Capitulo 1: Conociéndote.

Academia Sakura, Tokyo, Japón

El invierno había llegado y estaba nevando como si fuera una lluvia blanca, todos los salones tenían calefacción y podían seguir con las clases, pero ya era hora del recreo y todos iban directo al salón para comer y algunos habían traído de sus casas y se quedaban en el salón para aprovechar el calor, mientras tres chicas hablaban sobre lo que habían echo durante las vacaciones de verano.

-Yo había ido de viaje a Sudamérica, el calor que había en aquel lugar era como si estuvieras dentro de un horno, pero las montañas tenían un tamaño increíble y algunas estaban lejanas debido a que estaba nevado en esa área, y además me traje unos libros de novelas e historias y unas cuantas cosas artesanales que hacen haya, cuando vayamos a mi casa se los mostrare.

-Eres toda una turista Misaki.

-Jejejejeje.

Kuronuma Misaki, una adolescente de 17 años que ama los libros y las historias de amor, que según sus amigas era una romántica, graciosa y es muy tierna, su deseo es encontrar a su príncipe azul, su piel es blanca, tiene el cabello largo que le llega hasta la cintura con una línea en el medio de color marrón y sus ojos son verdes y tiene una estatura normal, lleva consigo un abrigo blanco con bordes negros y en la capucha tiene orejas de conejo blanco, lleva el uniforme del colegio de color azul marino con bordes rojos y manga cortas, junto con una falda del mismo color, medias blancas y zapatos negros.

-Bueno, sabes que a veces hay diferentes países con diferentes cambios de clima o fenómenos naturales y además dicen que su cultura es una maravilla.

-Por cierto Mikuro-chan, tu que hiciste en las vacaciones?.

-Aparte de ir a todas las convenciones otaku y de hacer karaoke y cosplay, limpieza, practicar mi estilo de dibujo, ir a clases de Kendo, jugar los nuevos videojuegos que compre, ver las nuevas películas, escuchar las nuevas y viejas canciones vocaloid y de mis bandas favoritas y comprar los mangas de mis series favoritas, si, la pase muy divertido.

Akihito Mikuro, una adolescente introvertida y es la mayor del grupo aunque por su estatura no lo dice, tiene 18 años y es la única otaku-gamer original del salón, es una chica pacifica y muy callada, no quiere meterse en problemas pero tiene un fuerte carácter y se enoja con mucha facilidad, haciendo que todos la vean como una yandere, pero es de confianza y algo torpe, muy tímida, tiene una estatura intermedia entre alta y baja, de piel blanca, pelo castaño oscuro bastante corto y desmechado con un hopo corto en el lado izquierdo y sus ojos son marrones oscuros y en la parte de las ojeras lo tiene un poco hundido con un color gris, lleva el mismo uniforme, solo que ella lleva pantalones de vestir del mismo color que la chaqueta y los mismo zapatos negros, ella lleva medias rayadas de gris y blanco y una remera de color rojo (que esta dentro de la chaqueta claro), tiene las uñas algo largas y pintadas de color negro (sin mencionar de que tiene un tatuaje en su hombro derecho y uno en su muslo izquierdo).

-Vaya Mikuro, en verdad eres un otaku-gamer a seguir.

-Tampoco es para tanto Haruka, y que hiciste tu?

-Solamente fui a visitar a mis familiares, practicar con mi bajo, salir y dar conciertos con la banda.

Matoi Haruka, la líder del grupo y tiene la misma edad que Misaki, le gusta mucho el metal y tiene su propia banda, tiene bastante experiencia en todo tipo de problemas o relaciones, y según Mikuro, es una persona llena de consejos y muy sabia, le gusta mucho la pizza, es muy tranquila y con un gran corazón, es un poquito obesa, de piel blanca, pelo marrón y en sus raíces es negro ondulado que le llega también hasta la mitad de la espalda, sus ojos son verdes, lleva una campera de cuero negro y el mismo uniforme que las demás, claro que también lleva los pantalones de vestir al igual que Mikuro.

-Rayos, Nyuu, desearía haber estado allí para tomarte unas fotos.

-Descuida Misaki, un socio mío logro tomar las fotos, cuando estemos de camino a tu casa iremos por su almacén.

-Nyuu!, a ver como habrás salido.

-Ara ara.

-Bueno, ya falta una hora para irnos, después pueden acompañarme al baño?

-Oki doki.

-SIPI.

Sonó la campana para avisar de que el tiempo libre había acabado, volviendo a clases y escuchar a los profesores, las tres chicas eran muy mejores amigas desde hace mucho, siempre iban juntas a salidas y fiestas, incluso ir al cine y tener pijamadas, incluso en la escuela recibieron el apodo de las tres mosqueteras. Ya terminadas las clases, las tres van directo al baño de mujeres mientras hablan acerca de algunas cosas.

-Chicas, han escuchado acerca de el baile de Sakura?

-No Misaki.

-Yo un poco, dicen que se llevara a cabo a fines del año y es obligatorio ir con pareja.

-Etto, Haruka…dijiste…pareja?

-Si Mikuro, pero ya se que dirás las mismas frases be siempre, "Tengo cero probabilidades de tener un novio".

-Ya sabes como soy, pero también tengo razón en que las tres somos las únicas solteras de toda la escuela y no tenemos pareja.

-Creo que esta vez tiene razón Haruka.

-No creo…en verdad tiene razón Misaki…y por cierto no trajiste tu abrigo Mikuro?

-Si lo tengo, esta dentro de mi bolso.

-Ya me estaba preocupando.

El trío suspiro al mismo tiempo, ya que nunca lograron tener novios y eso que todos en la escuela ya tenían pareja, estaban a punto de irse hasta que un hoyo negro apareció de la nada y ambas quedaron sorprendidas, y sin esperarse la sorpresa, las estaba absorbiendo.

-Y ese hoyo?

-Como demonios voy a saber!

-Mierda! Nos esta absorbiendo!

Trataron de resistir al ser absorbidas, pero fue inútil y el hoyo las llevo a lo que seria, una dimensión diferente, haciendo que cada una cayera en un lugar diferente y sin darse cuenta, habían sido llevadas al santuario. Primero fue Haruka, quien abrió los ojos había sido tele transportada a una cocina, y al parecer, era muy elegante.

-Al menos hubieran dejado una almohada en mi trasero…Que demonios hago aquí? No importa, tengo que buscar a las demás.

Estaba a punto de ir por la puerta, hasta que escucho unos pasos muy fuertes como si de un gigante se tratase, busco un lugar para poder esconderse y como había una mesa con un largo mantel que llegaba casi al suelo, se escondió a tiempo y había entrado una persona, muy grande para el tamaño de alguien normal, de piel morocha, pelo negro corto y ojos marrones, con un poco de barba pero tenia diferente forma y un piercing en la nariz.

-(Para ser alguien grande, es muy guapo).

Pensó Haruka mientras lo veía, pero supo que no tenia tiempo para eso, vio que se estaba alejando y dirigirse hacia la puerta y logro salir sin problemas, comenzó a correr hasta llegar a la salida, pero antes de salir, por accidente la vio y no tuvo mas opción que acelerar el paso.

-Oye muchacha! Espera!

-(No voltees, no voltees, no voltees).

No quiso voltear y siguió corriendo hasta salir y ver que para su sorpresa estaba dentro de un templo y tenía un símbolo que no logro reconocer.

-Mierda, todo esto es confuso, solo Mikuro podría saber lo que significa ese símbolo, pero debo seguir y encontrarlas…

-A quienes tienes que encontrar?

Y todo se había ido al drenaje, logro alcanzarla y estaba en frente suyo, a lo cual tuvo que explicarle que estaba buscando a sus amigas debido a que habían sido absorbidas por un hoyo negro, pero supo que su historia era poco creíble, hasta que tuvo que tomar una decisión.

-No se si creer en tu historia o no, pero por las dudas te quedaras en mi templo hasta que encontremos a tus amigas.

-Acaso…me estas ayudando?

-Llamémosle una forma para poder creer en tu historia, por cierto, me llamo Aldebarán.

-Un gusto, me llamo Haruka (para ser alguien grande, es muy buena persona).

Sin entender como, eran dos desconocidos que comenzaron a conocerse y a llevarse bien, hasta que recibió otra sorpresa no esperada.

-Por cierto, tienes un hermoso cabello rojo.

-Ro…rojo?

Comenzando a preocuparse, saca un espejo de su mochila y vio que su pelo era de color rojo, haciendo que gritara del susto. La segunda fue Misaki, quien había caído sobre lo que parecía, un jardín de rosas.

-Nyuu…Menos mal que estas rosas detuvieron mi caída, y son muy hermosas…pero primero tengo que encontrar a las chicas.

-Que haces en mi jardín?

Por primera vez sintió que tenía la piel de una gallina, mientras que poco a poco se fue volteando, hasta ver a un joven que tenia el cabello de color celeste largo y ondulado, mientras que en frente tenia un hopo que le cubría el ojo derecho, tenia la apariencia de una mujer, pero era un hombre y era muy hermoso, provocando que Misaki se sonrojara.

-(Nyu…es muy hermoso…) Pe-perdón si entre a tu jardín si permiso, e-esque no pude evitar ver tus rosas…son muy hermosas y bueno…me tengo que ir, tengo que buscar a mis amigas.

Estaba a punto de irse, hasta que el la detiene tomándole de la mano.

-Espera…te gustan mi rosas?

-S-si.

De la nada, hace aparecer en su mano una rosa se la pone en los cabellos de Misaki, eso hizo que su corazón diera golpecitos tiernos y en su estomago habían como mariposas.

-Para una hermosa dama como tu.

-(Nyuu! A-acaso…me estoy enamorando?) Gracias, eres muy caballeroso.

Paso un buen tiempo para explicarle el porque había llegado a su templo y el porque estaba buscando a sus amigas, aunque misaki entendió que su historia era poco creíble y le tuvo que pedir ago.

-Se que no es muy creíble mi historia y el porque estoy aquí, pero te pido por favor que me ayudes a buscarlas.

-Puede que no crea tu historia, pero no puedo rechazar el pedido de una dama, te ayudare a buscar a tus amigas y hasta entonces, tendrás que vivir en mi templo.

-En verdad te lo agradezco, casi se me olvida, perdón si no me presente, me llamo Misaki.

-Un placer conocerte, soy Afrodita.

-Igual que la diosa del amor y la belleza? Increíble.

-Gracias, tu cabello rosado es muy hermoso con la luz del atardecer.

-Dijiste…rosado?

Agarro uno de sus cabellos y vio que todo era rosado, saco un pequeño espejo de su bolsillo y se vio en la parte de arriba de la cabeza, y al saber que su pelo se había vuelto rosado, Grito tan fuerte que se incluso se escuchaba en los otros templos. La tercera y ultima fue Mikuro, a quien su aterrizaje fue, caer dentro de lo que parecía un baño termal, saco su cabeza para ver en donde estaba su bolso y su katana de bambú, ya que antes de ser absorbida tenia que ir a practicar kendo, fue directo en donde estaban y salio el agua, recostándose en el suelo toda mojada y tosiendo por falta de aire y veía que todo daba vueltas.

-Mierda…creo que escuche el grito de Misaki…tengo que ir con ella para luego….buscar a Haruka…

Logro levantarse poco a poco aun estaba algo mareada, recogió sus cosas y por la humedad que había y comenzó a sentir frío, no pudo ver en donde estaba la salida por la neblina hasta que escucho una voz masculina que resonaba en toda la habitación.

-Quien eres! Si no me lo dices te matare!

Sin saber como, la neblina desapareció y se pudo ver todo con claridad, estaba en frente de la salida, mientras que algo temerosa vio a un hombre dentro de los termales, de cabello negro con algunos mechones blancos largo hasta la cintura, tenia heterocromia, su ojo izquierdo era dorado y el otro era un celeste azulado y tenia un símbolo en su pecho, a lo que Mikuro era la única que supo lo que significaba, pero el siguiente problema esque estaba desnudo, por miedo y por vergüenza comenzó a correr y escucho que el estaba saliendo del agua.

-(Mierda, tengo que apresurarme, debo encontrar a las otras antes de que ese hombre me mate, en verdad esa mirada me dio miedo y ese símbolo es de Géminis…).

-A donde crees que vas? Mocoso.

Sin darse cuenta estaba frente suyo, como pudo llegar allí?, Sin pensarlo dos veces, se dirigió hacia el y empuño la katana que al desenvainarla, un brillo salio de ella y la uso para alejarlo y funciono con éxito, luego vio que la katana de bambú era una katana de verdad, a lo que la empuño con las dos manos mientras lo miraba con algo de temor sin bajar la guardia.

-No quiero lastimarte, pero por favor déjame ir sin hacer una disputa entre nosotros.

-Eres muy hábil chico, me impresionas…

-En verdad eres ciego, soy una chica, idiota pervertido!

Esta vez si la hizo enojar, ya que al tener el cabello corto y los senos planos, era muy fácil confundirla con un chico, ya que eso le trajo problemas en la escuela primaria y secundaria, dejándolo algo sorprendido y sin vacilar, comenzó a acercarse a ella.

-Vaya, me has sorprendido…además de confundir a otros eres muy buena usando la katana…que es lo que esta escrito en la hoja?

-Loveless…es el nombre que le puse…porque lo preguntas pervertido?

-Veo que eres muy hermosa con ese cabello blanco.

-Blanco?

Con la duda en la cabeza, saca de su bolsillo su celular y por el reflejo de la pantalla, vio que su pelo era completamente blanco y sus ojos eran un morado pálido.

-QUE DEMONIOS? ESTE NO ES MI PELO! ACASO ME TIÑIERON O QUE!?

Aprovechando que estaba distraída, se lanzo hacia ella y eso provoco que soltara la katana, no lo pudo creer, estaba encima suyo un hombre que no conoce, la estaba seduciendo y para empeorar, estaba desnudo y comenzó a acariciar sus labios, comenzándose a sonrojar.

-Qu-que demonios? Eres idiota? Ya déjame ir y vuelve a lo tuyo! (MIERDA, ME VA A VIOLAR!, ME VA A VIOLAR!).

-Eres muy hermosa…

-Acaso quieres violarme!?

-En verdad te imaginas tantas cosas…que me gustaría hacer ahora.

-LO SABIA, ME QUIERES VI-

No pudo seguir esperando y la beso, haciendo no solamente que se callara, sino que también hizo que se estremeciera al sentir el contacto de ambos labios, Mikuro intentaba alejarse pero se lo impidió haciendo que su beso fuera mas duradero y sintió que estaba a punto de estallar, hasta que con el brazo que tenia libre intentaba abrir su bolso, agarrando un libro y lo utiliza para golpearlo, logrando que se quitara encima de ella y agarra la katana, no le dio tiempo de agarrar su bolso y salio corriendo lo mas que pudo y por nada del mundo se iba a detener, fue saliendo del lugar hasta llegar afuera y no pudo creer en donde estaba: estaba en los doce templos pero todo estaba flotando y le entro pánico, pero para no caerse, decidió caminar lo mas tranquilo posible pero acelerando el paso.

-Demonios! Esto es peor de lo que me imagine.

Poco a poco fue llegando a otro templo pero este tenia rosas decoradas y vio el símbolo que estaba arriba de la entrada.

-Piscis…es posible que Misaki este aquí…bueno…todo o nada.

Entro al templo y miro por todos lados hasta que escucho unas risas en el otro lugar del jardín, fue a ver quienes estaban en el lugar y vio lo que nunca se pudo creer, a su amiga Misaki hablando con alguien quien al parecer se comenzó a llevar bien con ella, entonces salio de la nada de manera sorpresiva para los dos, quedando como estatua.

-Mi..Mi-Mi-Misa…MISAKIII!?

-Mi-Mikuro-chan!?

-Se conocen?

-Si, es una de mis amigas a las que iba a buscar…pero como llegaste aquí?

-Caí en templo siguiente a este y me fugue de un pervertido.

-Te refieres a la recamara patriarcal?

-Creo que si… y perdón si mi pregunta lo incomoda, pero quien es el caballero que estuvo cuidando a Misaki?

-Un placer conocerla, soy Afrodita.

-Llevas el mismo nombre que la diosa del amor y la belleza? Para ser sincera, si eligieron bien el nombre en honor a ella y un gusto, soy Mikuro, por cierto Misaki, sabes donde esta Haruka?

-No lose Mikuro-chan, esque también iba a buscarlas a ustedes, pero como tu me encontraste primero, ahora solo falta ella.

Al parecer los tres comenzaron a llevarse bien, hasta que se escucho el sonido de una llamada, era el celular de Misaki, a lo que algo confundida, miro que era el numero de celular de Mikuro, pero ella estaba a su lado, a lo que por las dudas, contesto la llamada.

-Hola?...Si…esta aquí…de acuerdo.

Le pasa la llamada a Mikuro, no sin antes de avisarle.

-Quien es?

-Por la voz, es un hombre y…dice ser tu novio.

-Dame esa llamada de inmediato.

Con una mirada y un tono muy molesto, le pasa el celular a su amiga a lo que se va a otro lugar del templo para estar a solas mientras tenia que arreglar unos asuntos con cierta persona.

-Hola hermosa.

-Se puede saber como demonios obtuviste mi celular, pervertido?

-Bueno, huiste de mi y tengo en mi poder tu bolso y tu celular, el cual estoy utilizando ahora y he visto tus fotos cuando estuviste en la playa, en la escuela y en tu tiempo libre y eres bastante atractiva, además he visto tus dibujos, canciones, mangas, ya he visto todo sobre sus gustos y tengo una buena noticia: "Eres la chica de mis sueños, Akihito Mikuro".

-…Que hiciste…que? Y…como sabes mi nombre?

-He revistado tus libros y lo supe, además tienes que mejorar en literatura…

-Y PORQUE LE DIJISTE A MI AMIGA QUE ERAS MI NOVIO? NO ME LO PEDISTE Y NO TE LO PEDI Y PARA EMPEORAR, NO TE CONOSCO Y NO ME CONOCES! NO TENIAS QUE VER MIS CALIFICACIONES!

-Me llamo Saga…y será mejor que no se lo digas a nadie…la verdad no se porque tus amigas y tu han venido aquí…pero aprovechare cada minuto para que te enamores de mi, ya que tu eres la ladrona que robo mi corazón.

-Acabas de abrir tu tumba…si vuelves a ver la más minima parte de mis cosas, eres hombre muerto.

-Estaré soñando contigo, buenas noches mi amada.

Corto la llamada al despedirse, dejando a Mikuro sonrojada, furiosa y confundida por lo que para ella seria, la peor de las experiencias: Haber besado a un hombre que apenas conoce que tiene su celular y su bolso, haciendo que Saga supiera todo de ella, luego fue en donde estaba Misaki junto con Afrodita y le devuelve el Celular.

-Y como te fue?

-Ese pervertido tiene mi celular y mi bolso…Y ACABA DE VER MIS CALIFICACIONES DE LITERARUTA!...esta es la peor humillación que e tenido en toda mi vida…

-Al hombre que le llamas pervertido…es el patriarca?

-Si te refieres al pervertido que casi me iba a violar y estaba desnudo frente a mis ojos…si, es el (Genial, primero me dice su nombre y me pide que no se lo diga a nadie, que es esto? Fantasma de la opera? Romeo y Julieta?).

-De seguro que quiso robarte un beso.

-En realidad…lo hizo.

-QUE?

-Me beso y bueno…abrí mi bolso, le he golpeado con uno de mis libros, solo tuve tiempo para tomar mi katana y salir corriendo…por cierto afrodita, tienes algo de ropa seca?

-Me imagino que caíste en los termales…en otras palabras, estabas diciendo a verdad Misaki, voy a ver si tengo algo a tu medida.

-creo que me voy a resfriar…

-Y porque lograste rescatar solamente tu katana?

-Sabes que aunque tenga esta apariencia de una inofensiva katana de bambú, es una katana de verdad, además le puse el nombre Loveless porque me gusta, esta katana es muy apreciada para mí.

Desde el otro lado de la salida del templo, había entrado una persona que llevaba una tunica roja con bordes negros y dorados y llevaba una mascara dorada de una forma extraña que Mikuro no supo que era.

-(Parece alguien que vino de la época inca o azteca…no me acuerdo bien, esto me pasa por no prestar atención en las clases de historia…).

-Quien el es? Se ve muy mal vestido…

-Yo diría que es exagerado ese casco y la decoración…

-Gran patriarca!

Vieron que Afrodita se había arrodillado ante el, pues Misaki no sabia porque lo hizo pero Mikuro sabia que no le iría nada bien, porque sabía quien se ocultaba bajo la mascara.

-Que lo trae por aquí, patriarca?

-Solo e venido a hablar con una de tus invitadas.

Afrodita giro la cabeza y únicamente vio que Misaki estaba sola, pues Mikuro no tuvo más opción que ocultarse de Saga, se había ocultado en la entrada del jardín pues por accidente había dejado un rastro de gotas de agua antes de entrar al templo, pues había probabilidades de que pasara algo peor después del beso, no quería imaginarlo.

-(Demonios, primero lo de los termales y ahora esto? Acaso me están castigando o que?).

-Como sea, solo vine para decir que una de ellas deberá hospedarse en uno de los templos libres y será en Géminis, dale este mensaje a tu amiga.

-D-de acuerdo…

Dicho esto, se va del templo y se pierde de la vista de los tres, mientras Mikuro salía ya con los nervios de punta, pues había comenzado un gran problema para ella: Convivir con el hasta saber como iba a volver con sus amigas a casa, aunque fue cambiando el tema debido a que no quería imaginarse algo mucho mas peor.

-Aquí esta un conjunto de ropa que lo compre pero nunca lo he usado, creo que es de tu medida, puedes usar mi habitación para cambiarte de ropa.

-Bueno, gracias…

El conjunto era una remera manga larga color negro junto con unos pantalones negros y cómodos, también con una blusa blanca también con bordes negros en las mangas y en donde se ubicaba el cierre y el cuello, fue de inmediato a la habitación y se cambio la ropa, pues tres minutos después salio y la ropa le había quedado bastante bien.

-Es de tu talla, y te queda perfecto.

-Hem…gracias?

-Bueno, oíste lo que esa persona dijo?

-Desgraciadamente…si…no puedo creer que tenga que pasar por estas cosas…

-Dejar a una dama sola no es lo mío, pero es una decisión del patriarca y no puedo ponerme en contra de eso.

-Porque eres un caballero dorado y ese tal patriarca es, como yo lo llamaría, la autoridad en todo este lugar llamado el santuario.

-Y como sabes todo eso?

-Acaso no lo recuerdas Misaki? El año pasado el profesor quiso que hiciéramos un trabajo sobre las constelaciones zodiacales y sus mitos que también estaban relacionados a la historia de Grecia, y claro, como a mi me interesa ese tipo de cosas, fue algo muy sencillo y perdón, acabo de ver tu armadura por accidente, Afrodita.

-Descuida, no encontraba un lugar para guardarla…aunque ya esta atardeciendo y pronto anochecerá, les gustaría cenar conmigo?

-Esta bien, no le veo el problema.

-OK.

Poco a poco la noche fue cayendo mientras los tres cenaban en el templo, hablando acerca de sus vidas, gustos y rutinas durante los días. Mientras terminaron, Mikuro iría a dormir a Géminis.

-Bueno, ahora tendré que ir de Piscis hacia Géminis…

-Si quieres podemos acompañarte.

-Además sabes que no te gusta estar sola de noche.

-Misaki por favor…

Se puso algo avergonzada y giro su mirada hacia otro lado, pues era verdad, a Mikuro nunca le gusto estar sola y mucho menos si era tanto en la noche como en el día, fueron de camino hacia cada uno de los templos, claro que se ganaron unas cuantas miradas dudosas y otras algo vigilantes, haciendo que Misaki y Mikuro se sintieran observadas.

-Esto no me agrada…

-A mi menos…

Pasaron los templos sin problema alguno gracias a que Afrodita las acompañaba, claro que no se iban a esperar lo que vendría después. Iban llegando hasta que Mikuro levanto la vista hacia la entrada, aunque Misaki no se imaginaba la expresión que tenia Afrodita al llegar.

-Cáncer…

-Afrodita, estas bien? Te vez un poco pálido.

-Descuida Misaki, es que nunca me gusto venir a este templo.

Sin una mejor respuesta, entraron y vieron que todo estaba oscuro y una espesa y lúgubre neblina estaba sobre los pies de los tres, provocando que las dos se comenzaran a asustar, pero por accidente, Mikuro aplasto algo redondo, hasta que miro abajo y levanto el pie, había aplastado una cara haciendo que gritara ella y Misaki del susto mientras alguien bajaba hasta estar en presencia de ellos, a lo que Afrodita no estuvo feliz por eso, ya que había asustado también a Misaki.

-Death, eso no fue divertido.

-JAJAJAJAJA, me encanta cuando todos pasan por mi templo para asustarse, JAJAJAJA.

-A-Afrodita…se-será mejor que nos alejemos unos pasos…Mikuro-chan esta en modo Yandere.

Al entender lo que significaba esa palabra, Misaki y Afrodita retrocedieron unos pasos de Deathmasck, pues sin darse cuenta, Mikuro nuevamente desenvaino la katana, mostrando una mirada furiosa dispuesta a acabar con la broma.

-Por tu culpa ahora me siento completamente humillada…pero eso se podrá borrar si te mato aquí y ahora.

Quedando como una estatua al verla como si de una pesadilla se tratase, comenzó a correr por todo el templo mientras ella lo perseguía con el propósito de matarlo, ya que sentía que su orgullo estaba en los suelos gracias a el, pero por la interrupción de Misaki, solamente logro cortarle dos cuencas que estaban en su barba.

-Mikuro-chan, sabes que no tienes que darle importancia a un idiota como el.

-Al menos me hizo sentir mejor ver su cara de bebe llorón.

Afrodita no hizo mas que reír por el espectáculo que acaba de ver: "Deathmasck siendo perseguido por una asesina a sangre fría", y por suerte, pidió prestado el celular de Misaki y lo grabo todo incluido el ultimo momento, en verdad era un momento inolvidable para el, mientras Mikuro logro calmarse pero aun teniendo ganas de cortarle el cuello, se retiran del templo dejando al caballero de Cáncer asustado y marcado como un payaso gracias a que una chica lo puso en su lugar.

-Idiota comediante de basura bueno para nada y completamente ridículo…

-Afrodita, lo grabaste verdad?

-Si, incluso el más mínimo de los segundos.

-Genial, ya quiero subirlo a mi computadora, es un momento inolvidable.

-Tengo que compartirlo con los chicos, se mataran de la risa cuando hayan visto a Death corriendo como una niña.

Con la mirada en el suelo, comenzó a tener sueño y caminar mas despacio, pues la única forma de que tuviera esa energía era de mantenerse tranquila o que la hicieran sacar de sus casillas, pues Mikuro era muy peligrosa cuando se trataba hacerla enojar, ya que eso la hacia ver como una Yandere. A unos pocos pasos de llegar hacia la entrada del tercer templo, Levanto la mirada y quedo pálida al ver el símbolo.

-Hay no…

-Si, este es el templo de Géminis, aunque creo que da más miedo que el templo de Cáncer.

-Miedo? El otro templo? Por favor, eso era una comedia dramática muy fallida, además…creo que esta si dará algo de miedo…creo.

-Bueno que más da, entremos.

Comenzaron a avanzar pero habían olvidado un pequeño detalle: Era el templo de Géminis, y Mikuro no iba a entrar ahí, se quedo detrás de los otros y no tuvieron mas opción que empujarla desde atrás para que se moviera, mientras ella seguía negándose.

-No, por favor, no quiero pasar la noche aquí.

-Sabes que tengo órdenes del patriarca de llevarte a ese templo sea como sea.

-NO! Misaki ayúdame!

-Lo siento Mikuro-chan.

No podía imaginarse convivir con un maniático pervertido que sin saber porque, se enamoro a primera vista de ella y ahora estará durmiendo en su templo con ella, tantos problemas en un día era su mas grande pesadilla, pero ahora tenia un problema mucho mas mayor.

Ya entrando al templo, vieron que las luces estaban encendidas, y sobre el pasillo había, como ella lo llamaría, una cara colgando del techo, mostrándose una sensación de miedo en Afrodita y Misaki.

-Bueno, hasta aquí puedo llegar, me quiero ir.

-Acaso piensan dejarme? No se donde están las habitaciones.

-Toma, son los planos del templo, así no tendrás problema.

-Esta bien, Afrodita, será mejor que la cuides.

-No hay problema, pero también deberás mantener vigilada tu "guardia".

-Mi katana? Ah, Descuida, y perdón si los asuste…

Le señalo la katana tras referirse a su guardia, pues Mikuro sabía como defenderse, ecepto que esta vez tenia que ser más cuidadosa, se despidió de su amiga y de Afrodita y había una atmosfera bastante escalofriante, a lo que trago saliva sin entender porque se ponía nerviosa y abrió uno de los planos.

-A ver…las habitaciones para huéspedes esta cerca de la habitación principal…por favor que no este aquí.

Rogar tantas veces para no verlo y evitarlo con el propósito de no enamorarse, era algo imposible, según las instrucciones que Afrodita le dejo anotadas en el plano, ella estaba en el pasillo y las habitaciones estaban en el lado izquierdo del templo, parecía un laberinto, pero lo mismo se adentro en los lugares que no conocía sin soltar la empuñadura. Ya estando en un pequeño pasillo, en su lado derecho había una puerta y en el lado izquierdo había otra, tanta curiosidad entro en su mente que decidió entrar en la puerta derecha y abrió la puerta muy despacio, dejando por lo menos una parte para que pudiera ver si había alguien adentro de la habitación, pero no había nadie, asomo la cabeza para asegurarse y no había ningún solo rastro, pues tuvo suerte esta vez y vio toda la habitación, como si no hubieran entrado allí en años, todo estaba muy ordenado, mientras se sienta en la cama, era muy suave y muy cómoda, piensa en el momento en el que estaba frente a el.

-(En verdad…esa mirada si daba algo de miedo, pero…parecía muy triste, sus ojos estaban rojizos…estaba llorando…me pregunto…que abra pasado…que dem- no puedo pensar en eso ahora…).

Nuevamente se sonrojo al sentir que su corazón estaba muy inquieto cuando lo vio, pensando que se trataba de algún dolor pero no era eso, se estaba enamorando, pero al ser muy tímida, niega siempre lo que en verdad siente, Mikuro sintió que su cabeza le compensaba a pesar, era de noche y estaba muy agotada, dejo su katana al lado de la cama, se saco los zapatos y se recostó su cabeza en la suave almohada y se metía dentro de las sabanas, cerro los ojos y poco a poco fue conciliando el sueño, mientras que Saga entro a la habitación sin provocar ruido para no despertarla, habían pasado 16 años desde la ultima vez que durmió ahí, pero ahora estaba durmiendo la chica que lo enamoro a primera vista, acariciándole el rostro con suavidad.

-(Parece una niña con esa mirada tan pacifica…sus labios…son míos ahora…).

Verla dormida como si fuera una niña pequeña no se lo esperaba, se estaba apunto de ir hasta que una mano que se ocultaba sobre las sabanas agarro una parte de la tunica y voltea para ver que Mikuro estaba algo sonrojada.

-Po…podrías…quedarte a…dormir…conmigo? (Que demonios estoy haciendo? Pidiéndole a este pervertido que duerma conmigo? Acaso soy una acosadora o que?).

-No te gusta estar sola verdad?

-T-tu que crees?

Esto le costaba su orgullo mientras el soltó una pequeña risa, se hizo un lado de la cama y lo dejo recostarse junto a ella mientras se volteaba del otro lado pero no funciono, la acerco mas a el abrazándola, provocando que se sintiera nerviosa y se sonrojara.

-Q-qu-que estas haciendo?

-Estamos en invierno…y es mucho mejor si te acurrucas conmigo.

-S-se-será mejor de que no hagas nada…

Se dejo abrazar por sus brazos mientras volvía a cerrar los ojos hacia el mundo de los sueños, pero por primera dormía al lado de un hombre, no lo conocía del todo, pero no la molesto para nada y se sintió como protegida de los malos sueños.

-Bu…buenas noches…

-Buenas noches, mi amada…

Escuchar esas palabras la hicieron sonrojar tanto que se le notaba, nuevamente los dos durmieron, tantas emociones en una sola tarde era demasiado, pero mañana no sabría como hablar con el.

Templo de Tauro

Haruka y Aldebarán estaban cenando y conversando acerca de sus vidas, como él había llegado al santuario y llego a convertirse en caballero de Tauro, mientras que Haruka le contaba sobre su vida en la academia, su banda y de sus amigas, ambos estaban cenando ramen y se estaban llevando bastante bien, las risas iban y venian.

-JAJAJAJAJA, la otaku yandere…al parecer tu amiga es muy peligrosa cuando la hacen enojar.

-Sí, pero Mikuro siempre es tranquila cuando nadie la molesta y a veces se queja con "tengo cero probabilidades de conseguir un novio"…aunque Misaki y yo también lo hacemos…

Se deprimió al recordar que las tres eran las únicas solteras de su clase, nunca lograron enamorar o quedar bien con un chico aunque si ayudaban a todos sus compañeros a tener noviazgos cada día, parecían ser ayudantes de amor y para peor, eran ellas las que pedían ayuda, Aldebaran la vio bastante deprimida e intento animarla.

-Tranquila, como siempre dicen por ahí, "hay muchos peces en el agua" y esto seguro que las tres podrán buscar a la persona indicada.

Sin saber cómo, se comenzó a sonrojar al escuchar la pequeña ayuda de él, trato de ocultarlo y funciono con éxito.

-Por cierto, ya hace bastante frio y bastante tarde, tengo habitaciones para huéspedes y como te ayudare mañana a buscar a tus amigas, iremos a preguntar al patriarca para que me permita acompañarte.

-Bueno…si, es lo más conveniente, aun estamos en invierno y este lugar es…enorme.

-JEJEJEJEJE, todo lo enorme o grande tiene algo sensacional.

-Eres bastante amable y honesto…la verdad me agradas.

Este no pudo evitar reírse y sonrojarse al verla sonreír, parecía que los dos estaban llevándose muy bien. Fue a la habitación y sobre la cama había un conjunto de ropa igual al de Mikuro, pero era de color rojo oscuro y era de la medida de Haruka, pensó que era un pijama y se lo puso, le quedaba bastante bien y se sentó en la punta de la cama, pensando en lo de hace poco, claro que leyó la nota que le había dejado sobre la ropa.

-(Como al parecer era la única ropa que tenias, te doy la mia aunque nunca la he usado, buenas noches).

-(Es una buena persona a pesar de su apariencia, en verdad me agrada mucho…olvide preguntarle cómo se puso ese piercing y si aun le sigue doliendo…bueno se lo preguntare mañana, tengo bastante tiempo mañana y tendré que explicare a las chicas respecto a esto, si es que las encuentro claro…bueno, suficiente por hoy, a dormir se ha dicho).

Se fue metiendo a la cama y era muy suave, recostando su cabeza en la almohada mientras se quedo pensando en cierto toro.

Templo de Piscis

Misaki y Afrodita volvían después de haber acompañado a Mikuro en el templo de Géminis, se sintió algo culpable al dejarla sola mientras el intentaba animarla.

-Me pregunto si Mikuro-chan está bien…además le da mucho miedo estar sola.

-Descuida, hace poco hable con el patriarca y él se quedara acompañándola hasta que sepamos cómo van a volver a Japon.

-Lamento mucho si soy algo…bueno…como decirlo…

-No descuida, además hace mucho frio, entremos rápido porque está comenzando a soplar un aire helado.

Entraron rápido al templo y decidieron irse a dormir rápido para entrar en calor y descansar, Afrodita le enseña la habitación de huéspedes a Misaki y como estaba en el templo del caballero más hermoso entre los 88 guerreros, era el más elegante en el más mínimo de los detalles, toda la habitación estaba decorada con rosas rojas, blancas y negras, en los muebles tenia dibujos bastantes finos y hermosos haciendo que se quedara impresionada.

-Nyu…Increíble, jamás había visto algo tan hermoso y elegante.

-Me alegra que te guste, en la cama deje otro conjunto igual al de tu amiga, pero es rosado para que combinara con tu cabello y tus hermosos ojos.

Se quedo bastante sonrojada ante el comentario de este, pues desde que había caído a su jardín, era muy linda y parecía que lo había enamorado al decir que sus rosas le gustaban, pero decidió no hablar más y se despidió de ella con un beso en la mejilla. Ya sola, se fue cambiando de ropa y también le quedaba a la medida exacta, le gusto mucho y se metió en las sabanas cálidas y suaves mientras de poco a poco sus ojos se fueron cerrando hasta entrar en el mundo de los sueños, mañana iba ser un día muy ocupado.