Hola mis queridas seguidoras, las veteranas y las nuevas ¡bienvenidas! ¡A mi nuevo proyecto!
Pongo los primeros capis para que no se me olviden ¡espero les guste!
Aclaración: acá, el desastre con Veril jamás pasó y por ende, todo ocurre en la gloria del Milenio de Plata de la luna.
Nombres, personajes que no conozcan, son míos, si los van a usar, avisen.
¡Déjenme saber sus opiniones! ¡Con un gran REVIEW!
Sailor moon, es propiedad de Naoko Takeuchi, mi humilde intención, ampliar lo que mas pueda el phandon en español de Diamante.
Enredados.
En la luna, parecía que todo brillaba mas si era posible, todas las estructuras tenían luz propia y no se debía solo a la presencia del cristal de plata ni al poderoso cobijo que ofrecía sailor moon, a su reino, sinó el nacimiento de su pequeña hija, la princesa Serena.
-es tan hermosa. Decía la reina Serendi, mujer hermosa de cabellos morados y ojos azules peinada con 2 chunguitas en forma de esferas, su esposo, el rey Keit, quien había sido general, rubio de ojos verdes sonreía.
-es una mezcla tuya y mía amor. Ella asentía contenta mientras la pequeña lloraba –ya, ya Serena, no llores amor. Dijo la reina besando la frente de la niña, la cual rió silenciosamente.
-se sabe hermosa. Dijo el rey Keit mientras le daba el dedo meñique a su hija que lo aferró con fuerza –y es tan fuerte. Dijo el, la reina asintió.
-es fuerte como los 2. El rey imitó el gesto de su esposa –ya sabes, lo mejor de 2 mundos. Dijo mientras miraba a su hermosa hijita que bostezaba y se preparaba para dormir en los brazos de su madre.
En otro lado de la galaxia, un niño estaba escondido en los jadrines del palacio real del planeta Némesis, lloraba desconsolado mientras el cielo azul brillaba y los pájaros cantaban.
-yo no me quiero casar con ella. Gemía el niño, una mujer dulce, de cabellos verdes y ojos morados, con una luna invertida de color negro en su frente, se acercó a el –príncipe ¿Por qué lloras? Le preguntó, el niño alzó el rostro y como un mono plateado se aferró a la mujer.
- ¡Moira! ¡Hay Moira! Papá quiere, oblig, gar, obligarme a casarme y yo no quiero. Decía el niño - ¡yo solo quiero ser rey! ¡Nno casarme con esa niña! ¡La odio! Exclamó el príncipe.
-lo se mi niño. Dijo la nana mientras lo acunaba –se que no la quieres pero tu padre ha dicho que es la mejor, es la niña mas fuerte del planeta, con el mejor linaje de sicay, es lo mejor para ti, El negó - ¡yo no me quiero casar!gritó, Moira lo aferró –ya lo se amor. Dijo mientras lo consolaba.
-pero eso no será hasta los 21 años. El la miró - ¿no hay manera de impedir esa nupcia? Ella sonrió –solo hay 2. El niño se esperanzó.
- ¿Cuáles? Preguntó –la primera, es que renuncies al trono y entonces Zafiro deba casarse con la pequeña Esmeralda y la segunda, es que mueras amor. El niño palideció –eso sería feo, Zafiro, casado con esa niña, no lo soportaría y si, si yo voy a ser el heredero, debo ser valiente. Ella asintió.
-como todos tus antepasados. El niño suspiró –bueno, me casaré. Dijo repentinamente serio, Moira sonrió.
-esa es la actitud correcta, príncipe Diamante. El niño asintió –bueno, ya que no me tengo que preocupar de eso hasta ser muy viejo ¿podemos ir a jugar? Su nana sonrió a la pregunta.
- ¡claro! ¿Que quieres jugar? Preguntó, el niño meditó –serpientes y escaleras. Dijo, ella le terminó de enjugar las lágrimas, sonarle la nariz y lo cargó.
-serpientes y escaleras será. Dijo mientras se alejaba con el niño en brazos.
Phanton, estaba de pie delante del trono del rey Diamante y su esposa Lizzy, el sospechaba, claro que sospechaba, la repentina enfermedad de la reina Cristal al dar a luz a la princesa Black Lady, su posterior muerte después de muchas horas de suplicio y de repente, Lizzy que se alzó como reina al lado de su amigo, los hijos mayores, no aprobaron ese matrimonio, ni Diamante, ni Zafiro consintieron en tales nupcias.
-rey. Dijo el general por fin, de cabellos morados, con una cicatriz en forma de rayo en la mejilla izquierda y ojos azules –Phanton. Dijo el rey Diamante mirándolo, el hijo, era la viva imagen del padre –he venido una vez mas a interceder por el príncipe Diamante. La reina Lizzy, de cabellos rubios y ojos azules bufó.
-no hay mas nada que hablar de ese asunto Phanton, el príncipe Diamante se casará con la condesa Esmeralda. El peli minorado negó.
-el niño no quiere. Refutó –es lamentable por el, pero si no acepta, el príncipe Zafiro deberá ocupar su lugar y si no, la princesa Black Lady. Phanton gruñó.
-es solo una niña de pecho. Dijo –lamentable. Dijo Liszt –Phanton, Lizzy tiene razón. Dijo el rey y su amigo personal, Diamante –es lo mejor para el reino. Phanton asintió.
-es lo mejor para el reino, para el planeta si quieres, pero no para tu hijo, maldita sea Diamante, reacciona. La reina Lizzy se levantó de su trono.
-tu no eres nadie para cuestionar las decisiones del rey. Dijo apuntándolo con su dedo índice, Phanton sonrió –a diferencia de ti, soy su amigo, no la ramera que se le encamó para obtener el reino. El rey se levantó de su trono.
- ¡deja de faltarle el respeto a Elizabeth Phanton! Rugió –oh por Ni, no se lo he faltado mas de lo que tu lo has hecho ya. Dijo el general del planeta –te prevengo Phanton. Amenazó el rey.
-prevenme todo lo que quieras, tu sabes que el recuerdo de tu reina fallecida sigue en tus sábanas aunque no lo quieras aceptar delante de ella. Phanton se encaminó hacia la puerta - ¡no me des la espalda! Exclamó el rey –no Diamante, será mejor que tu no se la des a esa bruja. Dijo Phanton mientras salía de la sala dejando un verdadero pandemónium.
-lo lamento hijo. Le dijo Phanton al niño cuando se presentó delante de Diamante –no pude hacer nada por ti. El niño dejó de mirar el tablero de serpientes y escaleras.
-gracias padrino por intentarlo, eres un padre para mi, mas de lo que lo es mi propio padre. Moira besó el cabello del niño.
-todo saldrá bien pequeño. Dijo ella, el niño asintió –voy a ver a Rini, y a su bodriza. Dijo con dificultad, ambos corrigieron a coro.
-bodriza no, nodriza. El niño les sacó la lengua –eso…bodirza. Dijo una vez mas –nodriza. Dijeron ambos a coro –repítelo. Ordenaron, el niño suspiró y lentamente repitió:
-no…dri…za, nodriza. Moira y Phanton asintieron y el niño salió corriendo -pobre criatura. Dijo la nodriza de Diamante acercándose al general de los ejércitos de Némesis quien le acarició el cabello.
-lo se, pero será fuerte, lo se también. Ella asintió –menos mal, que nos tiene a nosotros. Dijo la peli verde, el peli morado asintió –así es. Dijo mientras la besaba con dulzura y candidez, Moira se separó de el cuando Phanton la hubo soltado.
-harás que me ruborice. Se quejó –te he dicho que te adoro ruborizada. Dijo el coqueto, ella asintió mientras se colocaba la mano en el vientre.
-lo se, por eso has dejado tu semilla. Dijo mientras abrazaba a Phanton quien sonrió muy feliz.
En otro lado, en un planeta cuyo cielo y sol son plateados, esperaba en su trono una deslumbrante mujer de cabellos negros hasta los tobillos atados una parte en 2 chunguitas en forma de oreja de gato y el resto, sueltos hasta sus pies, de piel blanco níveo, de ojos plateados y de con flexión recia, miraba a una anciana que estaba de rodillas ante ella.
-gran reina Neherenia, acá tienen las noticias. Dijo mientras alzaba una esfera recubierta de una luz azul, la mujer sentada en el trono la recibió con su mano derecha, en la cual, tenía una hermosa manicura de color rojo sangre.
-decidme las noticias de la luna. Le ordenó a la esfera, la cual, comenzó a brillar y mostró el cuadro real.
-así que, mi querida hermana, has tenido a mi sobrina, a la que me va a dejar sin trono, después de haberos atrevido a no darme lo que me pertenecía, a confinarme en el planeta cuyo poder reducisteis y ahora, me dais la oportunidad de vengarme con lo que mas quereis. Circónia miró a su reina.
-pero si no hubiera sido así, usted no habría tomado el cristal beder cuya reanimación nos dejó vivir y haber ascendido a este trono. Neherenia rió –no me molesta, con el cristal beder he obtenido grandes poderes, he podido renunciar a mis poderes natales para obtener otros mejores. Neherenia se sacó la tiara que adornaba su frente, en lugar de una luna creciente dorada, estaba una luna creciente plateada.
-pero deseo ser soberana, del planeta Bedel, como del planeta de la luna. Circónia rió.
-así será, mi amada reina Neherenia. La mujer rió a la par de su hechicera, quien tras levantarse se colocó detrás de la reina a la derecha, la mujer alzó una copa de vino rojo.
-dentro de 7 años, os arrebataré lo que mas amais, vuestro reino, y la vida de vuestra niña. Dijo la mujer riendo malignamente.
