Summary: Hay días en los que Sakura se lenvanta y piensa que hubira pasado si las cosas hubieran sido diferentes.
Disclaimer: Nada de la historia me pertenece -desgraciadamente- a mi. Todo es obra de Masashi Kishimoto-Sama =)
Esta es el primer fic que escribo, así que espero que quien lo lea lo disfrute y le resulte ameno. Todo lo que hay bajo son solo desvaríos causados por el insomnio XD.
Hay días en los que Sakura se levanta y se pregunta… Que hubiera pasado si…? Que hubiera pasado si él hubiera sido un niño normal, si no hubiera habido tanto odio, tanto dolor, tanta tristeza. Si alguien lo hubiera arropado cuando tenía miedo –su madre, tal vez -, si alguien hubiera aprobado sus acciones, sus intentos, sus ilusiones –su padre, tal vez-, si no lo hubiera abandonado –su hermano-.
Puede ser, entonces, él hubiera sido diferente –quizás menos Uchiha y más Sasuke-, más feliz. Puede ser que el hubiera permanecido en la Villa, se hubiera enamorado de alguna chica –una con el pelo rosa y una sonrisa más verdadera que la que luce ahora-, hubieran sido felices y habrían comido perdices. Si eso hubiera pasado, ellos serían los NeoSannin y habrían acabado –a base de fuerza de voluntad y trabajo en equipo- con esa espiral de odio y desconfianza que empezó hace tanto tiempo. Naruto sería ahora Hokage en vez de llorar y buscar, llorar por un amigo que no es más que un muerto en vida y buscar unos vínculos que hace mucho que fueron rotos –eliminados, extinguidos, quebrados-. Y ella… ella, tal vez, hubiera tenido su cuento de hadas. Un cuento en el que el Príncipe Encantador le pide que se case con ella mientras se inclina sobre su rodilla; un cuento en el que ella es correspondida, amada y deseada en lugar de sentirse cada día más inútil, más inservible –más perdida-.
Sin embargo, y a pesar de todo, sabe que si el Clan Uchiha no hubiera sido masacrado ella no se habría enamorado de Sasuke. No habría visto la soledad que él escondía detrás del frío azabache de sus ojos, no habría visto su hombros tensarse por la pérdida y las lágrimas no derramadas –porqué por encima de todo él es un Uchiha y los Uchiha no lloran-, no habría visto su fuerza, su afán de superarse a sí mismo, su obsesión por una venganza que al final sólo le ha perjudicado a él y a aquellos que habían aprendido a amarlo por lo que en realidad era. Y, por lo tanto, no habría deseado curarlo, acogerlo y esconderlo de todo aquello que le lastimaba.
Esos días Sakura llega a la conclusión de que esta como una puta cabra porque prefiere los hechos reales en lugar de todo ese conjunto de síes y hubieras –donde en realidad las cosas transcurren de una forma mucho más feliz en lugar de romperse en miles de pedazos-. Prefiere haber amado a Sasuke tal y como lo conoció, prefiere el dolor de su partida –que la hizo fuerte-, la interminable ausencia –donde entrenó duro y luchó por ser algo mejor, alguien capaz de salvarle- y el amor no correspondido –que la hizo madurar y aprender-.
Y prefiere todo eso porque aunque le de vergüenza admitirlo todavía tiene esperanza. Todavía cree que se puede arreglar, que cuando Naruto la mira y le dice "Traeré al teme de vuelta, Sakura-chan!" él habla de una verdad irrevocable, de algo que tarde o temprano ocurrirá, de algo que esta predestinado. Todavía cree que queda algo de esos vínculos que forjaron hace años con tanto cariño, con tanto amor –algo así no puede simplemente desaparecer, se dice Sakura- y que al final, Naruto hará entrar en razón a Sasuke y conseguirá que vuelva. Puede que no vuelvan a ser el Equipo 7 pero estarán juntos y con eso a Sakura, le basta.
