Eclipse

La rutina comenzaba de nuevo, dejar el desayuno a Usagi san, ir a la universidad, las clases, todo hasta ahí parecía igual que siempre sin cabio alguno, todo perfectamente equilibrado.

El ojiverde sin embargo por la mañana había recibido la llamada de una amiga, una que no veía desde que era prácticamente un infante, para ser mas claros la niñera que había tenido que contratar su hermano para poder cuidarlo cuando el estuviese demasiado ocupado en su trabajo.

-Entonces, después de que termines tu manuscrito, ¿vendrás?

-Si misaki, pequeñeces solo unas quince páginas más para un buen final y mi libro estará completo

-Me alegra que hayas cumplido tu sueño de ser escritora, Hiyori

-¿A que no te esperabas que triunfara en Europa?- comento en broma – pero eso si extrañe mucho Japón, es bueno volver aunque solo sea por el estreno de uno de mis libros

-Bueno yo iré a dejar mis cosas al departamento y luego podemos reunirnos – sugirió el menor con una sonrisa-¿ te parece en un par de horas?

-Claro – respondió – Llámame una media hora antes, porque cuando escribo lo demás a mi alrededor se me olvida – confeso

Sin más Misaki corto la llamada, Hiyori había sido su niñera por cuatro años, por lo que se había encariñado con la niña, recordaba como salían al parque, o se quedaban en casa haciendo deberes juntos mientras la azabache le cantaba. Así que cuando ella debía entrar a secundaria y sus padres se la llevaron a Europa el se puso triste y en cierta forma sintió que había perdido a una hermana.

El universitario fue caminando al departamento que compartía con su pareja, dejo sus cosas, hizo una cena rápida para Usagi-san y ni bien había terminado de preparala Aikawa le llamo pidiéndole por favor le llevara el manuscrito de Akihiko, prometiéndole un postre a cambio. Y asi como costumbre se alisto y pensó en llamar a su amiga una vez saliera de la editorial y claro después de hablar con el escritor con respecto a su salida.

¨Bueno ambos son escritores, tal vez si se lo explico bien acceda rápido ¿no?¨ - se cuestionó mentalmente

-Muchas gracias Misaki me acabas de salvar la vida, de no ser por ti creo que los de la imprenta me hubieran matado al ir sin el escrito

-En ese caso, le hubieran hecho un beneficio a la humanidad de tu mal humor– comento Usami con un cigarrillo en boca y con expresión indiferente en sus facciones

- y tu cállate, sino el muerto serás tu – amenazo la editora mirándolo de pésima manera – Bueno misaki como siempre eres el faro que ilumina mi camino a la salvación, gracias nuevamente – extendiéndole una cajita color caoba- acepta esto, espero que te gusten

-Gracias Aikawa san- mirando curioso la caja

-Ahora llevare a este niño con cuerpo de adulto a cumplir sus deberes – mientras jalaba a Usami del cuello, ocasionando que una gotita resbalara de la cabeza Misaki

mientras iba al elevador, se encontró casualmente a Ijuinn sensei conversaron un rato, Misaki estaba nervioso, desde la cita que habían tenido era aún más consciente de los sentimiento de sensei por él, pero aun así no podía corresponderle , él amaba a su conejo.

-espero volvamos a vernos pronto- mientras sacaba algo de su bolsillo, para luego entregarle eso junto a con un beso en la frente veloz al menor e irse con una radiante sonrisa en los labios.

El oji verde por su parte se quedó otra vez con la palabra en la punta de su lengua, abochornado por el reciente beso de sensei y cuestionándose si debía o no decirle aquello a Usagi. Con esa duda de su mente salió del edificio, cuando iba a dar la vuelta a la puerta principal de marukawa escucho un par de voces familiares gritar, preocupado y asustado a la vez asomo su cabeza y vio algo que en cuestión de segundo lo hizo estremecerse y que unas enormes ganas de gritar se apoderaran de el , esto era tan irreal, se suponía que su Usagi estaba en una junta de trabajo, no besándose con otro….

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Hiyori redactaba su trabajo, miraba detalles y intercambiaba una que otra frase o palabra, con el plazo para mañana debia darse prisa, pero el retraso del avión la había dejado en esa situación.

-¿de quien esta sonando el celular? – pregunto uno de los asistentes de la joven

- es mio – percatándose de que de su aparato salía en timbre de llamada – disculpen – mientras salía de su sala de trabajo- ¿Alo?

-Hiyori….- susurro mientras al parecer ahogaba gimoteos sin éxito – por favor ven…

Yoshino no entendia del todo que era lo que estaba pasando , pero esa voz quebrada, algo muy había pasado

-No te preocupes – dijo con el tono más dulce que se lo permitió su voz – enseguida voy, solo dime ¿Dónde estás?

- En Marukawa Shoten, en el estacionamiento – se oía claramente que estaba llorando, ¿Qué había sucedido? Si esta mañana el menor parecía feliz porque se reencontrarían

-En diez minutos estoy ahí…