Anime: Shingeki no kyojin.

Advertencias: Chico x chico.

Parejas: EreRi [Eren x Levi]

Temas: Animal/Romance/Comedia/Omegaverse/Lemon/M-preg


PARTE 1: Criatura Marina

Una de las criaturas marinas más interesantes del mundo es el caballito de mar.

[Levi narra]

-¡Levi! ¡Levi! –Flotaba en dirección mía -¡Pero que hermosa corona tienes!

Me chillaba Isabel, en lo que me ondeaba a un poco con mi cola fuertemente aferrada al coral. A unos pocos milímetros de la arena.

-Ni si quiera lo intentes Isabel –la desanimo.

-Ah, ¿Y porque no? –Llega hasta mí –A ver –me refuta.

Yo obviamente me niego al cortejo en esta temporada de celo.

-Ya es tarde –le digo y doy vuelta. Ella puede verlo, mi vientre ya está abultado y lleno de crías que tendré en un par de días.

-Estas... estas... -comienza a soltar chasquido de su hocico – ¿Quién fue? ¡Se suponía que tenías que aparearte conmigo! Me lo prometiste la anterior temporada

-Tks –me lo echa en cara, ya lo sé. Pero es que esa mujer.

-¿Y ahora yo con quien voy hacer? –Bate su cola molesta, -Ya estaba lista para el cortejo y la deposición –me informa

–Ve con Farlan –le propongo, sabiendo que no había cruzado con nadie.

-¿Crees que me acepte? –pregunta dudosa

-Sin duda alguna –dice el susodicho, apareciendo por su detrás y a su costado.

-¡Ay! Me asustaste –se exalta Isabel, nadando un poco en lo que Farlan enrolla su cola con la hembra hippocampus de Isabel.

-Vayan a otro lado, no molesten a mis crías aquí –digo aun aferrado al coral, y sin intención alguna de soltarme. Pues su nacimiento ya está pronto.

-Ay, pero hermano –refutaba Isabel, que luego es arrastrada por Farlan de la cola.

-¡¿Dónde está hanji con mis crustáceos?! –voy reclamando, profiriendo varios chasquidos y leves movimiento adelante y atrás.

-Ya, ya tranquilo mi hippocampus zosterae –me habla al acercarse con mucha lentitud hasta mí

-¡No soy Enano, maldita bruja del mar! –protesto bastante agresivo. No era para nada gracioso que me considerase el hipocampo más pequeño cuando claramente era un Reidi, particularmente de color negro.

-Ok, ok... Entonces hippocampus abdominalis –dice al llegar a mi lado y enredar su cola con la mía

-¡Tampoco estoy gordo! ¡Son tus crías nada más! –Me suelto de su cola. Ahora si estaba furioso, ya me puso de mal humor. No era que mi vientre (saco ventral) estuviera tan abultado.

Son las crías, maldición son la crías. No estoy gordo.

-Ay Levi –me dice al ver que inclino mi cabeza hacia mi vientre.

-¡Aléjate hanji! Sal de mi perímetro, no te quiero ver –le exijo.

-Significa eso que no quieres que te de estos deliciosos crustáceos e invertebrados que encontré para ti –me tienta.

-¡Quiero! –exploto al pretender soltar mi cola, pero no lo haré –Déjalos ahí, sobre el coral ¡Y luego lárgate!

-Ah no –dice, y se pone a mí detrás. Aferrando a un más su cola a la mía. –Así no es Levi. Somos pareja.

-Pero me dices gordo y no me das comida, ¡así no quiero! –digo. Estaba visto que buscaría una mejor pareja para esta temporada.

-Ya... ya, lo prometo Enano –me dice –Esta es la última que te molesto con eso.

Me doy la vuelta. Como si fuera a creerle.

Enfadado nado más hacia el coral para comer los crustáceos. Trajo muy poco.

-Levi, no te muevas –me dice

-Tks –Que se calle, me dedico comer y la ignoro.

-Ocúltate –me dice. Yo no lo escucho, y paso a los invertebrados.

-Levi, Levi ¡sujétate! –Esta vez me grita. No entiendo lo que sucede por lo que doy vuelta.

-Hanji –digo al terminar de comer –Loca, ¿Qué es lo que··· -me paralizo al ver un buzo, ¡Un humano! a un par de centímetros nuestros. Míos y de hanji.

Por dios, no.

Llego a pensar cuando dirige su mano a mi persona aferrada al coral y cambiando bruscamente de color al amarillo.

-Levi nada –me dice hanji, pero no me muevo sigo quieto. Tal vez de esa forma me ignore... su mano se aproxima más y no sé qué hacer.

-¡Levi! –grita y nada a mi soltando varios chasquidos. Me empuja fuera de la mano que me quiere retener y ella termina presa.

-¡Hanji! –Quiero nadar hacia ella, pero se la están llevando y otras manos quieren venir por mí.

Desesperado nado a la superficie, pero no soy rápido. Mucho menos con un vientre abultado, en la intemperie del océano abierto, no tengo nada a lo que aferrarme. La corriente termina llevándome a la costa.

Tras un par de horas termino a orillas del mar, con la arena volviéndose mi lento sepulcro. Moviendo ligeramente la cola y sin poder respirar.

.

[Eren narra]

-Debo decirlo Armin, -digo viendo el horizonte y refrescándome los pies con el agua -¡El mar es hermoso!

-Lo sé –me dice –Mira, creo que encontré una caracola

Hablaba rebuscando en el interior de agua.

-Atrápalo –digo gozante, debería agradecerle que me trajera de vacaciones.

-Ah, que refrescante –exclamo, llevándome las manos detrás de la nuca. Pero el sol está ocultándose y tengo que volver a mi departamento.

Obvio, vivía solo. Armin está aquí de visita con su abuelo, y mañana volaría de nuevo a Inglaterra con sus padres. Yo por mi parte me quedaría aquí en la playa de Kitty Hawk – Carolina del Norte.

Armin me ha insistido demasiado para que vaya a visitarlo allá.

"En serio Eren ven, te enseñare la playa de Bournemouth... haremos un montón de cosas interesante, puedo mostrarte el museo de···"

-Ah –llego a suspirar.

-¡Lo encontré! –me chilla, camino a su dirección

-Qué bueno –digo al ver que lo sostiene en manos

-Sí, ah... -me mira -¿Por qué la cara larga? ¿Ya te tienes que ir?

-Sí, debo marchar ya... -meto mis manos en mis bolsillos -...o sino estaba vez el señor Funbar no va perdonar mis retrasos

-De acuerdo. –me dice al extenderme la caracola

-No, Armin es tuya. Tú la encontrarte

-Quiero regalártela –me objeta

-Gracias –voy sosteniéndola en mis manos

-Pero, mañana. Mañana te quiero puntual, aquí a las 2 ¿vale?

-Vale, no me retrasare otra vez –digo al darme la vuelta y salir del agua.

-Ve con cuidado –me dice en lo que yo me despido con una mano.

Meto la caracola en mi mochila y voy caminando de regreso a casa. No es un casa en realidad, solo es un cuarto, baño, cocina, sala y un pequeño recibidor y otro dormitorio, que uso de estudio. La verdad, extrañó mucho el calor hogareño de mi casa. Pero me vine acá para conseguir un buen futuro... al menos, hacer algo productivo con mi vida, estaba cansado de las demandas de mi padre por dedicarme al turismo. Es una carrera interesante en que puedes visitar lugar y explorar en su mayoría la magnitud de este mundo. Ah, sí. Me arrepiento de no haberme escapado con Armin a Inglaterra y quedarme acá. Rechace una buena oferta, aunque claro... Si le digo a Armin que aún estoy interesado, el hablaría con su padre que yo. Eren jaeger, un huérfano con deseos de grandeza se haga cargo de sus hoteles.

-Tks –una de las razones por las que no he dejado mis estudios, ni este lugar es...el mar.

El océano tiene su forma de encantarte.

Atarme a un escritorio, me hace sentir un preso, esclavo del comercio.

Volteo mi vista hacia el mar, una vez más... es hermoso ver como el sol que se refleja en el agua, va perdiendo poco a poco en el horizonte, tras fugases destellos que pintan las nubes y al terminar lo oyes... oyes el mágico sonido de la olas acompañar a esa magnífica vista.

–...debería venir más seguido –expreso en alto, quito la vista y la regreso a la arena... entonces lo veo.

Claramente, ahí en la arena a un paso de mi... esta un pequeño caballito de mar negro, en la orilla... Luchando por respirar.

Me arrodillo frente a él.

-Pequeño... pequeño... -digo arrojando la mochila a un costado. Temeroso de si tocarlo o no emporaría las cosas.

El pobre hipocampo solo inflaba o no ese pecho que baja y subía. Se asfixiaba. Lo tome en mis brazos llevándolo al agua.

-Nada... Nada –rogaba, pero el pequeño solo flotaba.

Dios, ¿Qué hago?

Desesperado fui por mi mochila y saque la caracola. Ingreso de nueva cuenta en el agua a chapuzones buscándolo y lo meto dentro de la caracola.

Había un acuario a pocos metros.

-Resiste –digo al llevarlo con presura.

。o o。.* .。o o。.* .。o o。.* .。o o。.* .。o o。.*.。o o。.* .。o o。.* .。o o。

-¿Esta seguro que está bien? –le inquiero al señor que observa a mi pequeño caballito de mar en la pecera 70 x 35 x 30.

El dueño de acuario y yo había escogido el decorado de fondo marino parecido al hábitat de estos, para que se sintiera cómodo y no quisiera escapar. A lo que me dijo estaba "grávido" el caballito, pero yo no entendí nada. Y solo preferí callar, viéndolo en la pecera minuciosamente, esperando cualquier reacción del animalito.

-Sí, déjelo descansar y en media hora, ya podrá darle alimento –me dice.

-De acuerdo, muchas gracias –lo acompaño a la salida y luego regreso a ver en la pecera.

[Levi narra]

Hmm...

Me duele el cuerpo, lo siento pesado y dormido.

¿Dónde?

Voy abriendo de a poco los ojos.

¡¿Dónde estoy?!

Desesperado con mis aletas dorsales nado al centro.

Este lugar... Mm,... parece...

Inspecciono mirando a los lados.

Parece... ¿la reserva secreta de crustáceos de Farlan?

Me pongo a nadar hacia "mar adentro", pero... me detengo frente a un coral rojo.

Ese coral, no era tan pequeño y no estaba ahí en la reserva de Farlan.

¿Dónde... dónde me encuentro?

-¡ah! Se movió –grita un hombre el otro lado de, ¿esta caja de cristal?

Esta saltando de su sofá, desenredando sus pies de las sabanas y arrastrándose para pegar su rostro frente al cristal.

-¡Esta bien! ¡Sobrevivió! –chillo. Yo me hago para atrás.

...Un humano...

El chico ni lo duda un instante, mete su mano en el interior del agua.

¡¿Va a atraparme?!

Nado lo más rápido que puedo, escapando de mi captor pero me estrello con el cristal de la esquina. Por lo que giro de frente.

¡No! ¡No me hagas nada!

Iba casqueándole, aumentando mi respiración al verme acorralado. Dejando ver como mi pecho se eleva, en latidos rápidos.

-Ay, lo siento –dice –Perdón, no quería asustarte

Va retirando su mano con lentitud, soltando mi cuerpo y dejándome flotar dentro.

¡Pues lo hiciste! ¡Casi me da un PUTO infarto! ¡Eres un maldito gigante!

Le reclamo con chasquidos menores al enroscar mi cola.

¿Dónde están Farlan e Isabel? ¿Les hiciste algo? ¿A Hanji o los otros? ¿Qué vas a hacerme? ¿Los raptaste tú?

Le llenaba de interrogaciones al devolverme nuevamente al cristal donde está apoyado, pero el solo me dice:

-¿Tienes hambre?

Mmm...sí.

-Debe ser así –sigue hablando, coge un frasco y lo va vertiendo en la superficie el agua. Van cayendo una especie de hojas.

¡Oye! ¿Qué es esta basura? ¡Yo como crustáceos! No esta···

Voy probando un par.

Mmm... no está mal, mocoso.

Me acabo unos cuantos, y luego recuerdo mi prioridad.

Oye, sabes ¿Dónde están mis amigos? Aham, ¿Cuál es tu nombre?

Parece no entenderme, y solo me da mas comida.

No está mal. Nada mal, en realidad tengo mucha hambre... pero dime tú nombre.

-¿Quieres más? –vuelve a preguntar.

No. Ya es suficiente, responde a mi pregunta o acaso eres idiota.

-Me llamo Eren –dice al observarme en la pecera

Parece más, lento.

-¿Cómo debería llamarte? –se interroga

Me llamo Levi.

-¿Qué te parece Levi? –me propone, yo chasqueo y él sonríe.

-Serás Levi. A partir de hoy eres mi mascota... yo siempre te voy cuidar –me dice colocando su palma frente al vidrio, haciendo que todo el lugar se mueva

¡No hagas eso maldición!

En protesta el solo escucha chasquidos y luego se va alejando a otra parte de este enorme lugar con objetos extraños y sin agua.

Yo enredo mi cola en la rama más baja del coral y me desplomo sobre la suave arena.

...Hanji... Farlan... Isabel... ¿Dónde estarán?

Tengo que buscarlos, pero no puedo salir de aquí...

Este humano es un mocoso, parece bueno.

Mis niños tendrán que nacer aquí a este paso.

.

[Al día siguiente].

Mocoso...

Mi cola se ondea a atrás-adelante con fastidio.

¡Mocoso de mierda!

Refunfuño produciendo ligeros chasquidos, que se repiten continuamente.

¡¿Dónde diablos se ha metido?!

...Ya era hora de almorzar... y es un decir porque como a todas horas y más de ocho veces al día.

-Tks-

-Ah –se escucha el bostezó del castaño entrando a la cocina con su pelo desarreglado y enmarañado.

Pásenme un coral, voy a enseñarle a peinarse... o si se acerca lo suficiente con mi lengua podría mandar para atrás esas greñas.

El castaño saca un cartón del refrigerador y está en busca del cereal cuando...

¡Mocoso!

Chasqueo furioso.

-Ah, buen día Levi... ¡LEVI! –Se auto reinicia su cerebro, arroja el cartón con leche al suelo y corre al frasquito de anoche para darme de comer.

¡Así es como ibas a cuidar de mí!

Chasqueo, y vuelvo a mover la cola, nadando furioso a la superficie donde deposita la comida.

-Lo siento tanto Levi, me dormí y lo olvide, tengo que darte de comer cada tres horas ¿no? –Se interroga –No, el señor me dijo que establezca una hora para···

¡Cada puta hora! ¡Recuérdalo! –Me exalto –Bueno, en realidad no tanto... pero... tampoco debe olvidársele darme de comer...

Demonios, que este mocoso me estresa.

-..Mm, aquí dice que –señala un panfleto que tiene ahora en manos -...consumen muchos alimentos congelados, alimentos contienen antibióticos para cuidar tu salud... Por el momento solo te estoy dando artemia asique...

Son mucho mejor los alevines vivíparos –opino yo, pero la verdad no encuentro mucho de esos en esta jaula de cristal.

-¡eh! ¡Alevines vivíparos! –Chilla – ¡Eso es muy caro!

Se la pasa leyendo esa cosa y no me hace caso, ya que...

Nado así el fondo otra vez. En este lugar hay muchas plantas, corales... y algas... pero,...

Desenredó mi cola y me desplomo sobre le arena otra vez.

Estoy muy solo Eren... extraño mucho a mis amigos.

Lentamente me voy tornando medio morado, porque el color natural que tengo es negro.

-Eh? Levi, ¿Qué sucede?

Me pregunta, no estoy de ánimo. No respondo. Me quedo callado y en el fondo de la pecera. El mete su mano, y con la punta de sus yemas acaricia mi corona. Abro los ojos y él está mirándome.

Eren... No quiero estar aquí... sácame, quiero volver... quiero ver a mis amigos

Sufro nostalgia y despecho. Me torno más violeta.

-Tranquilo Levi –me dice –Todo estará bien. Te lo prometo.

Alza mi cuerpo, y me dejo reposar en su mano. Con mi pequeña trompa. Beso entre chasquidos su palma.

Me lo prometes, ¿me llevaras a casa?

-Animo si –Esos ojos, me miran mucho –Eres un hipocampo muy bello...

C-cállate Eren... y Promételo.

-je je –se ríe. –Te quiero Levi

Paso a enfocar mi vista en el con ambos ojos. Y luego regreso a besar esa mano, especialmente ese dedo anular.

Eren, confió en ti. Por favor... no me decepciones.

Digo, ya que usualmente los humanos saben mentir y engañan mucho también.

No me traiciones.

[Eren narra]

Y así paso el día, poco a poco. Levi fue oscureciendo su piel hasta que fue negro de nuevo.

Me estaba asustando, parecía que le iba a dar algo.

Pasaron tres días, y en cada día yo metía una de mis manos a la pecera después de darle de comer Levi se posaba en mi palma, hacia cosquillas en mi dedo anular. Y luego nadaba otra vez en la pecera.

Hubo una vez en que se aferró a mi dedo meñique y no lo soltó por una media hora. Levi, era una criatura bella... sinceramente en el pasado, cuando era pequeño también quise un hipocampo de mascota.

A lo que me dijeron Levi era un Hippocampus Reidi. Era macho y vivía por esta parte de Carolina. Fue una suerte encontrarlo, de pasar más horas en la arena se habría muerto deshidratado.

-Alo Eren –contestaba del otro lado de la línea Armin

-Sí, aquí estoy –le dijo cogiendo el frasco de alimentos.

Le había comprado los alevines vivíparos ayer, por lo que una vez a la semana se los daría y luego artemia, hoy le tocaba artemia. Sinceramente, Levi era muy goloso de esos pececillos. Por lo que una vez por semana estarían bien.

-Levi –le tocaba dos veces para que sepa que era hora de almorzar. Aunque él ya sabía estar en la superficie para estas horas de la tarde. Roció del frasco dentro.

-Sí, si... hoy hay luna llena Armin –le contesto a su pregunta

-Tú y tus locuras... -bufo –Es imposible invocarle esta noche a Poseidón

Armin me debate con otros argumentos.

-Así, ¿y que va a hacer? Convertirme en sirena y hasta crees... -me rio, el vuelve a debatir

-No, desde que lees esos libros raros es que quieres meterme esas ideas a la cabeza –le digo

-Ah no... Entonces asumo que Annie, tu compresiva hermana está de acuerdo en ayudarte a hacer esa locura hoy a media noche

Escucho su negativa en la participación de Annie.

-Ve, ve... que te dije yo. –Le digo –Oye, el hecho de que sea tu mejor amigo no significa que me incluyas en tus planes de conquista marítima universal...

Estoy hablando y me interrumpe.

-Ya, pero Armin... -vuelve a interrumpir.

-Está bien,.. Iré. Pero nada trajes vudú y esas cosas.

"Gracias, gracias Eren"

-Sí, si como sea –cuelgo y voy a la pecera. Toda la comida a caído y Levi no lo ha comido.

-Levi –dejo el teléfono y meto mi mano toqueteando su cabeza -¿Qué pasa? ¿Por qué no has comido? ¿No tienes hambre?

En vez de posarse en mi mano, se aleja y me retrae, atajándome de su lado con su cola y enroscándola en el coral con fuerza.

Vuelvo a tocarlo, pero hace lo mismo y se oculta tras las plantas.

-Levi, ¿Qué ocurre? –Inquiero -Estas, muy aprensivo hoy –lo quiero volver a buscar pero huye al coral haciendo chasquidos que esta vez parecen amenazantes.

-... -Saco mi mano. Es extraño que Levi este así. -¿Quieres los pececillos no? –digo, y suspiro.

-Está bien, comprare hoy pero serán la última vez en esta semana. No debo consentirte tanto –hablo al ponerme la chaqueta y salir de casa sin darme cuenta, que mi pequeño cabello de mar esta aferrado en una vuelta a la rama de aquel coral, aumentando su respiración en gran manera y cambiando rápidamente de color al amarillo, voy cerrando la puerta para dejarlo solo en la pecera mientras el recibe las primeras contracciones.

[Levi narra]

Ah... ahgr... ay... Me duele...

Pienso en lo que me aferro sin soltarme del coral.

La respiración esta agitada y el tono de mi piel han cambiado al más claro posible de mi raza. Aviso único de que me pongo de parto.

Agh... y... egh... ese... mocoso tonto... moles...tandomeehh... cuando me preparo... agh

Giro mi cuerpo violentamente sin dejar de agarrarme por la cola, casi enterrando mi cabeza en la arena.

¡Ahh! Ya vienen... ahg... no... no deberían nacer en el diahh... agrh

Mi cuerpo es sacudido por las contracciones. Como si fuera trapo, me agito. Bruscas oleadas de dolor atraviesan mi cuerpo de 17, 5 cm cada vez.

Ahhh demonios... que solo sean 1.200 esta vez... ahg...

Cada vez las contracciones se ponen peor y más violentas.

...aghr.. ahh ...ahh .. ¡AHH!

Me doblo en dos entonces y comienzo a pujar. La abertura de mi vientre está expuesta, y poco a poco van saliendo de cuatro a seis desprendiéndose de apoco. Me doblo, de izquierda a derecha en un intento de mecerme, luego otra vuelta mi vientre se dobla y los expulso, hacia afuera... un total de 150 a 200 van saliendo en la primera.

Continuo en esa acción sin detenerme, en unas ocho a diez veces ya están fuera la mayoría, flotando a mí alrededor. Pegándose a platas, algas o en los corales. Caigo desplomado contra la arena. Enrollando mi cola en mí mismo...

Haa... haa... hanji... -pienso -...los niños... los niños nacieron...

Inconscientemente buscaba su cola, para aferrarme a ella. Se suponía que me pareja debería estar acompañándome en este momento. Cuidando de esos niños mientras yo reposo, exhausto.

Pero... ¿Dónde? ¿Dónde está?

De forma lenta volvía al negro en mi coloración de piel, pero entristezco y se vuelve violeta.

...Eren, ¿A dónde has ido?...

[En la noche – Eren narra]

¡¿Cómo diablos me encontró?!

Ah, de todas formas no importa. Ya me escape.

-Estoy de vuelta –digo a la nada de mi apartamento, bueno. No nada. Esta Levi, pero él no puede responderme.

-Levi –digo al posar mi mano en el cristal de la pecera y echar un ojo dentro. Lo encuentro durmiendo entre los corales.

Toqueteo unas tres veces para que despierte.

-Mira Levi, traje los pececillos. Tus favoritos –le dije.

Los dejo en el mesón y quiero meter mi mano, pero el nada a la superficie. Atajando mi mano de nuevo con su cola

-Oye, ¿Qué te pasa? –le pregunto. Está muy violento últimamente. No me deja meter mi mano para tocarlo en la pecera.

La saco y voy viéndolo por el cristal regresar al coral y enredar en sus ramas de nuevo.

-Hmm... Levi, creí que tenías hambre, por ello compre los pececillos... ¿Por qué te compartas tan agresivo conmigo?

Chasquea varias veces y sigue inmutable, aferrado al coral.

-Levi.

Se mete a la caracola y por lo visto no va a salir en un tiempo.

-Hmm,... ¿y ahora que hice para que te enojaras conmigo?

Pasan unas horas, ceno y me visto para meterme a la cama. Ya es muy tarde. 11:41 pm.

No me quiero dar por vencido por lo que voy a regresando a verlo una vez más la pecera. Seguía aferrado al coral. Me siento a observarlo sin que se dé cuenta, dentro de poco. Ronda la caracola en círculos una y otra vez, ¿Qué habrá allá adentro?.. También me parece, ¿o está más delgado? ¿Tal vez tenga algún problema alimenticio?

Llamaría mañana al acuario.

Dejo de apoyarme en la pared y voy a la pecera.

-Levi –digo y se esconde en la caracola.

Qué remedio.

Voy a la cocina a prepararme algo de tomar, un chocolate caliente. Entro en la sala, veo la pecera y sigue dentro de la caracola. Me siento en la orilla del sofá de tres plazas. Veo la luna por el balcón al beber el primer sorbo.

"Esta noche es especial, y no porque en luna llena haiga ocasionalmente nacimientos... eso simboliza un inicio, nuevas oportunidades... lo cual empiezan por pedidos, anhelos...

Hoy, esta noche puede pedirle a Poseidón un deseo"

-Un deseo ah –lo medito.

"Cualquier criatura marina está sometida a la voluntad de Poseidón"

-Criatura marina –bajo la taza y veo la pecera. A mí no me interesan todas las criaturas marinas... solo Levi.

-Me encantaría que Levi me hablara, pudiera escucharlo, verlo y que me entienda también... -digo viendo la luna reflejada en mis iris -...Sé que Levi es un hipocampo y pertenece al mar, prometo devolverlo después de saber porque se enojó conmigo y... tal vez.. No, también desearía poder volver al mar de donde viene Levi.

Pido aquello con fervor, como creyendo que esa ilusión se hará realidad. La luna brilla esplendorosa en ese momento. Luego yo bajo la vista y suspiro.

-¿Qué estoy haciendo? Esas son cosas de niños Eren, ya no deberías creer en...

Escucho el agua rebalsar a mis espaldas. Doy la vuelta y me encuentro a Levi. Nadando a la superficie de la pecera. Más rápido y más grande que antes, diría que mide ahora como 35 cm o··· Saca la cabeza hacia afuera, como queriendo respirar aire.

Sigo viendo, no puedo dejar de hacerlo. Su cuerpo trepa alrededor, queriendo saltar de la pecera.

-No... ¡Levi no lo···! –exclamaba al querer avanzar.

Cae de la pecera al suelo de la sala, se retuerce como si tuviera convulsiones. Después de forma increíble ese cuerpo va creciendo, mutando, transformándose... ¿en qué se yo? Pero parece emerger algo dentro de mi sala hasta un tamaño considerable y entonces se detiene. Y puedo ver en el centro de esa piel estirada, algo transparente y amarilla (se parece a la flema de cierto modo), así como la de un camaleón o un simple cascaron a...a ¡¿Una persona?!

Voy a desmayarme. Si, voy a desmayarme. Pienso.

El cuerpo se mueve, sale de lo que sea en donde estaba y se sienta de rodillas, estirando el cuello para conseguir aire.

Suelto la taza, y se estrella en el suelo.

-Le-evi... –pronunciaba viendo a un hombre, azabache, tez blanquecina y muy delgado.

-Ehr... –comienza a articular, mira sus manos una y otra vez. Pero al escucharme clava su mirada, una azul y profunda, en mí.

-Eren... -dice.

Esta decido, estoy dormido... esto es una alucinación y...

El hombre se pone de pie a penas, tambaleante y me dice.

-¿Qué...qué has hecho?

Y eso fue todo.

¡Ahí te voy san pedro!

Caigo desmayo en el suelo.

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UHHH! Eren se metió en un problema grande 3

Levi, su hermoso caballito de mar, se volvió un ser humano.

Veamos qué consecuencias le traerá su pedido a Poseidón.

¡Las espero mañana bellas personitas de Fanfiction!

¡Espero te guste este Fanfic!

-Nanariko-chan.