Summary: "Bill", "Tom". No existía palabra más importante en sus vocabularios. /Twc/
Disclaimer: Los personajes son reales y no me pertenecen. Lo relatado salió de mi enferma cabeza una madrugada de insomnio. Gracias por leer.


Susurrando Nombres

La primer palabra que Tom dijo no fue Mutter, sino Bill.

La primer palabra que Bill pronunció no fue Vater, sino Tom.

Tom le mostró contento a su padre cómo escribió correctamente el nombre de su hermano a los cuatro años.

Días después un orgulloso y pequeño Bill mostraba firmemente aquel trozo arrugado de papel con el nombre de su gemelo.

Ante la separación de sus padres, el único consuelo que encontraron fue el llamarse mutuamente mientras se abrazaban, prometiéndose infinitas cosas.

Años más tarde gimieron sus nombres en un pequeño susurro a mitad de la noche. No debían escucharlos.

Aprendieron que el sólo decir cómo se llamaban en determinado momento, hacía las cosas mejores.

Vivieron una vida llena de personas que gritaban sus nombres a los cuatro vientos. Ninguno se comparaba con aquel murmullo en el oído que ambos se proporcionaban.

Entre tantos Bill y Tom, fueron pasando los años.

Antes de fallecer de un paro cardíaco, un arrugado Tom pronunció por última vez la que fue su primer palabra: Bill.

Horas después y luego de encontrarlo, el viejo pelinegro se quitó la vida, ahogando en un último susurro, el nombre de su amado hermano: Tom.


Fin

Y volvió la Nanu que escribe drama. Jajajaja.

¿Comentarios? ¿Chocolates *-*?