Epílogo

Supongo que ya todos me deben conocer. Mi nombre es Ichigo Kurosaki y pronto cumpliré los 19 años de edad. No hablaré sobre mi apariencia física, no sólo porque sería muy extraño, sino porque seguramente la mayoría sabe que tengo el cabello de color naranja y ojos color cafés.

Estoy estudiando la carrera de medicina. No pregunten cómo llegué a escogerla sólo me incliné a ello ya que mi viejo no paraba de hablarme de ello y que me apoyaría en lo que necesite. Sé que son varios años de estudio, once en total, pero con algunos cursos extras y trabajos de medio tiempo sin contar las recomendaciones de mi padre, espero terminarla antes.

Para mi mala suerte estoy estudiando con el cerebrito de Ishida, aunque no me debería quejar pues casi siempre me presta apuntes y trabajos de investigación que nos dejan. No vayan a pensar que soy un holgazán, ya me lo han insinuado antes.

He oído por diferentes medios de comunicación que Tatsuki obtuvo el primer premio en Karate del país y le darán una beca para estudiar y obtener incluso una maestría.

El gran Chad por el momento estudia derecho. Quién iba a pensar que detrás de un hombre que no decía mucho se encontraba un sinfín de conocimiento y respuestas para todo.

Admito estar pasando por un momento crucial en mi vida, vivo en un departamento desde hace un año. Al principio me costó esfuerzo sobrevivir por mi cuenta, fue ahí cuando comprendí todo lo que Yuzu hacía por nosotros y déjenme decirles que no es nada fácil.

Mis hermanas y mi viejo siguen viviendo juntos. Aún les falta unos cuantos años más para terminar el colegio. Estoy orgulloso de ambas. Espero que el viejo no lo arruine ni les enseñe malos hábitos.

¿Y qué hay de la Sociedad de Almas?

Nada de nada. Hace un par de años que no sé nada de ellos. Claramente muchas cosas habrán cambiado y me pregunto si me recordarán aún. ¿Qué estará haciendo Rukia en estos momentos? ¿Renji seguirá contando chistes malos? ¿Qué habrá pasado con los tenientes y capitanes? Son preguntas que hasta el momento no logro responder.

Pues aquí ya muchas cosas han cambiado, cosas que jamás creí que sucederían. Y me incluyo en esos cambios, pues jamás creí ser lo suficientemente débil como para caer rendido a los pies de una mujer. Y no de cualquier mujer. Sino una gran amiga de años, una fiel compañera de batallas pero sobre todo: UNA PERSONA CON UN CORAZON DE ORO.

Sí, me refiero a ella. A la mujer más hermosa que mis ojos vieron jamás y que mi cerebro tardó en darse cuenta pues mi corazón siempre le perteneció. Hablo de Inoue Orihime.

¿Cómo pasó? ¿Cuándo fue que este gran despistado se dio cuenta de que en realidad la amaba? No mucho después que terminara la guerra contra Aizen.

Supe que desde siempre quise no solo protegerla por ser una amiga, en realidad lo que quería era tenerla conmigo y saber que nada ni nadie la tocaría. Que sólo fuese mía.

¿Raro, no? Una persona como yo enamorado de una mujer tan dulce y frágil como ella. Sólo espero ser correspondido. Y que tal vez me pueda dar una oportunidad.

Ah por cierto, ella estudia Gastronomía en una Universidad prestigiosa y todo se lo ganó gracias a su trabajo y esfuerzo ya que le dieron una beca completa para estudiar. Y déjenme decirles que su sazón a mejorado mucho desde la última vez, cada vez que llego a casa me sorprende con un plato nuevo. Simplemente exquisito.

¿Qué cómo lo sé? Olvidé decirles. Ella vive en mi departamento, le ofrecí estadía aquí pues queda mucho más cerca de su universidad. Felizmente aceptó. Es la razón por la cual he podido sobrevivir hasta el día de hoy. Y también el motivo por el cual soy el hombre que soy ahora. Me propuse a cambiar, sólo por ella.

Y cada día que pasa, cada noche bajo el mismo techo es toda una tortura. Cada vez es más difícil controlarse teniéndola tan cerca. Vivir juntos puede que sea el castigo más vil que me haya hecho el universo o la oportunidad más grande para conquistarla.

De cualquier modo, eso sólo lo dirá el tiempo y nuestras acciones. Hasta entonces ya veré cómo controlo la situación y el cómo seguir viviendo como si nada junto a la mujer amada y que a veces te mueres por besar o declarar tu amor.

Quizás ella sólo me vea como un amigo, me trata tan cordial como a todos, tan dulce como a muchos…

- Kurosaki-kun, la cena está servida – me avisa desde la cocina con su voz risueña.

- Ya voy Inoue – digo acercándome al lugar – Se ve deliciosa..digo delicioso. Gracias Inoue –sonrio avergonzado pues no podía ser más obvio con mis sentimientos -Eres un estúpido, Ichigo – me repetía.

Una típica cena, compartiendo la mesa con la mujer de mi vida y noches enteras sin dejar de pensar en ella aunque su dormitorio tan sólo se encuentre al otro lado del pasillo.

¿Por qué el amor será tan complicado? ¿Por qué tuve que enamorarme de una íntima amiga?

Sólo espero no echarlo a perder

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Espero que les haya gustado, me fascinó la idea.

¿Lo dejo así o lo continúo? Díganmelo por un review, y tomaré sus votos en cuenta =)

Aregato Gozaimasu