Este es mi primer fic de las dos parejas que mas me gustan. Espero les guste. Posible OoC y OC.
Disclaimer: Kuroko no Basket y sus personajes pertenecen a Tadatoshi Fujimaki.
Nii-san te ama!
.
.
.
POV: Makoto...
Tiene que se una broma, tiene que ser una maldita broma.¿Por que ahora? ¿Porque de todas las personas en el mundo tenia que ser el?
-¡He vuelto nii-san!
Iba a ser un día como otros; la escuela, tareas y el entrenamiento. Pero no, no será nada de eso por que él esta aquí, en el gimnasio de Kirisaki Daiichi. Tuvo la brillante idea de venir hasta aquí luego de haber estado en el extranjero tanto tiempo.
-¿Que estas haciendo aquí?- trataba de sonar calmado pero me preocupaba que él dijera algo que no debe por que a diferencia de otras personas él siempre fue un caso "especial".
-Nii-san vine a verte aquí porque tu no podías ir por mi al aeropuerto ¡No estas feliz de verme Mako nii-san!
"Para nada"
-Como sea, Yuu- ahí estaba, ese enano, diría que un centímetro menos que ese chico fantasma de Seirin, cabello rubio alborotado hasta los hombros, el mismo color de ojos que el mío, y esa cara de cachorro abandonado que siempre me da náuseas cada que la veo.
Mi hermano menor.
-Eh... Hanamiya, ¿Quién es ella?
Y lo más vergonzoso es siempre decirles a todo mundo que ÉL NO ES UNA CHICA.
-Es mi hermano imbécil y sera mejor que no pregunten!
-¡¿EH?!- se escuchó a coro de todos los presentes. Ya me lo imagino, deben estar preguntándose en que nos parecemos el enano de Yuu y yo, o por que tiene cara de chica, yo también me lo pregunte la primera ves que lo vi luego de que mi padre lo trajera a casa como "el hijo que no sabia que tenía", después de que la madre de esté falleciera.
-Mucho gusto me llamo Yuu Hanataru- haciendo una reverencia -¡Encantado de conocerlos!- eso también, su boba sonrisa, esa que siempre derrite el corazón de cualquiera, cualquiera menos yo, por que yo se que esa sonrisa oculta un sin fin de tretas para sacarle provecho a otros, aunque su IQ no es tan alto como el mio él es un maestro de la manipulación.
Y por la cara de bobos que pusieron mis compañeros tengo por seguro que ellos ya cayeron.
-Oe Yuu, vuelve a casa, seguro ni siquiera has desempacado tus cosas antes de venir aquí- mientras no diga nada raro estará bien.
-Hee, cierto nii-san pero...- maldición - ¡Estaba tan emocionado por verte!- y me salto encima nada mas abrazándome y restregando su cara contra mi pecho como alguna clase de animal; otra cosa rara de el es su fuerza, no me lo puedo quitar de encima.
Esto no podría irritarme más.
-Eh... no quieres darme un abrazo a mi también...
El colmo.
-¡Waaa, el equipo de nii-san es increíble! ¡Todos dieron 50 vueltas y sin vomitar!
Nos encontramos caminando de regresó a casa después de haber pasado por un conbini por algunas cosas para la cena. No puedo creer que el maldito de Seto digera eso, se merecían mas que sólo una golpisa y 50 vueltas extra. Con algo de suerte ni siquiera intentarán pedir su número telefónico.
-Tsk.
-Uhm?...jejeje me gusta que nii-san se preocupe por mí!
Llegando al apartamento solo vi unas maletas en la entrada, el resto de sus cosas deben estar ya en su cuarto. Vi como Yuu dejaba la bolsa que traía consigo en el sofá e iba directo a la cocina.
-¡Voy a preparar la cena, nii-san!- Solo me encogí de hombros mientras iba a mi habitación a esperar que la cena este lista.
Una vez el aroma de deliciosa comida llegó a mis fosas nasales fui directo al comedor. No es nada raro para mi el verlo ahí tarareando no se que absurda canción mientras una ese ridículo delantal rosa con sus desordenados cabellos sujetos por algunos ganchos. mientras servía algo de arroz en un tazón colocandolo con gracias en la mesa junto a sus demás platillos, todos con un aspecto de restaurante cinco estrellas.
-¡La cena esta lista!- anunció campante.
La cena fue tranquila y nuestra conversación no fue mucha, el hablando de como fue Estados Unidos y yo apenas haciéndole caso. Hasta que una pregunta demasiado importante cruzó por mi mente.
-¿En qué preparatoria vas a estar?- lo interrumpí, sin importarme que hablara de quién sabe que amigo con quién se juntaba. Seria algo crucial si llegaba a tener que verlo en Kirisaki Daiichi, mi reputación correría riesgo, él es la mayor amenaza ante esta probabilidad.
-¡Oh! Pues no sera a Kirisaki Daiichi si es lo que preguntas nii-san.
Gracias a kami-sama
-¡Sera a la preparatoria Seirin!
¡Maldito Kami-sama!
-Seirin ¿Por que allí? Muchas otras preparatorias mas capacitadas preferirían tener a un prodigio como tú.
-Pues, por que yo sería el primer prodigio artístico de Seirin nii-san, además hay aún habían vacantes para entrar a mitad del año, se que podre ponerme al corriente muy fácil!- esa sonrisa... si, precisamente es por la boba sonrisa del maldito de Teppei.
-¿Podrás estar bien tú sólo?- en serio no quiero que ellos lleguen a encontrarse.
-Hay nii-san siempre te preocupas mucho, yo también puedo cuidarme solo y si alguien se mete conmigo nada mas tengo que recordar lo que nii-san me enseñó!
-Aún no confió... -¡No tienes de que preocuparte nii-san! ¡No te defraudare!- sostuvo mis manos por sobre la mesa dándome esa mirada que aunque parezca tierna me dejaba en claro su decisión.
"Iré a Seirin porque iré y tú no me lo impedirás"
No pude objetar nada mas al respecto.
-¿Entonces vendrás?
-No
-¡¿Por qué?! ¡Yo quiero que vayamos juntos a casa nii-san!- no dejaba de colgarse de mi brazo como un mono mientras esperábamos el metro que lo llevará hasta Seirin.
-Mi entrenamiento terminará muy tarde así que no podre ir por ti, solo ve a casa apenas salga.
-Bien nii-san- suspiró derrotado -pero a cambio quiero que me dejes usarte como modelo para mis clases de arte.
-Bien- lo que sea con tal de no estar por Seirin ni que él venga a Kirisaki Daiichi, ya casi estoy logrando que se quiten la maldita idea de conocer más sobre mi hermano cara de niña.
POV: Yuu...
Llegue a Seirin temprano y fui el primero en el salón, justo como me gusta, para poder ver/analizar a cada quién entre al salón. Tome asiento al frente y con libro en mano veía a cada uno de mis nuevos compañeros entrar. No sera difícil adaptarme y quién sabe tal vez encuentre un poco de diversión, siempre hay alguien con quien pueda entretenerme. En mi anterior escuela fue así. Claro, yo no me parezco mucho a nii-san; físicamente hablando, además del color de ojos pero ambos tenemos ciertas cosas en común que nos vuelven hermanos.
Hermanos.
Ahora que recuerdo mi otro nii-san también había vuelto a Japón hace un tiempo. "Me convertire en el número 1" eso fue lo que dijo. Estoy emocionado por volver a verlo lo extraño bastante aunque no era mi hermano de sangre me cuidaba mucho y siempre era muy honesto con lo que pensaba, por eso se gano un lugar especial en mi corazón como mi nii-san.
Entre mis pensamientos y mi análisis a cada quién entraba al salón grande fue mi sorpresa al verle, increíble mi suerte de que este aquí. Aunque por un momento creí que se encontraba solo ya que no noté a ese chico a su costado, vaya poca presencia la que tiene. En fin, no puedo dejar pasar esta oportunidad. Cerré mi libró y...
-¡Taiga nii-san!- justo antes de que se sentará salte directo hacia él atrapandolo en un gran abrazo, o lo que podía ya que él era proporcionalmente mas grande que yo -¡Estoy tan felíz de verte Taiga nii-san!
-¡Whoo! ¡¿Yuu?! Tú- cuando fue que llegaste a Japón?- alce la vista para verlo mejor dándole una gran sonrisa. No cabe duda que lo reconocería donde fuera, siempre fue fácil de leer y su cara de sorpresa lo vale
-Llegué hace una semana nii-san, y estoy muy feliz de estar aquí ahora que sé que compartiré salón contigo.
-Vaya, eso no es novedad tu siempre estás felíz, Yuu- acarició mi cabello como siempre solía hacerlo. Se siente tan bien cuando alguien con grandes manos acaricia tu cabello.
Cambiando de tema, miré un momento al acompañante de Taiga; quién tampoco se había sentado, es más se quedo a medias de eso. Era bajito, como yo, cabello celeste y ojos de mismo color, piel pálida, con una expresión muy monótona pero no era muy difícil; al menos no para mí, saber lo que le pasaba.
Celos.
Si, celos. Ese brillo en sus ojos y las cejas un poco enarcadas gritaban sus celos. ¡Que divertido! Me apegue más a Taiga, quería ver que haría él para separarnos.
Una leve tos de parte de ese chico peliceleste llamó la atención de Taiga.
-Oh! Kuroko- saliendo de su sorpresa se separó de mi -Yuu él es un amigo Kuroko Tetsuya y... Kuroko él es un amigo con quién estudié en Estados Unidos, Hanataru Yuu.
-¡Hola!- saludé con una sonrisa -¡Un gusto conocerte! ¡Los amigos de Taiga nii-san son también mis amigos!
-Hola- contestó seco -Kagami-kun- dirigiéndose a Taiga -no sabia que tenías otro hermano además de Himuro-kun- me causó gracia que intentará sonar tan normal.
-Bueno... lo conocí mucho después de Tatsuya, entró en la misma secundaria que yo y a Yuu lo adelantaron por sus buenas notas, así que muchas veces me ayudaba en los estudios.
-Kagami-kun era tan malo en clases como ahora.
-Tsk! Cállate!
-Hehehe... Taiga nii-san es increíble, siempre me defendía de los más grandes y me cuidaba mucho ¡Era mi caballero de brillante armadura!- si, buen término de mi parte, aunque se ve que logré hacer enojar a Tetsuya.
La amena conversación término con la llegada del profesor no si antes hacer prometer a Taiga que comeríamos juntos en el almuerzo.
Para el final de la clase me dirigía a la salida. Ya que Mako nii-san no vendrá no tengo nada más que hacer, realmente impacte como siempre, no sólo por ser el menor del salón, además de ser un prodigio artístico.
Y tal vez un poco por mi...; citando a Mako nii-chan: "cara de niña".
Mientras pensaba divertido en cada una de las expresiones que tenían los demás al verme, me detuve antes de llegar a la salida; recordé que Taiga nii-san había dicho que estaría en su práctica de básquet con Tetsuya.
Una sonrisita malévola se plasmó en mi rostro.
"Podría ir a divertirme un rato con ellos".
.
.
Gracias por leer.
