Mi segundo fic de Vandread! n.n. Gracias a todos los que me dejaron su review en 'Donde empiezan los sueños' –Mi otro fic, mi otra profile…huh, largo de explicar porque tengo dos profiles en lugar de una…- Graaacias por sus comentarios!. Esta historia será un poquitín mas larga (abarcará unos cuantos capítulos) y volveré a mi habitual modo de escritura romance/drama.
-.Dedicado a Julián Manes por dejarme el 1er review en 'Donde Empiezan los Sueños'. Y a Psy-sensei por chequear este fic por mi, y por haberme pasado la serie completa. Sensei: sino me hubieras pasado la serie, este fic y el anterior hoy no existirían –Arigato gozaimasu!-
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NO te arrepientas
By L'Fleur Noir
Aka Sumi Chan
Basado en el capitulo 07-Kiss my Cheek. Final alterno de dicho capitulo.
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Capitulo 01: El error
- Huh…-volteó a verla sonrojado, con la mano sobre la cabeza.
- ¿Qué pasa…?-
Observó sus ojos azules brillando inmensamente, el rubor de sus mejillas subía conforme sus tartamudeos aumentaban.
- Hum… s-si… yo…-
- ¿Si…?-
- Yo…realmente…Huh…-
Ella hizo un asentimiento con la cabeza, animándolo a que continuara.
- Yo… ¿C-cómo se dice…?- apretó nerviosamente los puños viendo el suelo -Yo…-
- Puedes decirlo Alien-san…- susurró ella con voz suave.
El fuego de su rostro aumentó aún más, si eso era posible. Cerró los ojos con fuerza y exclamó -¡Solo diré esto una vez…!. ¡A-así que escucha atentamente!-
Ella inclinó la cabeza emocionada, el rubor de sus mejillas aún mas profundo. Una pequeña sonrisa jugueteó en sus rosados labios.
- Yo… tu…m-me… m-me gus… gustas…-
Sus rostros se habían acercado en la última frase, cuando la alarma de combate resonó sobre sus cabezas. Ambos se miraron confundidos por varios segundos hasta que finalmente reaccionaron apartándose…
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Dita sonrió ante el recuerdo de esa tarde. Hibiki finalmente lo había confesado. Entre titubeos, y con el rostro ardiendo de la vergüenza, pero lo había hecho al fin y eso era lo que valía.
Sonrió enormemente, y se dejó caer de espaldas en la cama, los brazos abiertos, sus ojos brillando de obvia alegría. Soltó un suspiro, y luego una pequeña risa.
- Hibiki…- susurró y se puso de costado, escondiendo sus sonrojadas mejillas en la almohada.
Sabía que estaba actuando como una tonta, pero era algo que no podía evitar. Con solo pensar en él sentía un batallón de mariposas bailoteando en sus estomago, y era mas que suficiente para que sus mejillas cambiaran abruptamente de color. Hasta sus ojos se tornaban diferentes… ¿Cómo lo llamaba Misty?. Ah, si… estar enamorada. Ese día y luego que las cosas entre ellas se calmaran, Misty le había explicado de eso también. Algo perfectamente común entre hombres y mujeres. Amor.
-Amor…- Dita cerró los ojos pensando en esa simple palabra –Es lo que he sentido por Hibiki-san desde que lo vi por primera vez…-
Y ahora él acaba de confesar de que también le gustaba. Dita esperaba que con el correr del tiempo, llegara a sentir lo mismo.
Se levantó de la cama con energía, mientras tomaba un cepillo de sobre una mesa pequeña y se acercaba a un espejo en la pared tras ella. Se cepilló el cabello con cuidado, poniendo mucho esmero en que quedara bien arreglado. Sonrió ante su imagen feliz, y con igual entusiasmo abrió un cajón de la mesa de antes y extrajo el lápiz labial que Rabat le había obsequiado tiempo atrás. Se pintó los labios con igual cuidado y sonrió doblemente feliz al ver la perfecta imagen de si que el espejo le devolvía.
Entonces, miró su ropa con aspecto triste –Quizás cuando pasemos por Amphatos…-resopló –Pueda comprarme algo mas bonito…-
Solo esperaba que Hibiki reparara en los sutiles cambios que había hecho a su persona. También había decidido con énfasis intentar hablar de forma normal, así él no se avergonzaba. Aunque Gascogne y Ezra coincidían que era por uno de esos motivos que había empezado a sentirse atraído por ella. De todas formas, Misty había dicho en alguna ocasión que uno debe amar a la otra persona tal cual es. Con sus defectos y sus virtudes…
Echó su cabello tras su hombro, y luego de tomar una larga bocanada de aire para serenarse, salió.
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- Hey Misty-
La aludida alzó la cabeza al oír la grabe voz. Se sentó en una posición mas cómoda en el banco, e intentó sonreír.
- Hibiki-
El joven apareció ante ella, la débil luz de la lámpara destacó los rasgos masculinos que denunciaban lo rápidamente que estaba creciendo. Misty sabia que seria muy apuesto en un futuro cercano.
- He estado buscándote-
- Oh…-
Hibiki se sentó junto a ella, sus pies se hundieron en el césped –Quería darte una explicación de lo que pasó hoy…-
- No tienes que hacerlo, Hibiki- la misma sonrisa temblorosa se hizo presente –Creo que lo entendí… Todos sabían lo que hay entre Dita y tu…-
Él se sonrojó atrozmente –Y-yo…-
- No tienes que explicármelo…-inconscientemente apretó su mano, interrumpiéndolo –Todo está demasiado claro…-
- Pero…- quitó su mano de las de ella y las ubicó fuertemente enlazadas en sus rodillas. Todavía apenado –Tu eres muy buena y cocinas muy bien, pero…-
- Ya!- rió poniéndose de costado, intentando mostrarse lo mas genuinamente natural posible –No tienes que explicármelo…-
- Es que puedes pensar que estaba aprovechándome de lo que hacías por mi…-
- No he pensado eso- miró el infinito cielo estrellado sobre su cabeza por varios segundos –Tómalo como un favor de una amiga a su amigo, si?-
- Esta bien- sonrió aliviado y se preparó para irse.
- ¿Hibiki?-
- ¿Mmhm?-
Misty giró la cabeza hacia él, la sonrisa en sus labios estaba presente otra vez, pero sus ojos se veían extremadamente tristes –Cuida de Dita… Puede que al principio hayamos tenido nuestras diferencias, pero es muy buena. Es una persona muy valiosa, y no merece que la lastimen. Ella te quiere mucho, corresponde puramente a su cariño, si?-
Él asintió, sonrojado otra vez –Lo haré-
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- Estas muy contenta Dita-chan –Ezra dejó el tejido que estaba haciendo, y le sonrió a su amiga. Señaló con un gesto su apariencia –Te has arreglado mucho, tu cabello luce diferente de esa forma-
- Quería verme bien para Hibiki-san –torció la cabeza hacia un costado. Por un segundo, sus ojos adquirieron una apenada expresión –¿Me veo mal?-
- Claro que no. Estas muy linda –le dio una suave palmeada en el hombro, restándole importancia a esa preocupación –Hibiki-chan coincidirá conmigo, ya lo verás-
Dita suspiró, poniendo sus manos enlazadas bajo la barbilla.
- ¿Lo quieres mucho, cierto?-
Ella asintió con entusiasmo –Si, mucho…- guardó silencio un instante y luego agregó con inquietud –A veces es tanto, que me asusta…-
- Es de lo que hablaba Misty antes…- Ezra dijo tranquilamente haciendo otra pausa en su trabajo manual –Amor. Un sentimiento infinito entre hombres y mujeres. Algo que puede matarte en un segundo, y darte vida al siguiente. Parece difícil de entender-
- Si. Es justamente lo que siento por Ali… Hibiki-san-
- Dita, debes ser tu misma-
- Pero no quiero que Hibiki sienta pena de mi…Alien-san se avergonzaria de Dita...-
Ezra dejó las agujas y el ovillo de lana a su lado, le puso una mano en el hombro a su joven amiga –Las apariencias no llevan a ningún lado-
Ella asintió y apoyó la mejilla en la mano que todavía descansaba en su hombro –Teniendo a mi Oma lejos y viajando de un mundo a otro, pensé que iba a extrañarla muchísimo, pero Ezra ha demostrado ser tan buen amiga como Oma para Dita-
- Dita-chan…- dio una pequeña palmadita afectuosa a la pelirroja cabeza y volvió a su tejido sonriendo.
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- ¿Hibiki-san?-
- Huh. ¿Qué quieres ahora?-
Ella pareció dolida por su forma de hablar, bajó la cabeza.
- Huh…vamos ¿Qué ocurre?- intentó con suavidad adelantando un paso hacia la chica.
Esta alzó apenas la vista, su rubor fue completamente obvio. Extendió una mano cerrada frente a él.
- Dita quiere entregarte esto…-
Bajó la mano sobre su palma abierta y sintió algo pequeño y frío. La miró con interrogación y no menos sonrojado que ella al descubrir lo que era.
- Pero esto… es…-
Apretó la mano sobre la suya –Dita quiere que Hibiki-san conserve esto…-
Era la cadenita dorada con la piedra de Jade que ella usualmente llevaba colgada al cuello. La gema brilló por unos instantes en los ojos de ella.
- Pero, yo no pued…-
- Por favor, Hibiki-san…-
- Pero es tuyo. Y debe de significar mucho para ti…-
Ella asintió –Por eso quiero que tu lo conserves…-apretó su mano un segundo mas –Algo mío que siempre estará contigo…-
- Pero yo no tengo nada que darte…-
- No tienes que hacerlo- sonrió –Con solo saber que sientes algo –mínimo- por mi, es mas que suficiente…-
Él asintió todavía mas sonrojado que antes.
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Hibiki entró a la cafetería, su estomago estaba rezongando de hambre. Con eso del combate, y los nervios que entre Dita y Misty le hicieron pasar antes de eso, su apetito parecía haberse incrementado en gran manera.
Se preguntó porque todas intercambiaron miradas cómplices y 'sutiles' risitas histéricas cuando lo vieron. Caminó algunos pasos y los murmullos se hicieron mas molestos. Todas lo seguían con la mirada. Se mordió el labio, intentando disminuir el intenso sonrojo de sus mejillas.
- Vaya, pero si aquí llega nuestro pequeño galán…-
Volteó hacia la aguda voz. Jura estaba de pie junto a una de las mesas, rodeada de las demás tripulantes del Nirvana. Tenía los brazos cruzados con aire malicioso y una enorme sonrisa perversa.
- Ya, Jura no lo molestes…- la voz de Barnette se oyó a un costado, y luego una gentil mano se posó en su hombro –Me alegra haberte podido ayudar hoy…-
Hibiki la miró confundido y no menos apenado.
-¿Ayudar…?-repitió.
Barnette inclinó la cabeza graciosamente y volvió a palmearle el hombro –Felicidades Hibiki-chan-
- ¿Felicidades porqué?-
Todas a su alrededor soltaron risitas, e intercambiaron miradas traviesas y murmullos cómplices.
- Tu sabes porque…- contestó la mujer volviendo a su respectivo asiento de trabajo –Y Gascogne estaría mas que satisfecha con tu actuación de hoy-
- ¿Eh?- Hibiki la miró con el ceño fruncido, luego se encogió de hombros y le dio la espalda dirigiéndose a alguna mesa que estuviera vacía. -Debe estar loca… esto de no batallar en los Dread debe de haberla afectado…-
Siguió andando cuando la rubia mujer de antes le cortó el camino. Él hizo un gesto resignado, y alzo la vista hacia ella.
- ¿Qué quieres ahora Jura?-
Ella puso las manos en las caderas, bufando disgustada –Creo que un simple 'gracias' estaría bien, aunque merezco que por una vez cumplas lo que estaba pidiéndote-
-¡No pienso tener un bebé contigo!- exclamó enojado –Y no entiendo porqué habría de decirte gracias-
- Típico de Hibiki olvidar las formas de cortesía, y demás asuntos importantes…-cruzó los brazos sobre el pecho- ¿También has olvidado la promesa de Dita de ir a su habitación?-
Él se puso rojo –¡E-eso no es de tu incumbencia…!-
- Ya…- agitó la mano con aire aburrido –Tampoco me importa saber. Solo estaba esperando una mínima remuneración por lo de hoy-
- ¿Por lo de hoy?- repitió sin entender.
- ¡Ay, Hibiki!. ¿Se puede ser tan denso?- suspiró intentando calmarse – Yo los encerré en la sala de juntas, recuerdas?-
- Ah, si…- se mordió el labio al recordar la especie de declaración que le había hecho a Dita en aquel lugar.
- ¿Y bien?-
- ¿Huh…?-
- ¡Le confesaste a Dita que gustas de ella!. ¿No lo recuerdas?-
- H-huh… -él apretó los dientes- ¿C-cómo sabes eso…?-
Jura sonrió enormemente, también lo hicieron las demas chicas que estaban con ella. Varias risitas tontas se oyeron.
- Vimos toda la comedia que montaron entre Misty y tu para hacer sufrir a Dita. Las muchachas y yo decidimos darle una mano… después de todo, aunque Dita sea una tonta, es parte de nosotras y de Mejjer, y merecía nuestra ayuda-
Hibiki rasgó los ojos –No entiendo nada… yo no monté ninguna comedia con nadie… y-y Dita no es ninguna tonta…-
Barnette sonrió y asintió. Jura la miró de soslayo ocultando una mueca fastidiosa, extendió una mano señalando la cámara que colgaba pacifica a un costado de ellos.
- Vimos todo lo que ocurría entre ustedes…-
Hibiki pareció no entender lo que decía, luego por alguna razón captó la presencia de los tres televisores ubicados frente a ellos. Un profundo rubor de vergüenza subió por sus mejillas al recordar la cantidad de cámaras que había en la sala de reuniones.
-¿C-como pudieron hacer eso?. ¿Q-que acaso no conocen el derecho a la privacidad…?-
- No fue para tanto…- se cruzó de brazos- Dita se veía mas segura que tu… es increíble lo asombrosamente madura que puede llegar a ser esa niña…-
- ¿Cómo pudieron hacer algo así?. E-escuchar una conversación privada…!-
- Todos lo hicieron. Todo el Nirvana escuchó y vio todo lo que hacías y decías…-
Aquello pareció enfurecer al avergonzado muchacho que estaba rojo a mas no poder, y que intentaba parecer sereno pese a las risotadas de Jura y de las muchachas de uniforme rosado y de uniforme verde que estaban tras y junto a ella. Solo Barnette se veía seria, como si supiera el enorme enojo, acompañado de vergüenza y humillación que se estaba comenzando a gestar en su interior. Orgullo herido.
- ¿QUE NO TENIAN NADA MAS PRODUCTIVO QUE HACER QUE HURGAR EN LA VIDA DE LOS DEMAS?-
Las risitas se calmaron al notar el furioso tono de Hibiki. Todas lo miraron con enormes ojos de asombro.
- ¿Por qué te enojas tanto?. Toda la nave estaba al tanto de lo que pasa entre Dita y tu, no es nada nuevo…-
- ¡ES HUMILLANTE!-
- Ya Hibiki, estas comportándote como un idiota –el enojo de Jura era evidente también – No tienes que avergonzarte por sentir algo por alguien como Dita…-
Se oyeron mas risitas y cuchicheos que celebraban lo dicho por la blonda mujer.
- Ella no es como yo, pero está bien para alguien como tu… supongo… Aunque podías haber elegido mejor…-
El sonido de la puerta automática abriéndose y cerrándose se oyó a la lejanía, pero era tal la furia del joven y lo extremadamente ridículo y humillado que se sentía que no le prestó atención. Concentrado solo en defender su 'ego'
- ¡ERA MENTIRA!. ¿LO ENTIENDES…?-
Jura dejó de reír -¿Qué significa eso?-
Hibiki tomó aire y el tono de su voz bajó unos cuantos decibeles, pese a que apretaba los puños de tal manera que casi fue un milagro que no se quebrara los dedos.
- Todo lo que ocurrió allí adentro…- ignoró la cara de pánico que le mostró Barnette- No fue mas que un juego, entiendes?. Lo hice para que me dejara en paz… Para que Dita dejara de molestarme, y la muy tonta se lo creyó…-
Pero ni Jura ni las demas dijeron algo. Un incomodo silencio se hizo presente, y pese a que las había hecho callar y ninguna estaba riéndose de él, Hibiki por alguna razón empezó a sentirse perturbado. Con la sensación de que había traicionado algo…
- Quizás debas decírselo a Dita –Jura por fin habló. Su rostro serio –Está detrás de ti…-
Los ojos del joven se ensancharon de horror. La cara de Barnette seguía fija en algún punto detrás de él, con la misma expresión de pánico. Giró lentamente sobre sus talones hasta encontrarse a la joven pelirroja.
Dita estaba a algunos pasos de si. Tenía la cabeza gacha y las manos nerviosamente entrelazadas. Notó que la mayor parte del cabello suelto le cubría el rostro. No había que ser un genio para entender que estaba demasiado afectada.
Alzó la vista un segundo. Hibiki vio las lagrimas brillando en el fondo azul de sus pupilas, el rubor del llanto empañando sus mejillas, mientras se mordía el labio que comenzaba a temblar.
Pero no hizo ningún movimiento hacia ella. No podía hacerlo frente a todas esas mujeres después de todo lo que había dicho. Debía conservar algo de dignidad, y… Dita no sería tan tonta como para creerle, cierto?.
Viendo que él no atinaba a decir algo, que confirmaba con su silencio lo dicho, dejó escapar un sollozo ahogado y empujando a Meia que acababa de entrar, salió corriendo de la cafetería. Las lagrimas corriendo por sus mejillas.
- Dita…- Meia se volvió al resto que aún conservaba el riguroso silencio -¿Qué pasó?-
Hibiki siguió plantado en su lugar peleando con sus sentimientos que pedía a gritos salir tras ella, y con su orgullo que exigía ser tomado en cuenta, y que lo obligaba a quedarse allí y dejar de hacer el ridículo. Solo reaccionó al sentir el fuerte impacto en la mejilla que casi lo tiró al suelo.
- ¡Barnette!-
Él se sostuvo la cara viendo a la mujer que lo miraba furiosa.
- Eres una basura, Hibiki Tokai-
Por primera vez desde que sus sentimientos aparecieron, supo que era verdad. Barnette tenía razón.
Él, Hibiki Tokai era una completa basura.
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Continuara.
Nota:
Puede que el recuerdo del primer párrafo (ese donde Hibiki le confiesa a Dita sus 'sentimientos') haya sido diferente a la versión de Animax. Pasa que vi la versión japonesa con subtítulos al ingles, y lo mas seguro es que sea dispar a la versión local.
En fin, espero comentarios y si hay algún detalle que me olvido háganmelo saber, ese tipo de ayuda es realmente valiosa.
Cuídense mucho!
L'Fleur Noir.
Aka Sumi chan
