Se miraban intensamente a los ojos. Se veían reflejados el uno en el otro. Sentados en el cordón de la vereda, un día de temperatura agradable y el sol radiante.
Él no podía, ni quería desviar la mirada, aunque sabía que podían encontrarlos en cualquier momento. Siempre le pasaba eso cuando estaba con ella. Le era imposible no perderse en esos ojos color miel que lo miraban dulcemente, que le hacían saber que nunca nada ni nadie iba a hacer que se separaran.
Ella, por su parte, se quedó muda. Las dos esmeraldas verdes que tenía enfrente hacían que olvidara el tiempo, el lugar, todo. Recordó la primera vez que se habían visto. Estudios Disney, audiciones para High School Musical. Ryan y Sharpey. Sharpey y Ryan.
-Lucas Grabeel-había dicho, tendiéndole la mano como a una más.
-Ahley Tisdale…un gusto.
Pero al primer contacto de su piel, una corriente eléctrica llegó a los corazones de ambos, grabando esos nombres para siempre.
Y ahora estaban ahí, sentados, aún si saber que decir. Porque solamente ellos entendían el significado de ese silencio, que para algunos sería eterno, pero que en realidad duraba unos segundos.
Adentro, se escuchó la voz del director de la película, que llamaba a todos para continuar con los ensayos. Sonrieron, y ella con un hilo de voz, contestó
-Claro que te amo. Y me encantaría ser tu novia.
El chico rubio le devolvió la sonrisa, y se acercó más. Acarició su fino rostro con sus manos, segundos antes de perderse en los labios que ansiaba desde hacía tanto tiempo. Al separarse, volvieron a fijar la vista en cada uno.
Se veían perfectos.
-Ah, chicos, acá estabas-dijo la voz de Zac, interrumpiendo ese momento-. Vamos a ensayar, vienen?
-Si Zac. Enseguida vamos…
Pero cuando se alejó un poco, los dos rubios volvieron a besarse tiernamente, sin saber que eran vistos por el intruso de ojos azules, quien sonreía amistosamente. "Al fin se dieron cuenta" pensaba.
Los amantes se pusieron de pie, y sin hacer mención a lo que acababa de suceder, se pusieron en marcha hacia los estudios, donde se transformaban en hermanos mellizos.
Hermanos que ahora, compartían un secreto.
