"Quiero sentir, lo que siente un héroe, Ser como tú, solo ser un héroe"

Fuimos entrenados por los mejores para hacer frente a lo peor. Olvidamos el miedo ocultándonos bajo las máscaras de falsas identidades, creadas solo para olvidar que un día fuimos humanos. Que nuestros huesos crepitan como los de los demás, y que se rompen bajo el peso de una responsabilidad que aceptamos, aunque nunca fuera nuestra.

Olvidamos lo que fuimos al prometer que seguiríamos el ejemplo de aquel que nos dio una razón para vivir. Pero cuando no quedan razones por las que luchar y los motivos se hunden entre las arenas movedizas, nuestra propia conciencia nos obliga mirar un reflejo al que nunca quisimos enfrentarnos. Y no podemos evitar preguntarnos, si ha merecido la pena.

Soñamos con ser héroes. Y crecimos entre cuentos de hadas y relatos fantásticos imaginando que éramos los protagonistas de historias nunca antes relatadas. Quisimos abrir con nuestras manos las puertas del paraíso, asfixiando con ellas el cuello desnudo de un dragón dorado, y compartir junto a los dioses las copas de hidromiel.

Pero solo fuimos niños jugando a ser hombres. Vestidos de verde y amarillo, surcamos el cielo dejando a nuestro paso una estela de roja sangre. Sufrimos y luchamos por lo creímos que era justo. Morimos y vivimos por los principios que nos ayudaste a encontrar, aquellos que aún en los malos tiempos nos obligamos a seguir. Y aún cuando no estas aquí, te seguimos. Porque ese es el camino que hemos elegido. Ese es el camino de Robin.