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- ¡Jeremy! –gritó Elena-. No hagas planes para este viernes, hay una fiesta de fundadores.
- ¿Otra? –se quejó el chico-. ¿Cuándo va a terminar este mes de fiestas y celebraciones? Y además, ¿desde cuándo vamos nosotros a ese tipo de celebraciones?
- Seguramente Klaus estará allí, y Rebekah…
- Y Stefan –gruñó Jeremy.
- Hay… hay que vigilarlo. Aunque haya vuelto a vivir con Damon y quiera matar a Klaus como nosotros él ha perdido su humanidad, tengo que saber que no hace tonterías.
- Elena… no te tortures más, olvídalo. Es un imbécil…-dijo Jeremy antes de subir hacia su cuarto.
Elena se quedó en la cocina, pelando las hortalizas para la cena. Sabia perfectamente que tenia que olvidar, que Stefan ya no era él mismo, sin humanidad… Entonces pensó en todo lo que Stefan había echo por ella, i lo que seguía haciendo. Aunque su prioridad fuera matar a Klaus aún se preocupaba por ella… ¿Aún la quería? Algo en su interior le decía que sí, que así era. Pero entonces algo que le pasó por la cabeza hizo que se sintiera culpable: "Damon". ¿Por qué pensaba en él ahora? No lo sabía bien. Desde que él la había besado en el porche todo era diferente. No estaba tranquila a su lado, se sentía incómoda y nerviosa. ¿Qué demonios iba ha hacer?
