Holaaa:3 bien, aquí empiezo mi fanfic sobre Lara Croft. No trata sobre ningún videojuego especial pero puede que a lo largo de la historia (no sé de cuantos capitulos la haré... supongo que me dejaré guiar por las visitas y reviews), aparezcan algunas referencias a los juegos originales.
(Por cierto, la letra en negrita y cursiva debe interpretarse como anotaciones de Lara)
Dadle una pequeña oportunidad, puede que os sorprenda:) y, por favor, no la juzguéis por ser el primer capítulo, los primeros capítulos de mis historias nunca son tan buenos como los siguientes.
Espero que la historia os guste y la disfrutéis^^
~Tamashi Neko
4.4.2013 - Siberia
Tercer día en este infierno helado, en medio de la taiga siberiana; el frío me recorre el espinazo y apenas puedo articular palabras monosílabas. Siento que mis labios morados van a desquebrajarse sin remedio en cualquier momento. El refugio que he logrado construir a base de troncos caídos y ramas no resistirá mucho más.
Oigo algo entre los árboles y concentro mi atención en dicho indicio. Tras huir de la****** me siento completamente fuera de lugar. Me he desecho de todos los artilugios que en algún momento me fueron proporcionados para realizar las misiones que me encomendaban. Bueno, de casi todos. Pude salir intacta de allí gracias a mis pistolas gemelas; de no ser por ellas no seguiría con vida. Ahora las llevo cada una en su estuche correspondiente, una a cada lado de mis caderas, en el grueso cinturón que se mantiene sujeto con fuerza por encima de los pantalones impermeables, de estampado militar, los bordes de los cuales se meten en mis resistentes botas de cuero negro, impermeables también.
Algo se mueve fuera de mi escondrijo pero no alcanzo a ver de qué se trata.
Cuidadosamente me tumbo boca abajo hasta apoyar mi barbilla sobre la nieve. Miro de nuevo tratando de descubrir qué o quién se encontraba tan cerca de mí. ¿Un animal salvaje? ¿O los agentes que llevaban tres eternos días intentando darme caza? ¿Habrá acudido al fin a mí la suerte y aparecerá alguna presa que me permita subsistir?
Permanezco inmóvil y observo una zarpa hundiéndose en la nieve. No es muy grande, por lo que descarto la presencia de un lobo; a pesar de ésta indicación, puedo confirmar que es, sin lugar a dudas, la pata de un cánido.
Empiezo a salir prudentemente del refugio con mi mano derecha, desnuda y con los dedos tullidos, sujetando la navaja. No puedo fiarme de nada, ni del ser más insignificante con el que pueda encontrarme.
El anorak blanco me abriga y la capucha me protege levemente del frío. Ahora sólo me falta dar un paso al frente y descubrir al misterioso ser.
Permanezco oculta tras un árbol y, despacio, lo rodeo para encontrarme con un perro: Un husky; tiene un ojo celeste, el otro color café, y me mira suplicando ayuda.
El animal cojea; no apoya su pata anterior izquierda. Me veo obligada a cuidar de él. Será una carga más pero como mínimo me hará compañía.
En todo el día no he salido del refugio más que para ir a cazar un par de conejos. No servirán para abastecernos a mí y a mi nuevo compañero durante más de una jornada, pero es mejor que nada. Cuando caiga la tarde los despellejaré y limpiaré. Después podremos comer tranquilamente y prepararnos para sobrevivir a otra horrible noche.
La carne cruda no es mi manjar favorito, pero es mejor que morir de hambre.
El perro no deja de lamerse la pata izquierda y no puedo evitar preocuparme. Siento la necesidad de encargarme de él. Puede que más adelante resulte una gran ayuda para salir con vida de aquí y, sin duda, eso me interesa enormemente.
Examino la extremidad herida y haciendo uso de mis escasos conocimientos sobre animales, diagnostico un esguince.
-Mierda… -susurro. El animal me mira, parece comprenderme e inclina las orejas hacia atrás.
Voy a tener que operarlo; si lo hago tendrá alguna oportunidad de sobrevivir, si no lo hago ya puedo darlo por muerto ahora mismo.
Rebusco en la mochila y hallo un frasco con anestésico. Había estado guardándolo para poder salir intacta de un posible encuentro con algún depredador. Aún así tomo la decisión de usarlo ahora. Haciendo uso de una aguja sedo al animal; no gasto más que la mitad del contenido del frasco. Es suficiente. Cuando el animal cae en su profundo sueño me dispongo a realizar la intervención. Debo darme prisa.
5.4.2013 - Siberia
Creo que cada noche en Siberia es más fría que la anterior, pero el hecho de que un animal peludo se acurruque junto a ti te ayuda a superar las horas nocturnas.
La operación ha salido perfectamente, pero ya que el material del que dispuse para realizarla no era de la mejor cualidad, deberé vigilar al perro hasta que pueda determinar con total seguridad que se ha recuperado por completo.
El animal permanece tumbado sobre mí, con sus ojos fijados en los míos. Alzo la mirada: cada vez el techo del refugio se hunde más bajo el peso de la nieve. Necesito encontrar un nuevo lugar en el que resguardarnos. Salgo del escondrijo. El perro trata de levantarse pero no se lo permito.
-¡Shht! ¡Quieto! –tras darle la orden, el animal apoya la cabeza sobre la nieve y espera paciente e inmóvil mi regreso.
Acabo de encontrar una cueva perfecta para los dos. Es realmente muy húmeda pero tras inspeccionarla puedo confiar en que ningún depredador habita en ella. Aquí estaremos a salvo.
Regreso a por el perro y lo cargo sobre mis hombros; es joven, no pesa demasiado. Cojo la mochila y me dirijo al nuevo refugio.
Graciaas a los lectorees;)
