Capítulo 1.− Imposible
Ranma se removía incomodo en su silla, llevaba más de dos horas sentado en una posición sumamente incomoda, sin embargo, no tenía intención de dejar aquel lugar, al menos hasta recibir noticias de su prometida. Akane había sido ingresada a la unidad de emergencia hace por lo menos dos horas y él aún no sabía qué era lo que había sucedido. Como siempre, había tenido una discusión con Akane. Las imágenes comenzaron a bombardear su cabeza, sabía que no era la discusión más horrible que habían tenido, pero desde el momento en el que ella había desaparecido de su vista, había sentido una horrible opresión en el pecho y aquella sensación no lo abandono durante todo el día.
Aquella mañana − su familia − en un nuevo intento por casarlos, habían hecho alusión a que ellos hubieran mantenido relaciones pre maritales, Akane se sonrojo y bajo la cabeza, la vergüenza que sentía era superior a la rabia, pero él no pudo callarse y comenzó a enumerar las razones por las que no tendría relaciones sexuales con ella, al final todo termino en gritos e intentos de golpes por parte de Akane hacia él, pero Ranma solo se burlaba y esquivaba, sin darle mayor importancia al asunto, para él solo era una pelea estúpida más; debió darse cuenta de que las cosas eran más graves de lo que aparentaban, cuando ella dejo de insultarlo y golpearlo, se dio la vuelta y se fue.
− ¡Ranma! − el doctor Toffu lo saco de su ensoñación, devolviéndolo al presente, haciéndole recordar que no había comido, recordándole que sus parpados estaban más pesados de lo normal, que sus músculos estaban tensos y dolían como si hubiera corrido por horas; aunque esto último era cierto, había corrido durante casi una hora con Akane inconsciente en sus brazos, corrió como si su vida se fuera en ello, y de alguna manera sentía que así era.
− ¿Cómo está Akane? − preguntó ignorando totalmente el rugido de su estomago, en ese momento no había nada más importante que la salud de su prometida, deseaba con toda su alma que solo fuera alguna intoxicación por alcohol, ya que cuando finalmente había llegado al Dojo Tendo, apestaba a alcohol y se veía claramente desorientada, no dejo que la tocara y en cuanto intentó acercarse a ella para ver que le sucedía, ella comenzó a gritar y a llorar, después de unos minutos los ojos de Akane comenzaron a ponerse blancos, su piel pálida y vomito , después de unos minutos cayo inconsciente.
− Creo que debes comer algo antes de que hablemos − el doctor Toffu tenía una mirada triste, la tenía desde el momento en llego al hospital y Ranma le contó lo que había pasado, él no podía comprender que tan grave era lo que le había sucedido a su prometida, lo único que sabía era que ni siquiera comer era más importante en ese momento, por lo que de manera amable denegó su propuesta − Ranma, debes saber de antemano, que no eres tú el adulto responsable de Akane, por lo tanto si quieres puedo hacerme cargo yo de todo lo relacionado a su hospitalización − al ver que él se negaba rotundamente continúo − Sabía que dirías eso, pero debía intentarlo, cuando me llamaste para pedirme que viniera al hospital y me contaste de los sucesos, de inmediato sospeche que había algo mal, en cuanto llegue comunique de tu compromiso formal con Akane, y de que su familia se encontraba de viaje, por lo que técnicamente eres el único familiar presente, en unos minutos el doctor hablara contigo.
− ¿Tú no puedes decírmelo? −
− Debes estar preparado − se dio la vuelta para marcharse y después de haber dado unos pasos, se giro hacia él nuevamente − Solo... no la dejes sola.
− ¡Señor Saotome! − la enfermera le indico que entrara a una habitación, donde lo esperaba una doctora, Jun Ling según la identificación, acompañada de un oficial de policía, que no tenía un rostro amigable.
− ¿Cómo está Akane? − preguntó ignorando la presencia del policía.
− Antes que todo, necesito hacerle unas preguntas señor Saotome − dijo el policía, Ranma iba a replicar, pero por primera vez prefirió mantener la boca cerrada, mientras antes terminara el interrogatorio, antes sabría de ella − ¿Discutió con su prometida hoy?
− Si, pero no fue algo grave, ella se marcho enfadada y no la volví a ver hasta que llego a casa por la tarde −
− ¿Ella solía beber alcohol o drogas?− el hombre hacia las preguntas con total tranquilidad y no parecía notar la incomodidad del muchacho.
− ¿Eso era lo que tenia? ¿Estaba drogada? − Ranma nunca había prestado real atención a los borrachos, pero sabía que lo que Akane tenía cuando la vio aquella tarde, era algo más grave que una borrachera.
− Estaba tan drogada que no entiendo cómo logro llegar a su casa sin caer inconsciente antes − intervino la mujer, se había mantenido en silencio hasta entonces.
− ¿Por qué no estaba con su prometida? − Ranma comenzó a sentirse incómodo ante las preguntas del oficial, y además de incomodidad comenzó a sentir miedo, temor de lo que escucharía más adelante.
− Ella estaba enfadada y se fue ...y no quería buscarla y que se enfadara mas − admitió avergonzado, así eran ellos, su relación era así, discutían y después estaba todo bien otra vez, ambos eran impulsivos y eran conscientes de ello, pero era extraño intentar explicar la dinámica de su relación a alguien más.
− ¿Conoce a todos sus amigos? ¿Sabe que lugares suele frecuentar?−
− Si, vivimos en la misma casa, entrenamos juntos y vamos a la misma escuela −
− ¿Mantenían relaciones sexuales? − el rostro de Ranma alcanzó un tono rojo que combinaba a la perfección con su camisa.
− Yo... No... Usted...Nosotros no − dejó de intentar explicarse y simplemente negó con la cabeza.
− Akane presenta signos de abuso sexual − soltó la doctora en cuanto el Policía dejo de hacer preguntas. Ranma sonrió forzosamente mientras intentaba procesar aquellas palabras.
− Imposible...a vencido a los alumnos del Furinkan ella sola, eso que usted dice es imposible... − la doctora y el Policía se mostraron preocupados, el joven apretaba con fuerza los reposabrazos de la silla y sonreía nerviosamente.
− El kit de violación indica que fueron al menos tres hombres, tiene hematomas y cortes profundos que indican que fueron muy agresivos, y ella ofreció resistencia, aunque no lo sabremos con certeza hasta que ella nos cuente lo que sucedió, de momento esta consiente, pero se encuentra en estado de shock y no a hablado con nosotros − a Ranma todo le parecía irreal, normalmente no podía concebir la idea de Akane siendo seducida por otro hombre y mucho menos podía imaginarla de manera tan intima, sin embargo saber que había sido contra su voluntad, era algo que no podía tolerar, sentía la rabia fluir a través de todo su cuerpo, quería golpear algo o a alguien, sin embargo no se movió de su lugar, seguía sentado frente a aquellas dos personas, infantilmente quería desquitar su furia con ellos, quería... no sabía qué era lo que quería, lo único que tenía claro era que necesitaba ver a Akane, necesitaba verla y saber que aún estaba ahí, entonces pensaría en que hacer después.
− Quiero verla −
− Aun no, necesitamos tomarte una muestra − le explico la doctora.
− ¿Una muestra de qué?−
− De adn − comenzó a decirle el policía, pero fue interrumpido por el puño de Ranma, que había comprendido la insinuación oculta en ello − ¡Cálmate muchacho! o te llevaré detenido, las pruebas son una formalidad.
− ¡Como sea! Solo dese prisa − gritó, esperando liberar un poco de su frustración, sin embargo aquel engorroso examen no fue rápido, necesitaban una muestra de su semen, y puesto que se negó a hacerlo por la forma tradicional, dadas las circunstancias, se le aplico un pequeño electroshock en su parte más intima, para conseguir que tuviera una eyaculación, fue lo más horrible y humillante que Ranma había vivido, sin embargo ahora era libre de ir a ver a Akane.
− ¿Ya puedo verla? − preguntó a la doctora, apenas dos segundos después de salir de la sala de exámenes, cuando ella asintió, sus piernas cobraron vida propia y corrió por todo el hospital, hasta que llego a la habitación de Akane, dio un par de respiraciones intentando tranquilizarse antes de entrar. La encontró dormida, la enfermera le dijo que la habían sedado, ya que estaba muy cansada y adolorida. Por instinto tomo sus manos y pudo apreciar la cantidad de moretones y cortes, no solo en los brazos, también en el pecho, un poco más arriba de sus pechos, y no quiso imaginar la cantidad de heridas que tendría escondidas bajo la ropa. Comenzó a acariciar sus brazos, deslizando sus dedos, y evitando aquellos lugares extremadamente morados. No quiso dejar de tocarla, sentía que si se alejaba de ella la furia dominaría y golpearía a cualquiera que se cruzara por delante. Lo único que en ese momento lo mantenía quieto, era sentir su piel, ver su pecho subir y bajar, recordándole que aun estaba ahí, que no la había perdido para siempre.
− Señor Saotome − a la habitación entro una mujer vestida con un delantal blanco, supuso que se trataba de una doctora, la mujer debía tener la misma edad que la maestra Hinako adulta − Soy Himiko Himamura, sicóloga especialista en víctimas de abuso sexual, necesito hablar con usted. Tengo entendido que es el prometido de Akane.
− Entiende bien −
− Debes comprender que Akane no volverá a ser la misma persona que era antes, al menos durante un tiempo, no es posible aún determinar el nivel de impacto que esto tendrá en ella. Lo único que tenemos claro es que ella estuvo consiente en todo momento, creemos que utilizaron una droga de contacto, es de efecto rápido y la víctima sigue consiente, pero no puede defenderse y para cuando vuelve a tener control sobre su cuerpo ya es demasiado tarde para escapar; una vez que terminaron con ella, la obligan a beber alcohol y probablemente le dieron alguna otra droga para cubrir los efectos de la primera. Necesitamos que ella pueda darnos alguna información sobre como la encontraron, cuantos era o saber si puede identificarlos, por lo que probablemente vendrá algún policía a tomar su declaración; es importante que la policía pueda atrapar a esos sujetos− la mano que no tocaba a Akane, estaba apretada en un puño y sus uñas se enterraban en la palma, causando más que heridas superficiales, pero no era nada en comparación con el dolor que sentía al saber cómo había sufrido su prometida − Debes entender que probablemente su visión de los hombres va a cambiar, su comportamiento también, quizás tome mucho tiempo para que vuelva a tener intimidad con alguien.
− Yo... no... No es problema − solo hubo un leve tartamudeo, la situación no dejaba espacio para su timidez.
− Espero que eso sea cierto, lo último que ella necesita es un hombre que la presione; esto es sólo el comienzo, queda mucho camino por delante − la mujer se acerco a la cama y reviso algunas de las heridas más profundas − Si se despierta llamas a alguna enfermera, si por algún motivo ella te rechaza, aléjate, sin embargo no salgas de la habitación, demuéstrale que no tiene por qué temerte.
− Ranma − aquel susurro lo despertó de su sueño, no recordaba donde estaba, sin embargo sentía un aroma que se le hacía vagamente familiar, al abrir los ojos se encontró en una habitación completamente blanca, y frente a él había una cama y sobre esta una mujer. Se incorporo de golpe al recordar el lugar y el por qué estaba ahí. Quiso correr los pocos metros que los separaban, pero la mirada asustada de Akane le instó a ir con sumo cuidado, se veía excesivamente cansada y adolorida, estaba pálida y ojerosa.
− ¿Dormiste aquí Ranma? − la voz de Akane era suave, pero se oía nerviosa o temerosa, Ranma no podía definir cuál de las dos.
− Si ¿Cómo estás? − tenía miles de preguntas en su cabeza, pero debía controlar sus palabras, lo último que quería era presionarla mas de la cuenta y acabar alterándola.
− Adolorida...supongo − evito hacer contacto visual y se enfocó en el movimiento nervioso de sus manos.
− ¿Qué paso? − no pudo controlar su impulsividad más tiempo y la pregunta broto de sus labios.
− No fue nada... solo un accidente− sus ojos se llenaron de lagrimas y no pudo evitar bajar su mirada, se sentía avergonzada.
− ¿Nada?... ¿Qué es lo que defines como nada? − no pudo evitar exaltarse. Se alejó de la cama y comenzó a pasar nerviosamente sus manos por su cabello, no podía quedarse quieto.
− Yo... − Ella se volvió a recostar con sus ojos firmemente cerrados, pero Ranma pudo ver como su pecho subía y bajaba más rápido, y algunas lágrimas rebeldes caían − Yo no quería... yo no quería... les pedí que se detuvieran... intenté evitarlo...
− Tranquila − la interrumpió a la vez que se sentaba junto a ella en la cama, con manos temblorosas seco sus lágrimas y la obligo a mirarlo − Todo está bien − susurro sin saber si el mensaje era para ella o si se lo decía a si mismo.
− ¿Qué te dijeron? − pregunto Akane después de unos minutos de silencio, iba a preguntar cómo había llegado ahí pero según escucho, ella había llegado así al dojo y por ende seguramente había sido Ranma quien la había llevado algh hospital.
− Te hicieron muchos exámenes... y a mí también me tomaron una muestra−
− ¿Por qué? −
− Para compararla con la de los... los que te hicieron esto −
− ¿Qué? ¿Ellos creen que tú...? − Akane estaba completamente sonrojada y enfadada, no podía creer que él se hubiera visto implicado en eso.
− El Policía ese dijo que era protocolo− al ver que Akane iba a replicar agrego − Pero eso ya no importa. Ahora lo que importa es atrapar a quienes te hicieron esto − ella pudo ver como diría la ira brillaba en los ojos del joven Saotome.
