No es sencillo.
Ahora que no estas no puedo contar mucho. He intentado alcanzar el nivel donde te encuentras; pero es muy alto para mí. Hasta las ideas más intrépidas y despiadadas han venido a mi mente, tramando artimañas y falacias que podrían persistir. Sin embargo, no soy igual, no quiero tirarme al vacío buscando una respuesta que nunca llegara.
Escalar a las nubes parece muy sencillo cuando estas a mi lado.
Puedo decir que las mentiras más viles han salido de tus labios, que bello seria solo indagar en un mundo de fantasías sin fin. Soñar, con que los momentos reales solo fueron crueles bromas de nuestro ego, que nos lleva a la pesadilla execrable del abandono. Más, no es así.
Que sencillo suena ser engañado por tu propia cabeza y crear un planeta considerado ideal. No lo es. Es más difícil. Porque en algún momento esa entelequia tomara un cuchillo que brillara como la plata pura y destrozara las líneas de tu alegría.
Está bien, ahora entiendo mucho mejor como algo de carne y hueso puede convertirse en piedra. Mi corazón también se ha vuelto de guijarro. No queda duda que al final de las historias relucen las promesas y los súbitos aires de malevolencia.
Ahora que no estas puedo contar mucho. Puedo admitir que he mentido ante los ojos ajenos con toda hipocresía con el objetivo de parecer recio y casi indestructible. También frente a ti. Pero solo ha sido una pantalla color gris que se ha transportado ante mí.
He llegado a la conclusión de que el admirar tanto, conlleva abandonar tu propia identidad, olvidar lo mejor de ti, pues lo obsequias.
Quiero estar conmigo, deseo quedarme y atravesar mi piel con astillas hasta el punzante dolor sea tanto que se compare con lo real. No me sublimare de sadomasoquismo, pero si aprenderé a vivirlo. Que hermoso puede parecer tocar tu propia mano y descubrir sensaciones que entregaste a otro que fervor. No es ser altivo, si no ser si mismo en toda su autenticidad para ser admirado por la oscuridad y lo conocido.
Han de decir que voy en contra de la corriente natural de las cosas y me he saltado la parte amable de la calumnia común. Cuando estuve a punto de abrazarla la rechace y continúe con los ojos cerrados hasta encontrarme.
Solo me queda decir que tus fanales nunca podrán divisar lo que he compuesto de una forma inmerecida. Y se esconderán a espaldas de lo racional y lo oportuno y seguiré mi teatro para dominar las especulaciones, para no volver a recordar que ya no estas.
DL
