Renuncia: Todo a J.K Rowling.
Parejas: Newt/Tina.
Etéreos
Los dedos de Tina están llenos de hollín.
Newt lo sabe porque toca sus manos casi con miedo, mientras dentro de él hay tan sólo ruido que le descubre la completa timidez. Cuando Newt la toca él tiembla pero no se aparta, y le sorprende un poco cuando descubre que ella responde al tacto tímidamente.
Ambos aprietan los labios, terriblemente nerviosos, y traen el amor escondido tímidamente tras las espaldas. A Tina le arde el pecho y Newt tiene los labios resecos, pero ella refuerza el agarre y descubre que las manos de Newt son tierra mojada, y Tina guarda ese pequeño detalle como su más amado secreto.
Las palmas de Tina son callosas.
Newt lo sabe porque en lugar de acariciar temblorosamente su cabello o en lugar de besarle las heridas, toma una de sus palmas entre las suyas y dibuja círculos invisibles sobre estas, como si acaso quisiera sanar lo imposible.
Tina aprieta los labios y tiene los pómulos rojos rojos rojos rojos pero se deja amar. Newt la toca con miedo, le tiembla el alma, pero Tina trae la felicidad trabada en la garganta y no desea que él se aparte de ella, nunca más. Así que con la misma timidez extrema toma las manos de Newt y se las besa, sintiéndole la piel empapada y temblorosa.
Tina es luz.
Newt lo sabe porque está siempre tomándole de la mano, dejando su ansiedad atrás porque le ansía quererla, y siempre que levanta la mirada de sus manos callosas está Tina con la sonrisita pálida pintada sobre su rostro enrojecido.
Cuando ella sonríe se le asoman los hoyuelos y le tiemblan las órbitas inundadas de frío. Newt se queda estático en su lugar, con los labios apretados y la boca seca, sin saber qué hacer pues la quiere demasiado. Entonces opta por hundir sus dedos (cubiertos de tierra y agua por andar siempre entre sus animales) entre sus hebras negras y sentirle la calidez contra el rostro.
Newt es un muchacho con los ojos cargados de estrellas y las palmas que cargan las fantasías más bellas, y trae una tristeza infinita bajo su mirada tímida.
Tina llega a esta conclusión, lo sabe por fin, cuando él susurra unas palabras por lo bajo que ella comprende a la perfección, y ensancha su sonrisa.
(después de eso ella suelta algo así como una risita nerviosa y le acaricia los labios con los suyos,
amarla es como es como amar a los cielos nocturnos).
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