Disclaimer: Jeff the Killer pertenece a su propia creppypasta, yo solo lo secuestro y utilizo para saciar mi deseo de yaoi, Nick por otro lado, es producto de mi imaginación.
Capítulo 1
La noche anterior era un recuerdo que aún palpitaba en las retinas de Nick, ¿real?, ¿imaginario? No podría aseverarlo, en su sangre aún quedaba suficiente evidencia alcohólica para delatar su fuga clandestina.
No era la primera vez que entraba por la ventana tras una noche de fiesta, tratando por la puerta arriesgaba mucho, se sorprendió al encontrarla abierta, y no ligeramente como la había dejado sino descarada, desvergonzadamente, de par en par, pero eso no fue lo peor, su cama había sido deshecha con furia y las almohadas que hábilmente había colocado para que simulasen ser su cuerpo dormido en la oscuridad de la habitación habían sido víctimas de varias puñaladas.
Con horror descubrió en el espejo un breve mensaje escrito en grandes letras escarlatas:
VE A DORMIR
¿Podría ser sangre?
La consciencia le falló antes de descubrir que se trataba de Red Passion #5, un labial robado a su madre años atrás.
Annie y su progenitora dejaron bajo su puerta una nota llena de amor informándole que acompañaría a la clase de la pequeña en su paseo anual y regresaría en pocos días.
Que oportuno, ¿no? Alguien intenta matarte y tu familia te abandona. Pese a todo aún era una hermosa tarde de domingo y siempre quedaba la opción de invitar a algunos amigos a pasar la noche, pero conociéndolos la casa probablemente terminaría en ruinas.
¿Qué tal si su visitante nocturno realizaba una nueva incursión esta noche?
Aún más perturbador, ¿qué clase de desequilibrado intentaría aniquilar a un simple estudiante de ciencias administrativas?, ¿por qué?
…
Y en todo caso, también pudo tratarse de una mala jugarreta de Annie: Nada más divertido que boicotear la sanidad mental de tu hermano mayor dejándolo solo entre una nota siniestra e inocentes almohadas apuñaladas.
No.
El peligro podía ser real y al bajar la guardia, considerando siempre el peor de los casos, el resultado sería fatal.
A Nickolai Anderson podría calificarse de muchas maneras: torpe, descuidado, hiperactivo ora apático pero cobarde jamás. Además era un asiduo amante de novelas policiales y aventuras detectivescas por tanto no es de extrañar que le excitase mucho la idea de atrapar a un asesino cruel e inescrupuloso, que quién sabe cuántas muertes llevaba a su espalda sin atisbo de culpabilidad, ¡y sería Nickolai quien pusiera fin a esta serie de crímenes atroces!
Al finalizar estas reflexiones los ojos castaños brillaban en un éxtasis difícil de contener, pues la imaginación del chico volaba y volaba...
Pero para el anochecer aún faltaban varias horas y si no fallaban los cálculos del jovencito el ataque se había producido entre las 11 y las 3 de la mañana. Aún le dolía la espalda por haber dormido hasta el mediodía en el duro suelo de su alcoba así que decidió tomar un baño realmente largo para relajarse y meditar la mejor estrategia para atrapar a su asesino.
Nick era un chico normal, como tantos otros seguía los pasos de su padre para heredar sus negocios, amaba a su familia y no le faltaban chicas, era alto pero sin exagerar, de lejana ascendencia rusa y residente en Bucarest desde su nacimiento, todo en él era castaño dulce y brillante a excepción de la blancura de su piel y la rosa de sus labios que tanto se esforzaba en disimular pues le confería una graciosa apariencia de doncellita inocente que tanto odiaba… Entiéndase que era un hombre en esa edad extraña donde uno no sabe si debe seguir divirtiéndose como un chico o comenzar a amargarse la vida como adulto, donde la confusión reina a cada paso y a pesar de tener el camino trazado no se sabe si realmente se está caminando en la dirección adecuada, y entre todo ese mar de aburridas decisiones y eventos preconcebidos so encontraba solo, totalmente solo.
Casi vuelve a dormirse en la bañera, hasta hubiese jurado "escuchar" los pasos de los ahogados que le daban la bienvenida al mundo lúgubre de los suicidas y accidentados. Luego preparó fideos instantáneos y te, que disfrutó lentamente en tanto el sol se ponía dando inicio a la cacería.
Espero que os haya gustado, no soy buena en este tipo de narrativa y estaría muy agradecida si me hicieseis notar alguna falencia.
Por cierto, no sé qué rayos hace Jeff en Bucarest, pregúntenle a él.
Jazmin1396
