sonrió contra la piel de mi hombro para luego besarlo, lo mire a los ojos y sonreí con burla –Otra cosa, cada vez que beses una parte de mi cuerpo ya sea los hombros o el cuello perderás un día de la apuesta- él se sorprendió y se alejo de mi aun con sus manos en mi cintura.
-¡Oye! Eso no es justo- me levante de él cruzándome de brazos.
-Si no quieres entonces podemos dejarlo aquí- bufo molesto desviando la mirada.
-Solo los hombros y el cuello- dijo viéndome de reojo, sonreí victoriosa.
-Solo las partes a las cuales soy sensible-
-Ósea todas- lo fulmine con la mirada.
-¡No son todas!- dije inflando mis mejillas y caminando a la cocina –son las mismas de cualquier mujer-
-Me parece una regla estupida- dijo siguiéndome.
-Pues a mi no, mas bien me parece justo- el me miro sin entender –Nosotras somos mas susceptibles a las caricias y la idea de esto es que averigüemos quien es mas facial en caer a los encantos de aquel que quiere seducirlo, ya sea un hombre o una mujer y no con las caricias- mientras hablaba sacaba una cosas del refrigerador para preparar un batido de fruta.
-Entonces básicamente nos basaremos en las señales corporales- asentí terminando de preparar el jugo, se quedo pensativo mientras yo servia el jugo en un vaso bebiendo del contenido y ofreciéndoselo a él –¿Y como haremos eso?- ¬¬
-Inuyasha como conquistaste a tu novia-
-Con mi encanto- dijo con una sonrisa arrogante.
-¬¬… eso ya lo se, pero no utilizaste otra técnica como el baile o las miradas seductoras- lo pensé y luego asintió.
-¿Entonces debemos hacer eso?, suena interesante- sonrió divertido.
-Lo se- concordé con él.
-Pero como haremos para que los chicos no se den cuenta-
-No notaran ningún cambio- dije encogiéndome de hombros.
-¿Cómo estas tan segura?-
-Simple, eso es normal entre nosotros dos- dije con una sonrisa desinteresada en mi rostro –Y por esa razón aun no entiendo como es que ustedes dos siguen juntos- lleve el vaso de la licuadora al lava platos y procedí a lavarlo.
-Simple, le dije que tu eras una de mis mejores amigas y que si quería estar conmigo debía aceptar nuestra relación-
-¿Y lo acepto?- voltee a verlo y él asintió, termine de lavar las cosas y seque mis manos -¿Cuándo empezamos?- me miro de reojo y sonrió con malicia.
-Pensé que ya habíamos empezado- imite su sonrisa, camine hacia el pasillo quitándome la camisa que llevaba puesta mostrándole mi brassier, voltee a verlo y él tenia la boca tan abierta que pensé que se le dislocaría.
–Me iré a bañar, recuerda que hoy cumple Rin y celebraremos el cumpleaños de ella y el de Miroku juntos, Sango dijo que saldríamos a bailar- solté mi cabello dejándolo caer como una cascada por mi espalda, no articulo ninguna palabra así que proseguí mi camino –Cierra la puerta antes de salir- lleve mis manos a mi espalda desabrochando mi brassier dejando al descubierto parte de mi espalda ya que la otra parte la cubría mi cabello.
-Tramposa- solté una risilla por lo bajo y entre al cuarto para prepararme para la noche.
-Esto será muy divertido- abrí el armario de mi cuarto y saque varios vestidos una mas provocativo que otro y todos los favoritos de Inu –Ya veremos quien caerá primero.
La noche estaba perfecta para bailar, el ambiente era increíble, la música estaba alta pero no molestaba a los oídos, las luces tenían una tonalidad perfecta en fin todo era increíble.
Hoy estábamos celebrando el cumpleaños de Rin y Miroku y por insistencia de Sango fuimos a parar a una discoteca cada quien con su pareja. Rin con Sesshomaru, Sango con Miroku e Inu con su novia.
Como podrán ver yo estoy sola, mi único acompañante es mi sombra y sin embargo porque estamos en un lugar techado y no hay luz para que se vea :s
-Yo no quería venir- dijo Rin con un puchero en sus labios, Sessho la abrazo por la cintura besando sus labios.
-Mi amor esta noche tienes que divertirte, no pasarla en casa- Rin se cruzo de brazos.
-¿Qué te hace pensar que quería eso?- Sessho la acerco mas a él besando su mejilla.
-Porque me conozco todas tus mañas- toco la punta de su nariz con su dedo y ella inflo sus mejillas.
-Sessh ¿Cómo le haces para que te haga caso?- mi cabeza estaba apoyada en mi mano que esta a su ves estaba apoyada en la mesa. Estábamos esperando a los chicos ya que los únicos que habíamos llegado éramos nosotros tres
-Tengo mis trucos- dijo con una sonrisa picara haciendo que Rin se sonrojara.
-Sesshomaru Taisho, si te atreviste hacer lo que me estoy imaginando te juro que desearas no haber nacido D=- el sonrió inocente y halo a Rin a la pista de baile.
-¬¬… ya después le preguntare-
Luego de unos minutos llegaron los demás, para nada porque cuando Sango piso la discoteca y se llevo a Miroku a la pista de baile, la novia de Inu fue a saludar a unos amigos quedándonos Inuyasha y yo solos en la mesa.
-Eres una tramposa- lo mire inocente.
-No se de que hablas-
-No hagas como si la cosa no fuera contigo, ese es el vestido que te regale y sabes que me encanta verte con el- dijo fulminándome con la mirada.
-No es lo que estas pensando, simplemente me provoco además sabes que adoro ponérmelo- no me creyó –Te recuerdo que una de las reglas es que no debemos hacer nada frente a tu novia- el miro en dirección a la susodicha y suspiro -¿Por qué no vas con ella?-
-Ese tipo y yo no nos llevamos bien-
-¿¡En serio!-
-¿Por qué te sorprendes?-
-Es que… a ti nunca te cae mal nadie- bajo la mirada –Inuyasha ¿Qué hizo para que no te simpatizara?- desvió la mirada entrelazando sus manos en la mesa, fruncí el seño y lo obligue a verme –La única forma de que alguien no te simpatice es porque dijo algo de mi o de las chicas- desvió su mirada ya que era lo único que podía alejar de mi vista -¿Inu?- suspiro con pesar y alejo mi mano de su rostro.
-Es amigo de Kouga- con eso supe todo.
-¿Cómo lo sabes?-
-Una vez lo escuche hablar con alguien, le dijo que no había ninguna mujer que se le resistiera y que tenia la prueba de ello, que el y su amigo eran los mejores casanova que existían en el mundo- callo respirando profundo –Le mostró fotos de sus "conquistas" y entre esas fotos estaba la tuya. Le pregunte que si su amigo se llamaba Kouga y él dijo que si- cerro sus puños sobre la mesa aplicando tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos
-Me pregunto que de donde lo conocía, yo solo dije que conocí a la ultima chicas con la que estuvo, el sonrió con malicia y me mostró tu foto- su vista se dirigió otra ves a donde estaba su novia y ese tipo –Dijo que por culpa de ella perdió mucho dinero "una niña tonta que se creyó las palabras de un casanova y perdió su virginidad"- golpeo la mesa –Desee partirle la cara en ese momento, si no fuera por ella hubiese tenido unos cuantos dientes rotos- baje la mirada triste y suspire.
-Así que siempre fue una apuesta- sonreí con ironía –Y yo que creí en sus palabras- sentí sus manos sobre las mías.
-No hagas caso a lo que te dije, los idiotas como ellos son así y se quedaran solos por eso- sonreí agradecida y el me devolvió la sonrisa –Ven- me halo del brazo y caminamos a la pista de baile.
-Pero― callo mi protesta con sus dedos.
-Ella se esta divirtiendo con sus amigos yo me quiero divertir con los míos- me tomo de la cintura acercándome a el, llevando mis manos a su cuello –Como en los viejos tiempos- susurro a mi oído.
-Gracias Inuyasha-
-Lo que sea por hacerte sonreír- movimos nuestras caderas con el son de la música, creando fricción entre nosotros. Sus manos subían y bajaban por mi espalda desnuda –Por eso adoro este vestido- delineo la curvatura de mi columna –Puedo sentir la suavidad de tu piel- sentía que me faltaba el aire.
-¿Qué dijimos sobre las caricias?- mi voz era baja y sensual.
-Yo nada, además te dije que era una regla estupida- llevo sus manos a mis caderas.
-No es estupida- me di la vuelta haciendo ademán de que me iría pero él me atrajo a su cuerpo quedando mi espalda pegada a su pecho, sonrió contra mi oído, entrelace nuestras manos en mis caderas moviéndome sobre su cuerpo rozando la piel de sus manos. Era increíble en ninguna de las veces que habíamos bailado se había creado esta atmósfera, donde solo éramos él y yo y la pista de baile como nuestra acompañante.
Éramos uno solo, nuestros cuerpos parecían pegados, el calor aumentaba entre nosotros pero no queríamos parar. Al parecer esto de la seducción podía ser peligroso… si no se sabía jugar.
No se si lo estábamos jugando bien, pero bailar con él jamás se había sentido tan bien, me volteo quedando frente a frente mis manos fueron a su cuello mientras las suyas seguían en mis caderas acercándolas a las de él, a veces bajaban a mis muslos subiendo hasta mi espalda produciéndome escalofríos.
-Inu las caricias- dije a su oído.
-¿Qué sucede? no eres capaz de resistirte- rozo mi cuello con sus labios -¿Acaso seré el ganador?-
-Nunca- acaricie su cabello bajando a su nuca, soltando el aire en su oído, provocando que se estremeciera –Yo también se jugar- seguimos bailando muy pegados hasta que nos cansamos y fuimos a sentarnos encontrándonos con Sango y Miroku en la mesa haciendo de las suyas -¡Oigan! No coman frente a los pobres- la mano de Inuyasha estaba en mi cintura manteniéndome cerca de él.
-Yo no veo ningún pobre por aquí- ¬¬
-Sango ~- Miroku la llamo y ella sonrió, le saque la lengua sentándome en la silla.
-¿Quieres algo de beber Kag?- asentí y Miroku aprovecho para ir con él, nos quedamos solas en la mesa. Escuche como golpeaba la mesa con sus uñas y la mire con los ojos entrecerrados.
-Esta bien, pregunta-
-¿¡Que rayos fue eso!- se acerco mas a mi interrogándome con la mirada.
-Ya decía yo que eso de encontrarlos aquí se me hacia raro- ¬¬
-Dime, dime, dime- casi brinca en la silla –Era como si estuvieran teniendo relaciones pero sin la cama- :3
-¡Sango!- sentí mis mejillas arder.
-Tu lo piensas y yo lo digo, ahora dime ¿a que juegan esta ves?- sus ojitos brillaban en la oscuridad de la discoteca.
-A veces me das miedo- me acerco a ella y miro a los lados asegurándose de que ninguno de ellos estuviera cerca.
-¿Dime que es esta vez?- suspire resignada.
-Una apuesta-
-¿Una apuesta?-
-Inuyasha dijo que las mujeres caen mas rápido en la seducción que los hombres- dije cruzándome de brazos y haciendo una mueca de enfado con mi boca –Le dije que eso no era cierto y por eso hicimos la apuesta-
-¬¬-
-¿Qué? o.o-
-o.ó-
-¡¿Qué?-
-¿Estas segura que solo es una apuesta?- me miro con ojo critico.
-¡Pos, por supuesto que si!-
-Mmm… no te creo-
-Sango por favor, no otra vez con lo mismo no estoy enamorada de…-
-¿De quien?- "justo tenia que llegar ahora", voltee a verlo estaba detrás de mi con las bebidas en sus manos -¿De quien estas enamora que yo no me entere?-
-De nadie ^^U- escuche la risilla de Sango y le propine una patada en su pierna, ella se quejo.
-¿Estas bien amor?- Sango asintió sonriéndole para luego fulminarme con la mirada.
-Inu vamos a bailar- en que momento apareció su novia no se, pero se lo llevo a la pista de baile dejándome las bebidas a mi.
-Esa tipa me cae mal- Miroku y yo reímos ante el rostro de niña de Sango.
-No te ha hecho nada- dijo Miroku entregándole su bebida, ella no hizo caso a su comentario y bebió el contenido de su vaso de un trago.
-¡Hey! Con calma recuerda que me debes mi regalo- beso el cuello de Sango y esta por obra y gracia de Miroku se le bajo el enojo (xD)
-¬¬… eres muy fácil de convencer- me levante de la silla dejándolos solos.
-¿A dónde vas?- pregunto Rin que se acercaba a la mesa junto con Sesshomaru.
-Al baño ^^- Salí rápidamente de ahí antes de que dijera que me acompañaría.
No se porque estaba huyendo, tal ves porque no quiero ver a Inuyasha con su novia "tonterías no es la primera vez que los veo juntos".
-Sango no puede tener razón… y no puedo- deseche esa idea de mi cabeza, entre al baño tome mi celular y escribí un mensaje –"No le digas a nadie", enviar a Sango- me mire al espejo cerciorándome que todo estuviera en su lugar y lave mis manos.
-¿Dónde esta Kagome?- pregunto Sango a Rin.
-Fue al baño- le respondió.
-¿Por qué tan pensativa?- Sango no respondió –Hola ~- Rin agito sus manos en frente de su rostro -¡Hey Sango!- chasqueo sus dedos y ella pestañeo varias veces.
-¡Ah! ¿Qué pasa?- Rin la miro interrogante.
-¿Cómo esta el clima en Pandora?- dijo con un deje de humor.
-Ja! Muy graciosa- ¬¬ -ahora no te digo nada-
-¿Decirme que?- pregunto Rin, Sango desvió la mirada –dime- le puso ojitos de perro degollado.
-No- así es Sango no les digas nada, o.o ups yo no toy en la conversación, me voy al baño x3.
-Sango ~ dime- Rin movía insistentemente su brazo haciendo que se tambaleara de la silla.
-¡Basta! Vas hacer que me caiga- se sentó como niña buena esperando a que Sango soltara la sopa –Pero no le debes decir nada a nadie ¡entendiste!- ella asintio –bueno así esta la cosa…-
Ya era mas de las 2am y nosotros seguíamos en la disco festejando, pero por alguna razón yo no estaba de mucho humor.
-Kagome ¿Qué sucede?- Rin coloco su mano en mi hombro.
-Nada, solo estoy cansada creo que me iré a casa- tome mi bolso.
-Si quieres Sessh y yo te podemos llevar-
-No, quédense a festejar- le sonreí para tranquilizarla –Feliz Cumpleaños hermanita- le di un abrazo y bese su mejilla –Que la sigas pasando bien- asintió y le pedí que me despidiera de los demás.
Llegue a mi casa a eso de las 2:30am, me quite mis zapatos dejándolos en el recibidor, deje mi bolso en el sofá y el celular se cayo al suelo.
-Estupido aparato- cuando me agache para recógelo este sonó -¿Diga?-
-¿Estas bien?-
-Si, solo estoy cansada-
-¿Segura? Ese idiota no se te acerco-
-Inu deja la paranoia quieres, nadie hablo conmigo solo tengo sueño- dije para tranquilizarlo –Ahora vuelve con tu novia y déjame dormir- suspiro.
-Que tengas buenas noches-
-Bye- tranque la llamada apagando el teléfono y yendo a mi cuarto entregándome a Morfeo.
8 días
-¬¬… esto es tu culpa-
-^^ me declaro culpable su señoría-
-Descarada-
-Kaag no te pongas así, si ella no nos lo decía igual nos daríamos cuenta tu y mi cuñado no son muy buenos disimulando- dijo Rin cruzándose de brazos y sentándose en las sillas que estaba en el mesón de la cocina.
-Si además esas juntitas que ustedes tenían no eran nada normales- Sango me señalo con el dedo y sonrió con picardía.
-Siempre hemos sido así-
-Si pero ahora se le ve mas juntitos y esas miradas que se dan son sospechosas- dijo Rin entregándome un vaso con agua -¿estas segura que no es algo mas?-
-¡¿Tu también?-
-Si se les ve a leguas-
-Sango vas a empezara a caerme mal- ¬¬
-Y dinos ¿Cómo va la apuesta?- pregunto Rin emocionada.
-No les gusta pero las entretiene- me acomode en el sofá –Ninguno de los dos ha caído todavía pero creo… que Inuyasha caerá pronto- sonreí astuta.
-¿Cómo esta tan segura?- Rin se sentó en el brazo del sofá.
-Porque en varias oportunidades ha dudo-
-:O ¡En serio!- dijeron al unísono y yo asentí.
-Así es, él lo niega pero estoy casi segura que a veces esta tentado hacer algo mas- dije llevando mis dedos a mi mentón.
-¿Algo como que?- o.o pregunto Aango.
-Bueno le dije que si quería hacer esto debíamos tener reglas- asintieron dos veces –La primera que no debíamos decirle nada a nadie, regla que por culpa de Aango rompí ¬¬-
-:3… tu sabes que yo te quiero ~- canturreo.
-¬¬-
-Continua- me dijo Rin.
-Segundo que debíamos hacerlo frente a ustedes, de esa forma sabríamos si estaba funcionando y ya se que esta funcionando. La tercera era que cuando estuviéramos frente a su novia no haríamos nada…-
-Pero en la discoteca no siguieron esa regla- dijo Sango haciendo que me acordara del baile, inmediatamente me sonrojo -¬¬ para que te sonrojas si tu aceptaste la apuesta-
-Ya lo se, pero de tan solo acordarme de eso hace que me de pena -
-¬¬, tarada- dijo Sango.
-Continua- dijeron al unísono.
-La cuarta era que no debía darme besos no proporcionarle caricias a mi cuerpo ya que si lo hacia perdería un día de la apuesta- dije para culminar y esperar las preguntas que me caerían encima.
-¿Perdería un día?- pregunto Rin.
-Sip, dijo que le pusiéramos un límite de tiempo de 3 semanas. Si en 3 semanas ninguno de los dos caía se acaba la apuesta- exclamaron un "oohh" con sus bocas formado la "o".
-¿Y con eso te refieres a que quiere hacer algo mas?- asentí a la pregunta de Sango.
-Pero cuando creo que ganare la apuesta él se detiene y me abraza, el muy tonto sabe como bajarle a sus impulsos- dije con un puchero en mis labios
-¿Y que apostaron?- pregunto Rin con el brillo de curiosidad en sus ojos he instintivamente me sonroje ante su comentario.
-¡Eso es algo que no les diré!-
-¡KAGOME!- gritaron todas acosándome por el pasillo ya que corrí rápidamente a mi cuarto.
