Melody of life.

La vida te da muchas sorpresas algunas desagradables y otras no tanto, que te parece si una de esas sorpresas la encuentras una noche de invierno, como tomarías esa situación, solo es cuestión de opinión... como verán este fic se trata de una de las relaciones poco fomentadas, Sesshoumaru-Kagura, bueno espero que les guste este fic y este primer capitulo, bueno deje sus comentarios.

Los personajes de este fic no me pertenecen, le pertenecen a Rumiko Takahashi.


Melody of hate

Con cierta delicadeza se giro la chapa de una puerta, la chapa se giro con lentitud para evitar ruido alguno, la puerta se abrió dejando entrar a un joven de aparentes 17 años. Vestía un vestido de seda negro pegado a su cuerpo, con lindos bordados color rojo.

Entro y piso con cuidado para evitar que el sonido de sus pisadas la delataran. Todo iba bien y decidió entrar a la sala principal.

"Bien... al parecer no están en casa." Ella sonrió levemente y dejo su bolso en el sofá, luego se dirigió hacia una pecera y vio como unos pececillos danzaban en el agua.

Aquella joven era Kagura, al parecer estaba regocijada por la ausencia de su hermanastro y su padre en aquella casa.

"Que paz...y quietud." Se alejo un poco de ahí y se dirigió hacia un sillón, dejándose caer en él, ella se sonrió y respiro hondo. Pensó que podría quedarse así por siempre, pocas veces pensaba eso con tanta paz y quietud. Poco a poco la sonrisa y el respiro se hicieron más hondos hasta que se quedo dormida.

El sonido de unos pasos la despertaron lentamente, al igual que una fragancia para caballero lleno su sentido del olfato, abrió los ojos rápidamente al recordar que persona usaba aquella colonia.

Reacciono demasiado tarde, ella aun en el sillón, sintió las manos de aquella persona sobre su cuerpo, una de ellas en el muslo derecho y la otra en su cintura.

"Que piensas que haces; maldito bastardo."

El hombre de cabello lila hizo poco caso al reclamo de la chica, mientras que ella trataba de quitárselo de encima empujándolo por los hombros con sus manos. Eso no fue muy efectivo, ya que solo lo alejo un poco de su cuerpo, sin embargo él seguía ahí. Mientras tanto él había llevado su boca al cuello de la chica que estaba asustada y enfurecida al mismo tiempo. Ella podía sentir como él esparcía su saliva alrededor de su oreja y el cuello, mientras que su mano derecha acariciaba su muslo, y la otra sujetando su cabello negro

"¡Ya basta...maldita sea déjame en paz!...que diablos te propones ah?" Kagura había estallado. Y con ese reclamo, reunió la fuerza necesaria para empujarlo. La fuerza fue tanta en ese instante que lo llevo a estamparse contra la pecera. Un momento después el agua empapo un pedazo del suelo de la sala, mientras que los pequeños peces trataban de mantenerse con vida. En ese pequeño intervalo de tiempo en que los ojos color carmesí se posaron sobre aquellas criaturas indefensas...esas manos...esas manos de nuevo fueron contra el cuerpo de ella...esta vez no fueron para darle lujuriosas caricias. Esta vez fue para hacerle pagar en manera exagerada, por lo que había hecho.

"Como te atreves...perra maldita" entono el chico de cabello lila al cual llaman Hakudoshi...de aparentes 15 años...pero más alto que ella y por supuesto físicamente mas fuerte.

Ella trato de defenderse, pero cuando él la sujeto por los bíceps, ella solo pudo cubrirse la cara mientras forcejeaba un poco tratando de liberarse.

Hakudoshi la zarandeaba una y otra vez , en esa violenta expresión de poder, él encajo sus uñas en sus bíceps, para provocarle mas dolor.

No satisfecho, la tomo con mas fuerza y la aventó contra el piso mojado lleno de cristales, esto provoco que al chocar sus manos al piso como apoyo, estas mismas encontraran un dolor agudo cuando los cristales se enterraban en su carne. Fue hasta entonces que Kagura lanzo un leve gemido de dolor.

"Ya ves lo que té pasa...por no portarte bien conmigo." Decía... Hakudoshi entre risas mientras se arrodillaba junto a ella, para sujetarla de su cabellera asegurando así su mirada. El rostro de Kagura se lleno de ira al verlo sonreír cruelmente.

"Maldito bastardo..." Kagura dijo entre respiros. La sonrisa de Hakudoshi se borro rápidamente. Este mismo frunció él ciño, y aun sujetándola de sus cabellos , le dio una bofetada, haciendo que su labio inferior comenzara a sangrar. Con esta acción el chico de ojos color lila se dio la media vuelta, dejándola en el piso, con el labio sangrado, sus brazos magullados y cristales enterrados en sus delicadas manos.

Ella se levanto lentamente, para evitar que los cristales lastimaran esta vez sus piernas. Mientras que daba pasos cortos dirigiéndose hacia el baño para evaluar los daños recibidos. Empujo la puerta del baño , al entrar y verse al espejo examino con cuidado su cara tratando de reconocerse tras aquel violento encuentro.

"Maldito mal nacido...como se atreve." Dijo al mismo tiempo que limpiaba una gota de sangre q escurría de su labio inferior. Saco unas bandas para curar las múltiples heridas que Hakudoshi le produjo momentos atrás. Se sentó en la orilla de la tina de baño , tomo uno algodones y los empapo en alcohol...hizo una mueca de dolor al presionar el algodón contra las heridas de sus manos.

"Juro que me vengare...te are pagar por esto" ...decía. Mientras colocaba unas vendas sobre sus manos. Se dirigió hacia la segunda planta de la casa, en busca del único lugar que le daría un poco de paz y seguridad.

Mientras tanto silenciosamente llego un automóvil cadillac del año 78. carro elegante presentable y haciendo distinguido al portador.

Saco de la guantera el control remoto que abriría la cochera...

Aquel portador del lujoso automóvil era conocido por el mundo de la sociedad como una persona reservada y elegante...sin embargo en el ambiente donde él desarrollaba su trabajo era conocido como él mas frió, cruel, impostor y muchas mas cosas...este hombre era conocido como Naraku.

Por otra parte Kagura entro a su supuesto refugio. Suspiro y se dirigió hacia una ventana abierta, para sentir como corría la brisa del atardecer.

"Es...tan lindo...como el cielo se torna de colores pastel cuando el sol se oculta..."

Con la mirada en el horizonte mientras pasa un dedo sobre su labio herido. Sin mas preámbulos se desvistió, quedando en ropa interior, de unos cajones saco un conjunto de pijama hecha de seda negra que consistía en una blusa corta de tirantes y encaje, mientras que él complemente era un short corto, Kagura se movía lentamente para evitar hacer movimientos bruscos, que lastimaran sus manos.

Con el mismo silencio que entro Kagura, entro el conductor del cadillac 78 guardando sus llaves dentro de la bolsa interior de su traje color gris oscuro. Miro hacia la sala donde aun estaba el hogar de las criaturas marinas, destruido y el agua esparcida por todo el suelo de la sala.

"...De nuevo...hubo una pelea ...jum...". Negó varias veces con la cabeza, al mismo tiempo que dejaba su abrigo sobre el sofá. Alzo la mirada hacia donde se encontraba la habitación de Kagura y sonrió un poco con un ligero aire de cinismo.

Subió hacia la siguiente planta de la casa, sin ruido alguno como al principio, se acerco hacia la habitación de Kagura y empujo lentamente la puerta, para encontrar a la chica de ojos rojos sentada sobre su cama mientras revisaba de nuevo sus manos, intentando uno de los tantos cristales incrustados en su carne.

"..." Ella guardo silencio, lo miro a los ojos por unos momentos y regreso a hacer lo que estaba haciendo desde un principio.

"Ya se les esta haciendo un pasatiempo a ustedes dos, el estar acabando con los adornos de la casa...la ultima vez fue la mesa de centro, ahora la pecera...¿qué sigue, los libreros?...OH no espera eso fue lo primero que destruyeron... " sonrió cínicamente, sabia perfectamente que estaba haciendo enojar a Kagura, ella no-tenia mas remedio que tolerar todo aquello que su padre le estaba reprochando... ella sabia que si intentaba oponerse a el, seguramente terminaría mas lastimada de lo que se encontraba.

Hubo un silencio prolongado, en ese pequeño espacio de silencio se podía escuchar como la lluvia con un poco de granizo comenzaba a caer. Con Kagura sentada en la orilla de la cama, con su mirada clavada en el piso, y con Naraku en la entrada de su habitación, mirándola y sonriendo cínicamente. Fue entonces que él rompió el silencio.

"Que bien...ya conoces tu lugar...ya aprendiste la lección... mi pequeña pantera salvaje..." El se rió cruelmente, al mismo tiempo que ella le miraba con sus ojos llenos de odio e impotencia.

Ella respiro hondamente, y se puso de pie. Dio unos pasos hasta que estuvo frente a frente. El solo observaba sus movimientos , inclino su rostro para estar justo a su altura y sonreír con un aire de maldad.

"¿Qué te sucede...? Mi querida mascota" Esa fue la gota que derramo el vaso...olvidando las consecuencias que esto le traería y le propino un puñetazo en el pómulo izquierdo. Haciendo que el se ladeara hacia la derecha, permitiendo que hubiera un espacio para poder salir.

"No...soy tu mascota...ni tu pantera salvaje..."

Ella se apresuro a darle otro golpe, esta vez en él estomago, provocando que el aire almacenado se escapara por entre los dientes de Naraku.

"Maldita...mal nacida ¿cómo te atreves?" Kagura lo empujo para poder escapar. Corrió por el corredor dirigiéndose hacia las escaleras. Mientras ella corría, un rayo ilumino el vecindario, Naraku se puso de pie y se dio a la tarea de ir detrás de su ¨querida hija¨.

Kagura se apresuro a bajar las escaleras, al mismo tiempo que su padre comenzaba a bajar por las mismas. Los ojos de Naraku se posaron sobre un jarrón lleno de esferas de cristal, lo tomo y arrojo contra el piso que estaba por pisar Kagura, las esferas de cristal provocaron que al intentar correr, la chica cayera sobre su costado. Una expresión llena de dolor se implanto en su rostro, mientras su padre bajaba lentamente las escaleras.

"Creíste que te podrías salir con la tuya...que tonta eres...nunca podrás contra mí..."

Naraku se acercaba lentamente y ella se puso de pie para de nuevo intentar su huida...solo uno metros mas y estaría en la puerta. Se quedo estática por unos segundos mientras que sus ojos miraban fijamente a los ojos de su verdugo.

En esos instantes todo era silencio a excepción de la caída de la lluvia...y como si fuera un milagro sonó el teléfono celular que Naraku tenia guardado en la bolsa del pantalón. En el momento en que Naraku desvió su mirada hacia su teléfono, Kagura aprovecho y salió disparada hacia la puerta...hacia su salvación...

Naraku reacciono demasiado tarde, ella ya estaba con un pie fuera. Él hizo una breve pausa para analizar la situación, negó con la cabeza con un aire de cinismo mientras se dirigía hacia la sala.

"De verdad...eres estúpida Kagura...no tienes a donde ir...y a demás la lluvia con granizo pronto se convertirá en nieve...y tu con ropa tan ligera..."

Respiro hondamente y se dejo caer sobre el sofá frente al televisor, tomo el control que se encontraba en un pequeño buró a lado de aquel sillón.

"Pero...estoy seguro que volverás...mi pequeña pantera..." saco un cigarro de una cajetilla que se encontraba en la bolsa de su camisa y con la otra mano prendía el encendedor. Acerco lentamente el encendedor al cigarrillo colocado en su boca, en un instante una bocanada de humo salió de su boca al mismo tiempo que encendía el televisor.

"Por eso es bueno hacer caso de los pronósticos del tiempo...je je je" En ese momento el televisor se encendió en el canal del pronostico del tiempo. Y la voz de una linda chica anunciaba lo siguiente...

"...la precipitación con granizo de esta noche, es la prueba mas clara de que la temporada de frió ha llegado, también les recalcamos que dentro de unas horas esta condición climatología podría empeorar, ya que se espera que ese granizo y lluvia se conviertan en nieve, les suplicamos no salir de sus hogares sin estar bien abrigados...él pronostico para los siguientes días serán..."


Que les parece este primer capitulo seria un honor para mí que me dejen sus opiniones.

Quiero agradecer a mi hna mayor que me estuvo corrigiendo algunas cosas lo sé..Lo se es algo vergonzoso uu bueno como sea.

Gracias por leer

(hna-hermana)