Profesor Travieso

.

.

.

Cuando pensabas que la perfección e inteligencia no podían juntarse... ¡Aparece el sexy profesor dispuesto a darte las mejores lecciones de tu vida!

.

Prólogo

.

Lucy fue nuevamente rechazada por un chico, pero eso no la entristece, ya que cree que siempre se deben decir los sentimientos sin pensarlo demasiado. Un día, ve al guapo profesor Eucliffe rechazar a una buena chica, y aun cuando intenta acercarse a él, sólo recibe el constante bullying de su profesor por preocuparse por cosas que para él no valen la pena... ¡es entonces cuando las verdaderas lecciones de Lucy comenzarán!


—Perdón, Lucy…— me dijo un chico con un aire de incomodidad, llevó su mano izquierda a su oreja y empezó a rascarse. — Nunca vi a Lucy, de esa forma… así que…

—Sí… ya veo —contesté con una amenaza de que mis lágrimas salga a relucir, trató de controlarme. — Claro, no importa…—finalicé entrecortadamente. Segundos después reí para que no se sintiera incómodo.

—Que bueno que lo entiendas Lucy. —dijo amablemente. —Bueno, ya me tengo que ir. ¡Suerte!

—Sí, ¡cuídate! —me despedí de él con la mano alzada. Baje poco a poco la mano y quería fulminarlo ahí mismo. ¿Si él quería novia, por qué no trato conmigo? ¿No soy atractiva? ¡Mírenme! Soy rubia.

Estábamos yendo a casa junto luego de las actividades escolares, me dijo que quería tener una novia por lo que pensé que iba a ir bien esta vez. ¡Realmente lo pensé! Que patética fui, ah… quiero llorar, siento que jamás en la vida me va a ir bien. ¿Por qué pensé que Max quería salir conmigo? Si lo pienso bien, el solo dijo eso casualmente, él no insinuó nada para que tenga esa conclusión, yo sola malinterprete todo. Merezco un disparo, en serio.

—¡Por favor, dame otro tazón! —dije con un tono adolorido. La señora agarró mi plato y fue a servirme de nuevo. Estaba en el restaurante sola lamentándome de lo patética que fui en la mañana en la escuela. Si tuviera que presentarme sería algo así:

Lucy Heartfilia, 16 años

Siempre rechazada por la persona que le gusta

(Esta fue la novena vez)

Nunca tuvo novio antes.

Su apellido insinúa sobre un "Corazón" en "Heart" lo cual es irónico para ella y su suerte.

Tan solo imaginarlo me da rabia.

Es verdad, nunca tuve un novio antes. Solo atacaba al azar a los chicos de la secundaria….

—¡Me gustas!

—¡Lo siento!

—Me gust-

—Lo siento.

Luego de entrar a la secundaria, leí y estudie demasiadas revistas sobre el amor y las relaciones, en especial la revista semanal Sorcerer, para hacerme notar…

—¿Dejar de contestar los mensajes? Wow ¿tengo que hacer algo tan aterrador? —decía cuando leía la revista. Estaba sorprendida de que si quería atención solo de esa forma la conseguiría. —Yo solo quiero un poco te atención—solía decir. Perdón, aun suelo decir…

Al final los resultados no cambian… nunca lo hacen.

—Son 1200 yenes. —me dijo el chico que atendía, ya había terminado de comer y fantasear en mi cruel mundo sin novio. Estaba decepcionada de mí y de mis intentos fallidos.

Abrí mi cartera en busca de dinero. Mmmm, ¿Qué? Abrí más mis ojos, mi cartera estaba casi vacía solo contaba con 30 yenes. No me había fijado que pedí mucha comida. Trague saliva. ¿Es una broma? Pensé que tenía 2000 yenes conmigo ¿Qué jodidas voy a hacer?

—Señorita, el dinero. —me dijo por segunda vez el chico con una mirada seria.

—Lo siento, no tengo dinero. —conteste rápidamente. —Asi que voy a ir al cajero automático y y se lo alcanzo. Este es mi número. —finalice. Pero que tonta, no hay un cajero automático aquí cerca. Empecé a sudar como cerdo. Solo me quedaba darle mi número para que me reclamen ahí.

—No puede, si no pagas. —empezó a decir. —Tendrás que ver cómo solucionarlo, pero de aquí no sales sin pagar. Y no me des tu número.

¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago?

Nunca me había metido en semejante lío. Y así como estaba alterada y asustada no me di cuenta, que alguien se había puesto a mi lado y le entregaba dinero al cajero. Cuando lo note lo mire y me miro mientras entregaba el dinero al cajero.

—Por favor, usa esto. —murmuró jovialmente.

¡Wooow! ¡Que chico tan guapo estaba frente a mis ojos! Me sonroje completamente.

—No,no,no,no, me sentiría mal. —¿Eh? Está ayudándome. Levante mis manos de asombro.

—No hay ningún cajero automático aquí, y también mira detrás de ti, hay una larga fila esperando sabes…—dijo indiferente. — todos escuchamos que andas pobre y no puedes pagar tu comida—finalizo con fastidio.

—¡Ah!¡Lo siento. —me disculpe ante todos. Que vergüenza, escucharon mi situación. Volví con el chico. —Entonces, lo usaré, muchas gracias. —respondí avergonzada.

—No hay problema. —respondió.

De camino a mi casa solo tenía en mente esas cosas fabulosas que te pasan cada quien sabe en la vida.

El chico de ahora, era realmente lindo… Asombroso, era como un príncipe. Alto, joven, luce musculoso y tonificado a pesar de usaba una camisa negra resaltaba su cuerpo.

Soy rápida con los reemplazos, se podría decir que esa es mi virtud. Sí, sufro mucho pero al rato si se cruza otro chico conmigo y me da alas, pues no me queda nada más que volar. Mi estómago está lleno, gracias al chico lindo que fue amable conmigo. Joder, ¡quiero verlo otra vez! Pude olvidar que me rompieron el corazón hoy. ¿Vivirá cerca de aquí? Me pregunté. ¡Como sea! Ya había llegado a mi casa con una sonrisa.


Aspira, aspira…

—Oh, ¿Rogue? —preguntó un chico mientras fumaba un cigarro.

Al otro lado de la línea. —Profesor…—risas. —¿Cómo fue tu primer día?

—Te sorprenderá, los estudiantes de hoy en día… son todos unos idiotas ahora. —contestó burlonamente.

Risas. —¡Que malo eres Sting!

—No te rías estúpido. —dijo seriamente con una voz de enfado. —Odio trabajar en esto.

—Supongo, no te queda de otra. —contesto Rogue. —Bueno, como sea hazlo bien.

Colgaron.


¡Bien! Voy a trabajar duro hoy también.

Ya me repuse de ayer. Llegue a mi escuela contenta, corrí hacia el salón y deslice la puerta. ¿De qué lado me pondré hoy? Ah.

Llegue e hice una pose sexy pidiendo que me admirará todo el mundo. Pero extrañamente nadie me miraba, ¡que me miren maldita sea! Me deprimí y entre sin pena ni gloria. Hacía mi puchero.

—Idiooota. —dijo alguien. — por eso no puedes ser popular. —mire en su dirección y me señale a mi misma. —¡Sí, tú! La idiooota de Lucy.

—¡Cállate Natsu! Pequeño... —empecé a enfadarme. —¡Bravucón!

—¡Hey! —dijo Natsu consternado. Lo ignoré.

—Como sea, Lucy. —me hablo mi amiga Cana, ya me empezaba a sentir un poco mejor. — Si quieres puedes irte al mundo 2d, ahí todos los chicos son guapos y te pelan. —se empezó a reír.

—No digas eso con una cara tan genial Cana—dije abatidamente. —Se quieren reír de mí, es eso ¿verdad?

—Si quieres Lu, puedo presentarte a un amigo de mi hermana. —Murmuró contenta mi otra amiga que se sentaba a mi lado —Solo que esta calvo.

—Sí, sí, gracias Levy—dije con los brazos cruzados. —Pero no gracias, no estoy tan urgida. —mentí al final.

Se escuchó el sonido de una notificación, era del celular de Levy.

—¡Ah! Es Gajeel, tan tarde—dijo molesta. —ya lo verá.

—es cierto, tengo que mandarle un mensaje a mi novio también. —respondió Cana, me miro. —Ya sabes, a mi novio. —relució una enorme sonrisa.

Tss.

Estoy tan celosa de que ellas tengan novio. Tan bueno, esas dos, tan genial… que frustrante. Claro, adelante presúmanlo ¡Yo también quiero un novio!. Eso pasaba por mi mente mientras hacía un gesto de envidia. Se deslizo la puerta y entró el prefecto de la escuela.

—Por favor, todo el mundo siéntense. —hablo mientras cerraba la puerta y entraba. Yo me senté en mi lugar. —Permanezcan callados.

Todo el mundo quedo en completo silencio.

—Es un anuncio repentino, pero ayer su profesor encargado, Gildarts tuvo un accidente, le tomará como tres meses recuperarse debido al daño que sufrió. —aclaro la garganta y prosiguió. —Él aún se encuentra en el hospital. Durante ese tiempo de su ausencia, otro maestro que empezó a trabajar ayer y yo seremos los encargados de llevar sus clases. Entonces, los dejaré en manos del profesor Eucliffe. —dijo e indicó que pasará el profesor. —Preséntese. —finalizo y dejo el salón.

—Soy Eucliffe. —se presentó el profesor una vez entrado. Yo no salía de mi asombro. —La materia que les enseñaré será matemáticas. Por favor, cuiden de mi. —Eso último lo dijo con una indiferencia.

Yo me paré sin pensarlo, estaba totalmente asombrada de los hilos del destino.

—¡Tú eres el chico de ayer! —Había gritado fuerte y claro como cuando te piden que respondas unas preguntas en clase solo que esta vez para nada necesario. Mi cerebro a veces explota. El profesor abrió los ojos de sorpresa y de consternación. —Wah… perdón. —tape mi boca de susto.

—¿Qué es eso de "tú eres el chico de ayer"? —preguntó Natsu en un tono intermedio.

Estrépito. Rápido me senté y quería que la tierra me tragará. Ignore a Natsu. Natsu lo notó porque se giró medio molesto.

¡ASOMBROSO! No creí que nos encontraríamos nuevamente. Profesor aclaro su garganta e ignoro la escena de hace un momento.

—Y ahora, abran sus libros en la página 28.

¿Me recordará? Me preguntaba en mi mente. El profesor es tan genial… desde mi asiento estaba nerviosa y mi mirada estaba fija en el profesor Eucliffe. Jugaba con mis dedos y miraba a los lados, ¿se notará mi nerviosismo? Lo que significa que esto es… un increíble primer encuentro predestinado. Quede atónita de la emoción que sentía en estos momentos. De repente me di cuenta que escuchaba muchas voces alrededor, nadie prestaba atención. Es mi oportunidad.

—¿Eso crees, Cana? —había dicho Natsu a Cana. Cuando hice eso.

Me pare nuevamente. —¡Todos cállense! ¡Escuchen bien la clase del profesor Eucliffe. —dije con determinación. Escuchaba murmullos de "¿Qué hay con eso?, Heartfilia ¿estás tonta?"

Desde su asiento a mi lado, Natsu llevo su mano a su cara con el codo asentado en le mesa, me miro desde abajo. —¿Pero qué? Eso no suena como tú, Heartfilia. Solo estás jugando a la buena chica porque cierto profesor es atractivo, ¿a que sí?

—Por supuesto que no, Natsu idiota. —dije sorprendidamente tonta. Rayos que ingenua soy. Es solo que me da lástima que sea así su primer día con nosotros. — Normalmente cuando habla el profesor hay que escuchar atentamente, ¿no profesor? —pregunté.

—Ah, está bien. No tienen por qué escuchar. —respondió indiferente. —Me harían un gran favor.

¿EH? ¿Parecía tan desesperada?

—No diga eso profesor. —dije intentando calmarme. — Quiero escuchar la clase del profesor, estudiar es muy importante. Por eso los callé…—trate de reír sin que me importará la pena que me daba.

Suspiró. —Está bien, solo las personas que quiera escuchar pueden hacerlo. Estudiar no lo es todo. —Se llevó una mano a su nuca. —Por el contrario, ¿por qué piensan que tienen que estudiar? Respóndanme.

¿Eh? ¿Por qué? Lleve mi mano a mis labios para pensar.

—Porque los padres y los maestros siempre dicen que debemos estudiar. Ellos lo dicen. —respondí convincente. Baje mi mano y la uní con la otra en espera de su respuesta.

—Solo lo haces porque los demás te lo dicen…—empezó a decir. — Gente que no entiende el por qué tienen que estudiar, no entienden la importancia del estudio. Pienso que no importa a que escuela vayan no serán capaces de desempeñar ningún oficio. —Finalizo con un tono malvado,un balde de agua fría en la cabeza, todos se empezaron a reír. Mis ojos quedaron atónitos y de nuevo con la amenaza de querer salir las lágrimas.

—Ah, sí... —apenas murmuré y me senté de nuevo con la cabeza baja. Directo a mi estupidez. ¿Por qué?

—hmm, lo siento por ti. —me dijo Natsu a mi lado. —¿Estas bien? Eso te pasa por ser imprudente.

¿Por qué me lo dijo a mí? Yo solo pensaba en el bienestar del profesor. Estaba llorosa.

Una hora después… el profesor seguía dando clase, la mayoría no prestaba atención y yo… yo estaba molesta con el profesor, me ha irritado pensaba. Pensé que era un buen tipo.

Minutos después termino la clase. Como hoy cargaba con el dinero que le rogué a mi mamá Layla podía devolver su estúpido dinero. Guarde mis cosas. Le dije a Cana y Levy que me esperan para ir a ver al profesor.

—¿Ya te vas Lucy? —me preguntó Natsu mientras guardaba sus cosas. Se paró. —Vamos juntos a casa.

—No, Natsu. —le contesté rápidamente, mire a otro lado. —Tengo algo que hacer.

Natsu frunció el ceño.

—¿Qué harás? —me preguntó.

—Yo, voy al… al comité a preguntar algo. —reí y sin dar tiempo de contestar me escabullí.

Busque la oficina del profesor junto con Cana y Levy, en el camino les había contado lo sucedido ayer pero omití la parte en la que me puse a babear por el profesor. Digo, es un creído, se le nota desde que estás lejos. Pero su atractivo es condenadamente irreparable.

—El profesor es como quien dice "dios del olimpo" —menciono Cana coquetamente. —Es alto y rubio, justo como tú Lucy. Ambos son rubios. —terminó pensativa. —Y su vestimenta no está nada mal, viste formal. Eso lo hace aún más atractivo, ¿no Levy?

—Totalmente de acuerdo. —concordó Levy a mi lado. —Se ve que es culto. De seguro disfruta de la buena lectura. Pues mira como calló a Lucy en un instante con el estudio. —termino burlándose de mí.

—Ustedes chicas son muy malas. —dijo llorosamente. Ambas rieron más fuerte. Pero era jodidamente cierto pensé.

Seguimos avanzando hasta que llegamos y leímos su letrero. Estaba sobrepuesto al del profesor Gildarts.

Profesor Eucliffe.

Toque.

No había respuesta, mire a mis amigas y ellas alzaron los hombros. Trague saliva y toque por segunda ocasión.

Unas chicas de otro salón salieron sonrojadas y emocionadas del cubículo del profesor. Sospechoso… muy sospechoso, entrecerré los ojos. Asome mi cabeza en la entrada de la puerta para ver que había adentro.

Estaba totalmente limpio y ordenado, a diferencia del profesor Gildarts que tenía el cubículo echo un total asco. Tenía un estante lleno de libros, hecho que mire a Levy quien cruzó los dedos de modo que ganaba con el hecho de que era culto. A su lado estaba su mesa, con lámpara, libretas con varios apuntes, su laptop y a lado un mini ventilador. Había unas mochilas llenas de quien sabe que, estaba inspeccionando todo el cubículo sin darme cuenta. Me llamó la atención un pequeño retrato que estaba al fondo a lado del profesor Eucliffe con la cara interrogante, espera… ¿Interrogante? Oops. Abrí mi boca y rápido abrí la puerta junto con mis amigas, ambas estaban cuchicheando algo.

—Profesor—dije. —¿Puedo entrar?

—Ya lo hiciste.

Ah, contras. —Perdón—me avergoncé que me incline disculpándome. Levy y Cana me miraban con una mirada tierna.

—¿Qué quieres?

Saque de mi mochila el dinero. Me acerqué a él y me incline con respeto. —Tome, es por lo de ayer. —cerré mis ojos fuertemente. —Muchas gracias por haberme ayudado.

—Está bien, no hay necesidad de que me lo devuelvas. —murmuró sin mirarme.

—No, quiero resolver esto claramente. —lo dije antes de que me diga algo más. —No me siento bien conmigo misma sabiendo que le debo a alguien más. —El profesor entonces giro y me miro, cerro un poco los ojos inspeccionándome.

—Ok, lo tomaré. —respondió finalmente.

Segundos después esto se volvió incómodo.

—Si no hay nada más. ¿Pueden ya irse? —preguntó.

—Sí. —contesté, me gire pero volví mi mirada atrás. El de verdad que lucía muy guapo, es guapo como un ídolo. ¿Por qué tendrá esa cicatriz en su ceja derecha? Como sea, luce como salvaje, totalmente mi tipo.

En ese instante a Cana se le paso una gran idea a su cabeza que me agarró los hombros a la salida y me giro de nuevo en frente del profesor.

—Profesor Eucliffe. —alardeó Cana, el profesor nos miro molesto. —¿Tiene tiempo de hablar con esta chica? ¿Qué debería ella hacer para conseguir un novio?

—Es-Espera Cana. —tartamudee atónita, mi voz era aguda.

—Profesor usted es muy atractivo. —musitó malévolamente. — Debe ser muy popular ¿cierto? Como las chicas que acaban de salir bien apenadas…—anchó más su sonrisa. —¡Un hombre popular puede enseñarle a ella cómo puede ser popular!

—¡Nooo, de verdad! —exclamé impactada. —¡No tiene por qué hacerlo!

—¡Pienso que es mejor que escuches! —me dijo Cana a mi lado con una cara asesina. Levy rio.

Levy y Cana comentaron al unísono. — ¡Profesor, por favor enséñele! No nos iremos hasta que nos enseñe. —Yo estaba con cara de estupefacción. ¿En serio como rayos me metí en esto?

El profesor Eucliffe no había dicho nada hasta ahora.

Suspiró. —Hmm, ¿ustedes son…?

—Soy Lucy Heartfilia, así que puede decirme Heartfilling. —mencionó. (Heart Filling= Llenado de corazón, suelen llamar a Lucy con cariño así)

—¿Por qué quiere Heartfilling un novio? —cuestionó.

¡ÉL REALMENTE ME LLAMO ASI!

—Es porque quiero vivir situaciones románticas, coquetear, salir, ese tipo de cosas. —mi voz salió acompañado de un tartamudeo.

—¿Solo por eso?

Le mostré una mala cara. —Hay otros motivos pero ¿no está bien tan solo con eso? —le contesté, Cana y Levy estaban calladas con una expresión expectante.

—¿Qué tal si te pones un cartel que diga "Busco personas con las cuales vivir situaciones románticas"? Y caminas así por la calle. —su tono de voz era grave y llena de mucha diversión.

Abucheé, ¿Tan cruel? Tanto Cana como Levy reprimían una risa. Las voy a matar…

Entró otro profesor. —Profesor Eucliffe ¿Puedo hablar contigo un momento?

—Sí. —salieron del cubículo juntos. Desaparecieron a lo largo del pasillo.

Unos segundos después salí junto con mis amigas, llegando a los casilleros empecé a desquitarme con todo.

—ÉL SIN DUDA ME HIZO QUEDAR COMO UNA TONTA—grité fuertemente mientras pateaba el casillero. —Maldición.

—Es alguien insensible Lu, no te preocupes por eso. —Era Levy quien trataba de calmarme.

—Lo siento Lucy. —dijo con expresión baja Cana. —No pensé que el profesor era capaz de burlarse de ti hasta ese grado.

—No te preocupes Cana. —dije ya por fin calmada. Salimos ya de la escuela, Natsu ya se había ido hace rato.

A la salida de la escuela me topé con el chico que me había rechazado ayer en la mañana. Que incomodo era, nuestras miradas se encontraron.

—Ah, adiós. —le dije incómodamente desde lo lejos, el solo asintió y se fue.

—De verdad, le hablas a los que te rechazan. —habló Cana. —Eres una mujer rara.

—Pretender no verlos también es malo, Cana. —le contesté.

—Igual, hablando de eso, no importa cuántas veces te hayan rechazado. —prosiguió la de cabello café. —Tú todavía puedes confesarte, es impresionante Lucy. ¿Es tu novena vez, no?

—Sí…la novena… —dije con lágrimas en los ojos de frustración.

—Lo sé, si confesarse una vez es espantoso. —se unió a la platica Levy. —Yo nunca lo haría de nuevo. Gajeel se confesó a mí, y me dio un miedo terrible. Pero el me gustaba mucho que decidí intentarlo.

—Levy tu sorprendes en salir con el chico malo de la escuela. —dijo frunciendo el ceño Cana. —eso también es sorprendente. —Levy solo guiño.

—¡Eso es porque ustedes no tuvieron la necesidad de confesarse! — ¿nadie me ve? ¿Tan fea estoy? Eso estaba pasando por mi mente en un intento de desesperación. —Además, si yo no hago un movimiento después definitivamente voy a arrepentirme.

Yo prefiero ser herida a tener que arrepentirme, ese era mi lema.

—Lucy te apoyamos. —me animo cana. —O quizás estas siendo rechazada muchas veces y eres resistente.

—Estoy segura que voy a conocer a alguien pronto—les dije a ambas. —Mis pequeñas calculadores me dicen eso. —Creo que he estado trabajando muy duro, Dios… por favor, que caiga del cielo alguien guapo e inteligente, rogué.

—Heartfilia.

Alguien me llamó y mire a atrás.

—¿Qué pasa? —le pregunte animadamente, lo conocía ya desde hace unas semanas. Cana y Levy nos miraron interrogante.

—¿Puedo hablar contigo un momento? —note un sonrojo en sus mejillas del chico.

No me digas…. ¡No puede ser!


¿A ustedes les agrada su profesor?

Recién salido del horno. Una historia mas de STINGLU solo que quise aventarme a hacer algo diferente a las historias de Sting que normalmente son de que echan a Lucy del gremio y se va al otro. Esto es un AU. La escuela se llama Fairy Tail ya saben Jajajaja.

La Lucy que me imagino es la Lucy de los grandes juegos mágicos con sus coletas. El uniforme me lo imagino uno azul... pero ya saben cada quien en su mente se imagina lo que quiera :)

Quizás algunos se den cuenta de esta trama de donde proviene, pero no diré de donde para no spoilearlos e.e Esta basada pero no todo será igual, el rumbo de este profesor es algo diferente.

Espero que les guste esta historia :)