Disclaimer: Naruto ni sus personajes me pertenecen, los derechos son de Masashi Kishimoto.

_Diálogos.

-Aclarar cosas -.

"Inner Sakura".

-"Recuerdos y frases pasadas".

Las negritas son las que utilizo para resaltar, en ocasiones pueden ir negritas y cursivas.

_Conversaciones por teléfono, esto solo será para el que esta del otro lado de la línea.

.*~:¨¨:~*Cambio de escena.

Summary.- Una dama que no desea serlo y un caballero que es más que eso. _Pues que lastima, a mi solo me gustan las chicas. _¿¡Y a quien mierda le importa!


.

.

.

.

.

.

.

.

THE LADY AND THE GENTLEMAN

Paso 1

By: Yunmoon

.

.

.

Capitulo 1

Rutinario, Aburrido y normal?

.

.

.

.

.

.

Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio.

-Anónimo


La mañana estaba fresca, ligeras gotas de roció descendían de las hojas de los arbustos y árboles que estaban alrededor de la calle, que suerte, hoy sería un día normal. Como costumbre de cada mañana, en ese aburrido barrio, salí temprano a correr, me puse los deportivos más cómodos que encontré y una gorra que cubría mis castaños cabellos, mierda, estaba muy a gusto en mi cama, pero correr era algo que me despertaba muy bien. Escuche una discusión al frente, pero cuando mi presencia en ese lugar se hizo más notoria paro.

_Que tengas buen día en el trabajo amor.

_Tu igual querida.

_¡Adiós… Oh, buen día Saku!

_Buen día señora Rubrick.

Salude mientras seguía de largo y ella me despedía con una sonrisa. Era rutina de las mañanas, ver a los esposos despedirse en las entradas de su hogar deseándose buen día, en especial los Rubrick, esta familia parecía ser la perfección de la perfección, el padre ganaba bien, su esposa era guapa y tenía bonito porte y sus hijos eran decentes, inteligentes y muy amables. Pero el señor Rubrick tenía cierto "gusto" por las mujeres más jóvenes. Pero la señora Rubrick siempre aparentaba un solidó matrimonio y una solida familia, huy, si supiera que la mitad de los del vecindario ya sabían sobre las infidelidades del querido y respetado Doctor Rubrick.

Muchas veces el respetado y admirado, nótese el sarcasmo, doctor había sido visto con jovencitas de apenas diecisiete o dieciocho, muchos se imaginaban que esa chica no iba precisamente a una consulta…

Consulta.

Y entonces recordé esa vez que me toco consulta con el "respetado" señor, mi madre siempre insistía que debía de ir mínimo una vez al mes, esa vez jamás la olvidaría. Digo, ¿Cómo olvidar una mirada lasciva y que quisieran tocarte los pechos? Pues nadie lo olvidaría, al menos mi pobre mente de apenas catorce lo había tomado muy apecho, cada vez que lo veía le ignoraba y en Halloween, con todos los chicos que iban a hacer travesuras al barrio, llenábamos de huevo y papel su preciosa casa.

Negué frenéticamente, olvidar esas cosas era algo difícil, el "respetado" doctor Rubrick tuvo suerte, como solo intento y nunca lo hizo, entonces no hice nada más que golpearlo en su… ahí y simplemente yo no volví a ir con él a consulta. Así que, con toda la flojera cargada en mi persona, asistía hasta el centro de Tokio a una consulta con el doctor Hyuga, podía ser menos afable que el doctor Rubrick, pero el doctor Hyuga tenía cara de que podías confiarle la cartera y tenías la seguridad que cuando te le regresara cada centavo estaría ahí. Yo tenía la seguridad de entrar ahí solita, sin mi mami y salir totalmente virgen y pura, oh si, a eso se le llamaba un buen doctor.

Regrese a casa cuando escuche a mi estomago claramente decir "Tengo hambre", era obvio que después de ducharme tomaría mi desayuno, así que subí corriendo a tomar mi preciado baño matutino, me saque la gorra dejando caer mi cabello largo, y luego entre en la tina, Dios, amaba que mi mamá preparara mi baño siempre a las siete menos quince, justo la hora en la que yo estaba a menos de quince segundos de entrar a casa. Me acerque al espejo y noté que necesitaba un nuevo tinte, el tinte castaño de este mes comenzaba a revelar las raíces rosadas de mi cabello natural, iría por la tarde, simplemente me pondría una gorra y solucionado el problema del cabello rosado.

Salte de la tina cuando note que ya eran las siete en punto, era un habito para mi quedarme semidormida en la tino, es que el agua siempre estaba tan calientita y refrescante. Corrí a mi cuarto con una toalla alrededor de mi cuerpo, el deporte me había proporcionado una buena resistencia, pero gracias a la genética femenina de mi queridísima madre, mi cuerpo no tenía casi nada de músculos, era delgada, de cintura delgada, de hombros pequeños, era una chica… Dios, como me gustaría tener un poco de músculo, solo un poco más.

Me coloque el uniforme del prestigiado colegio San Agustín. Amaba mi colegio, hombre por doquier, uniformes holgados, flojera y desinterés era la orden del día, y miles de hombres jugando como estúpidos cuanto deporte se les cruzara por la mente, eso era sin duda lo mejor que había visto en mi vida…

Aunque mamá me odiaba por ello.

Pero papá estaba orgulloso.

Yo estaba más que contenta con ello, San Agustín era un prestigiado colegio en donde únicamente, sin excepción y solo se podían admitir chicos, yo me las había ingeniado y gracias a mi astucia estaba en el colegió más genial del mundo, debía de admitir que me había costado trabajo, pero San Agustín, era el mejor colegió deportivo de la historia. Además no tenía elección, era San Agustín o el colegió femenino de Saint Paul's, solo imaginarlo me provocaba escalofríos.

Aunque debía de admitir que me había costado trabajo adaptarme a tanto hombre, pero gracias a que los chicos se comportaban "amables" entre ellos, pues fue muy sencillo, sin la existencia de chicas, los chicos eran toda amabilidad existente en el mundo, de verdad que los chicos siendo amigos era mejor que tener chicas amigas.

Acomode mi cabello dentro de la gorra, esa había sido una condición de mamá, si me cortaba el cabello totalmente, simplemente me mandaría a un internado en Suiza, así que opte solo por pintarlo de castaño y dejarlo largo y al menos no me preocupaba, muchos chicos llevaban el cabello largo, diciendo que Hyuga Neji lo tenía casi hasta la cintura, en fin, el punto fue que eso al menos amortiguo la irá de mi madre cuando supo que San Agustín había sido mi elección.

Pero que quería, yo amaba demasiado el fútbol soccer como para dejarlo por ser una chica, en Saint Paul's los deportes de ese tipo están casi prohibidos, digo, es que las chicas no se animan a jugarlo y si eso fuera poco, el instituto era muy, muy, muy femenino, era el colegio al cual mamá había asistido, por ello quería que yo entrara en Saint Paul's, a mi me daba temor ser tan femenina como mamá, mi mamá cantaba, tarareaba canciones, le gustaban las flores de colores y los dulces, bueno, a mi solo me gustaban los chocolates, pero mi mamá comía dulces como si nunca los hubiera probado en su vida, era extremadamente femenina. Por eso me gustaba San Agustín, ahí la feminidad era, diciéndolo suavemente:

Nula.

Como me gustaba San Agustín.

En especial siempre me habían gustado los comienzos de clases de San Agustín, entraban nuevos chicos, a los cuales podías conocer y volverlos tus amigos o podías convertirlos en buenos rivales si valían la pena. Yo tenía muchos rivales, pero el mejor y mi mejor amigos era Namikaze Naruto, ese maldito hombre era la plena ley, holgazán, estúpido como una vaca, divertido hasta la medula y el mejor jugador de fútbol soccer que he conocido en toda mi vida como estudiante en la materia del fútbol, debo admitir que he llegado a pensar que me gusta, pero Naruto es más… como un buen chico al que propinarle una paliza que un chico al que darle besos, era un galán de primera, pero era más divertido ser un chico frente a él, al menos a mi me gustaba tenerlo como amigo.

Mi madre me coloco el desayuno y se sentó a mi lado, papá ya estaba tomando su café y mirando la hora en su reloj de muñeca, me miro y yo asentí mientras tragaba con rapidez las tostadas y el jugo de naranja, mi madre negó, sabía que mamá se lamentaba haber estado más al pendiente de su enferma madre que de mi, ella siempre decía que si ella me hubiera cuidado en lugar que papá yo sería una excelente dama, ¡Ja! Ni en sus sueños más felices, mi personalidad era puro instinto, no me podía cambiar.

Pero ella siempre insinuaba que un caballero iba a cambiarme la vida y me iba a convertir en una dama quisiera o no.

¡Un caballero!

¿¡Una dama!

¡¿Pero que dicen?

En mi colegio solo existían marranos, estúpidos y pervertidos, pero un caballero ¡por supuesto que no! Además, gracias a que mi colegio era más centrado en los deportes que en el estudió, entonces nerds… no existían.

Me levante como un vulgar hombre y me acerque a papá mientras que con un simple "nos vemos en la tarde" salíamos de casa. Mi papá soltó un bostezo y yo igual, que decir, los bostezos se contagian, subimos a su auto y mi papá encendió el motor calentándolo.

_¿Qué tal tu caminata?

Papá arranco lentamente el auto, observe el exterior y me deguste con los colores claros del cielo, el azul siempre me había gustado, aunque debía de admitir que los colores fuertes me agradaban aun más.

_Ya sabes, lo de siempre, el señor Rubrick volvió a engañar a la señora y escuche algo de, "Degenerado y rabo verde", pero ahora le agrego un "imbécil", aunque me sentía un tanto decepcionada, la vez pasada le dijo sin vergüenza, pero como siempre, pararon cuando me vieron.

La discusión pasada había sido mucho más divertida, la señora le aventaba cosas, por lo que pude escuchar, mientras que el señor negaba frenéticamente la nueva infidelidad, me preguntaba ¿alguna vez el sería fiel con su esposa? Quien sabe y tal vez en una de esas el señor despertara y se diera cuenta que ya no era el joven rompecorazones que fue, si no un hombre con tres hijos y una buena esposa, porque debía de admitir que la señora Rubrick, Mady Rubrick, era una mujer realmente amable y simpática, la victima en todo eso era únicamente ella, ella si era realmente una dama y dudaba que su esposo fuera un caballero.

_Si, cuando llegue anoche escuche que la señora Rubrick dejaba a su esposo dormir en el sofá, algo así de "Si vuelves a llegar tarde te dejare a dormir en la pipi de Doris".

_Oh, ese asqueroso animal ha vuelto a hacer sus porquerías frente a la casa, prometo que cuando vuelva a verlo hacer esa porquería en mi presencia lo meteré a la perrera.

Era tan grande y… baboso y… ugh, debería de ser un cerdo no un perro.

_Pero que dices, antes Doris te caía muy bien.

_Pero se volvió grande y empezó a hacer cosas más "grandes".

_Buen punto.

Pasamos frente a la casa de los Rubrick y a un lado de Doris, era cierto, Doris me había gustado mucho de pequeña, pero ese labrador creció más de un metro, me lamía siempre que me veía y casi siempre me tiraba en el suelo y me arrastraba por todo el lugar, ese perro seguía siendo mi favorito, pero ahora ya no me caía tan bien como antes.

_Por cierto, Sakura, mamá esta comenzando a fastidiarse de nuevo respecto al colegió y creo que ya es tiempo que vuelvas a ser Sakura he, Sonosuke.

_¡Vamos papá! Ya te dije que no quiero ser una princesa, mucho menos una dama.

_Pero eres una mujer Sakura.

_Tsk… No papá, no puedo, al menos deja que termine este año siendo Sonosuke, el próximo entro siendo "Sakura".

Como detestaba mi "femenino" y "lindo" nombre, porque no me pusieron… ¡Sora! o… ¡Baba de perro! Suena mucho mejor que Sakura, ese nombre tan femenino que me recordaba que era una mujer con el cabello…

Rosa.

Verde hubiera sido mejor que rosa, estúpido color de mierda, era horrendo, absolutamente vomitivo, detestaba ese color, si conociera a una mujer con el cabello rosa como el mío… le pondría los apodos más ridículos que encontrara.

FrikiPink.

Fresa.

Cabeza de malteada.

Cereza del pastel.

Chicle masticado.

Pinky

Ya saben, existen más de donde vinieron esos. Baje rápidamente del auto cuando se detuvo y cerré de un portazo, recordar que era en verdad una chica no me ayudaba mucho, a veces, bueno, casi siempre, deseo ser hombre, es más sencillo, mucho mejor que una chica, por suerte, a mis quince años aun no comenzaba con la menstruación, cuando comenzara de verdad iba a odiar ser una mujer.

Acomode la gorra deportiva que acostumbraba a usar cuando pasaba un mes después de aplicarme el tinte, esta vez me decidí por una gorra azul, algunos cabellos salían de la gorra, pero no me importaba, tenía el ceño aun fruncido por lo dicho por mi papá, pero unos escandalosos ruidos me distrajeron…

Escandalosos…

Mierda…

Naruto.

_¡Hey! ¡Sono!

Nunca me equivocaba, sin duda ese era Naruto.

_¿Qué quieres imbécil?

_¿A que no sabes?

_¿Qué?

Naruto tomo lugar a un lado de mi, y me tomo del hombro, me apretó fuerte, pero hace mucho que esos saludos masculinos habían dejado de dolerme, recordar el primer saludo de Naruto era divertido, pero doloroso, Naruto había llegado a mi lado y sin la más mínima delicadeza me había tomado del hombro y lo había apretado como si yo fuera un maniquí, asea, como si no tuviera sensaciones, me había dejado el hombro totalmente morado, mamá me había regañado, pero de cierta forma ese había sido un escarmiento por querer enfrentar a la genética y aparentar ser hombre.

_Sigo diciendo, estas muy delgado Sonosuke, necesitas comer mucho más para tener músculos como los míos.

Hizo un gesto con el brazo mostrando sus músculos, lo siento Naruto, no puedo pedirle a mi femenina genética que me apoye, con suerte no había sacado un busto grande, era solo copa A, así que no tenía necesidad de ocultar algo que era apenas visible, mi pequeño busto de quince años, me sentía feliz que fuera tan plano… aunque sabía que estaba comenzando a crecer, podía sentirlo, así que por precaución había comenzado a vendar mi busto.

_Bien, después de hacer una ridícula demostración de algo inexistente, ¿qué querías decirme?

Y mi voz, solo tenía que forzarla un poquito, pero hablar así ya era casi costumbre, así que no era tan difícil ahora, antes se me salían los gritos de chica o a veces tarareaba en el baño pero gracias a noches en vela de practica había aprendido a hablar lo más masculinamente posible que mi garganta me había permitido, agradecía que mi cuerpo se adaptara tan rápido y más con todo esto.

_Cierto… Una buena noticia Sonosuke.

_¿Qué?

Mire a mi alrededor, me percate que habían nuevas cosas, como que, los baños se dividían en dos, mis ojos se abrieron con sorpresa, al parecer este día no sería un día normal, en lo absoluto.

No puede ser.

_¡Este año San Agustín ha permitido la entrada a chicas!

Maldita sea mi pinché existencia.

_¿Como? ¿Chicas aquí?

_Si… bueno, veras… se trata de Sarutobi-sama.

Bien, pensemos Sakura, ¿qué le pudo haber ocurrido a Sarutobi? Claro, aparte de ser un viejo y…

Viejo.

_¿Se jubilo?

_Si…

Y si Sarutobi-sama se jubila…

Entonces…

¿¡MINATO-SAMA!

_¿Tú… tú… papá es…?

¿El papá de Naruto como director? Pero que buena suerte… No espera, él quería chicas aquí, ya no era tan buena suerte.

_Así es… Bueno… veras…

Naruto miro a todas partes y luego me jalo y me llevo a un lugar apartado y solitario, si fuera mujer habría pensado mal, pero en ese momento no era mujer y Naruto no era un pervertido, solo un estúpido.

_Mi papá me dijo que porque no me conseguía una novia y dejaba de estar tanto con chicos… Pues le dije que prefería estar con chicos… me malinterpreto y dijo que comenzaría a autorizar la entrada a chicas.

Bueno, viéndolo desde ese punto yo hubiera hecho lo mismo, que Minato-sama interpretara que Naruto era gay era divertido, pero ya no era divertido que por culpa de eso Minato-sama permitiera la entrada de chicas… si mi madre se enteraba… iba a obligarme a entrar como mujer, mierda.

_¡Eres un estúpido Naruto!

_¿Pero que quieres? A mi me gustan mucho las chicas, pero prefiero convivir con chicos, las chicas son tan…

_Femeninas, dramáticas, tontas y huecas… lo comprendo.

_¿Pero que dices Sono-baka? Las chicas son muy lindas, pero son demasiado tímidas e inocentes para poder actuar como un hombre frente a ellas, no me gustaría que una chica me viera… como actuó frente a mis amigos.

Así que Naruto pensaba eso… ya decía yo que Naruto era muy amable… pero sigo prefiriendo ser un chico frente a él, verlo actuar como estúpido y además cursi frente a mi solo por ser chica sería sin duda el peor sufrimiento que podría pasar.

_Mierda… entonces… ¿chicas?

_Si… además mi papá contrato a nuevos profesores, le gustaba que fuéramos reconocidos como el mejor instituto deportivo de aquí… pero dice que también necesitamos un poco de cerebro… ahora para poder hacer deporte… vamos a necesitar buenas notas.

No… no… ¡NO! Minato-sama me caía muy bien, pero esto ya no me estaba gustando. Chicas y además estudios… era precisamente eso lo que hacía que esta escuela fuera genial, porque no tenía nada de los dos.

Nada iba a ser sencillo, yo no quería ser una chica aquí, me gustaba ser Sonosuke, quería ser Sonosuke para siempre… aunque aclaro que los chicos me siguen gustando, las chicas no… no me gustaban en ningún sentido.

_Y… ¿qué opinas de esto Naruto?

_La verdad… me gusta la idea… Tener chicas aquí parece divertido.

Y eso fue lo que me hizo fruncir el ceño… chicas… maldita sea mi vida.


Nadie puede ser esclavo de su identidad: cuando surge una posibilidad de cambio, hay que cambiar.

-Elliot Gould

.

.

Hola!

Como lo prometí, este es el fic que después de muchos días pensando en como plantearlo logre hacerlo y ahora lo subo, el titulo ya deben de saberlo. La dama y el caballero, la idea me ha fascinado tanto y espero que a ustedes también les guste, supongo ya deben de saber quien es la dama y el caballero en esta historia, jajaja, me parece divertida la actitud machorra de Sakura y que le diga tantas veces a Naruto estúpido.

Yunmoon se despide esperando que a ustedes les guste este nuevo fic.

Sayonara

Yunmoon